Corriendo en Círculos
Segunda Parte

La muchacha había finalizado su taza de café, y ahora paseaba de manera perezosa por las fotografías de ella y sus amigas, le parecía interesante como tenía tantas fotos de ella y Tiffany, pero ninguna de ella con alguna novia. 
Si lo pensaba había estado con varias chicas, y podía estar con cualquier chica, excepto la chica que ella quería, excepto con su mejor amiga.
Cerró la carpeta de imágenes, no quería sufrir más, y una vez más vino a su mente el correo. El remitente era el director de la revista en la cual trabajaba.
El director quería que Jessica participara en un proyecto muy importante para la revista, era algo importante para ella, porque indicaba que todo su trabajo y esfuerzo habían valido la pena, pero lo había rezado 2 veces, y todo porque tenía que irse a los Estados para poder llevarlo a cabo. 

En las dos ocasiones anteriores lo había rechazado porque no podía imaginarse lejos de Tiffany por tanto tiempo, pero ahora que lo analizaba no era tan malo, por fin estaría lejos de ella, y aunque doliera al principió, al final aprendería a olvidar, a continuar su vida, y poder encontrar su propia felicidad. 

Volvió a abrir el correo y releyó la información, decía que solo sería una prueba, exactamente un mes de prueba, y si todo salía bien se quedaría aproximadamente un año. Lo pensó solo un momento y luego de eso comenzó a redactar el correo de respuesta, se había decidido, aceptaría.

Luego de enviar la respuesta pensó en lo que Sunny le diría por irse de esa manera, por huir así, pero no encontraba otra solución por el momento, tampoco quería seguir siendo un problema en la relación de Sunny, y tratando de no pensar más cerró todas las ventanas y apareció el fondo de pantalla, era una imagen de ella y Tiffany, y otro recuerdo golpeo su mente

/ Flashback /

Viernes por la noche…
Jessica estaba sentada en la sala, estaba exhausta por el trabajo, había sido una semana agotadora, el director le había asignado el trabajo de llevar a cabo la sesión de fotos para el área de modas. Tuvo que tomar fotos de muchas modelos en distintos atuendos, e intentar explicar a las modelos que quería que mostraran a la cámara, ella odiaba eso, por eso prefería la fotografía espontánea, porque tratar de explicar un sentimiento a alguien era demasiado difícil para ella. 
Al final lo había logrado después de mucho trabajo, y al mismo tiempo había logrado atraer, de una manera más que profesional, a una de las modelos, que la había invitado a salir ese mismo día. Ella se había excusado con el cansancio. 

No tenía ánimo de salir, y menos de terminar en la cama de alguien más, quería estar en su desordenada habitación sin preocupaciones, en su confortable cama. Y ese era el plan hasta que algo cambió todo.

Estaba lista para irse a la cama, llevaba un vaso con agua en la mano cuando el timbre sonó, miro el reloj colgado en su pared, era pasada la media noche, demasiado tarde para visitas o para invitar a alguien a una fiesta, se acerco lentamente a la puerta y antes de poder mirar por la mirilla volvió a sonar el timbre y pudo escuchar un sollozo, supo de inmediato quien era y sin perder tiempo abrió.

Se encontró de frente con una Tiffany temblorosa y que trataba de contener los sollozos. La muchacha se lanzó a los brazos de la rubia y dejo que sus lágrimas corrieran libremente, dejo que su alma descargara toda la tristeza que cargaba. La rubia la hizo entrar, cerrando la puerta, la guió al sofá, pero nunca se separo de ella. 
Al llegar al sofá, ambas se sentaron, Sica comenzó a acariciar suavemente los cabellos de la castaña, dejo que llorara todo lo que quisiera, y espero a que estuviera lista para hablar. Después de unos minutos la castaña ya no lloraba, pero seguía aferrada a los brazos de la rubia, se alejo un poco para poder mirarla a los ojos.

Estaban frente a frente, todavía se notaban los rastros de las lágrimas que había derramado, Sica acarició las mejillas de la chica con sus pulgares, fue en ese momento que Tiffany habló – “Jessi ella… ella me… ella me engaño…” – la rubia la miraba fijo, levanto las cejas, estaba tan sorprendida por lo que escuchaba que no sabía que responder. Su mente trato de procesar la información, y pensaba como alguien podía engañar a este pequeño ángel que estaba frente a ella, a esta chica que se entregaba completamente cuando estaba con alguien, su mente no lo concebía – “Gyuri te… estás segura que…” – Tiffany rió pesadamente, mas como una mofa a sí misma, y respondió – “si estoy segura… las vi con mis propios ojos, en su cama… se supone que hoy día saldríamos a alguna fiesta… y cuando fui a buscarla… las encontré…” – Jessica seguía mirándola, no sabía muy bien que decir, pero no fue necesario porque la castaña seguía hablando – “sabes… al principió sentí un dolor en el pecho… tristeza… pero ahora que lo pienso, solo tengo rabia, ósea… me estaba engañando Jessi… en mis propias narices… acostándose con alguien más” – la rubia asintió, tomó las manos de su amiga y las apretó un poco para darle valor, pero no pudo decir nada porque Tiffany seguía con su monólogo – “claro… como yo le dije que no estaba lista para hacerlo… se busco alguien con quien si pudiera… ja… gracias a dios no lo hice… gracias a tu consejo… ah! Tengo tanta rabia Jessi” – la rubia había desviado su mirada al suelo.

Si era verdad que ella había aconsejado a su amiga que no lo hiciera si no estaba lista, pero fue solo pensando en su propio egoísmo, porque no quería que nadie más la tuviera, y ese egoísmo había causado esto. Se sentía culpable.
De la nada Tiffany se levanto y exclamo – “tengo demasiada rabia… sabes… ya sé lo que quiero hacer… “ – Jessica levanto la mirada para encontrar la de Fanny que la miraba fijo, la rubia pensó que la chica diría que se quería ir de fiesta, bailar hasta que el cansancio le ganara, y solo para ayudarla se ofrecería a ir con ella, así que pregunto – “que cosa Fanny?... “ – y por un momento se arrepintió de preguntar, los ojos de la castaña brillaban con un matiz casi maligno, esto asusto a la rubia, nunca la había visto con esta actitud, se hecho un poco hacía atrás en el sofá, lo que causo que la morena se adelantara un paso, Jessica se levantó para poder tener mayor distancia entre ella y la chica, pero fue en vano porque Tiffany se acerco aun mas a ella y colocó sus manos en las mejillas de Sica, evitando que se alejara, y acercándose peligrosamente, susurro – “ quiero pagarle con la misma moneda… “– estaba a solo unos centímetros de distancia, tan cerca que sus labios se rozaron, Jessica se perdió de cualquier tipo de restricción, esto era como un sueño hecho realidad, la cercanía con la castaña estaba haciendo que el mejor de sus sueños se hiciera realidad, y ni las palabras de la chica, ni el pensamiento de que esto era un error pudieron evitar lo que sucedió a continuación.

Tiffany se movió una vez más hacía delante, y Jessica hizo lo mismo, haciendo que cualquier espació que quedara entre ellas desapareciera, y finalmente sus labios se encontraron. Jessica no recordaba cuanto tiempo llevaba esperando este momento, y cerrando sus ojos se dejo invadir por la sensación de los dulces labios de Tiffany, por el sabor a frutillas del brillo labial que llevaba.

Comenzó como algo suave y tímido, lento, Sica quería recordarlo por siempre, y quería que fuera el mejor beso que le habían dado a la castaña, así por fin quizás, solo quizás, pudiera obtener su corazón.
Pasaron unos momentos y debieron separarse para respirar, pero seguían estando muy cerca, tanto que Tiffany sentía la respiración de la rubia en sus labios. La castaña se sentía un poco mareada por el beso, nunca pensó que la rubia besara tan bien, y que el sabor de esos labios dulces y suaves fuera tan embriagante, sabía que su amiga era linda y por eso conquistaba tantas chicas, y por primera vez sintió que lo que estaba haciendo era un error, ella sabía que Jessica solo iba por aventuras de una noche, y un pensamiento cruzó su mente, “que pasaría si yo soy solo una noche más para ella?… “, y miró fijo a los ojos de la chica, Jessica la miraba de una manera que nunca antes había visto, y trato de preguntar – “Jess… esto… “- pero fue silenciada por los labios de la rubia, solo fue un roce suave, pero que hizo que el mundo de la castaña diera tres vueltas y volviera a aterrizar, Jessica la abrazo y colocó sus labios en el oído de la castaña susurrando – “yo… yo quiero ayudarte… “ – Tiffany tenía su mentón apoyado en el hombro de la rubia, y podía sentir que la esencia a vainilla de esta la invadía, y otro pensamiento asalto su mente, “que pasa si no quiero ser SÓLO una noche más para ella?... y si ya no quiero ser solo su amiga?...”, se alejo un poco para poder decirle a Jessica que debían parar, que tenía todos estos pensamientos en su mente, pero no pudo porque los ojos de Sica hicieron que se perdiera en ellos, y que todos sus pensamientos fueran a parar al basurero.

Sus labios se volvieron a encontrar, esta vez de manera más apasionada, Jessica estaba tratando de transmitir todos los sentimientos que llevaba guardando durante años, y Tiffany solo podía caer mas y mas profundo en este hechizo. Las manos de la rubia que habían partido en su cintura habían cobrado vida propia y se habían deslizado hasta su cadera, presionó un poco sus dedos al mismo tiempo que la acercaba mas a sí misma, lo que produjo que Tiffany dejara escapar el aire que había estado conteniendo. Los dedos de Fanny se enredaron en los cabellos de la rubia buscando la forma de acercarla más, lo que era imposible. 
Sica sentía que este nuevo sentimiento la llenaba, estaba experimentando lo que por años soñó, y aunque no era como lo había planeado, no era para nada romántico, no había velas ni música de fondo, ni confesión de amor, no desperdiciaría la oportunidad de mostrarle a la chica lo buena que era, y hacer que recordara este momento para siempre, que borrara cualquier otro momento y solo pudiera pensar en ella. 

Lentamente comenzaron su camino a la habitación, nunca abandonaron el beso, sus labios seguían conectados, sus cuerpos se estaban convirtiendo en uno, pero las ropas les estorbaban. Cuando llegaron a la cama, Sica se sentó en el borde trayendo consigo a Tiffany, que no quería dejar de saborearla. Se sentó sobre las piernas de la rubia y esta deposito sus manos en los muslos de la castaña, los recorrió un poco, haciendo que sus uñas solo rozaran la tela de los pantalones, lo que hizo que Fanny dejara escapar pequeños sonidos, la rubia sonrió mientras la besaba. Volvió a mover sus manos, esta vez hasta el final del camino, y apretó, suave pero con la determinación de atraer más a la chica, y esto tomo por sorpresa a la castaña, que soltó un pequeño gemido. 

Las caricias y besos continuaron, la ropa cada vez se hacía más molesta, y sin darse cuenta ambas se habían despojado de toda prenda que las cubrían. Yacían en la cama, con Sica sobre Tiffany, solo las cubrían las sabanas, la rubia se separo solo por un momento de los labios de la chica que amaba, la miro directo a los ojos, estaba sonriendo – “sabes que te quiero no?... “– Fanny que estaba completamente hechizada por esos ojos, por el sabor de sus labios, por el aroma de su piel, solo pudo asentir, y después de esta pequeña confesión, se volvieron a besar, Sica estiro su brazo para apagar las luces y poder dejar que sus deseos controlaran por completo la situación.

Al día siguiente…
Jessica se había despertado por que los rayos de luz que se filtraban entre las cortinas, trato de acomodarse para que no la molestara pero noto un cuerpo junto al suyo, sintió el aroma del cabello de la chica que estaba a su lado, con su cabeza apoyada en su hombro, y recordó lo que había sucedido la noche anterior, y una sonrisa invadió sus labios.
Se movió un poco para tener una mejor vista del rostro del ángel a su lado, y consiguió ver a una Tiffany que descansaba plácidamente en sus brazos, unos mechones cubrían su frente, así que muy delicadamente los movió, y pudo notar como el roce de sus dedos con la piel de la chica enviaba nuevos golpes de electricidad a través de su espina, además también pudo ver como una pequeña sonrisa se materializaba en los labios de la castaña. 

La rubia se movió muy lento, saliendo de debajo del cuerpo de la castaña, y se dirigió a la cocina, prepararía café o quizás leche con cereal, eso era lo único que se sentía capaz de hacer sin quemar el apartamento. Estaba buscando las tazas, tarareando una canción, hasta que el sonido de la voz de Fanny la trajo a la realidad – “hey…” - se giró y se encontró con la chica mas increíblemente y que jamás hubiera visto, y que además llevaba puesta una camiseta ultra grande, que era el pijama preferido de la rubia. Si hubiera sido cualquier otra chica la habría fulminado con la mirada por utilizar su pijama sin permiso, pero como era la castaña, no le importaba, de hecho, si lo pensaba ahora la prenda tendría impregnado su aroma, lo que no le molestaba en absoluto. 

Después de unos momentos se dio cuenta que estaba mirando fijamente a la chica, y que tenía la mandíbula levemente abierta, movió la cabeza de una lado al otro para sacar cualquier mal pensamiento, y respondió – “hey… te desperté?... trate de no hacer ruido…” – la castaña negó con la cabeza, comenzó a jugar con sus dedos y dirigió su mirada al suelo. Jessica se mordió el labio, conocía muy bien esta actitud de su amiga, era cuando debía decirle algo y no sabía cómo, y la rubia tuvo un presentimiento, supo que le diría algo que no quería escuchar, Tiffany volvió a mirarla y cuando hablo el pobre corazón de Sica perdió toda esperanza – “ no me despertaste… en realidad desperté porque mi móvil sonó, era Gyuri… quiere que hablemos… así que debo… debo irme…” – Sica apretó los puños, sentía como su corazón iba rompiéndose en pedazos, estaba conteniendo las lágrimas, las ganas de gritarle que no se fuera, que la amaba desde el momento que la vio por primera vez, que ella podía darle todo lo que necesitaba, pero se contuvo, y solo asintió. 

Transcurrió un minuto en que ninguna dijo nada, solo se miraban, Tiffany también quería decirle tantas cosas, pero no sabía por dónde empezar, necesitaba pensar, así que se giró y se dirigió a la habitación donde comenzó a recolectar su ropa y se vistió. Sica estaba en el dilema de correr a la habitación y detener a la castaña, de volver a hacerla suya en ese mismo momento, o dejarla ir. 
Y volvió a escuchar sus propias palabras en su mente, “yo… yo quiero ayudarte… “, también escucho claramente las palabras de Tiffany, “quiero pagarle con la misma moneda…”, y no pudo moverse de donde se encontraba. 
Vio a Fanny salir de su habitación completamente vestida, se miraron un vez mas y la castaña finalizó – “ya me voy… te… te llamare bien… adiós”- Sica solo movió su mano, y la castaña salió del departamento. 

La rubia no tuvo ni siquiera fuerzas para moverse hasta el sofá, se desplomo en el suelo de la cocina, y las lágrimas corrieron libres por su rostro, finalmente se dio cuenta de que jamás tendría a la castaña, de que jamás podría entrar en su corazón. Había podido saborear al amor de su vida y ahora debía volver a dejarlo libre, porque jamás le había pertenecido, y así murió toda esperanza. 

Pasaron varios días y Tiffany no llamo a Jess, la rubia lanzo al basurero cualquier esperanza, estaba sumida en un dolor más grande que el océano, se había encerrado en su departamento y no encontraba motivos ni razones para salir de la oscuridad en que había caído. 
Una llamada de Sunny la trajo de nuevo al mundo real.
La más baja la había amenazado, que si no salía de su departamento y volvía al trabajo iría ella misma y la arrastraría fuera en pijama, y conociendo a Lee Soonkyu como la conocía sabía que era capaz, así que juntando todo el valor que encontró se dirigió a su trabajo. Después de mentirle a su jefe, explicándole porque había faltado, se dirigió a su oficina. Necesitaba ocupar su mente con trabajo, necesitaba alejar la imagen de Tiffany Hwang de su mente. No era tarea fácil, porque a cada momento recordaba la noche que estuvieron juntas, cada beso, cada caricia, cada expresión en el rostro de Fanny, cada sonido, y también que nunca volvería a repetirse y eso la estaba volviendo loca. 

Necesitaba escapar de estos pensamientos, y de la nada apareció en su escritorio una trozo de papel escrito. Era la modelo que la había invitado a salir, y en ese instante una idea cruzó por su mente. Tomó el teléfono y marco.

Esa noche…
Tiffany entró al club al cual acostumbraba a ir con sus amigas, se acerco a la barra para pedir algo y mientras escaneaba el lugar con la vista, estaba buscando a Jessica.
Solo estaba ahí porque le había suplicado a Sunny que le dijera donde había ido la rubia, y esta después de varios minutos le había dado la información. Sus ojos se paseaban por la pista de baile, por las mesas, pero no había rastro de la rubia, hasta que sus ojos se dirigieron a la parte más obscura del club, donde había sofás, y ahí encontró la silueta que estaba buscando.
Tomó su trago de la barra y se dirigió rauda al encuentro de la chica, necesitaba hablar con ella, decirle tantas cosas, preguntarle otras, y quería hacer otras cuantas más, hasta que sus ojos vieron algo que rompió sus pequeñas esperanzas.

Jessica estaba en el club con otra chica, parecía una modelo, y estaban besándose, o más bien la chica besaba a SU Jessi. Tiffany se acerco, estaba frente a ambas, pero ninguna notó su presencia, así que aclaro su garganta para llamar la atención de Sica. Las dos muchachas se separaron y los ojos de Jessica se abrieron al ver a Tiffany frente a ella, no sabía que hacer ni decir, pero luego recordó que la castaña no la había llamado, que era ella quién había estado evitándola, y trato de mantener la compostura, saludo cordial – “ hey Fanny… como estas?” – la castaña tenía una mirada que mezclaba la sorpresa y e incomprensión.

Era extraño como estas dos chicas podían conocerse tan bien, y al mismo tiempo no entender ni un poco las acciones de la otra, Tiffany estaba confundida, ella quería hablar con Jessica, pero ahora la rabia volvía a invadirla, el pensamiento de que había sido una aventura de una noche volvió a llenar su mente, y esto la saco de sus casillas, pero no podía demostrarlo, por eso trato de actuar calmada – “bien… mucho más tranquila después de hablar con Gyuri… terminamos, no puedo estar con alguien que me engaño… y… y bueno creo que no debo preguntar como estas tu… te veo muy bien acompañada” – la rubia se quedo en blanco, miles de pensamientos bombardeaban su mente.

Si la castaña había terminado con Gyuri todavía había una posibilidad, todavía podía intentar ganar su corazón, pero antes de poder decirle algo, antes de poder alcanzar su mano, la chica a su lado contesto algo irritada – “claro que está bien acompañada… y lo seguirá estando por un buen rato… “– Tiffany y la modelo se lanzaron miradas asesinas, Jessica por su parte miro a la chica tratando de matarla también, quien se creía para hablarle así a la castaña, iba a decir algo cuando nuevamente fue callada – “bien… creo que es mejor que me valla… que la pases bien Jessica… ahora puedes contras otra más a tu lista de chicas para una noche… adiós” – y dicho esto se giró y se fue.
La rubia trato de levantarse para seguirla, pero la modelo la tomo por el brazo y la inquirió – “que quiso decir con una noche?...” – la rubia la miro atónita, necesitaba salir de ahí y buscar a Tiffany pero no podía porque la modelo la tenía retenida, así que para poder zafarse le respondió fríamente – “eso… que no quiero más que una noche… no quiero una relación… y creo que contigo ni siquiera será una noche, lo siento debo irme” – y dicho esto se levantó y corrió para encontrar a la castaña.

Salió fuera del club pero no había rastro de Fanny ni de su carro, apretó los puños, sentía un zumbido en los oídos, ya no quería estar en ese lugar, así que fue hasta su carro y volvió a su departamento. Mientras manejaba se maldecía a ella misma por no esperar un poco más, por saltar en conclusiones tan deprisa.
Jessica aun no se daba cuenta del verdadero significado de las palabras de Tiffany, “ahora puedes contar otra más a tu lista de chicas para una noche”. Nunca imagino que hablaba de ella misma y no de la chica que tenía al lado. 

/ End Flashback /

Jessica cerró su laptop, para poder evitar más recuerdos innecesariamente dolorosos.