capitulo 18

Afortunado Accidente

- Gracias - dije a la corpulenta mujer vestida de negro de cabeza a los pies, que sujetaba la puerta Por mí.

Me detuve un instante tras entrar y observé el local por si veía a Taeyeon, pero estaba demasiado Concurrido. Había gente por todas partes reunida en corrillos mientras charlaban. Me dirigí al fondo, Donde se alzaba el escenario, y lo hice atravesando un lateral que colindaba con una barra que confinaba Más gente bebiendo y pidiendo nuevas consumiciones. Utilicé la rampa que descendía a una segunda Altura y mis ojos chocaron de frente con una mujer morena, vestida de blanco. Bajé la vista al suelo, Asegurándome de no resbalar sobre la goma, por si alguien hubiera derramado alguna bebida, y volví a Mirar al frente. Sentí su mirada clavada en mí y no pude evitar desviar la mía hacia ella, que continuaba Observándome detenidamente. Calculé las posibilidades de mi trayectoria para llegar al escenario, pero Aquella mujer se sitúa en el único lugar que podía dar acceso a mi destino, si es que no quería dar la Vuelta y rodear todo el mirador. Al volver a mirarla, un breve gesto se dibujó en sus labios, como si Acabará de adivinar mis intenciones para esquivarla. Su mirada recorrió mi cuerpo con el mismo sosiego De antes, parecía estar memorizándome. Levanté la vista hacia las luces de color añil, que se iluminaron En ese momento preciso sobre el escenario, permitiéndome leer el rótulo que daba el nombre al local desde Donde me encontraban, Havet. Mis ojos volvieron a aquella mujer mientras me aproximaba y enseguida Estudié a sus acompañantes, eran todas mujeres. Las cuatro charlaban ajenas a su amiga ya las miradas Que me dedicaba. La rehuí otra vez. Cuando me acerqué aún más alcé la vista lo suficiente para ver sus Piernas descruzarse,

- Hola - dijo la mujer, como si su cometido fuera salir a recibirme.

Observé su impecable traje de pantalón blanco, que resaltaba su espléndida figura, sus ojos negros,

Tanto como los míos.

- Hola - respondí.

Sonrió más abiertamente, sin dejar de estudiar mi rostro con detenimiento.

- ¿Cuantos años tienes?

- ¿Cuántos tienes tú?

Una discreta risa escapó de su garganta.

- Cuarenta y ocho, pero no lo comentes. Suelo decir que rondo los cuarenta y dos.

Sonreí ligeramente ante aquella confidencia.

- Yo tengo algunos menos.

Noté el tacto de una mano en mi espalda, antes de girarme para comprobarlo, supe que era Taeyeon.

- Hola - dijo posando sus ojos en la mujer frente a mí con tanta rapidez que apenas coincidieron nuestras miradas—. Te espero allí - señalando con su dedo índice el escenario, no sin antes dirigirme otra breve mirada.

Se me había acelerado el corazón. No había visto a Taeyeon desde el lunes, y como siempre, su simple presencia desataba en mí demasiados deseos poco apropiado, al parecer, para mi edad.

- Dime que eres modelo o que te gustaría serlo.

- ¿Cómo dados? - me acerqué porque no estaba segura de haber oído bien con la música.

- ¿Eres modelo? - preguntó elevando el tono de voz.

- No - respondí sorprendida.

- ¿Te gustaría serlo?

La miré intrigada por la pregunta.

- No, creo que no.

- ¿Por qué? ¿Te parece una frivolidad?

- En absoluto - respondí cargada de ironía.

Sus ojos volvieron a examinarme. - Solo un anuncio, nada más. Te quitas esos vaqueros, te pones otros y caminas exactamente igual a como lo has hecho ahora.

- Me temo que no estoy interesada.

- ¿No quieres ganar dinero? ¿Cuánto quieres ?, todo es negociable.

- En serio, no se trata de dinero, tan solo no quiero hacerlo.

- Al menos piénsatelo.

La miré cuando se inclinó sobre su bolso para sacar una tarjeta de visita, que luego me extendió. La leí para mí delante de ella: Face It. Agencia de Publicidad. Lucy Gray. Directora General. No pude evitar leer su nombre dos veces y busqué con la mirada a Taeyeon, pero no la encontré.

- Quizá cambies de opinión. Si es así, llámame - habló otra vez.

- No creo que lo haga.

- Dos semanas, piénsatelo durante dos semanas, y si luego no quieres no me quedará más remedio que aceptarlo.

Guardé la tarjeta en el bolsillo trasero del vaquero.

- Si en dos semanas no te he llamado, ya sabrás la respuesta.

Se limitó a mirarme mientras me alejaba.

- ¿Vienes mucho por aquí?

Me giré y la descubrí mirándome el trasero.

- No - la miré con descaro, hasta que sus ojos volvieron a los míos.

- ¿Como te llamas? - volvió a preguntarme, sin el menor asomo de rubor después de que le pillara de aquel modo.

Me di la vuelta y no contesté.

Vi a Taeyeon tan pronto me abrí paso entre dos mujeres que charlaban de pie. Me esperaba con la Cadera apoyada en el respaldo de un sofá. Su visión me cortó una vez más la respiración. No pude Apartar la vista de ella mientras caminaba a su encuentro. Me detuve tan cerca que le obligué a alzar la Mano para detener mi trayectoria. Creo que pensó que le iba a besar allí mismo, en mitad del local.

Efectivamente, no se equivocaba, solo cuando advertí su mano en mi clavícula reaccioné dándome cuenta De en dónde me mejor. La observé de cerca, tenía el gesto serio y la mirada penetrante.

- Hola - dije dándole un beso cargado de sentimiento, muy próximo a la comisura de sus labios.

- Tiffany, por favor ... - susurró agachando la cabeza. Di un paso atrás separándome de ella.

Levantó la vista al instante y me miró—. ¿La conoces?

Supe enseguida a quién se refería.

- No, ¿tal vez tú sí? Casualmente ... se llama Lucy - respondí, aún dolida por su reacción cuando intenté besarla.

Desvió la mirada, buscándola detrás de mí.

- No la he visto en mi vida. ¿Qué quería?

- Nada - me encogí de hombros.

- ¿No me lo vas a contar?

- No hay nada que contar.

- ¿Y qué es lo que te ha dado entonces?

- ¿Cómo? - pregunté incrédula.

- ¿Qué es lo que te has guardado en el bolsillo? - su tono sonó impaciente.

- No son drogas, Taeyeon, si es eso lo que estás pensando.

- Entonces, ¿por qué no me dices lo que es?

- ¿De verdad piensas que soy tan estúpida como para aceptar drogas? - estudié su rostro cuando me miró fijamente—. Parece que sí - admití molesta.

Deslicé la mano en el bolsillo del vaquero y saqué la tarjeta. Le abrí la mano depositándola en el Centro de su palma.

- Toma, las drogas - dije de mala gana.

Bajó la vista y miró lo que le había dado.

- ¿Qué es esto?

- Una tarjeta, su puta tarjeta.

La movió bajó la luz y vi que la alejaba de sus ojos tratando de leerla.

- No leo una mierda sin gafas - protestó—. ¿Para qué? ¿Para que la llames cuando tengas un rato libre?

Más que a una pregunta me sonó a una acusación. Aparté la vista furiosa, dolida por su frío recibimiento y su falta de confianza en mí.

- Toma - me tocó el brazo.

Vi que me extendía la tarjeta entre los dedos.

- Quédatela, quizá deberías llamarla tú. Seguro que a alguien como ella sí le permitirá que te tocara - una leve sonrisa se perfiló en sus labios y enfurecí más todavía—. Es una estupidez que te quedes a medios por elegir en la cama a una niña sin experiencia en lugar de una mujer.

Su penetrante mirada me fulminó.

Agradecí que se apagaran las luces y se encendieran las del escenario. Apenas pude ver a las chicas Que tomaban posiciones ante sus propios instrumentos cuando percibí su mano tirando de la mía. La Seguí entre el gentío, que se agolpaba para acercarse al escenario. Caminé agarrada a su mano incluso Cuando me arrastraba por la calle, imponiendo un paso más rápido. Me acomodé en el asiento del Copiloto y la seguí con la mirada mientras rodeaba el coche. Nuestros ojos se encontraron a través del Parabrisas y ninguna de las dos desviamos la mirada. No hablamos durante el trayecto. Conducía deprisa, No sabía dónde íbamos, pero intuí que me dejaría en casa, harta de mí, cuando cogimos la avenida. De Pronto, giró a la izquierda en su calle y supe entonces que el destino parecía ser otro. Observé nerviosa Cómo se abría la puerta automática. Salí del coche cuando tiró del freno de mano con tanta fuerza, que Pensé que se quedaría con él en la mano. La noche fuera estaba clara, y aunque no había luz en el porche, La luna llena iluminaba la entrada.

- ¿Estás enfadada conmigo, verdad? - pregunté con temor cuando abrió la puerta.

Se dio la vuelta y cogió mi mano metiéndome en casa de un tirón. Cerró la puerta de un manotazo y Me empujó contra ella.

- No, pero estás equivocada en un par de cosas. Tú eres la única que deseo que me toque ya la única que deseo en mi cama. Ese es mi problema - susurró entrecortadamente antes de cubrir mis labios con los suyos.

Gemí ante esa sensación, que tanto había echado de menos durante aquellos días sin verla. Su Beso se tornó ansioso con rapidez, salvaje incluso, cuando buscó mi lengua encajando su o sobre mi Muslo. Se apretó contra mí en un gemido y su lengua entró hasta el fondo de mi boca. Me sujetó por las Caderas cuando me tambaleé por el placer. Tomó mi lengua entre sus labios y la chupó con voracidad, al Tiempo que retiraba mi mano de su cintura, guiándola inesperadamente hasta cubrir su entrepierna.

Gemimos a la vez cuando frotó su o húmedo y caliente contra mi mano. Sentí de inmediato una Respuesta de su propio placer en mi clítoris. No estaba segura de cuánto aguantaría sin alcanzar el clímax Antes que ella. Me agarró por las solapas de la chaqueta y me giró sin dejar de besarme. Quedamos al Revés. Taeyeon apoyada contra la puerta y yo frente a ella.

- Tócame - jadeó entre mis labios, llevando nuevamente mi mano a su o.

Se apretó contra ella cuando la acaricié y sus caderas comenzaron a moverse con más fuerza, Frotándose con mayor intensidad. Tenía la respiración sofocada y me sentí mareada por el deseo. Bajé La vista por su cuerpo al reparar en sus manos abriéndose camino entre nosotras. La vi soltarse el botón De su propio pantalón, bajándose a continuación la cremallera. Me estremecí cuando cubrió mi mano con La suya y me deslizó bajo el pantalón abierto. Temblé al acariciar su vello, después me empujó más Abajo, guiando mis dedos por su aterciopelada humedad hasta la entrada de su .

- Entra, Tiffany - jadeó con dulzura, besándome de nuevo.

Mis dedos temblorosos resbalaron con la caliente humedad y ella volvió a dirigirlos a su .

- Quiero sentirte dentro de mí - gimió y los presionó para que lo hiciera.

Otro escalofrío recorrió mi piel. A pesar de la presión que ejercía su mano sobre la mía, me pareció Advertir cierta resistencia y retiré uno de mis dos dedos, penetrándola lentamente.

- No quiero hacerte daño - me titubeó la voz.

Apoyó la cabeza contra la puerta, dejando a la vista su cuello, a pesar de toda la ropa que aún llevábamos encima. Jadeaba agitadamente y una sonrisa se dibujó en sus labios antes de mirarme. - Tranquila, mi amor - acarició el dorso de mi mano entre sus piernas y alzó la otra cubriendo mi mejilla -. Te aseguro que no me lo haces en absoluto.

Tensó su mano sobre la mía una vez más, y mis yemas volvieron a empaparse con su calor líquido Cuando empujó con firmeza mis dedos dentro de ella. Resbalé por su lisa y húmeda hasta que mis Dedos quedaron totalmente cubiertos por su carne, hinchada y palpitante. Levanté la vista para mirarla, Pero me dio un vuelco el corazón al descubrir que era ella quien me miraba a mí. Tenía la expresión felina, sus ojos entornados me contemplaban en la proximidad.

- Te quiero - jadeó.

Sentí la emoción de sus palabras y no conseguí impedir que mis ojos se llenaran de lágrimas. Me dolió cuando tragué saliva, haciendo lo imposible para que no rodaran estropeando aquel momento.

- Y yo a ti - se me quebró la voz en la respuesta, pero la besé antes de darle tiempo a que cayera en el porqué de mi voz rota.

No fue una buena idea besarla para ahuyentar mis lágrimas. La emoción aún ahogaba mi garganta, Luchaba contra el dolor agudo que me asfixiaba en el intento por devolverle sus besos y la atención que solicitaban sus caderas.

Esquivé su roce cuando se quiso acercar a mis ojos, hundiendo mi cara en su cuello.

- ¿Qué te ocurre? - susurró suavemente.

- Que estoy loca por ti - esos segundos de respiro sobre su cuello hicieron que pudiera recuperar parte de la voz.

- Bésame - susurró otra vez.

Besé su cuello y al instante mi beso se tornó húmedo sobre su piel.

- Mírame - jadeó con dulzura.

Ascendí hasta que alcancé sus labios. Su lengua entró en mi boca sin preaviso, al tiempo que sus Caderas empujaron con fuerza sobre mis dedos, hundiéndome completamente dentro de ella. Gemimos al Unísono. Sentir mis dedos rodeados y aprisionados por su cuerpo hizo que olvidara todo, que me concentra en saber lo que deseaba siguiendo las señales en su respiración y sus jadeos. Me moví con Ella en cuanto su cuerpo buscó mayor presión. Doblé los dedos y cubrí con la palma su clítoris, Arrancándole otro gemido. Salí de ella, y con mis dedos lubricados le acaricié haciendo círculos sobre su Latiente órgano. Podía sentir cómo vibraba cada vez que se apretaba contra mi mano. En realidad, lo que Deseé en ese momento fue sentirla en mi boca, pero algo me decía que no me dejaría hacerlo. Atrapó mi Lengua entre gemidos y la chupó, acompasada a mis caricias sobre su clítoris. Deslicé la mano por su piel Lisa y resbaladiza, cubriendo completamente su o. Quería sentirla en su totalidad a falta de poder Acariciarla con mi boca. Volvió a gemir cuando mi dedo corazón le rozó el ano. Acaricié lentamente el Anillo de músculo prieto, notando que se relajaba bajo mi yema, que lo iba lubricando. La agitación de Ambas aumento considerablemente y dejé que se frotara a su antojo. La excitación que rezumaba hizo que Quisiera darle más placer, tirando de sus pantalones para bajarlos un poco más. Fundí de nuevo mi lengua Con la suya buscando con la otra mano el final de su espalda, colándome bajo su pantalón también. Quería sentirla en su totalidad a falta de poder Acariciarla con mi boca. Volvió a gemir cuando mi dedo corazón le rozó el ano. Acaricié lentamente el Anillo de músculo prieto, notando que se relajaba bajo mi yema, que lo iba lubricando. La agitación de Ambas aumento considerablemente y dejé que se frotara a su antojo. La excitación que rezumaba hizo que Quisiera darle más placer, tirando de sus pantalones para bajarlos un poco más. Fundí de nuevo mi lengua Con la suya buscando con la otra mano el final de su espalda, colándome bajo su pantalón también. Quería sentirla en su totalidad a falta de poder Acariciarla con mi boca. Volvió a gemir cuando mi dedo corazón le rozó el ano. Acaricié lentamente el Anillo de músculo prieto, notando que se relajaba bajo mi yema, que lo iba lubricando. La agitación de Ambas aumento considerablemente y dejé que se frotara a su antojo. La excitación que rezumaba hizo que Quisiera darle más placer, tirando de sus pantalones para bajarlos un poco más. Fundí de nuevo mi lengua Con la suya buscando con la otra mano el final de su espalda, colándome bajo su pantalón también. La excitación que rezumaba hizo que Quisiera darle más placer, tirando de sus pantalones para bajarlos un poco más. Fundí de nuevo mi lengua Con la suya buscando con la otra mano el final de su espalda, colándome bajo su pantalón también. La excitación que rezumaba hizo que Quisiera darle más placer, tirando de sus pantalones para bajarlos un poco más. Fundí de nuevo mi lengua Con la suya buscando con la otra mano el final de su espalda, colándome bajo su pantalón también.

Acaricié su suave piel y la recorrí por completo, mientras sentía sus glúteos tensarse bajo mi tacto. Advertí la leve rigidez de su cuerpo cuando deslicé atrevidamente mis dedos entre ellos, tomando el relevo de mí otro dedo. Cubrí de nuevo su ano y presioné levemente acariciándolo en círculos. Gimió Echando la cabeza hacia atrás y percibí una vez más que el apretado aro se relajaba y se tensaba bajo mis Caricias, al tiempo que sus caderas saltaban contra mi otra mano, estimulándose con más fuerza su Palpitante clítoris. Me aparté ligeramente al darme cuenta de que se encontraron muy cerca de alcanzar el o. Protestó imperceptiblemente, por lo que mis dedos recorrieron su lubricado o hasta la Entrada de la . Resbalé con facilidad dentro de ella, pasando sobre la parte de piel rugosa de la Cara delantera. No me detuve allí, continué hasta que mis dedos quedaron totalmente cubiertos con su Calor. Ella se curvó, separando más las piernas, descolgando su cabeza hacia delante, apoyando su frente Sobre mis labios.

- Sí - jadeó.

Alzó la vista con un movimiento pesado, mirándome con deseo antes de besar. Lo hizo de la misma Forma autoritaria con la que embistió contra mis dedos, llevándome tan dentro que mi clítoris latió Alarmantemente. Pensé que alcanzaría irremediablemente el o en ese mismo instante.

Me excitaba y me estremecía ver a Taeyeon salvaje, desbocada e insaciable. Apoyé la muñeca en mí Pierna en busca de mayor resistencia y estiré los dedos dejándolos rígidos. Agradecí que comprendiera Mis deseos, sin necesidad de palabras, when sus manos buscaron apoyo contra la puerta y una de ellas Se aferró al pomo, hallando estabilidad y fuerza para empujar. Quería que Taeyeon tomara el control de la Penetración y que me enseñara cómo le gustaba. Se retiró lentamente, y antes de que su liberara Mis yemas, su lubricada carne volvió a resbalar, cubriendo mis dedos en su totalidad.

- Eres preciosa - musité despacio cuando repitió aquel excitante movimiento.

Incrementó el paulatinamente, buscando en cada penetración un contacto más profundo e intenso Que el anterior. Volví a estimular su ano y su cuerpo se tornó exigente, embistiendo descontroladamente Su contra mis dedos.

- Tiffany - gimió mi nombre y noté que las paredes de su se tensaban para obtener una Fricción mayor en la penetración.

Fundimos nuestras bocas, pero descubrí que le costaba respondedor. Tomé entonces su lengua y la Chupé, enseguida su cuerpo se curvó, adelantando aún más las caderas y su cabeza cayó hacia atrás.

- Más - murmuró entre gemidos, rodeándome el cuello con los brazos.

El hall se desvaneció bajo mis pies cuando apoyó los hombros contra la puerta, invitándome a que Fuera yo quien tomara el control. Retomé el enloquecido compás, recorriendo la lubricada en toda

Su profundidad.

- Más - me rogó al oído en un quejido.

En aquel momento entendí lo excitada que estaba, su deseo de mucho más. Dudé un instante, pero salí De ella y añadí un tercer dedo a la penetración.

- Sí, mi amor - gimió ante la nueva intensidad.

Su cabeza rodó de un lado a otro sobre la puerta, me sorprendió lo inerte que permaneció su cuerpo Cuando aceleré el ritmo, penetrándola con más fuerza, más profundamente. Tan solo gemía inmóvil Mientras me recibía. Cuando alcancé el fondo en mi siguiente penetración, enmudeció un segundo y sus constantes gemidos anteriores se convirtieron en un grito ronco, que explotó en su garganta antes de Balbucir mi nombre. Sentí que se contraía alrededor de mis dedos, que sus caderas se reactivaban Empujando posesivamente la contra ellos, bajo otra mezcla de gritos y gemidos que me Estremecieron. Utilicé la longitud de mi pulgar y acaricié con una ligera presión su clítoris, arrancándole Otro profundo quejido que me llegó al alma. Su cuerpo se sacudió violentamente, despegándola de la Puerta. Los espasmos y contracciones de su volvieron a envolver mis dedos. Su caliente líquido Corrió mojándome la mano y su cabeza se desplomó contra mi hombro entre sollozos.

- Te quiero - dijo con apenas un hilo de voz.

- Y yo a ti - respondí sintiendo en mi corazón las convulsiones de su o.

La sujeté contra mí por la cintura, cuando se tambaleó perdiendo el equilibrio. Temblaba y la rodeé, Maravillada por la belleza de su rostro y de su cuerpo durante el o. Aún las sentidas contracciones De la alrededor de mis dedos, el palpitar caliente de sus paredes contra ellos.

- No - sollozó cuando traté de abandonar suavemente aquella posición -. Me gusta tenerte dentro de mí - su voz sonó tan débil como la vez anterior.

Permanecí quieta, sintiéndome más enamorada que nunca, disfrutando del peso de su cuerpo contra el Mío, de los latidos internos de su o. Todavía gimoteaba jadeante, temblando contra mí. Le acaricié La espalda y besé la piel de su cuello, dejando que su respiración fuera, poco a poco, recuperando la normalidad junto a la mía.

- Taeyeon, vayamos a la cama - susurré después de que pasáramos un buen rato abrazadas contra la puerta.

Su mano se tensó, en un intento de sus dedos por acariciar mi melena.

- No puedo - sonrió—. No puedo caminar - agregó con una risa floja que me contagió.

- Tendríamos que haber ido a la cama desde un principio.

- Estaba muy lejos - siguió riéndose.

- ¿De dónde ?, ¿de la puerta?

- Desde el Havet, bastante he hecho aguantando hasta llegar aquí. Durante un momento pensé en llevarte al camerino de las chicas cuando vi que salían al escenario —me reí con su confesión. Levantó la cabeza y al fin volví a ver su preciosa cara. La echaba de menos desde que se apoyara en mi hombro Para reponerse de la energía consumida. Me miró con complicidad y se acercó a mis labios—. Estás tan guapa cuando te enfadas ... - dijo en voz baja.

Me aproximé más y rocé sus labios antes de besarla. Lo hice muy despacio, porque quería disfrutar De su boca con calma. Aún recordaba estremecida su deseo, sus húmedos besos y el modo en que se Movía mientras hacía el amor conmigo. Especialmente recordaba cuando gritó mi nombre entre gemidos, En el instante en que estallaba en un o. Me ardía la piel con cada roce de sus labios, aunque no Aumenté el ritmo de mi beso ni siquiera cuando gimió al acariciarle la lengua lentamente ni cuando sentí Que se humedecían de nuevo mis dedos dentro de ella.

- Bésame así otra vez - exhaló cuando me separé.

- En la cama.

- Ahora, por favor. Me ha encantado.

Deshice el mínimo espacio que había quedado entre nuestras bocas y tomé su labio superior entre los Míos, otra vez. Lo acaricié con la lengua en toda su superficie, después hice lo mismo con el inferior. Me Abrí paso en su boca entreabierta y volví a rozar su suave lengua. Me abrasaba con cada pausada caricia Que me devolvía. El placer me recorrió la piel desde la nuca hasta la punta de los pies. Capturé la punta De su húmeda lengua y la cubrí con mis labios. La chupé despacio, manteniéndome en la superficie, y Sentí que la de Taeyeon se volvía tan resbaladiza como la mía. Empezaba a dejarme llevar por la Pasión, quise más.

Temblé cuando Taeyeon encajó su muslo contra mi entrepierna. La placentera presión sobre mi clítoris Hizo que mi cuerpo se adelantara en busca de más, y ella se apretó contra mí otorgándomelo.

- No - me aparté, deslizando cuidadosamente los dedos fuera de su —. Quiero ir a la cama.

Sus caderas se movieron ligeramente cuando salí de ella y sus ojos me estudiaron silenciosos en la proximidad.

- ¿Por qué nunca me tocas? - pregunté.

Ahogó un suspiró y rehuyó mi mirada, desviando la vista hacia abajo.

Observé su rostro y la extraña expresión que se había marcado en él, igual que el día que le confesé Que deseaba hacer el amor con ella. Como respuesta decidió detenerse antes de que fuera demasiado tarde. Al menos, aquella noche me había hecho una enorme concesión.

- Da igual, no tienes por qué hacerlo si no quieres.

Me sujetó, impidiendo que me separara de ella.

- ¿De verdad crees que no quiero? No hay nada en el mundo que desee más, Tiffany. Me pasaría el resto de mi vida haciéndote el amor.

- Pues hazlo, yo quiero que lo hagas. ¿Por qué es un problema para ti si yo también quiero?

Me besó con ternura.

- No tienes ni idea del esfuerzo sobrehumano que tengo que hacer para no perder el control.

- Quiero que lo pierdas, como esta noche. Me gustas mucho más cuando estás salvaje y te dejas llevar, cuando no piensas y solo actúas.

- ¿Salvaje? - río contra mi cuello.

- Sí, me ha encantado. Aún estoy en estado de shock de lo impresionante que me ha parecido - confesé fundiendo mis labios en los suyos, en un apasionado beso. - ¿Cuántos años vas a necesitar que tenga para que consideres ético hacer el amor conmigo ?, ¿veinte quizá? - pregunté porque necesitaba saberlo.

Sonrió a pesar del desconcierto que le ocasionó mi pregunta.

- ¿Qué tal dieciocho?

- Diecisiete, ni un día más - me contempló lejos del convencimiento—. En serio, ni un minuto más. Vete pidiéndote el día de mi cumpleaños libre. Mejor aún, la víspera también la quiero para mí. A las doce en punto de la noche tendré oficialmente diecisiete, a esa hora te quiero desnuda en la cama —cogí su mano y tiré de ella para llevarla a la habitación.

- ¿Y dónde te gustaría que lo celebráramos?

- En la cama, a ser posible en la tuya, porque en un hotel íbamos a levantar sospechas. No pienso dejarte salir de ella en todo el día.

Me rodeó la cintura abrazándome por detrás cuando entramos en su habitación.

- Me parece perfecto, porque yo tampoco a ti - me susurró al oído.

Cubrí sus brazos con los míos y apoyé la cabeza en su hombro.

- Acepto propuestas por debajo de los diecisiete, lo digo por si en algún momento cambias de opinión.

- ¿A qué hora tienes que volver a casa? - preguntó ella con una sonrisa desoyendo mi proposición.

- A la que quiera, mi madre no está.

—Quédate a dormir conmigo entonces, ¿puedes?

Asentí mientras me perdía en el cosquilleo que me provocaba su boca sobre el cuello. Las manos treparon por mi cuerpo y dejé que me quitara la chaqueta. Noté que también se desprendía de la suya, Aunque no me diera la vuelta para mirarla. Se sumergió enseguida bajo mi camiseta acariciándome el Estómago.

- Ya no llevas la venda - descubrió cuando sus dedos rozaron mis costillas.

- No - respondí antes de girar la cabeza para besarla.

Sus dedos se colaron bajo la cinturilla de mi vaquero en la siguiente caricia y gemí al sentirla tan cerca de mi pubis.

Tenía el corazón tan acelerado como la respiración, solo era consciente del tacto de su mano, que me Recorría quemándome la piel. Bajó por mi pierna y se deslizó suavemente entre mis muslos. Advertí que Se humedecía más mi entrepierna aunque sus caricias no terminaran de alcanzar mi o. Me excité aún Más cuando gimió en el momento en que mi lengua profundizó en su boca. Me quité la camiseta con un movimiento rápido, dándome la vuelta entre sus brazos con urgencia.

- Tiffany ... - jadeó cuando aplasté mi pecho contra el de ella.

Hice caso omiso de su leve protesta, encajando mi o sobre su muslo y obligándola a apoyarse en El brazo del sofá. Tomó mi rostro tratando de controlarme, pero la besé con decisión al tiempo que mis Caderas se movían buscando su cuerpo, apretándola contra mí.

- Tócame - dije con el placer que me produjo el roce de su muslo.

- Tiffany, por favor ...

- No es la primera vez, lo has hecho muchas veces, solo que esta vez no hay guantes ni pomadas de por medio.

- Tiffany ...

- Así por una vez no tendré que disimular lo mucho que me gusta que me toques —confesé desabrochándome el sujetador.

Sus ojos bajaron por mi torso desnudo cuando dejé que este cayera al suelo. Su mirada se volvió Abrasadora y recordé aquel día que vi en ella la misma intensidad contemplando la desnudez de mi Cuerpo. Había pasado mucho tiempo empleado desde aquello, y yo había mucho tiempo pensando en Aquello. Me acerqué más, aún sujetaba mi rostro entre sus manos, aunque no tardó en ceder, respondiendo Con apremio a la profundidad de mi beso. El calor de su boca y el contacto con su lengua me estaban Volviendo loca. Cada vez me excitada más, cada vez quería más. Solo deseaba que me tocara, pero Taeyeon No lo hacía. Rodeé sus muñecas y guie sus manos, deslizándolas por mi piel. Gemí cuando me cubrió con Ellas los pechos y las yemas de sus pulgares acariciaron imperceptiblemente mis pezones. Aplasté mis Pechos contra sus manos para sentirla mejor.

- No, mi amor - sus manos resbalaron hasta mi cintura.

Me detuve en seco ante su rechazo, no me lo podía creer. Jamás pensé, hasta aquel momento preciso, Que pudiera volver a sentirme más ridícula en toda mi vida que cuando cuidaba de mí en la clínica.

Desde luego, estaba muy equivocada si en algún momento creí que la vergüenza vivida con anterioridad Era difícilmente superable.

No podía sentirme más estúpida y expuesta, con la mitad de mi cuerpo desnudo ante ella y la Respiración tan agitada que llenaba el silencio de la habitación. Me separé y me giré en busca de algo con lo que cubrirme.

- Tiffany - me llamé. No contesté, no porque estaba enfadada sino porque no me salían las palabras. Posó su mano en mi espalda cuando me agaché para recoger la camiseta del suelo—. Entiéndelo, por favor - susurró, besando mi espalda desnuda cuando me erguí. A pesar del estremecimiento que me produjo el roce de sus labios y el calor de su mano sobre mi piel, me puse la camiseta tan rápido como mis temblorosas manos me lo permitieron—. ¿Podemos hablar un segundo?

- No - hablé al fin—. Ya me ha quedado claro. Tranquila, no volverá a pasar.

- Yo no he dicho eso - suspiró.

Recogí mi sujetador y mi chaqueta y me encaminé hacia la puerta.

- No te vayas, por favor, quédate conmigo - me rogó, volviendo a posar su mano sobre mi espalda.

Me quedé paralizada ante su ruego. Había sonado tan sincero que no supe qué hacer. Me sentí Ridícula, pero no quería volver a irme de su casa. Sabía que me dolería más esa decisión que aceptar su Constante negativa sobre aquel tema. Me di a vuelta y la miré.

- ¿Me prestas un pijama y un cepillo de dientes, por favor?

Sonrió con sorpresa y sus ojos brillaron en la penumbra de la habitación.

Ignoré su sonrisa y busqué mi móvil en los bolsillos. Me senté en el sofá y escribí un mensaje a mi madre, diciéndole que me quedaba a dormir en casa de Bora. Otra mentira más viajó por la red, pero no me invadió la culpa.

- Gracias - murmuré sin mirarla cuando dejó lo que le había pedido junto a mí en el sofá.

- De nada - respondió acariciándome el pelo.

Obvié su cariñoso gesto y mantuve la mirada en el móvil, esperando alguna respuesta. Siempre Respondía, así que aquella noche no iba a ser menos. Taeyeon seguía de pie frente a mí, pero no la miré.

Todavía me costaba mirarla a la cara después de lo sucedido. Leí el mensaje de mi madre, que no tardó En llegar. Decía entre otras cosas que la llamara al día siguiente cuando me levantara. Le hice saber que Así lo haría y guardé el móvil de nuevo en mi chaqueta, bajo la atenta mirada de Taeyeon. Cogí el pijama y El cepillo de dientes y me puse en pie con intención de ir al cuarto de baño a cambiarme. No se retiró Cuando lo hice y quedamos muy cerca. Tenía ganas de tocarla, pero esquivé su cuerpo para salir de la Habitación.

- Puedes usar este baño - dijo en voz baja.

- Voy al otro, gracias.

Abrí el grifo, y cuando el agua mojó mis manos, los restos de mi apasionado o con Taeyeon cobraron Vida entre mis dedos. Retiré rápidamente la mano izquierda del chorro, acariciando mis propios dedos Con la yema del pulgar, disfrutando de la resbaladiza sensación entre ellos. Permanecí mucho rato así, Hasta que por fin, muy a mi pesar, dejé que el agua borrara la huella de su o en mi piel.

De regreso a la habitación, encontré a Taeyeon metida en la cama, recostada contra los almohadones y saltando de un Canal a otro con el mando a distancia de la televisión. Estaba tan guapa que me hacía daño mirarla. Rehuí su mirada, dejando la ropa en el sofá.

- Estaba a punto de ir a buscarte - me dijo abriendo la cama a modo de bienvenida cuando caminé hacia ella.

- He tardado un poco, perdona.

- Puedes tardar todo lo que quieras, lo decía porque te echaba de menos.

Bajé la vista y me deslicé bajo las sábanas, sabiendo que me miraba cuando apoyé la espalda sobre Los almohadones, en la esquina de la cama que había abierto para mí. Se acercó sin dudarlo y recostó la cabeza en mi hombro.

- ¿Puedo? - preguntó. Asentí sin mirarla. Me besó el cuello y su brazo me rodeó. Aunque permanecí inmóvil, permití que me abrazara—. Puedo oír tu corazón —susurró—. Me encanta, siempre late tan rápido ... - yo misma podía oírlo, así que no era de extrañar que lo hiciera ella con el rostro apoyado sobre él—. No estés así conmigo, por favor.

- Duérmete - dije suavemente.

Tanteó el edredón y cuando halló el mando a distancia lo dejó en mi regazo.

- Buenas noches - suspiró besándome en el corazón.

No exterioricé lo mucho que me gustó su beso por encima de mi pecho y continué mirando la televisión.

- Buenas noches - respondí y bajé aún más el volumen para no molestarla.

Me mantuve tan quieta como antes, disfrutando de su respiración y del calor de su cuerpo junto al mío.

- Tienes razón. Ha sido impresionante - murmuró y su aliento acarició mi cuello, moteando toda

Mi piel. Me sobresalté ligeramente al oír su voz después de tanto tiempo en silencio. Sabía que aún no se había quedado dormida, pero no esperaba que me hablara después de mi distante actitud hacia ella. Me Sentí idiota de nuevo, pero esta vez por mi estúpido orgullo. Giré el rostro en su dirección y la abracé por Fin. Se apretó cariñosa contra mí y me besó—. Gracias - susurró agradecida por que hubiera abandonado mi fingida indiferencia.

Me tumbé de lado para quedar frente a ella y la abracé con más fuerza, hundiendo mi rostro en su cuello.

- ¿Si ya me hubiera acostado con alguien te lo pondría más fácil? - le pregunté al oído.

- No - tardó en contestar—. ¿Por qué me preguntas eso?

- Porque eso debería tener una solución rápida.

Levantó la cabeza y me miró fijamente.

- ¡Ni se te ocurra! - me advirtió antes de besarme.

Me reí con su tono autoritario pero su beso se tornó exigente con rapidez, adentrándose Posesivamente en mi boca. Parecía celosa, y aunque había sido una broma por mi parte, me encantó que Se mostrara así. Retiró la sábana y el edredón de un tirón y se tumbó sobre mí, deslizando una pierna Entre las mías. Descubrí entonces que no llevaba pantalones de pijama, solo vestía una chaqueta larga. Un Enorme placer resurgió cuando su muslo me presionó el o, recordándome lo excitada que llevaba toda La noche desde que llegáramos a su casa. Bajé las caderas a propósito, porque me encontré demasiado Cerca de no poder aguantar el siguiente roce sin alcanzar el clímax.

- Quiero sentirte, quiero que tengas un o - susurró jadeante con dulzura.

Me excité aún más con sus palabras y tomé su rostro entre mis manos buscando unos segundos para reponerme.

- Contigo. Quiero que lleguemos a la vez - confesé entrecortadamente.

Me moví bajo su cuerpo buscando su o con el mío. Quería sentirla a ella. No había sido capaz de Olvidar la increíble experiencia de días atrás, aunque después decidiera interrumpir aquel intenso Instante. Comprendió enseguida lo que deseaba y se deslizó entre mis piernas concediéndomelo. Le Devolví el beso con urgencia cuando su húmedo o se apretó contra el mío. Bajé las manos por su Espalda, acariciándola por encima de la suave chaqueta. Cuando el final confirmé que estaba alcancé en Lo cierto, tampoco llevaba ropa interior. Efectivamente, mi apreciación había sido correcta a través de mí Fino pantalón. Subí por su cintura y me sumergí bajo la chaqueta. Mis dedos rozaron levemente la curva De su pecho, pero la extrema rigidez de su cuerpo en aquel instante me hizo desistir de mi intento de Acariciarlo. Quería tocarla y por un momento estuve punto de decírselo. Estaba harta de tanta ropa y tan Excitada que deseaba mucho más. Hice resbalar mi mano por su estómago hasta que mis yemas rozaron su Pubis. Sus labios descendieron por mi cuello y la humedad de su lengua fue cubriendo mi piel. Descansé Los dedos sobre su vello, acariciándolo suavemente antes de deslizarme entre las dos. Gimió más fuerte Cuando sintió mi mano bajo su o. No entendí por qué me permitía aquello y sin embargo, no me dejaba Que acariciara su pecho. Consideraba que existía mayor intimidad en aquel acto, mucho más aún cuando Deseó sentirme dentro de ella. Tal vez no le gustara que le tocaran ahí, y desde luego, aquel no era el Momento para tratar de averiguar si solo eran imaginaciones mías o había algo que le incomodara al Respecto. Aún era capaz de sentir el cálido tacto de sus manos y el placer que me produjeron cuando se Tensaron sobre mis pechos. Había durado tan solo unos segundos pero se había grabado a fuego en mi Mente de tal manera, que no comprendía cómo aquello no le podía gustar a alguien. Apenas tardé unos Instantes en apartar aquel pensamiento de mi cabeza. Su o humedeciendo mi mano, cada vez que se Frotaba contra ella, me llevó al borde del precipicio. El olor de su pelo, que caía sobre mi rostro, y sus Gemidos contra mi cuello, me estaban haciendo perder la razón. La creciente presión de su o contra mí Palma repercutía directamente sobre mi clítoris. Supe que no aguantaría más. que no comprendía cómo aquello no le pudiera gustar a alguien. Apenas tardé unos Instantes en apartar aquel pensamiento de mi cabeza. Su o humedeciendo mi mano, cada vez que se Frotaba contra ella, me llevó al borde del precipicio. El olor de su pelo, que caía sobre mi rostro, y sus Gemidos contra mi cuello, me estaban haciendo perder la razón. La creciente presión de su o contra mí Palma repercutía directamente sobre mi clítoris. Supe que no aguantaría más. que no comprendía cómo aquello no le pudiera gustar a alguien. Apenas tardé unos Instantes en apartar aquel pensamiento de mi cabeza. Su o humedeciendo mi mano, cada vez que se Frotaba contra ella, me llevó al borde del precipicio. El olor de su pelo, que caía sobre mi rostro, y sus Gemidos contra mi cuello, me estaban haciendo perder la razón. La creciente presión de su o contra mí Palma repercutía directamente sobre mi clítoris. Supe que no aguantaría más. La creciente presión de su o contra mí Palma repercutía directamente sobre mi clítoris. Supe que no aguantaría más. La creciente presión de su o contra mí Palma repercutía directamente sobre mi clítoris. Supe que no aguantaría más.

- Bésame - gemí.

Cuando su lengua volvió a fundirse con la mía comenzó la primera punzada de placer de mi o.

Retiré la mano y la sujeté por las caderas, apretándola contra mí. Grité cuando me froté Descontroladamente contra su o, perdiéndome en el estallido de placer contra su carne. Mis gemidos

Se confundieron al instante con los de Taeyeon y supe que ella también estaba teniendo un o conmigo.

Sentir su propio o en el momento en que lo estaba teniendo yo hizo que se prolongara el mío. Mi cuerpo siguió moviéndose acompasado al ritmo que marcaba ella. Sus caderas fueron perdiendo empuje hasta que se derrumbó exhausta sobre mí. La abracé sin fuerza, porque yo también me había quedado agotada. Sin embargo, respondí a las leves presiones que espaciadamente ejercía su o contra el mío y que hacía que nos sintiéramos mutuamente.

Jadeábamos al unísono y cerré los ojos, inmersa en el peso y el calor de su cuerpo, al tiempo que íbamos recobrando la respiración.

No conseguía conciliar el sueño porque no podía dejar de besarla y acariciarla mientras yacía abrazada a mí, en la quietud de la noche. De vez en cuando mis ojos se cerraban, pero enseguida su calor Y su respiración contra mi cuello me despertaba, haciendo que regresara a mis caricias sobre su piel.

- ¿No puedes dormir? - susurró.

- Ya dormiré cuando no esté contigo.

Sus dedos se tensaron sobre mi cuello y ascendieron, acariciándome el rostro. Después, lo hicieron Sus labios buscando los míos. Me besó lentamente, tomándose su tiempo, y con una dulzura tal, que me Dejó jadeante cuando se separó de mí.

- Ven - me dijo haciendo que me acurrucara a su lado.

Me apoyé sobre su pecho y cerré los ojos, concentrándome en los acelerados latidos de su corazón.

 

Me rodeó con los brazos, sujetándome contra ella y me perdí en el recorrido de su mano acariciándome la espalda bajo la chaqueta del pijama.

 

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Comments

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Karly34 #1
Sube amor accidental por favor
Cass_Addiction19 #2
<3
Skyth06
#3
Chapter 23: Hermosa adaptación
natovida #4
Chapter 14: Siento que esto va a tener un triste final, apropósito de quién es la historia original?
ashleyurdiales24 #5
Chapter 11: I love it?
ashleyurdiales24 #6
Chapter 10: Me encanta
Actualiza pronto por favor
Karly23 #7
Chapter 1: Amo todas tus adaptaciones e venido a aquí solo por ti ?