¿Te sientes mejor? – le pregunto su novia que la abrazaba cariñosamente, por alguna extraña razón siempre terminaban en aquella posición, ella siendo sostenida por Tiffany
Sí, lo siento, me dio un poco de miedo saber que haría tu padre – le contesto sincera, exponiéndole sus pesares
Está bien sentir nervios, es algo normal, pero no debes tener miedo, incluso si se opusieran nada de eso importaría, lucharíamos juntas hasta que nos dejaran tranquilas – le respondió tomándola de la barbilla, moviéndola para que sus miradas chocaran sinceras
Lo siento, pero esto es algo de mí un poco difícil de cambiar – le dijo siguiendo el hilo de sinceridad
Lo sé y tal vez es algo que no debas cambiar, pero no dejes que te domine, vamos aprender a combatirlo – le respondió con una sonrisa intentando darle ánimos
Lo siento Phany – se disculpó sintiendo un poco de pena, a veces sentía que era pesado seguir con los mismo sentimientos, y no podérselos quitar de golpe, le entristecía saber que no había cambiado mucho, aún
No lo sientas, tu manera de ser es la que te hace única, y es algo que amo, no le tomes mucha importancia, mejor cuéntame ¿porque no me dijiste que vendrías?
No me diste oportunidad de explicarte, y yo, yo quería hacer algunas cosas antes de venir, cosas que creí necesarias
¿Quieres contarme? – le dijo mientras se giraba hacia ella, Tiffany descansaba la parte superior de su cuerpo sobre su novia, permitiéndose observarla de frente, y perderse en sus gestos
Tenía que despedirme de mis padres, una… una de las razones por las que no había dejado Seúl era porque creía que perdería de alguna manera todo con lo que había crecido, que dejaría de ir a visitarlos, que dejaría mi lugar de origen y no sé, tonterías – le respondió mientras le acariciaba la cabeza, jugando con su cabello
No lo veo como tonterías cariño, sentí lo mismo cuando tuve que viajar a Corea, pero me di cuenta que no importaba hacia donde me dirigiera, mi madre viajaría conmigo sin importar a donde vaya, estaría en mi corazón, en mis pensamientos y de ahí nadie podría sacarla
Es que no entendía eso Phany, pero lo acabo de comprender, ellos están presentes en todo, como ahora que tu padre hablo de ellos, sé que seguirán mirando desde donde estén, siguiendo la dirección de nuestros pies Phany – le dijo acalorada por las palabras, palpándolas de cerca, creyéndosela, encontrando fe en los recuerdos que la embargaban y sentía como el pecho poco a poco se iba vaciando, ya no pesaba
Así es amor, somos bendecidas, así que lo único que podemos hacer es vivir felices para ellos igual lo estén – le dijo acercándose a ella con una sonrisa.
Sus labios chocaron como dos trenes a toda velocidad, sintiéndose, palpándose, como si hubieran retenido el aire por tanto tiempo, se extrañaban a pesar de que había pasado poco tiempo, no concebían estar la una sin la otra, algo en su interior se incendiaba cada vez que estaban juntas, tal vez era la esperanza siendo expuesta, o el anhelo de una vida feliz.
El beso fue perdiendo pasión, como si ahora solo fuera el deseo de demostrar amor, fundiendo emociones, demostrando lo que sentía el corazón, suspirando lentamente, dejando que todo el rechazo alguna vez otorgado se esfumara, y diera paso a la aceptación
La celebración de sus labios se entendió por todo su cuerpo, calentándolo, sintiéndolo ligero, sintiendo que la paz las embargaba, quitándose todos los miedo, Tiffany sintió como sus mejillas se humedecían pero se percató de que no era quien lloraba.
Tae ¿Qué pasa? – le pregunto secando con sus pulgares las mejillas de su novia
Lo siento, solo estoy feliz, durante todo el viaje no deje de pensar lo que diría tu padre, tenía miedo de que se enoja, de que nos separara – le respondió observándola con aquellos ojos tristes
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