capitulo 2

Afortunado Accidente

Abrí los ojos y encontré a mi madre con el rostro desencajado, hinchado de haber estado llorando, Conservando lágrimas que segundos más tarde derramaría sobre mí al ver que había despertado. No Dejaba de darme besos mientras repetía que no pasaba nada, que me iba a poner bien. En realidad no Ocurrió nada grave, aunque sí molesto. Tenía rota la muñeca izquierda y el pulgar derecho, igualmente Tenía el pie izquierdo fracturado y contusiones por todo el cuerpo, incluida la cara, y una ceja partida. Mi estado era un cuadro. Como iba a permanecer setenta y dos horas en observación, me colocaron una vía con suero y calmantes, aunque la que sinceramente necesitaba calmantes era mi madre.

— Mamá, por favor, cálmate y deja de llorar — murmuré.

Enseguida vi a Minho. No me había dado cuenta de que estaba allí también. Claro que era prácticamente imposible ver algo con el rostro de mi madre sobre el mío. Él se acercó a mí con aspecto templado y posando su mano sobre mi frente dijo:

— ¿Cómo te encuentras?

En ese instante, el recuerdo del tacto de aquella mano y aquella preciosa vez vinieron a mi cabeza.

— ¡Como si me hubiera atropellado un coche!

Escuché reírse a una mujer que me resultó familiar.

— Veo que el sentido del humor lo mantienes intacto — dijo una voz—. Ahora estás un poco magullada, pero pronto estarás bien — sonrió.

No tardé en reconocer su voz.

— Taeyeon... — susurré cuando se detuvo a mi lado.

Su ceño se frunció ligeramente y miró con sorpresa.

— Y tú eres... Tiffany, ¿verdad?

Asentí embobada contemplando su rostro anguloso y su pelo rubio oscuro, que caía sobre una impoluta bata blanca. La placa de identificación asomó entre su cabello ondulado y traté de fijar la vista Para leerla, su propio pelo me lo impidió. Sus dedos se deslizaron suaves y firmes sobre mi cuello. Alcé de nuevo la vista hacia sus ojos, cuando sentí las tibias yemas presionando mi piel. Durante un momento, su mirada color ónice se mantuvo en la mía, pero después bajó la vista hacia el reloj. Mientras me tomaba El pulso, aproveché para estudiarla más detenidamente; la cara, el cuello y la parte de piel dorada que asomaba bajo su camisa perfectamente desabrochada hasta un pudoroso tercer botón, que tan solo dejaba Intuir el comienzo de su pecho. El reloj de cerámica blanca y acero brillaba ajustado a la muñeca y sus Dedos lucían unas uñas cortas, perfectamente cuidadas. Me pregunté qué edad tendría. 

Era más joven que Mi madre, seguro. Aunque la hubiera situado en los veinte y muchos, la seguridad que transmitía en sus Movimientos me decía que posiblemente ya hubiera cumplido los treinta.

— El pulso está perfecto. Ahora vamos a ver la tensión, ¿de acuerdo?

— De acuerdo — dije a la vez que percibía la presión que el tensiómetro comenzaba a ejercer sobre Mí. No podía dejar de mirarla, por lo que continué admirando sus rasgos, ahora que se hallaba más cerca.

Supe que era consciente de mi insistente mirada. Aun así, no levantó la vista hasta el final, cuando me Dedicó una breve mirada al retirarme el aparato.

— También perfecta — dijo dirigiéndose a mi madre.

Después, la conversación se mantuvo entre ellas, totalmente ajena a mí, como si yo no estuviera Presente. La recorrí con la mirada para observar su silueta bajo aquella bata blanca; los vaqueros azules Que asomaban por debajo y unas preciosas botas de piel clara bastante puntiagudas. Era más alta que mí Madre, que hacía tantas preguntas, que a cualquier otra persona le hubieran sacado de quicio.

— No se preocupe, de verdad. Se va a poner bien. Es joven y fuerte. Afortunadamente no hay Lesiones en ningún órgano, tan solo preferimos mantenerla en observación para descartar la más mínima Incidencia. Sin embargo, no le miento al decirle que es muy posible que surjan nuevos hematomas Pasadas las primeras veinticuatro horas.

— Mamá por favor, no seas pesada, estoy perfectamente, no me duele nada —interrumpí.

Taeyeon se giró hacia mí y sus labios sonrieron discretamente.

— De todas formas, lo mejor será que vean al doctor Kling. Les está esperando.

Cuando la puerta se cerró detrás de Minho, hablé.

— ¿Quién es el doctor Kling?

— El dueño de esta clínica y, hasta nueva orden, el médico que va a supervisar tu absoluta Recuperación — respondió caminando hacia mi cama.

— Pensaba que mi médico eras tú.

— Así es, pero bajo la supervisión del doctor.

— ¿También hasta nueva orden? Me observó brevemente.

— Supongo que no habrá nuevas órdenes al respecto.

— Eso espero — confesé.

Su mirada, ahora intrigada, volvió a pasearse por mi rostro. Le sostuve la mirada hasta que decidió Apartarla de mí.

Una vez más, me di cuenta de que tanto mi actitud como las miradas que le dirigía le incomodaban.

Desde luego que aquello no era mi intención, y aunque nunca antes me había comportado así, no podía Dejar de mirarla. El silencio que yo misma provoqué se rompió cuando alcé la mano para alcanzar mí Ceja.

— No te la toques, por favor. ¿Te duele?, ¿te pica? me preguntó acercándose más a mí.

— Las dos cosas, pero estoy bien.

— Déjame ver. No te preocupes, te quedará perfecta. Cuando te quite los puntos ni siquiera te va a Quedar cicatriz.

— ¿Me has cosido tú?

— Sí — respondió expectante.

— ¿Tienes un espejo?

— ¿Para qué?

— Para verme.

— ¿No te fías de mí? Soy muy buena suturando, créeme — añadió con simpatía.

— ¿Tengo la cara muy mal?

En ese preciso instante caí. Yo no estaba allí pasando precisamente unas vacaciones. Un coche me Había llevado por delante y lógicamente eso tenía que tener consecuencias en mi aspecto físico. Desde Que había abierto los ojos, y Taeyeon había aparecido en mi campo de visión, había olvidado por completo Mi verdadera y nueva situación.

— Muy mal no, te lo aseguro. Tal vez un poco contusionada, pero la hinchazón bajará y todo volverá A su estado normal.

— Entonces no hay motivo para que no me dejes un espejo — insistí.

— Te aconsejo que no te mires, Tiffany, al menos hasta pasados unos días — dijo suavemente. El Sonido de su voz pronunciando mi nombre me emocionó, haciendo que desistiera del intento por Conseguir uno—. Que lo decidan tus padres — volvió a hablar.

— Minho no es mi padre, tan solo es el novio de mi madre.

— Perdona, no lo sabía.

— No pasa nada. ¿Cómo ibas a saberlo?

Me devolvió una sonrisa de disculpa al tiempo que el silencio volvía a inundar aquella habitación tan Blanca.

La puerta se abrió y entró mi madre acompañada de Minho. Volvieron a intercambiar opiniones, Después de que mi madre me achuchara, como si hubiera pasado un año desde que no me veía.

Taeyeon contempló la escena hasta que se dirigió a mí para indicar el botón que debía apretar en caso De necesitar cualquier cosa.

— Procura descansar, ¿de acuerdo?

Asentí siguiéndola con la mirada para ver su bata blanca desaparecer tras la puerta. Cuando se cerró Detrás de ella, su ausencia invadió la habitación. Estuve a punto de apretar el botón que acababa de Mostrarme, preguntándome si la necesidad de su compañía se hallaría dentro de sus tareas de trabajo.

Más tarde, supe que la persona que me había atropellado se trataba del mismísimo doctor Kling, que A modo de compensación había desplegado todos los servicios necesarios de su propia clínica para mí Cuidado y recuperación. Entre ese despliegue de atenciones exclusivamente para mí se encontraba Taeyeon.

Supe también que además de medicina Taeyeon había estudiado enfermería, de ahí que el bueno de Kling, En su deseo por ofrecernos la mejor atención posible, le había asignado a ella mis cuidados, al ser la Persona más cualificada por sus conocimientos en ambas materias.

El doctor había propuesto a mi madre una cuantiosísima indemnización, porque deseaba evitar los Tribunales y estaba seguro de que podrían llegar a un acuerdo amistoso sin que el incidente trascendiera Más de lo rigurosamente necesario. Mi madre lo pondría en conocimiento de su abogada y tomaríamos Una decisión basada en mis resultados médicos y mi estado de recuperación. Me preguntó mi opinión, Después de contarme cómo aquel hombre alto y fuerte con lágrimas en los ojos y voz quebradiza, se Disculpaba y aseguraba que no había visto la luz roja del semáforo, debido a la espesura de los árboles.

Empecé a sentirme somnolienta y cerré los ojos conservando el recuerdo de Taeyeon. Minho había ido a Nuestra casa y nos trajo ropa y varias cosas más que mi madre pidió. Entre ellas estaban varios de los DVD de Beyonce en concierto, que yo guardaba como si de un tesoro se tratara. Mi madre anunció que Podría verlos cuando Taeyeon lo aprobara. Pensé para mí que sería la única vez que acatara una negativa Sobre ese tema sin que me sentara mal. Estaban disponiendo la ropa en los armarios cuando escuché un Leve toque en la puerta. En cuanto oí la voz de Taeyeon abrí los ojos y miré en su dirección.

— Pensé que te habías dormido — dijo en voz baja, caminando hacia mí. Debí de sonreír como una Tonta mientras la miraba, porque ella recompuso la expresión de su rostro al reparar en el mío iluminado Por su presencia—. ¿Qué tal te encuentras? — Muy bien.

Lo cierto es que siempre me encontraba bien cuando Taeyeon estaba conmigo en la habitación.

Informó a mi madre e Minho de que el restaurante ya estaba sirviendo la cena y que podían bajar Cuando gustaran. Mi madre no quería dejarme sola y ordenó a Minho que bajarían por turnos. No pude Dejar de intervenir en la conversación. No me hacía ni pizca de gracia tener que quedarme a solas con Minho. Entonces, Taeyeon interrumpió.

— No se preocupe — habló dirigiéndose a mi madre—. Yo me quedo con Tiffany para que puedan Cenar tranquilamente. Les vendrá bien airearse un poco.

Cuando por fin la puerta se cerró y en la habitación nos quedamos Taeyeon y yo a solas, esta se acercó De nuevo a mí.

— Sigue mi dedo — me dijo suavemente.

Seguí con la mirada el movimiento de su dedo índice. Primero de derecha a izquierda y después de Arriba abajo. Repitió el movimiento en un par de ocasiones, lo que estuvo cerca de provocarme la risa.

Después sacó del bolsillo superior de su bata un tubito metálico. Era una pequeña linterna. Cuando Encendió la luz la dirigió a mis ojos, cegándome por un momento.

Entonces aprecié el tacto de sus dedos sobre mi rostro. Me abrió los ojos con un delicado toque, Acercándose más a mí. En ese instante, fue cuando pude respirar la maravillosa fragancia que desprendía Su piel. La contemplé embelesada cuando dobló la sabana que me cubría y sus dedos me abrieron el Camisón.

— ¿Está todo bien? — pregunté, tratando de controlar las palpitaciones que me había provocado su Proximidad. Mientras tanto ella observaba mi torso desnudo.

— ¿Te duele? — me preguntó con dulzura.

— No — respondí con la garganta agarrotada.

Mi vista volvió a fijarse en el trozo de placa de identificación, pero una vez más su propia melena no Me permitía leerla con claridad. Antes de darme cuenta de lo que hacía alcé mi mano escayolada, y con Los dedos que me quedaban libres retiré cuidadosamente su cabello. Ella no se movió. Siguió el Movimiento de mi mano y después me miró directamente a los ojos.

— Taeyeon Kim — leí en voz alta, como si quisiera asegurarme de que no había ningún error en lo  Que estaba escrito. Disfruté del suave tacto de su pelo entre mis dedos y levanté la mirada para reunirme Con la de Taeyeon, que me observaba de nuevo con un ligero gesto de sorpresa en el rostro—. Bonito nombre.

— Gracias — murmuró tras girarse, alejándose hacia el extremo de la cama.

La observé caminar por la habitación hasta que se detuvo frente a una mesa.

— ¿Te gusta Beyonce?

Deseé responder que ya no, aunque mis labios pronunciaran un sí.

— A Sunny, quien será tu enfermera de noche, también le gusta mucho.

— ¿Y a ti? — pregunté mientras asimilaba con tristeza que, lógicamente, Taeyeon no podría estar Cuidándome las veinticuatro horas del día, que cuando su turno acabara otra persona ocuparía su lugar.

La imaginé saliendo de la clínica sin su bata blanca, subiéndose al coche y conduciendo con ganas de Llegar a casa. Y lo peor de todo, la imaginé con ganas de abrazar a esa persona que, seguramente, la Esperaba para compartir una cena.

— Sí, a mí también me gusta. Estuve en el concierto que dio en julio. ¿Fuiste? — sentí cómo se me Encogía el corazón al imaginarla deslizándose en la cama con aquella persona que, obviamente, no era yo.

—. ¿No fuiste?

Su sonrisa interrumpió mis pensamientos.

— ¿Dónde? — pregunté abstraída.

— Al concierto de Beyonce.

— Estuve en el que dio en julio. ¿Tú fuiste?

— No me estás escuchando, ¿verdad?

— Parece que no, perdona.

— Yo también fui — habló de nuevo.

— ¿Y cómo es que no te vi?

— Quizá nos viéramos y no lo recordemos.

— Si te hubiera visto te aseguro que te recordaría.

— ¿Nunca olvidas una cara? — su tono sonó ligeramente burlón.

— Como la tuya no, jamás — confirmé clavándole la mirada.

En esta ocasión mantuvo mi mirada durante más tiempo.

— Espero que eso sea un piropo.

Ignoré la obviedad de su comentario y volví a la carga.

— ¿Estás casada? — pregunté bajo los efectos de su hipnotizadora mirada color miel.

— No — respondió sonriéndose—. ¿Y tú?

— Tampoco —dije no sin reparar en el retintín de su respuesta—. ¿Tienes hijos?Mi segunda pregunta pareció divertirla aún más.

— No, por Dios. ¿Y tú?

Me hizo gracia la mueca de aburrimiento que se dibujó en su rostro.

— ¿Yo?, pero si solo tengo dieciséis años...

— Cierto, por un momento lo había olvidado...

— ¿Entonces tienes pareja? — pregunté otra vez, haciendo oídos sordos a la sutil ironía que había

Vuelto a albergar su voz.

— Ya no. ¿Y tú?

Negué con la cabeza.

El tamborileo de unos dedos en la puerta nos hizo mirar a las dos en esa dirección. Una melena Morena asomó, precediendo a una cara ovalada que saludó alegremente.

— Hola — respondí.

— Hola Sunny — dijo Taeyeon casi al unísono y alejándose de mí para reunirse a mitad de camino con La morena, que avanzaba con paso decidido—. Mira, te presento a Tiffany.

— Sí, lo sé. ¿Cómo estás, bonita?

— Bien, gracias, ¿y tú? — reconozco que me gustó su estilo informal al dirigirse a mí.

— Y ella es Sunny, quien cubrirá el turno de noche — continuó presentándonos—. Cualquier cosa Que necesites no tienes más que pedírsela, ¿de acuerdo?

— De acuerdo, gracias — asentí con la cabeza.

Mi madre e Minho no tardaron en llegar y Taeyeon volvió a hacer la ronda de presentaciones. En seguida Anunció que vendrían a preparar el sofá cama para mi madre y que lo que yo necesitaba era tranquilidad.

— Bueno, creo que ya ha llegado la hora de que descanses. ¿Qué tal te encuentras? —preguntó, Acercándose a mí de nuevo.

— Bien.

— ¿No sientes ninguna molestia?

— No, por ahora no.

— Sunny está aquí para cuidarte y asistirte en todo lo que necesites, así que a la más mínima Molestia, por normal que te parezca, quiero que le avises. Lo harás, ¿verdad?

— Sí, no te preocupes.

Me brindó una sonrisa al tiempo que revisaba que todo estuviera en orden. —Hasta mañana entonces.

— ¿A qué hora vienes? — necesitaba saber.

— A las ocho en punto estaré aquí de vuelta.

—Vas a tener que madrugar.

— No hay problema, estoy acostumbrada.

— Entonces ven a las siete o a las seis incluso...

— A las siete deberías estar durmiendo y a las seis ni te cuento. Buenas noches, Tiffany.

— Buenas noches, Taeyeon, que descanses.

— Descansa tú también — respondió apartando la vista.

La seguí con la mirada mientras caminaba hacia la puerta donde mi madre, Sunny e Minho esperaban A que un par de auxiliares terminaran de preparar el sofá cama. Ni siquiera me había dado cuenta de Cuándo habían entrado aquellos dos chicos en la habitación ni si Taeyeon se percató de ello. 

Pensé en ese Juego infantil de que si se daba la vuelta, y me miraba antes de cruzar el umbral de la puerta que nos Separaría hasta el día siguiente, es que tenía alguna posibilidad con ella. Esperé a que acabara de hablar Con mi madre, y cuando estaba a punto de perder toda esperanza de volver a encontrarme con su mirada, Taeyeon se giró y sus ojos me miraron.

— Duérmete ya — exclamó apuntándome con el dedo.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Karly34 #1
Sube amor accidental por favor
Cass_Addiction19 #2
<3
Skyth06
#3
Chapter 23: Hermosa adaptación
natovida #4
Chapter 14: Siento que esto va a tener un triste final, apropósito de quién es la historia original?
ashleyurdiales24 #5
Chapter 11: I love it?
ashleyurdiales24 #6
Chapter 10: Me encanta
Actualiza pronto por favor
Karly23 #7
Chapter 1: Amo todas tus adaptaciones e venido a aquí solo por ti ?