Una vez que la pizza llegó, se separaron solo lo suficiente para comer y tener una pequeña charla. Sehun no se atrevía a volver a su asiento al otro lado de la mesa, en su lugar quería disfrutar de la cercanía de Luhan.

Después de esperar tanto tiempo por este momento, Sehun sería condenado si perdía un solo minuto.

A Luhan no parecía importarle escuchar a Sehun hablar sobre algunos de sus casos más interesantes. Era difícil negarle algo a Luhan, así que Sehun compartió. Por lo general cuando hablaba de trabajo, los ojos de la gente se ponían vidriosos de aburrimiento. Pero Luhan, en vez de eso, escuchó con gran atención e incluso insisto a Sehun para que le contara más.

Cuando la camarera trajo la cuenta, Luhan intentó alcanzarla, pero Sehun rápidamente la cogió.

—Te debo una cena, ¿recuerdas?

—No tienes que hacerlo. —Respondió Luhan.

Sehun le dio un pequeño beso.

—Tu puedes encargarte de la próxima.

Luhan le dio una sonrisa.

—Entonces, ¿esto significa que podremos salir en una segunda cita?

—Por supuesto —Sehun se puso de pie—. Vamos, salgamos de aquí—pagó y se fueron del restaurante.

A la salida, Hyoein se despidió y le dio un pulgar arriba a Luhan cuando se volteó a mirarla. Hace un tiempo, Sehun le había contado de su amor secreto por Luhan. Sabía que recibiría una llamada telefónica de su parte por la mañana pidiendo todos los detalles. A veces parecía más interesada en la vida privada de él que en la de ella misma.

Tan pronto como se metieron en el coche, Luhan se retorció en el asiento, se inclinó hacia delante y luego empezó a dar pequeños besos al cuello de Sehun. A pesar de que Sehun inclinó un poco su cabeza, Luhan tuvo que esforzarse por llegar bien a él. Por primera vez, Sehun maldijo las leyes obligatorias del país sobre el cinturón de seguridad. Si lo hubiera echo a su manera, Luhan estaría de cabeza en su regazo.

—¿Sería muy apresurado pedirte que vinieras a mi casa? —Preguntó Sehun mientras se obligaba a concentrarse en la carretera. No era algo fácil de hacer con los suaves labios de Luhan acariciando su cuello.

—Como dijiste, hemos esperado nueve años por esto. Creo que es más que suficiente —Luhan se agachó un poco y comenzó a acariciar el pene de Sehun.

Sehun dejo escapar un gran bocado de aire mientras agarraba el volante con fuerza.

—Tú sigue con eso y me correre antes de que lleguemos allí.

—¿Y? —Luhan comenzó a masajear más fuerte—. Tendrías que volver a venirte después otra vez, ¿no es así? A menos, claro, que no quieras joderme.

—Mierda, ¿Qué le pasó al muchacho tímido que solía conocer?

—Crecí. Ahora no tengo miedo de ir detrás de lo que quiero.

Sehun quería argumentar que había visto partes de timidez en Luhan durante la noche, pero la forma en que la mano de Luhan siguió trabajando el pene de Sehun, parecía decir lo contrario.

—Sin embargo, tenemos que volver por mi Jeep. A pesar de que es viejo, no quiero dejarlo estacionado toda la noche en la gasolinera. Además, Don se va a las once por lo que podría ser retirado por una grúa.

Un sabor amargo paso por la boca de Sehun.

—¿Ese Don con el peinado raro?

Luhan dejo escapar una pequeña risita sobre el cuello de Sehun.

—Si, el mismo. No seas muy duro con él, siempre ha sido amable conmigo.

—Por supuesto que lo ha sido, quiere joderte.

Luhan se apartó, con una mirada de confusión en su rostro.

—No, no quiere.

Sehun dejo escapar un largo suspiro al darse cuenta de que algunas cosas seguian siendo las mismas respecto a Luhan.

—No sabes cuan y eres.

—¿Yo?

—Si, tu. Don parecía listo para patearme el trasero cuando se dio cuenta de que íbamos a ir a cenar.

—Solo tiene mal humor. Es así con todos.

—Con todos, menos contigo. No dejaba de mirarte el culo.

Luhan dejo escapar un sonido de incredulidad cuando negó con la cabeza.

—Puedo ser muchas cosas, pero distraído no es una de ellas.

Sehun le echó una mirada al muchacho.

—Luhan, tu eres el hombre más y que conozco. Nadie se puede comparar contigo y debo de saberlo, porque he buscado por todas partes.

Lo sabía muy bien. Durante toda la universidad y los años que le siguieron, Sehun siempre se sintió atraído por los hombres de pelo claro y ojos marrones, mientras más pequeño y delgado, mejor. De repente se dio cuenta de que había estado saliendo con tipos que se parecían a Luhan. O al menos como se había imaginado que Luhan sería por el tiempo que había transcurrido.

—Trate de seguir adelante —confesó Luhan entre besos—. Tampoco funcionó para mi. Creo que es por eso que nunca he tenido una relación seria con un novio. Solo relaciones esporádicas.

Eso complació a Sehun mas de lo que debería

—¿Nunca tuviste a nadie especial? ¿Ni siquiera en la universidad?

Luhan se echó hacia atrás y tiró del dobladillo de su camisa en un gesto que Sehun sabía que era un gesto nervioso, lo hacia de manera inconsciente.

—No, nunca me sentí bien cuando estaba con alguien más.

Eso dejo abatido a Sehun. Con solo mirar a Luhan se dio cuenta que no se había explicado bien.

Sehun quería aparcar a un lado de la carretera para patearse en el culo por ser tan tonto. Tan pronto como Luhan se había graduado de la escuela secundaria, Sehun debió de haber encontrado al

muchacho y confesarle sus verdaderos sentimientos. En cambio, había sido un idiota y siguió viendo la misma burbuja de protección que se había formado alrededor de su corazón la primera vez que se había obligado a renunciar a Luhan.

Ya no era así sin embargo. Ahora finalmente tenía a Luhan a su alcance, Sehun estaría condenado si se le escapaba otra vez. Estaba seguro de que ambos estaban destinados a estar juntos.

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

De vuelta en la gasolinera, mientras se deslizaba del coche de Sehun, Luhan notó la mirada de Don por la ventana. Tenía la cara tan cerca de la ventana, que la punta de la nariz tocaba el vidrio. Cuando Luhan notó la mirada de enojo y celos en los ojos del cajero, no pudo dejar de pensar en

volver a la confortable seguridad que le daba Sehun.

Mientras pensaba en eso, recordó que Don siempre había sido muy amable con él.

Luhan le dió una pequeña sonrisa a Don que él no regresó. Luhan se encogió de hombros internamente. No es que Don y él fueran mejores amigos ni nada, solo eran conocidos. En realidad no había perdido mucho, tan solo habían intercambiado un saludo o dos.

Se volvió hacia el auto justo a tiempo para ver la mirada de te-lo-dije de Sehun. Luhan se mordió el labio interior de la mejilla para evitar reírse a carcajadas. Sin esperar enojar más a Don, Luhan se apresuró a su jeep y lo puso en marcha.

A medida que salían del estacionamiento y comenzó a seguir a Sehun, Luhan repetía la conversación de la cena en su cabeza. Todavía no podía creer que le gustara a Sehun desde la secundaria. Luhan se esforzaba por recordar cualquier conversación o encuentro que pudiera darle una pista. Tal vez Sehun le tiró indirectas, pero como un estudiante de primer año, Luhan las dejo pasar. No sería la primera vez que algo se le escapa.

Nada le vino a la mente, la única conversación verdadera que compartieron fue menos que estelar y una fuerte vergüenza para Luhan en ese entonces.

Flashback

Cuando Minseok le rogaba que se uniera al club de teatro, en primer momento Luhan se resistió. Pues nunca había tenido las agallas para hablar incluso a un pequeño grupo de personas, mucho menos para subir a un escenario y tocar para una multitud.

Después Luhan se enteró de que la producción era La Fierecilla Domada y supo que no podría quedarse al margen. Mientras que la mayoría de los chicos de su edad veían deportes y programas en la tv, Luhan leía a Shakespeare y otros clásicos. No es que hubiera compartido ese pequeño dato con mucha gente, ya era suficientemente malo que se burlaran de él por ser delgado, escuálido y débil. No era necesario darles más municiones para que lo atacaran más…

Ahora que Luhan vio su oportunidad de ser parte de algo que le encantaba sabía que no se podía resistir. Así que aceptó ser parte de la producción, pero solo trabajando entre bastidores y ayudando con lo que surgiera.

Entonces, justo cuando pensaba que las cosas no podían ponerse mejor, se enteró de que Sehun había conseguido el papel de uno de los personajes, Petruchio. Rápidamente se hizo evidente que Sehun encajaba perfectamente en el papel. Hubo muchos ensayos que Luhan no trabajó mucho porque había estado demasiado absorto en escuchar la suave voz de Sehun al leer sus líneas.

Más de una vez, Luhan dijo una silenciosa oración de agradecimiento de que la zona de atrás del escenario se mantenía siempre oscura. De lo contrario, la erección que le daba por ver siempre a Sehun actuando habría anunciado su enamoramiento al mundo.

Fue durante esos meses de ensayo en la escuela que Luhan, finalmente tuvo que enfrentar otro hecho que le daba miedo. No había la menor duda en su mente que era gay. No importaba cuánto lo intentara, las chicas no le atraían.

Oh Sehun, por otro lado, le atraía un montón a Luhan. Hasta el punto de que había empezado a soñar con el atleta casi todas las noches. Ahora que lo pensaba, Sehun había ocupado una gran

cantidad de pensamientos durante el día de Luhan también.

Luhan se sentó detrás del escenario, viendo a Sehun actuar. Con la fecha del estreno cercana, y con la mayor parte de la escenografía y la utillería en su lugar, a Luhan le dio más tiempo para ver, con gran emoción, a los actores en el escenario, todo parecía tan real. Aunque se suponía que debía pintar, pasó la mayor parte del tiempo en las sombras, solo saboreando la forma en que las palabras de Shakespeare parecían rodar fuera de los labios de Sehun.

Sehun podía pedirle que saltara de un puente, y Luhan cumpliría, con tal de que usara el mismo tono conciliador que utilizaba para declamar.

Cuando el ensayo terminó, Luhan hizo una mueca con aire de culpabilidad cuando se dio cuenta que no pudo terminar el trabajo que le habían asignado. Maldición, eso no estaba bien. Ya había sido reprendido varias veces por el director del teatro por no hacer un buen trabajo.

Agarró el cepillo, mordiéndose el labio inferior. La ansiedad iba a través de él acomodándose en su estómago, dejando atrás una sensación de mareo. Odiaba cuando la gente se molestaba o se decepcionaba de él.

Dios sabía lo exagerado de las palabras de su padre, lo último que quería Luhan era que llegaran a la escuela también.

Mientras veía a los otros estudiantes hacer sus maletas y marcharse, Luhan llegó a una decisión, que se quedaría hasta más tarde y terminaría su trabajo. Desde que su padre siempre trabajaba la noche del miércoles, no sería gran cosa si no llegaba a la cena.

Una vez que el lugar estaba vacío, Luhan se dirigió a una pared grande, con el dibujo de una casa y comenzó a pintarla con cuidado. El auditorio se había tornado un poco espeluznante por el silencio, por lo que Luhan recitó algunas de sus partes favoritas de la obra.

A pesar de que no tenía un papel en la obra, había memorizado las líneas de casi todos. Por supuesto, sus monólogos favoritos eran de Petruchio. Acababa de terminar el segundo acto, primera escena, cuando los sonidos de aplausos hicieron que dejara escapar un suspiro de mortificación. Luhan saltó en estado de shock, casi dejando caer el pincel en el escenario.

Pasando la mirada lentamente alrededor, la vergüenza de Luhan aumentó cuando vio a Sehun casualmente apoyado en la pared junto a la primera fila. Por supuesto, como de costumbre tenía una mirada y y distante. Con un par de jeans que parecían hechos a medida de sus musculosas piernas. A pesar de que hacia frío, no tenía puesta la chaqueta del equipo, llevaba puesta una sudadera de color azul oscuro con el dibujo de la mascota de la escuela, un halcón en la parte delantera.

Horrorizado de que había casi gritado la obra de Shakespeare en una sala desierta, Luhan deseó cavar un gran hoyo y enterrar la cabeza dentro. Trató desesperadamente de pensar en como alguien como su hermano o su hermana actuaría si hubiera estado en esta situación.

Kris, sin dudas, tendría alguna broma para facilitar las cosas. Luhan luchó por decir algo ingenioso, pero todo lo que salió fue un sonido extraño como de asfixia, su boca no emitió nada más. Sehun parecía no darse cuenta de la situación de Luhan.

El deportista le dió una de esas sonrisas maravillosas mientras se acercaba al escenario.

—Lo haces muy bien.

Luhan parpadeó. Lo último que había esperado era un cumplido.

—¿Lo hago?

—Si, puedo decir que tienes un sentimiento verdadero por Shakespeare. Que en realidad sabes lo que estas diciendo en lugar de recitar un montón de palabras sin sentido.

Luhan entendía lo a lo que Sehun se refería. Muchos estudiantes solo memorizaban las partes y las recitaban, pero nunca se tomaron el tiempo para aprender el verdadero significado de las frases. Un calor se apoderó del rostro de Luhan era porque en verdad había impresionado a Sehun.

—No es gran cosa. Este tipo de cosas se me hacen fáciles —dijo Luhan mientras jugaba nerviosamente con el pincel.

Se dio cuenta, demasiado tarde, de que las cerdas todavía estaban húmedas, tenía todos los dedos

manchados con pintura.

Al mirar hacia sus sucias manos, Luhan se maldijo a si mismo.

Maldita sea. ¿Por qué siempre tenía que hacer cosas estúpidas? Tan solo esta vez le gustaría experimentar una sensación que no fuera del aspecto de un perdedor, un gran perdedor.

Alzó la mirada una vez más, preocupado de que Sehun había sido testigo de la metedura de pata, solo para ver que… oh Dios, oh Dios, oh Dios, estaba subiendo las escaleras laterales hacia el escenario.

Luhan rápidamente puso sus manos en la espalda. Por supuesto, como era él, se le olvidó por completo que el pincel todavía estaba en sus manos. Sintió algo en su camisa y sabía que ahora tendría una buena mancha de pintura en la parte posterior de una de sus camisetas favoritas.

Mierda, la única forma de que esto se pusiera peor era si se ponía a vomitar o algo así. Si Sehun no pensaba que era un nerd antes de esto, seguro lo pensaría después. Luhan mantuvo las manos en la espalda con la esperanza de que tal vez, solo tal vez, Sehun no hubiera notado sus meteduras de pata y podía tener alguna esperanza de salvar el momento.

—¿Por qué no pruebas con uno de los papeles? —Preguntó Sehun mientras se acercaba.

Nunca habían estado tan cerca antes, Luhan contuvo el aliento sintiendo una sacudida inconfundible por la atracción que sentía hacia él.

Luchó duro para mantener sus sentimientos fuera de su cara, no quería que Sehun se enterara. La última cosa que el tipo probablemente quería era a un escuálido estudiante gay de primer año, babeando sobre él.

Incluso si los rumores eran ciertos, y Sehun estaba más con chicos que con chicas, jamás tendría una oportunidad.

Sehun levantó una ceja y una pequeña sonrisa curvó sus labios.

Luhan se dio cuenta de que no había respondido a la pregunta.

Lamiéndose los labios dijo:

—Nunca me ha gustado estar frente a un gran grupo de personas.

—Que lastima, porque en verdad que tienes talento. Mucho más que yo.

—¡Imposible! Nadie es tan bueno como tu —exclamó Luhan acaloradamente. Al darse cuenta de cómo lo dijo, se aclaró la garganta y balbuceó—: Lo que quiero decir… bueno… nadie podría hacer a Petruchio como tu.

—Creo que no te das el suficiente crédito Luhan.

Luhan sintió que sus ojos se abrían como platos. Hasta ese momento, no había pensado siquiera que Sehun supiera que existiera, mucho menos que sabía su nombre. Sehun se inclinó hacia delante y agarró el brazo de Luhan y le obligó a mostrar sus manos. Emociones lucharon en el interior de Luhan, el horror al saber que Sehun sabía que había hecho un lío con sus manos, y la otra emoción que era realmente conmovedora.

Por tantas noches, Luhan se había preguntado como se sentirían las manos de Sehun. Se sentía tan bien que Luhan se quedo quieto como una babosa.

Sehun miró hacia abajo, una mirada extraña en sus ojos hizo que el estómago de Luhan se sintiera extraño, entre miedo y felicidad. En ese momento, Luhan no podía estar seguro. Sehun se inclinó un poco más, y por un alucinante segundo, Luhan se preguntó si lo besaría.

A continuación, un portazo arruinó el momento. Luhan dio un salto atrás, culpable, justo a tiempo para ver a su hermano caminar hacia dentro.

—Luhan, mamá estaba preocupada cuando no apareciste a cenar —gritó Kris, pero su mirada no se apartaba de ehun.

El corazón de Luhan pateó fuerte mientras se preguntaba cuanto había visto su hermano. Oh mierda, esto no era bueno. Lo último que quería era que alguien de su familia conociera su secreto. Volvió a dar unos pasos hacia atrás, desesperado por poner más espacio entre él y Sehun.

—Ya me estaba preparando para salir.

Kris se detuvo a varios metros del escenario y le disparó a Sehun una mirada que solo podría llamarse asesina.

—Esta bien, Luhan, toma tus cosas y yo te llevare a casa.

Con un gesto brusco, Luhan salió corriendo a hacer lo que se le ordenó. Al lavar el pincel, no podía dejar de preguntarse si estaba enojado con Kris por interrumpir, o si se sentía aliviado.

Fin del flashback