Una leve y suave melodía y letra familiar empiezan a meterse en mis sueños, poco a poco pude ir reconociéndola, está sonando en los amplificadores del estudio de Yong Guk, pero a su vez también la escucho susurrar a mi lado, abro los ojos con pesar notando que he despertado, mi ángulo de visión esta torcido y mi cabeza parece estar recostada sobre algo, con pereza desvió la mirada hacia arriba para ver unos ojos marrones sonrientes y familiares mirándome con calidez

-Dormiste bien?- me preguntan y las palabras se me atascan en la garganta, me incorporo de golpe sorprendida

-Auch…!- me quejo por el dolor de mi cuerpo ante la postura tan incómoda en que dormi – Porque estás aquí Zelo?- le pregunto entre quejidos, mi tono de voz sin quererlo a sonado demasiado brusco

-Quería ver a Hyung y vine, no estaba y cuando entre, tengo la clave de la puerta, te encontré dormida y no quise despertarte y…!- hace una pausa y se sonríe, y yo quedo atónita de lo atractivo que ese gesto lo hace ver –Puse tu cabeza en mi hombro para que durmieras mejor, no pensé que estar así tanto tiempo te causaría dolor, lo siento mucho!- se disculpa con sinceridad

-Oho no, olvídalo estoy bien…!- le respondo y me alejo de el, me pongo de pie pero por mi mala posición la pierna derecha estaba dormida y al afirmarla solo logre perder el equilibrio y doblarme el tobillo –Ahaaa rayos, duele duele!- digo quejándome

-Noona, estas bien…?- Zelo se paró de un brinco y de inmediato me revisa el tobillo –Duele?- pregunta moviéndolo gentilmente

-Aha no hagas eso, no or favor!- me quejo mordiéndome el labio

-Se ve mal, traeré hielo…!- dice y antes que lo note me toma en sus brazos y como si no pesara nada me levanta y me acomoda con suavidad en el sofá, de donde ha sacado las fuerzas para hacer eso no lo sé, pero si me ha dejado sorprendida –Pongámoslo gentilmente!-  dice cuando vuelve con el hielo envuelto en una toalla, yo despierto cuando el frio me hace dar un leve saltito por el contacto y el dolor

-No parece tan grave verdad?...- le pregunto y el asiente mientras con cuidado sigue sosteniendo el hielo –dame, yo lo hago!- le pido nerviosa por su contacto, es increible cuanto puede afectarte una persona cuando ha marcado tu vida

-Déjame a mí, me gusta cuidar de ti…!- dice y me mira a los ojos sonriendo como si quisiera hacerme notar cuanta verdad hay en sus palabras –Me gusta tenerte así, solo para mi Noona!- dice y su voz baja me da un escalofrió, el se incorpora un poco y con calma se acerca de a poco a mí, su actitud dice que quiere besarme me doy cuenta de pronto cuando lo veo seguir acercándose, mi mente se llena de pánico y nervios, de ansiad, y quizas hasta de anhelo, pero no de una reacción, estoy paralizada frente a el mirándolo y viéndolo cada vez más cerca, tan cerca que ya puedo sentir su aliento en mi rostro, Zelo cierra los ojos, solo hay un centímetro de distancia entre nuestros labios y pareciera que el tiempo se ha detenido.