¿Regresé? Todavía no estoy segura….

Señora Hwang, solo quiero que decirle que yo no tuve la culpa, ella tampoco, usted tiene la culpa de todo, ¿Y sabes por qué? Por dejarla, por no cuidarla y no amarla.

Le contaré la historia desde el principio. Siempre fui la chica que nadie quería, pero todo cambió cuando ella llegó. Todavía recuerdo ese momento como si hubiera sido ayer, y quiero decirle que no me arrepiento de nada, como ya le dije, nosotras no tuvimos la culpa, usted la tuvo. Aunque, sinceramente, le agradezco, sin usted, yo nunca la hubiera conocido. Una vez más, señora Hwang, gracias por ser así, gracias por dejarla.

Como le decía, era mi último año en la universidad y para ese momento, mi mala suerte estaba hasta el tope, llegaba tarde a clases siendo mi primer día, corrí hacia el salón de inglés y ahí fue cuando mi mala suerte acabó.

Al entrar, me di cuenta que la profesora Morgado todavía no llegaba, así que, rápidamente me senté en la última fila, como ya me era costumbre. Al pasar los minutos la profesora Morgado no llegaba al salón de clases, aunque no lo crea, señora Hwang, la profesora Morgado también influyó aquí, aunque, acuérdese, usted tuvo la culpa.

Como decía, la profesora Morgado también influyó aquí, ya que, esta profesora era una de las docentes más hermosas de la universidad, su cabellera pelinegra, su piel tan blanca, su aspecto y vestuario dark, que todos queríamos copiar o igualar, y en una ocasión, yo lo intenté, cuando me pinté un pedazo de mi cabello rubio en negro. Como decía, ¿Sabe qué era lo que más resaltaba de la profesora Morgado? Sí, creo que debe saberlo, apuesto que te lo han contado, los ojos verdes de la profesora Michelle Morgado era la perdición de todos y todas en la universidad, pero como ya es obvio, la profesora Morgado estaba casada con una cantante Americana que había nacido en Cojimar, Cuba. ¿Ya sabe de quién hablo, verdad? El nombre de esta cantante es Karla Estrabao, ¿A escuchado ‘’Havana’’? Bueno, ella es la cantante, que embarazó a nuestra hermosa profesora Michelle Morgado, bueno, no la embarazó, los dedos no hacen tanta magia, ellas siguieron un tratamiento.

Y pues, esa es la razón por la cual, la señorita Morgado no asistió más a la universidad.

Y fue ahí donde nosotras nos conocimos, al irse la profesora Morgado llegó la nueva profesora, la nueva sensación de la universidad, también era Americana pero muy diferente, era Americana con padres Coreanos, todo una belleza.

El aspecto de ella era inigualable, su cabellera pelinegra igual que la Miss Morgado pero sin ojos verdes, los ojos de esta nueva profesora tenían otro tipo de toque, los ojos de ella sonreían, Eye-smile era el apodo perfecto para ella. Esta profesora no era dark como la profesora Michelle, más bien, era muy femenina y siempre llevaba algo en rosado, ella decía que era su color favorito y, a decir verdad, era obvio. El cabello rojo de esta profesora le quedaba maravillosamente perfecto. ¿Realmente le dijiste que con ese color de cabello parecía una puta? Porque yo amaba como le quedaba ese color de cabello.

Nunca supiste valorarla, yo lo hago.

La primera vez que hablamos casi me dio un o, sin contar los de ahora. ¿Lo sabes? ¿No? Qué pena, en serio.

- ¿Señorita Jung? - ella me preguntó con una pequeña sonr