Había algo extraño en Hyunchul esa tarde. Desde el almuerzo que parecía muerto, tirado sobre la mesa, hasta el hecho de tomar la mano de Injun. Durante todos esos meses Hyunchul nunca demostró un agrado por el afecto físico, no le gustaba mucho ser abrazado, ni ser tomado del brazo o de las manos. A menos de que fuera él quien empezara  el contacto. Le gustaba abrazar a  jay, arrastrarlo de un lado a otro. Era bastante cariñoso y afectuoso  cuando se trataba de ser él quien abordara al otro. Nunca al revés. O eso es lo que siempre pensaron jay e Injun, tal vez simplemente no le gustaba el contacto con Injun, que siempre lo asaltaba sin previo aviso. Tantos meses de ser rechazado a manotazos por Hyunchul, le daban la confianza a Injun de seguir acosándolo, de abrazarlo y tomarlo del brazo; aniñarlo y hacerlo a su modo. Porque siempre recibiría un golpe por parte de Hyunchul.

Pero esa tarde fue distinta.

No solo no huyo de él cuando Injun le recrimino sobre su comportamiento, si no que le puso atención. Por primera vez desde la primera vez que se conocieron, Hyunchul le puso atención.

Muchas veces paso esto en la loca imaginación de Injun. Muchas veces ensayo en su mente que decir y como actuar. Sin embargo, en ese momento todo se fue por la borda. No recodaba ni siquiera su nombre.

“tranquilo, Injun, solo te tomo de la mano, eso fue todo” dio un respiro hondo. “tranquilo” tomo de nuevo sus palillos y comenzó a comer ignorando las miradas furtivas de Hyunchul, que de cuando en cuando lo volteaba a ver y luego volvia a enterrarse en su comida.

Jay se sintió incomodo. Por alguna razón era divertido verlos pelear siempre, discutirían a palabras, Injun le haría mimos a Hyunchul tratándolo como un bebe enojón y Hyunchul se enojaría pegándole en el brazo o el hombro. Si la pelea se llegaba a poner seria, que pocas veces pasaba, solo se lanzarían la comida de un lado a otro, hasta que el kimchi se viera involucrado. En cuanto Injun lanzara el primer trozo de kimchi, Hyunchul se enojaría en verdad, se comería el trozo de kimchi reprochándole a Injun que no le volviera a hablar. Pero en ese momento se sentía una incomodidad extraña entre ellos, como una espesura en el aire. Podía ver a Hyunchul dándole miradas a Injun e Injun tímido tratando de hacer como si no notara lo que estaba ocurriendo. Sentía la necesidad de romper el silencio pero al momento de abrir la boca, ambos lo volteaban a ver expectantes y se sentía obligado a olvidarse de lo que iba a decir. “olvide lo que iba a decir…” se disculpaba tomando el celular abriendo la aplicación de Annipang.

No mucho después de eso, sintió llegar a una persona.

“buenas tardes!” dijo.

Injun hizo un siseo de molestia

 “buenas tardes Sunbae-nim” dijo Injun fingiendo una reverencia exagerada. “¿que se le ofrece por aquí?”

Hyunchul le dio una patada por debajo de la mesa, haciéndolo quejar de  dolor.

“contigo nada, pero gracias” le respondió Suhoon al tiempo que volteaba toda su atención a Hyunchul. “¿podemos hablar…?” Hyunchul abrió la boca mirándolo dudoso por un momento y luego asintió dándole miradas a jay e Injun. 

“uhmm… en un lugar más privado…” pidió Suhoon sintiendo las miradas de reprocho de ambos amigos. “Por favor”.

Hyunchul hesito por un momento pero al final accedió, acomodando las sobras de su almuerzo en la bandeja, disculpándose con sus amigos por dejarlos por un momento.

Injun le dio un manotazo a jay en el hombro pidiéndole una explicación, sin quitarles la vista hasta verlos desaparecer en el pasillo. “¿que fue eso?”

“¡no lo sé! Falta más seguido a la escuela, si quieres” le respondió jay, sobándose el brazo. “aiish~ no tenias porque desquitarte conmigo solo porque… Yah! A dónde vas!?”

“a espiar, a donde más?” respondió Injun encaminándose hacia donde se fueron Hyunchul y Suhoon. Observo ambos lados del pasillo antes de dar vuelta, hacia la derecha, donde vio que se perdieron momentos antes. Camino derecho hasta que se sintió perdido sin saber a qué dirección ir. “Para qué lado estará la madriguera de Suhoon?” preguntó al sentir a jay su lado.

“no lo sé” dijo asomando la cabeza por las ventanas de los salones.

“si yo fuera Suhoon, lo llevaría a un salón sin ventanas, oscuro y escondido” dijo orgulloso Injun.

“Tú eres un ertido, Suhoon-Hyung es solo un engañoso”

“no, no, no~ Suhoon es mas que un ertido!” dijo volteando en el pasillo hacia la izquierda, rumbo a los salones de tercero. “Suhoon es S&M. tiene un montón de cosas ersas en esa mente sucia, seguro que ahorita mismo lo esta esposando a uno de los pupitres”

“eres horrible, Injun-pabo! ¿Tu como puedes saber eso?” suspiro jay, al re-descubrir la sucia imaginación de su buen amigo Lee Injun.

“claro que lo sé por que…”

Injun se detuvo de golpe, haciendo chocar a jay contra su espalda.

“ouch! Que…”

“¿que hacen aquí?” pregunto Hyunchul frente a ellos, con Suhoon por un lado.

Jay sintió ganas de darse un manotazo en la cara.

“dejaste esto en la mesa” dijo Injun dándole un celular en las manos a Hyunchul.

“AH! Gracias!”

Hyunchul estaba sonriendo al tomar el celular de sus manos, e hizo a Injun revolver el estomago de nuevo al darle otra mirada a Suhoon. “entonces ya nos vamos, Sunbae” se dio media vuelta después de hacer una pequeña reverencia.

Jay lo imito y se fueron caminando todo derecho. Hyunchul los alcanzo enredando un brazo por encima de los hombros a cada uno, haciéndose un lugar en medio de los dos.

“vamos a pasear hoy! Tengo ganas de comer algo y jay me debe teokbokki”

Jay se rio.

Injun volteo atrás y ya no vio a Suhoon. “y Suhoon-sunbae?”

“ya terminamos de hablar, solo iremos nosotros”

Injun asintió con la cabeza.

Lee Suhoon  se alejo inmediatamente después de atender su asunto  con Hyunchul. En ningún momento  le cruzó por la cabeza el volver a hablar con él, había pensado en darle una disculpa simple por dejarlo esperando, y decirle que no podría salir con ellos en un tiempo cercano a causa de su trabajo en la escuela.  Pero nunca en hablar con él a solas y citarlo otro día para compensarlo por el día perdido. Fue el hecho de verlo junto a Lee Injun, lo que lo motivo a moverse y robar la atención de Hyunchul.  No estaba celoso, si no envidioso de la manera en que Hyunchul miraba a Injun; era confuso, infantil y a la vez curioso, lo examinaba lentamente como si nunca hubiera visto algo como Injun en toda su vida. Era el tipo de mirada que siempre le dedico a él las muchas veces que lo atrapo observándolo.  Indiscreto, fijo, como tratando de memorizar cada parte de él. Lo hubiera asustado de no ser porque cada vez que sus miradas se cruzaban, Hyunchul desviaba la mirada al suelo o algún lado, sonrojado.  Esa fue la razón por la que llamo su atención, lo miraba inocente, muy sonriente, y a la vez asustadizo, como un cachorro meneando la cola deseando atención.  Muchas veces se aguanto las ganas de ir y robarlo en ese momento, porque  nunca estaba solo, siempre estaba Lee Injun a su lado, encima de él, fastidiando. 

Hyunchul lo aburría. Lo aburrió cuando lo miro de pie recargado contra la pared del comercio, esperando por él. Mirando el celular de cuando en cuando, alzando la cabecita por encima de la demás gente en busca de él. Tenía el semblante preocupado, pero emocionado. En ratos no podía evitar sonreírse para sí mismo.  Expectante. Traía la expresión de una persona que esperaba algo de alguien, algo que Suhoon no quería dar ni prestar.  Y se sintió aburrido.  Tal vez en otro momento le hubiera parecido tentador y hubiera aprovechado esa oportunidad hasta que hallará a otra persona mejor. Sin embargo, ese no era el momento. Hyunchul no era la persona que deseaba ver. La persona que él deseaba con todo su corazón ver era alguien más alto, de cabello más corto y que no irradiaba esa aura de admirador enamorado por el aire. Es por eso que se fue sin llamar la atención, tomo su celular y llamo a la primera persona en su lista de contactos, la primer persona que no era la que deseaba ver, porque cualquier persona le servía para sacárselo de la cabeza.  Cualquier persona excepto Hyunchul que le causaba dolor de cabeza de solo verlo de pie esperándolo. Bien podía verlo con la cara iluminada de felicidad, corriendo a encontrarlo, nervioso tratando de formar platica con él, guardando silencio sin saber que decir y asintiendo como loco con la cabeza a cualquier cosa que él le pidiera. Como cierta persona antes de que él lo transformara en lo que es ahora.

Pero a Suhoon no le gustaba que le quitaran sus cosas. Menos que otras personas tocaran sus pertenencias, y aunque Hyunchul no era una de “sus cosas” aún, podía asumir que ya le pertenecía. Por eso odiaba el hecho de que de todas las personas en la ciudad, fuera Lee Injun quien estuviera acaparando su atención en ese momento. No a pasado ni un día desde que lo dejo esperando por él, solo, como un tonto, y él parecía ni siquiera prestarle la atención requerida. Incluso mientras hablaron. Hyunchul no parecía enfadado ni resentido. Solo confundido.

Dio la vuelta en el pasillo saliendo hacia los jardines de la escuela, recibiendo de golpe la brisa cálida. Ya pronto seria verano y podía comenzar a escuchar las cigarras chillar. No le gustaba mucho el verano, mucho menos esos días en que el calor lo hacia casi arrastrarse para hacer sus deberes. Paso cerca de las canchas de futbol donde sus compañeros se preparaban para el próximo juego, y lo vio, gritándole cosas incomprensibles a los otros, riendo. Estaba haciéndola de payaso de nuevo, haciendo un bailecito degradante, con la camisa atada en la cabeza mostrando el glorioso pecho en todo su esplendor. Suhoon se detuvo a observar, por un momento toda su mente se puso en blanco, poniendo toda su atención en esa persona, comenzó mirando su rostro, enérgico, con una enorme risa, luego noto el sudor. Gotas brillantes que bajaban resbalándose de la sien doblando por la quijada, arrastrándose lentas por el cuello, recorriéndole los pectorales, escurriéndose por las líneas del abdomen hasta desaparecer en el elástico del short negro, empapando cada milímetro de la hermosa piel. Después su mirada bajo hacia los muslos, que se marcaban fuertes en la delgada tela, los músculos tensándose en cada movimiento de su cadera, al jugar con la pelota recién robada, restirando de más la pobre tela negra, remarcando el trasero. Entonces, todo el universo se detuvo por un segundo, cuando Suhoon, apretando con fuerza la tela de su camisa, vio a Hyunmin observarlo mientras el lo observaba, y sintió que las piernas le fallaban, y se le olvido como respirar. Intento forzar las piernas a moverse, pero no le respondían, vio a Hyunmin reírse a carcajadas y encaminarse hacia él, desatando la camiseta de su frente y usándola como toalla, dando un paso tras otro, echándole un mirada fuerte y burlona, sabiendo lo que le hacia a Suhoon. Al fin, sus piernas respondieron, dando un paso pequeño y luego otro, disimulando su huida, bajando la mirada fingiendo pensar en algo importante, obligándose a no voltear a ver. “¡Oppaa~!!”.

Y Suhoon volteo.

Hyunmin soltó una carcajada apuntándolo con un brazo, doblándose sobre su estomago riéndose, disfrutando de su victoria. Le dijo adiós con señas y le lanzo un beso con la mano, yéndose corriendo de vuelta al juego con la camisa en mano. Mostrando su bien formada espalda bronceándose al sol.

Suhoon sintió la boca seca, de la nada le dio sed. Mucha sed.

Tenia asuntos que resolver con Hyunmin, pronto.