Love me right: viajando en el país de las maravillas

¿Cuánto tiempo es para siempre?

 

"¡Kyungsoo!" Sus pies dolían de tanto caminar, su voz raspaba su garganta cada vez que gritaba el nombre de su hermano menor con la esperanza de que este respondiera a su llamado, sus ojos escocían de tanto haber llorado los pasados días. Habían transcurrido ya un par de largas noches en desvelo desde la repentina desaparición del integrante más joven de la familia.

De detrás de un arbusto un conejo de color blanco con un hermoso pelaje que volaba al compás del viento salió corriendo sin ningún rumbo en específico. O al menos eso creía Junmyeon.

Su instinto le advirtió que seguirle sería la mejor decisión que habría tomado en su vida.

Ni siquiera se percató del momento exacto en que sus pies se movieron en dirección del animal.

De un momento a otro el suelo bajo él se acabó.

Un hoyo negro encontró.

Una fuerte y dolorosa caída no podría evitar.

Pero ese golpe no llegó tan pronto como él creía.

 

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"¿A quién más has traído, pequeño? Alicia ha vuelto, nuestro trabajo está hecho." Cargó entre sus brazos al pequeño animal que se dejó acariciar, sus lindas orejas temblaban con cada placentero roce por parte de las delicadas manos de su dueño.

De un salto abandonó su posición y corrió hasta los pies de dicho invitado que se acercaba dudoso hacia el jardín de la casa donde habitaba junto a este chico de personalidad pacífica e indiscutible noble corazón.

Los latidos de su corazón incrementasen su velocidad considerablemente, sus mejillas se tiñeron de un bonito color carmín y en sus ojos se podía percibir un singular brillo que nunca se había dado a notar.

"Te pareces tanto a Alicia. . . ¡Lay, ¿quién es él?!" Junmyeon palideció. ¿Es que acaso ese chico estaba tan demente como para incluso hablar con un animal que era obvio no le entendería ni mucho daría una respuesta? El peludo animal emprendió su huida hacia el interior de la casa, el sonido de algunos objetos caer llegó hasta sus oídos.

"¿Podrías ayudarme? He caído por un extraño hoyo que me ha traído hasta aquí. Tan solo quiero volver a casa." Pero aunque creyera que la persona frente a él estaba loca, Junmyeon decidió pedirle ayuda pues era la única persona que había visto desde que pisó ese lugar.

Justo cuando estaba a punto de contestarle el conejo volvió con un pedazo de papel en su hocico, se la tendió a su dueño y quieto a su lado se mantuvo.

"¡Oh! Eres. . . Eres su hermano."

"¿Perdón? No sé de qué me-"

"¡Eres el hermano de Alicia!"

"¿Alicia?"

"De Kyungsoo. Olvidaba que tú lo conoces por su verdadero nombre."

"¡¿Conoces a Kyungsoo?!" Sus ojos se abrieron de sorpresa, ¿acaso era posible que su hermano esté ahí?

"Todos aquí lo conocen, es la pareja del Rey."

"¿Qué? Necesito verlo, ¿podrías llevarme con él?"

"Por supuesto, será un honor brindarle mayor felicidad a nuestra querida Alicia."

 

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"Sabes. . . Hemos estado platicando de cosas sin sentido por algunos minutos sin embargo ni siquiera nos hemos presentado."

"Primero, no son cosas sin sentido. Segundo, aquí no hay minutos ni horas porque el tiempo es para siempre. Tercero, yo a ti te conozco, eres Junmyeon el hermano menor de Alicia."

"De acuerdo, sabes quién soy pero yo no sé nada sobre ti."

Sin dejar de acariciar el lomo del pequeño animal se presentó bajo el seudónimo de Conejo Blanco, el par de hoyuelos que caracterizaban sus mejillas se enfatizaron al esbozar una sonrisa dedicada al hermano de Alicia. Su cabello castaño claro y su traje de color blanco y azul marino decorado con algunos toques de dorado le hacían parecer un chico confiable y adorable como ningún otro.

"Eres muy lindo, me agradas." Soltó de la nada Yixing, su mirada encima del confuso rostro de Junmyeon.

"¿A qué te refieres con qué el tiempo es para siempre?" Éste último prefiriendo desviar el tema antes de que las cosas se tornaran más extrañas.

"Nunca envejeceremos, siempre estaremos estancados en el tiempo."

"Siempre hay tiempo sin importar si avanza o no. Suponiendo que aquí no lo hace, entonces ¿cuánto tiempo es para siempre?"

"A veces tan solo un segundo."

"Es igual que enamorarse a primera vista, te basta con tan solo un segundo para saber que esa es la persona indicada, ¿no lo crees?"

"Entonces vivimos en el mundo del amor a primera vista."

Se regalaron entre ellos una bonita sonrisa que expresaba más de lo que pudieran decir.