capitulo 14

Afortunado Accidente

Después de aquella maravillosa semana que pasé a todas horas con Taeyeon, las dos tuvimos que Regresar a nuestros deberes. Ella a su clínica y sus pacientes y yo a la facultad y mis prácticas. Sin Embargo, cada tarde tan pronto terminaba en el hospital, me acercaba a su casa y pasábamos un rato Juntas. Era incapaz de pasar un día completo sin verla. Necesitaba, al menos, aquellas dos horas diarias,

Aunque estuvieran siempre centradas en mis estudios. Taeyeon siempre me ayudaba y yo agradecía que lo Hiciera, porque cada vez me costaba más concentrarme en algo que no fuera ella. Solo me dejaba libres Los viernes por la noche y los fines de semana. En ocasiones ni eso. Estaba tan empeñada en que no Descuidara mis estudios, que era casi peor que mi madre. Muchísimo peor, fui descubriendo con el Tiempo.

Comenzamos a frecuentar el Havet las noches de los fines de semana, aunque yo prefiriera estar a Solas con ella. Bora me rogaba por ver a Laia y así yo podría ver también a Taeyeon. Era la excusa Perfecta, según ella. Lo que Bora no sabía, es que yo ya la veía y no necesitaba aquellas noches en Compañía de tanta gente, que lo único que hacían era distanciarnos más. Me veía obligada a cambiar mí Actitud frente a los demás. Ya no podía abrazarla en público y echaba dolorosamente de menos su Proximidad física. Aun así, entendía a Yoona cuando me decía que necesitaba ver a Laia, yo misma Había experimentado el vacío y la angustia cada vez que pensaba que algo pudiera alejarme de Taeyeon.

Bora era mi amiga y estaba dispuesta a mantener esos encuentros por ella. No obstante, me negaba a Revelar a nadie la extraña pero especial relación que existía entre Taeyeon y yo, aunque nunca fuera más Allá de simples abrazos y caricias. Me conformaba con aquello a pesar de que deseara mucho más. Anthony También se unía a aquellas noches de música con la esperanza de ver a Robby, el rubito amigo de Lara Que había conocido en BouAzzer. Y lo conseguía, porque aquel chico aparecía con sus amigos, aunque Anthony mantuviera que era por las L's. Ya me había dado cuenta de que Robby mostraba un claro interés Por Anthony y que las L's tan solo se habían convertido en una coartada. Sin saberlo, el grupo se había Convertido en la coartada perfecta para todos. Cualquier excusa era buena con tal de no revelarnos, los Unos a los otros, nuestros verdaderos sentimientos. Yuri Kwon también se dejaba caer por allí con sus Amigas. Una noche, en la que había bebido un poco más de la cuenta, se acercó a mí iniciando una Conversación. En realidad, no me apetecía entablar conversación con nadie que no fuera Taeyeon, pero no Quise mostrarme maleducada y disimulé prestándole atención. Cuando al rato, mi mirada se cruzó con la De Taeyeon, volví a ver en sus ojos aquel brillo en el que ya había reparado el fin de semana anterior. No Me gustaba lo que leía en sus ojos. Estoy segura de que pensaba que ella estaba fuera de lugar y que yo Tendría que estar, como en aquel momento, divirtiéndome con la gente de mi edad. De una manera sutil, Me empujaba para que así lo hiciera.

— Buenos días — saludó reflexiva.

Me esperaba apoyada en la puerta que sostenía abierta para mí y su presencia me dejó sin aliento. No Pude evitar recorrerla con la mirada y me pregunté si tendría idea de hasta qué punto la quería. La Observé de cerca cuando estuve a su lado. Tenía el pelo oscurecido por la humedad y sus ojos del color Del ónice desprendieron, como siempre, destellos verdes bajo la luz del sol.

— Buenos días — respondí acariciándole la mano al pasar.

Me acomodé en el asiento del copiloto y la seguí con la mirada mientras rodeaba el coche. Nuestros Ojos se encontraron a través del parabrisas, no desvié la vista, aunque me hubiera descubierto atenta a Cada uno de sus movimientos.

— Te invito a desayunar — dijo bajo mi incesante mirada.

— Te invito yo.

— No, invito yo. Tú ahorra el dinero.

— ¿Y para qué quiero hacer eso?

— Para tus cosas, no sé. Para lo que te guste.

— Bueno... tú eres lo que más me gusta en el mundo.

Una extraña expresión se dibujó en su rostro y permaneció con la mirada fija en la carretera. No sabía Si estaba haciendo esfuerzos por obviar mi comentario o estaba pensando en qué responderme. No Conseguía descifrarlo, sin embargo, por una vez, no me sentí temerosa de su posible reacción. Me relajé Cuando por fin sus labios sonrieron levemente.

— Invito yo o doy media vuelta y te vuelvo a dejar en tu casa — pretendió sonar amenazadora, pero No lo consiguió.

Estiré el brazo izquierdo, por fin liberado desde el lunes de la escayola, hasta alcanzar su pelo. Aprecié la humedad de su melena entre mis dedos y le retiré un mechón, colocándoselo detrás de la oreja Para poder ver mejor su cara. Volví a su oreja y acaricié el contorno, bajando después por la suave piel De su cuello. Se tensó ligeramente cuando mis caricias se tornaron sensuales, pero continué con ellas.

— En serio, ¿quieres que te lleve a casa?

Me acerqué a ella.

— A la tuya, sí — le susurré al oído antes de besar la tensa mandíbula.

— ¡Tiffany! — exclamó en voz baja.

Volví a alcanzar su cara y le di un beso suave en la mejilla. Deslicé la mano desde su hombro hasta Su mano, apoyada en la palanca de cambios, cubriéndola con la mía.

— ¿Cómo quieras que vea mal lo que siento por ti? Es imposible.

Tardé en conseguir una reacción por su parte. Giró al fin la mano sobre la palanca y entrelazó sus Dedos con los míos. La apreté con fuerza e hice resbalar después mi pulgar por su palma. Volví a besar Su rostro antes de separarme de ella. Cuando lo hice arrastré su mano conmigo y la coloqué sobre mí Regazo. Parece que era todo lo que me quedaba en aquel momento. Al menos, que le cogiera la mano era Algo que aún no le parecía mal y colé los dedos bajo su jersey de lana para acariciarle la muñeca.

— ¿Dónde vamos? — pregunté cuando divisé el mar a lo lejos—. ¿A BouAzzer?

— No, a la competencia.

Le besé la mano antes de dejársela libre. Ella me miró por un instante cuando lo hice.

— Te devuelvo la mano, por si la necesitas.

Lo cierto era que necesitaba saber si ella deseaba el contacto tanto como lo deseaba yo. Taeyeon sabía Que si se acercaba yo jamás me separaba, que siempre era bienvenida cuando invadía mi espacio Personal. Sin embargo, no siempre recibía la misma bienvenida cuando era yo quien invadía el suyo.

Presté atención a sus maniobras y a la dirección que tomaba. Dejamos atrás la salida hacia BouAzzer y Continuó por la autopista un par de kilómetros más. Aparcó en una carretera estrecha que conservaba Arena en el asfalto y salí del coche antes de darle tiempo a que me ayudara. Observé el restaurante de Camino hacia él. Recordaba al de Taeyeon en la madera y las grandes cristaleras, pero ni era tan grande ni Parecía tan nuevo.

— Es más bonito el tuyo — murmuré mientras la camarera caminaba hacia nosotras.

Taeyeon me miró cuando aquella mulata de proporciones atléticas nos preguntó dónde deseábamos Sentarnos.

— Aquí mismo está bien — señalé una mesa vacía rodeada de otras mesas abarrotadas de gente.

— Allí por favor — corrigió Taeyeon, señalando a su vez una mesa al fondo junto a la cristalera sobre

La playa.

Me reí para mí misma porque lo había hecho a propósito. Sentarnos en aquella mesa hubiese sido Como asistir a un bodorrio. Hubiéramos disfrutado de cualquier cosa menos de intimidad, y después de Todo, parecía que Taeyeon también la buscaba.

— ¡Si quisiera hijos los habría tenido yo! — espetó de pronto, al tiempo que examinaba el menú.

Solté una carcajada y miré hacia la mesa que no habíamos ocupado.

— Perdona, igual ha sonado un poco...

— Tranquila, ha sonado genial — le interrumpí—. A mí tampoco me gustan los niños. De hecho, creo Que ese rollo de tener hijos y formar una familia está sobrevalorado. Yo tampoco quiero hijos — pronuncié bajo su atenta mirada.

— Igual cambias de opinión con el tiempo.

Le mantuve la mirada un instante y volví a observar a los integrantes de aquellas familias.

— Tal vez o tal vez no — confirmé antes de saber qué posibilidades ofrecía la carta.

Sabía que me estudiaba mientras leía el menú.

— Lo sé Taeyeon, para ti soy muy joven como para saber aun lo que quiero y lo que no — dije sin Levantar la vista de aquella cartulina plastificada. La miré cuando se rio y dirigí la vista una vez más Hacia aquellos niños hiperactivos de caras pegajosas—. No querría un hijo ni teniéndolo contigo.

— Bueno saberlo, te agradezco tu sinceridad.

Buscó sus gafas para continuar con la lectura de la carta.

— Estás... —me callé cuando alzó la vista.

— ¡Qué! No te cortes, dime.

— Solo iba a decir que estás muy guapa con gafas. Siempre me ha encantado como te quedan.

— No hace falta que me adules, no me ha molestado lo que me has dicho.

— A mí tampoco me molesta que no quieras nada conmigo — dejó escapar una risita dejando ver su Maravillosa dentadura, tan blanca como la espuma de las olas.

Desayunamos prácticamente en silencio, apenas la miré. Su belleza a la luz del día me dolía como si Me clavaran puñales, recordándome que jamás conseguiría que me viera como una posible opción en su Vida.

— Me encanta esta música — dijo en voz baja.

— A mí también me gusta.

— ¿La conoces?, últimamente no dejo de oírla.

— Es Requiem por un sueño.

— ¿De quién es?

— El compositor es Clint Mansell, pero esta versión es la de la violinista Kate Chruscicka.

— ¿Y cómo sabes tú tanto?

— Porque me encanta Kate. No tiene más de veinte o veintidós años. Hace fusión y es espectacular Verla tocar. Tiene un violín eléctrico que se ilumina cuando lo toca, una pasada.

Asintió imperceptiblemente y su mirada se volvió más profunda mientras me observaba.

— Otra niña prodigio, como tú.

Arqueé las cejas no sin cierta ironía en mi rostro.

— Con tu permiso, tengo que ir al baño.

— ¿Quieres que vaya contigo?

— No, gracias — respondí antes de abandonar la mesa.

De camino al cuarto de baño me encontré con la camarera y aproveché para pedirle que me preparara La cuenta para cuando volviera. Era la única manera de poder pagar algo y tenía que ser a escondidas de Taeyeon. Disimulé cuando me percaté de que Taeyeon nos miraba desde la mesa por lo que le pregunté por las Escaleras en las que había reparado durante el desayuno. Efectivamente, aquellos peldaños concedían un Acceso directo a la playa. Salí del baño escabulléndome entre la gente para evitar que Taeyeon me viera.

Logré alcanzar la barra y dejar un billete que cubría de sobra la cantidad que la morena me mostró.

— Así está bien — le confirmé antes de encaminarme hacia la mujer más guapa de aquel local. Oí

Que agradecía mi generosa propina, y sin mirar atrás levanté la mano para quitarle importancia.

— ¿Vamos a la playa? — pregunté un par de pasos antes de llegar a la mesa donde me esperaba. Bajó la vista hasta mi escayola.

— No puedes caminar así por la arena.

— Sí que puedo, ya lo verás — tiré del puño de su jersey para que se moviera.

— Espera, hay que pagar esto.

— Nos ha invitado la camarera. Claro que ha sido a cambio de tu número de teléfono. Espero que no Te importe, como es más o menos de tu edad...

Sacudió la cabeza y una sonrisa desdeñosa se dibujó en sus labios.

— No te creo. Has pagado tú, te he visto hablando con ella.

— Venga, vamos.

— No me gusta que pagues tú, Tiffany — replicó bajando los escalones de madera detrás de mí.

— Relájate, yo nunca te pediría nada a cambio.

— Pues justo a ti es a la única que se lo concedería.

— Sí, seguro... — mi timbre de voz rozó el aburrimiento.

— Prueba.

Me giré para mirarla.

— Te encanta vacilarme, ¿verdad?

Abrió el portón de madera y pasé al otro lado delante de ella. La playa era extensa y estaba

Prácticamente desierta a excepción de algunos ancianos que se divisaban a lo lejos, paseando junto a la Orilla.

— En absoluto. Dime, ¿qué me pedirías?

Tenía la mirada felina. El color oscuro de sus ojos era intenso y profundo y por unos instantes me Perdí en ellos.

— Nada, no quiero nada que te tenga que pedir porque tú no me quieras dar.

Cogió mi mano deteniendo mi intención de adentrarme en la playa.

— ¿Qué crees que es lo que no te quiero dar?

— La misma oportunidad que en su día diste a otras.

La expresión de su rostro se dulcificó al instante. Me miró fijamente, paseando después sus ojos por Mi cara detenidamente.

— Es que pienso que esa oportunidad te la debería dar otra persona.

— La quiero de ti, Taeyeon. El resto del mundo me importa una mierda — solté su mano y me encaminé En dirección al mar.

Me siguió de cerca y no tardé en sentir su mano de nuevo, rodeando mi brazo para ayudarme a

Caminar por la arena.

— Puedo sola, gracias.

— Anda, no te enfades — se rio apoyando la cabeza en mi hombro.

— No estoy enfadada, pero puedo sola, gracias — insistí.

Ignoró mis palabras y continuó dándome soporte en cada paso que daba. Sus labios sonrieron cuando La miré ante su persistente actitud. Me hizo gracia, pero giré la cara para que no me viera. Tenía razón, Caminar por la arena con la escayola era agotador. Me hacía ilusión acompañarla porque sabía que le Encantaba la playa, pero estaba claro que no iba a poder pasear por ella en aquel estado. Hice un Esfuerzo más y avancé todo lo que pude hasta que me rendí.

— Te espero aquí — anuncié deteniéndome en seco tras atravesar unas dunas. Aún nos

Encontrábamos a una larga distancia de la orilla, pero no podía más.

— No tendríamos que haber venido.

— ¿Por qué no?, te gusta la playa. Date un paseo y disfrútala.

— No te voy a dejar aquí sola.

— No me va a pasar nada — dije utilizándola de apoyo para poder sentarme en la arena. Se sentó a Mi lado y levantó la vista en dirección al mar—. En serio, ¿por qué no te das un paseo con las de tu Generación? — señalé a un grupo de señoras mayores ataviadas de ropa deportiva que pasaron a lo lejos, Frente a nosotras.

Soltó una carcajada y me miró.

— Prefiero seguir en mi papel de niñera, si a ti no te importa...

— Como quieras — sonreí a regañadientes—. Pensaba que igual preferías la compañía de alguien

Más de tú quinta. Como no te gustan los niños...

Esta ocasión no respondió a mi provocación.

Hacía un día precioso. Apenas corría brisa en la playa y el sol comenzaba a calentar en exceso. Parecía increíble que estuviéramos en marzo. Me quité la cazadora y me acomodé sobre ella, utilizándola De almohada. El mar tenía un azul intenso y el sonido de las olas rompiendo contra la arena me produjo Una extraña sensación de tranquilidad y nostalgia a la vez. Miré a Taeyeon, que continuaba sentada Contemplando el mar que tanto le gustaba. Podía pasarse horas así, al igual que yo podía pasar una Eternidad haciendo lo mismo con ella sin aburrirme. Echaba de menos su contacto y sentía ganas de tocar La melena rubia, que caía por su jersey de lana gruesa color hueso. Sin embargo, me quedé quieta, Observándola desde atrás y reprimiendo las ganas de abrazarla. Me dio un vuelco el corazón en el Instante en que nuestras miradas tropezaron, cuando giró la cabeza en mi dirección. Me había Sorprendido tantas veces observándola en el silencio, que tampoco me importó que me descubriera una Vez más. Se dio la vuelta tumbándose a mi lado con los codos clavados en la arena.

— ¿Sigues enfadada? — me preguntó apoyando la barbilla en mi hombro.

Negué con la cabeza. Estábamos tan cerca que se me desbocó el corazón sin que pudiera hacer nada Por impedirlo.

— ¿Me perdonas por lo de antes?, no lo he dicho en serio.

Sonrió fijando la vista en mis ojos.

— ¿Crees que haría buena pareja con alguna de ellas?

— No, por Dios — exclamé—. Lo he dicho para fastidiar, porque siempre estás con lo de nuestra Diferencia de edad.

— ¿Y cómo crees que se nos vería a nosotras dentro de veinte años? Me quedé atónita ante su pregunta.

— ¿Estarías tanto tiempo conmigo? Siempre he pensado que me dejarías mucho antes.

— Me dejarías tú, por alguien más joven.

— Eso no es verdad.

— Sí, sí lo es. Buscarías en otra lo que yo ya no te pudiera ofrecer. Ni siquiera te lo puedo ofrecer hoy en día...

— ¿Y según tú qué es lo que no me puedes ofrecer?

— Lo mismo que tú me ofreces a mí.

— ¿A qué te refieres?

— A la igualdad de condiciones.

Me quedé pensando en aquella respuesta. No estaba muy segura de sí se refería a lo que me temía, que se refería.

— ¿Entiendes de lo que te hablo?

— No sé si quiero entenderlo — admití.

Alcé la mano y acaricié su cara.

Bajó la vista, pero no se movió.

— Pues es muy importante que lo hagas.

La atraje más hacia mí, hasta que nuestros rostros se rozaron.

— ¿Me estás diciendo que sería mejor que estuviera con alguien de mi edad a quien no quiero, en Lugar de estar con alguien que no es de mi edad pero a quien quiero? — le pregunté al oído.

— No, pero encontrarías a alguien de tu edad a quien querer.

 

— Eso es imposible. Te seguiría queriendo a ti — confesé antes de abrazarme a ella.

 

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Comments

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Karly34 #1
Sube amor accidental por favor
Cass_Addiction19 #2
<3
Skyth06
#3
Chapter 23: Hermosa adaptación
natovida #4
Chapter 14: Siento que esto va a tener un triste final, apropósito de quién es la historia original?
ashleyurdiales24 #5
Chapter 11: I love it?
ashleyurdiales24 #6
Chapter 10: Me encanta
Actualiza pronto por favor
Karly23 #7
Chapter 1: Amo todas tus adaptaciones e venido a aquí solo por ti ?