***

La puerta se abre con un sonido estrepitoso cuando esta choca contra la pared, y al cerrarse se escucha otro golpe, el sonido no parece ser menos intenso, la chica de cabello castaño claro sale del baño con una mano en el pecho tratando de calmar su agitando corazón ante el susto que le ha provocado, en la otra mano sostiene un cepillo de dientes y algo de espuma adornan sus carnosos labios.

TaeYeon se aproxima hacia Sunny cual puma a su victima, tira su bolso al suelo acercándose a la menor, la empuja y hace chocar con fuerza la espalda de la menor contra la pared de al lado de la puerta del baño, el impacto permite que sin querer se sale un quejido de sus labios, algo de aire mentolado se escapa y es cuando la mayor aprovechando la apertura, captura aquellos labios que había deseado tomar el resto del día.

Sunny tiene los ojos bastante abiertos y empieza a mover sus labios un poco torpes con los de TaeYeon, quien tiene su cuerpo totalmente pegado al de la menor, es entonces cuando sus manos que antes acorralaban a sunny por los costados empiezan a descender hasta la parte baja de los glúteos de la pequeña Lee, es allí cuando la menor se deja llevar y cierra sus ojos.

Con un quejido robusto de la mayor haciendo un poco de fuerza para levantar el menudo cuerpo, cuando lo logra su pelvis es empujada un poco más hacia el frente para sostener a la chica entre su cuerpo y la pared, Sunny con agilidad envuelve sus piernas alrededor de la cintura de la mayor y los brazos abrazan el cuello. Cuando la menor siente que Tae toma un poco de impulso, bajando un poco su cuerpo con sus manos aún en su parte trasera y la levanta sin despegarse de sus labios, ella aprovecha y toma la cara de su amiga entre sus manos, sosteniéndola por las mejillas, ambas empiezan un juego de miradas, ambos rostros serios y colorados, Soonkyu piensa en un principio que iba a ver solo lujuria en la mirada de su amiga, pero puede ver algo mas como los ojos de la chica de cabello más oscuro parecen achicarse un poco y volverse más penetrante “Que…” la pequeña intenta hablar, pero TaeYeon la pega más a la pared y posee solo el labio inferior de la otra, lo suelta con rudeza y Sunny traga fuerte y sonoro “No quiero…” aprieta un poco su mandíbula y contiene aire para soltarlo de inmediato, el vaivén de su pecho jadeante en busca de aire hace subir y bajar levemente el cuerpo de sunny que aun sigue apretando sus piernas a la cintura de la mayor “No quiero, que vuelvas a hacer eso” dice bajando la mirada hasta sus cuerpos unidos. La menor arruga su rostro sin entender nada y afloja el agarre en el cuello, y es cuando TaeYeon vuelve a pegar aun mas la espalda de Sunny a la pared, dándole un aviso “Tae, no seas brusca” dice cerrando los ojos por el pequeño dolor del golpe “No sabes como me sentí cuando besaste a Jessica” la mayor adentra su rostro metiéndolo en el cuello de Sunny, quien abraza la cabeza de Tae “Y tú si puedes hacerlo con Tiffany?” dice con un tono desconcertante, empuja un poco a su amiga y pone una pierna en el suelo, pero la chica kim siempre, siempre ha sido rápida cuando se trata de Sunny, sostiene una pierna y el brazo libre lo pega a la pared evitándole el paso a su amiga, su rostro está frente a los pequeños ojos de la menuda chica, su mirada se pierde en los rasgos de su amiga. Soonkyu espera que algo bueno pueda salir de la boca de TaeYeon antes de que reviente la nariz de un puñetazo “Yo, te quiero” dice dejando escapar aire, como si fuera un ritual donde dejaba ser libre un peso gigante. Agacha su cabeza, buscando un lugar donde ponerla y es cuando deja caer su frente en el hombro de la menor, quien mira al frente en dirección de la ventana que lleva luz a su cuarto, esperando que alguna respuesta divina haga su aparición y le permita ser feliz por el resto de su vida con esas solas palabras.

*

*

*

Jessica viene saliendo de su casa con lentes oscuros y revisa su reflejo en la ventana tintada del auto antes de desactivar la alarma para entrar en el. Una vez dentro retira los lentes y mira sus ojos en el retrovisor, maquilla un poco debajo de los ojos y acomoda su flequillo que ya estaba perfecto. un “tic tic” en el vidrio de su ventana le hace despejar su atención, con un botón situado en su puerta el vidrio baja a un ritmo calmado “Hola Tiff”  dice poniendo sus lentes oscuros nuevamente “¿A dónde v