Era un amanecer como cualquier otro, o así lo sintió Hyunchul esa mañana. Había estado llorando toda la tarde y parte de la noche del día anterior, que pensó que su cara estaría hinchada como un pez globo y sus ojos parecerían dos tomates relucientes. Se dio la vuelta, revolcándose entre las sabanas de su cama, sin intenciones de levantarse. Pasaron unos minutos hasta que al fin se resigno suspirando ahí desparramado en el colchón. No era del tipo de persona que adorara levantarse en las mañanas, pero si era del tipo que se acostumbraba rápido a una rutina. Se fue a lavar, tomándose el tiempo necesario, para luego estilizar su cabello, que era un horror en las mañanas, por mas que intentara dejarlo en su lugar, un mechón rebelde siempre se iría al lugar que no le corresponde.

La alarma de su celular sonó informándole que faltaban 30 minutos para la hora de entrada, haciéndolo salir corriendo poniéndose los zapatos a medio camino y abrochándose la corbata en la parada del bus. “aiish~…” se dio un golpe en la frente castigándose por olvidarse de tomar algo para comer en el camino, serian casi 6 horas las que pasaría sin comer. Al llegar a la penúltima parada alzo la vista buscando entre las personas de pie en la parada de autobuses. Sonrió para sí mismo al verlo ahí de pie, avanzando poco a poco, esperando por su turno para subir al camión. Sintió la tibiez de alguien acercarse a él, tomando su mano derecha, entrelazando sus dedos. Hyunchul se encorvo escondiendo su rostro enrojecido, situando ambas manos contra su pecho. No necesitaba ver quien era la persona, ese calor y esas manos eran más que conocidas para él, pertenecían a la persona que mas quería, la persona que lo hacía sentir más amado. La persona sonrió y dejo caer la barbilla en Hyunchul, justo en el hueco que se forma entre el cuello y el hombro, haciendo a Hyunchul estremecer.

Fue entonces cuando Hyunchul despertó de su sueño.

Se enderezo de pronto, con los ojos bien abiertos dando bocanadas, aspirando todo el aire que podía en ese momento. Tenía la frente cubierta en sudor frio, con pequeños mechones de cabello pegados a su rostro. “… no puede… ser…” “¿…que acabo de soñar…?” se preguntaba mientras se hacia el cabello atrás con los dedos.

“¿Que fue eso…?” murmuro mientras se tallaba los ojos ya para levantarse.

“¿Y entonces que paso?” pregunto Injun, dejándose caer sobre el pupitre, lanzando su mochila sobre el escritorio. Jay lo miro con seriedad e hizo un pucherito con los labios.

“fue horrible Injun! Ayer todo estaba bien, me acompaño a las clases, me ayudo con algo de cálculo, todo estaba realmente bien” comenzó a contar mientras sacaba una cajita de su mochila. “Hasta que me descuide pensando en algunas cosas mientras iba cruzando la carretera y un auto salió de la nada y lo… ¡lo APLASTO!”

Injun sintió un vacio de repente, como si le hubieran movido la silla y se fuera a caer. Su respiración comenzó a acelerarse.

“¿D-D… De que estás hablando…? Tartamudeo.

“Hoy tenemos que darle un buen funeral y sepultarlo como se debe” dijo Jay sacando su iPod destrozado de la cajita, fingiendo un ‘snif’

Injun dejo de respirar. Cerró los ojos un momento procesando las palabras de Jay. Bien, fue falsa alarma. Respiro hondo y le dio un golpe seco en la cabeza a Jay.

“Tú idiota, pensé que era algo mas importante! Pensé que te había pasado algo a ti o a alguien, y tú me sales con tu iPod! Aissh~” le reclamo arrebatándole el aparato para luego lanzándoselo de vuelta.

“YaaH! Injun-pabo, trátalo con cuidado!” tomando el iPod entre sus manos dándole un pequeño beso. “no sabes cuanto hizo por mi, ni cuantas guerras a luchado, para al final salvarme la vida! Pobrecito!” Injun sonrió. Las caras que estaba haciendo Jay eran realmente dulces e inocentes, que era imposible estar enojado con él por mucho tiempo.

“te comprare otro, para que ya dejes descansar a ese” dijo recargando la barbilla en la palma de su mano, tomando de nuevo el gadget de las manos de Jay para observarlo mejor. Estaba totalmente destrozado, la pantalla era un millar de estrellitas brillando, todo estaba deshecho. “¿Como paso?”

“saliendo de la clase de matemáticas, iba hacia la clase de ingles cruzando la calle, pero como el semáforo estaba en rojo me distraje pensando en la cita de Hyung y no me di cuenta cuando las personas comenzaron a avanzar, y entonces paso un coche que se llevo el iPod aplastándolo” explico mientras sacaba sus lápices y demás preparándose para la clase. De pronto sintió la sangre írsele a los pies, volteando a ver a Injun con la boca entreabierta, esperando que no se haya dado cuenta de lo que acababa de decir.

“mhmm…” solo asintió Injun, dejando caer la cabeza en la mesa del pupitre. “Tienes que tener mas cuidado, Jay, puedo comprarte otro iPod, pero no puedo comprar otro tú…”

Jay asintió dudoso. “… si… tendré mas cuidado…” dándose la vuelta hacia el pizarrón al ver que llegaba el profesor. Entonces escucho a Injun tomar aire con fuerza y cerró los ojos esperando.

“¿A qué te refieres con cita?” le pregunto Injun jalándolo hacia atrás susurrándole en el oído “¿A que Hyung te refieres?”

“…”

“… Jay…”

“Lee Injun, le molestaría compartir con nosotros su platica con el joven Jeon Jihwan?” Protesto el profesor cruzando los brazos “parece que es mas interesante que mi clase” Injun se puso de pie e hizo una reverencia pidiendo disculpas asegurando que no volvería a pasar. El profesor lo dejo regresar a su asiento, y regreso a dar su plática de historia, remarcando los puntos más importantes en la pizarra.

Jay no tenia mucho tiempo para pensar en un pretexto que decir, no sabía si debía decirle la verdad acerca de Hyunchul y Suhoon o mentirle. La última opción lo hacía sentir culpable con solo pensarla así que la tacho de su mente, tratando de idear otra idea para salirse de esta. Jay suspiro restirando los brazos. ¿y sí mejor decía la verdad? No es como si Hyunchul le haya prohibido contarle a alguien, era secreto solo para Injun porque jay no quería que su mejor amigo saliera lastimado. Pero que pasaba si Injun se enojaba con él? Después de todo fue él el que empujo a Hyunchul a esa cita, ya que Hyunchul por su cuenta seguiría observando de lejos a Suhoon, suspirando. Haciendo caras raras o tratando de meterse la cuchara de comida por la nariz.

Ya era la hora del almuerzo y jay había logrado esquivar exitosamente a Injun toda la mañana.

Se fue directo a los comedores, encontrando a un Hyunchul medio muerto recargado sobre la mesa, observando la nada con los ojos hinchados y la nariz aun rojiza. Puso la bandeja con su almuerzo a un lado, se dedico a observarlo un poco mas. Hyunchul no se movia, y muy apenas parpadeaba, llevaba casi dos minutos inerte, y podía imaginarse lo que pasaba por esa cabecita en ese momento. Después de todo fue plantado por su gran amor platónico el día anterior. Tomo su sándwich, dándole la primera mordida, tratando de hacer el menor ruido posible para no sacar a Hyunchul de su trance. A excepción de ellos, toda la cafetería estaba llena de sonidos, gente gritando, corriendo de un lado a otro. Ya llevaba casi la mitad de su sándwich cuando escucho un gruñido venir del estomago de Hyunchul.

“Hyung…?”

No hubo respuesta hasta que le vio los ojos engrandecerse y abrir la boca para decir algo. Vio un objeto cruzar por el aire para darle a Hyunchul en la cara. Pan. Vio a un Injun malhumorado cruzar entre la gente y llegar a ellos, mirando con cara de disgusto a su Hyung.

“lávate la cara antes de venir! Pareces un cadáver!”

Hyunchul que ya estaba devorando el pan, le miro con odio.

“poeff nfo fa mfires!”

“no hables con la boca llena que no te entiendo nada!”

Jay suspiro. “ya van a comenzar…”

“Él comenzó! Tu lo viste jay!”

“nope! Fuiste tú el que estaba pidiendo a gritos que lo sacaran de zombielandia! O no es cierto, jay? Tu lo viste!”

“no, yo no se nada! A mi no me metan en esto” dijo haciéndose a un lado excluyéndose de la pelea.

“YaaH! Jay, no seas asi~ no te pongas del lado del tonto de Karam!”

“es Hyung! No Karam, Injun-pabo! Aprende a respetarme!” metiéndose otro pedazo de pan en la boca.

“aishh~ ni siquiera me reclama por decirle tonto! Y te apuesto que ni compro algo para comer! Dime, que hubieras comido si no te hubiera comprado algo yo!?” le achaco apuntándolo con el dedo índice.

 “ahh” exclamo tomando a Injun de la mano sosteniéndola y examinándola entre las suyas.

“tus manos son tan femeninas, como puede ser?” dijo sorprendido, entrelazando sus manos para medirlas. Injun arrebato su mano envolviéndola con su otra mano, sintiendo  un calor desconocido llenarle el cuerpo.

“no son femeninas!” se defendió. “Solo tengo mejor piel que tú!” dijo abriendo su caja de lonche, dándole otra más a Hyunchul y jay.

Jay tomo la caja, dándose cuenta del pequeño temblor en las manos de Injun y se rio, dándole una palmadita notando el rubor en su rostro.

Era la primera vez que veía a Injun sonrojarse por Hyunchul le daban tantas ganas de tomarle un fotografía y sobornarlo con ella por el resto de su vida.