Capítulo 5

Wolf (늑대와 미녀 ) (Hiatus por reedición)
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Mira a esa chica aterrorizada, no puede comprender la situación frente a sus ojos.

 

Aquella tarde había más jaleo del habitual en el restaurante de la familia Wu, y aquello se debía a los once chicos sentados entorno a un grupo de cuatro mesas ocupadas por platos, vasos, palillos, folios y libros esparcidos por igual. El duodécimo miembro del grupo, conocido como Kris, iba entre las mesas ayudando a su madre a atender a los clientes y limpiar las mesas, y de vez en cuando pidiendo a sus amigos que hicieran menos ruido.

En aquel momento, la atención de todo el grupo se centraba en Sehun y en el problema que cada vez le tenía más ansioso, y del que Tao se había chivado vilmente a los mayores.

-¿Qué aún no se lo has pedido? ¡Apenas faltan tres días para el baile ese! Como sigas así, tendrás que llevar a Luhan de acompañante otra vez -estaba reprendiéndole Jongdae, aunque más bien parecía burlarse de él.

-Ya lo sé -respondió el menor, harto ya de todos, -pero no es fácil, ¿vale? ¿Y si me dice que no?

En realidad, más que miedo al rechazo, sentía una vergüenza terrible solo de pensarlo, ni siquiera había sido capaz de sacarle el tema del baile, por eso la mayor parte de sus esfuerzos habían terminado dirigidos hacia espantar a todos los demás chicos del instituto para que nadie le arrebatase su oportunidad, a la espera de reunir el coraje suficiente para pedírselo.

-Sehun, no va a rechazarte, es imposible, incluso aunque aún no lo sepa, es tu pareja y te quiere, te dirá que sí -aseveró Suho, que era como la madre de todos y el único al que realmente parecía importarle la angustia del menor.

-Exacto -intervino Luhan, -y por eso vamos a ayudarte a que se lo pidas, entre todos tenemos bastante experiencia y seremos de ayuda.

-Hyung no hace... -empezó a protestar Sehun, pero era demasiado tarde, ya se habían lanzado todos a hacer planes a lo loco, demasiado emocionados.

Las palabras se mezclaban unas con otras y Sehun solo podía captar retazos de las frases. Soltó un sonido de exasperación y se dejó caer, golpeando la mesa con su frente, exactamente lo que quería hacer con sus amigos.

-Ya está, te presentarás en su casa con un ramo de flores y de lo pedirás -exclamó Luhan por encima de todos, como si hubiese tenido la idea más brillante del universo, al nivel de la electricidad.

-Mejor que no -replicó Sehun, recordando las miradas que el padre de Youngmi le echaba cada vez que le veía cerca. Si mataran, ya habría muerto varias veces.

-Pues mira, piensa tú algo, pero hazlo de una vez y deja de andar por ahí como... -empezó a decir Baekhyun, pero ninguno se enteró de qué era lo que parecía Sehun, pues en ese momento se abrió la puerta y por ella entró ni más ni menos que Youngmi.

La cabeza de Sehun giró como si tuviera un resorte nada más oír el sonido de la campanilla y se quedó hipnotizado mirándola. Mientras sus amigos cuchicheaban, los mayores preguntando si aquella era la chica que traía por el camino de la amargura a su amigo, pero este ya no se enteraba de nada.

 

#

 

Youngmi se encontraba en el bosque, pero estaba oscuro, tanto que no podía ver. Y corría, corría y corría, sin mirar hacia dónde iba, solo huía aunque no sabía de qué. Como un eco resonaba una voz que la llamaba...

Y entonces se despertó. Estaba en su cuarto, en la cama, el libro de historia abierto a su lado y la persona que la llamaba era su madre para despertarla, pues se había quedado dormida. Respiró aliviada, solo había sido un sueño.

El motivo de su madre para despertarla resultó ser que no le apetecía cocinar y que tenía que hacer no sé qué cosa, así que tenía que ir al restaurante de comida china que había visto el otro día para comprar la cena, ya que ella no tenía tiempo.

Y por eso se encontraba en la calle, con el croquis que su madre le había dibujado y tratando de encontrar el camino, sin poder decidir qué era peor, si el susodicho mapa o su sentido de la orientación. Finalmente, gracias a las indicaciones de una amable señora, logró llegar a su destino.

El restaurante era un lugar pequeño, pero acogedor, el tipo de restaurante que era un negocio familiar. Estaba decorado con los típicos motivos y colores chinos, pero con muy buen gusto. El típico lugar que a su madre solía gustarle.

Youngmi entró, haciendo sonar la campanilla que colgaba sobre la puerta, inmediatamente un chico altísimo se volvió al oír el sonido.

-Bienvenida -la saludó amablemente, con una reverencia.

-Hol... ¿Kevin?

Se quedó pasmada mirando al chico. No podía ser él, hacía años que había vuelto a china.

-¿Youngmi? -el chico estaba tanto o más asombrado que ella. -¡Youngmi!

Sin pensarlo dos veces recorrió la escasa distancia que los separaba y la envolvió en un abrazo de oso que casi la parte en dos, pero que la chica correspondió con ganas, alegre de reencontrarse con él tras tanto tiempo.

Mientras, en la zona más alejada del restaurante, once pares de ojos contemplaban asombrados la escena, y los mismo hacía la madre de Kris desde el mostrador. Aunque ella no dudo en acercarse y abrazar a la chica en cuanto su hijo la soltó.

-Dios mío, Youngmi, cuanto tiempo. Mira cuánto has crecido y qué guapa estás, eres toda una mujer.

-Gracias, señora Wu, yo también me alegro de verla.

-¿Y qué haces aquí? ¿Cómo están tus padres? ¿Y tu hermano? -la siguió bombardeando a preguntas, sin dejar hablar a su hijo.

-Pues nos mudamos aquí hace poco por el trabajo de mi padre, ya sabe. Y, bueno, mis padres siguen bien, como siempre, y mi hermano se fue a Inglaterra, a la universidad, pero me escribe casi todos los días, y está muy bien también. Gracias por preguntar.

-Me alegro mucho cielo, bueno, voy a seguir atendiendo, que Kris te coja el pedido, hoy te invitamos a cenar, y espero que vengas a menudo.

-Lo haré, señora Wu, y muchas gracias -respondió la chica. -¿Kris? -le preguntó al chico en cuanto su madre se fue.

-Sí, así me llamo aquí -explicó.

-Como sigas añadiendo nombres a la lista vas a terminar por tener un problema de identidad, BenBen -bromeó la chica.

-No me puedo creer que aún recuerdes eso -se quejó Kris, que lo odiaba.

-¿BenBen?¿Qué es eso, ge? -preguntó Tao acercándose a ellos, junto con Sehun, que ya no había podido resistir más sin saber lo que pasaba allí.

-Así me llamaba el idiota de su hermano -explicó el mayor.

-¿Tienes un hermano? -preguntó Tao.

-Espera, ¿os conocíais? -preguntó a su vez Sehun, superponiéndose al otro.

-Sí, así es -explicó Youngmi, -éramos vecinos cuando vivía en Canadá y era amigo de mi hermano, luego se fue y no volví a saber de él, hasta hoy. ¿Y vosotros os conocéis?

-Sí, somos amigos desde que Kris ge se vino a vivir aquí, hace ya varios años. Oye, ¿por qué no te sientas con nosotros mientras preparan tu comida? Así te presento al resto, que te quieren conocer.

-Eh... Bueno, vale.

-Toma, apunta aquí lo que quieres -dijo Kris tendiéndole un papel.

-Ven, yo te ayudo a elegir -apostilló Tao arrastrándola a una mesa cercana para coger un menú.

-¿Es esa Youngmi? -interrogó Kris a Sehun en cuanto los otro dos se alejaron.

-Sí, es ella. No tenía ni idea de que la conocías...

-Bueno, el mundo es un pañuelo -replicó encogiéndose de hombros. -Pero me alegro, por los dos, es una buena chica y sé que estará bien contigo. Así que échale valor y dile lo del viernes, porque la conozco y lo he visto en sus ojos, te aprecia y dirá que sí.

-¿Me...aprecia? -repitió, con cierta decepción.

-Bueno, no es que te ame locamente, pero te quiere, idiota. Te ha visto a ti antes que a Tao y sus ojos se han iluminado. Creo que empieza a notar el lazo que os ata, así que no tengas miedo. De hecho, ahora me parece una buena oportunidad, ve y sálvala de esos salvajes -apuntó hacia la mesa donde estaban sus amigos, -y de paso me traes el pedido.

Y dicho eso se alejó, dejando a Sehun confundido pero menos angustiado que antes, aquella información era sin duda más útil que todos los planes y consejos que le habían dado hasta el momento. Con nueva determinación volvió a la mesa con sus amigos, donde se encontraba ya la chica, soportando las preguntas y bromas estúpidas de sus amigos, aunque parecía pasarlo en grande con ellos, pese a que se portaban como unos completos idiotas.

Sehun se sentó entre ellos, de frente a la chica para poder observarla sin que se notase, y pronto entablaron entre todos una conversación sobre las diferencias entre Corea, China y Canadá, a la que también se unió Kris para terminar contando junto con Youngmi viejas historias de su vida en Canadá.

Finalmente, cuando el pedido de la chica estuvo listo, Sehun se ofreció a acompañarla a su casa, alegando que ya era tarde, y ninguno de los demás dijo nada para concederle esa oportunidad. De hecho, todos le dijeron palabras de ánimo, y alguna amenaza, para que lo hiciese de una vez.

Al poco rato de que los dos chicos se fueran, Kris se sentó en la mesa con ellos pues el restaurante estaba ya prácticamente vacío. Kai provechó para preguntarle a Kris por aquel misterio que Kyungsoo y él no lograban resolver.

-Kris, ¿tú sabes si Youngmi es, bueno, más bien si no es exactamente humana? Ya sabes, tal vez alguna otra cosa...

-¿Te refieres a un ser mágico? -Kai asintió, expectante. -¿Por qué quieres saberlo?

El moreno suspiró y procedió a relatarles lo sucedido aquel día en la sala de bailes con pelos y señales, menos mal que Sehun no estaba o le habría matado o, al menos, dado una buena paliza. Los de su especie eran realmente celosos y posesivos.

-Vaya... -dijo Kris cuando el moreno terminó.

-¿Solo eso? ¿Vaya? Llevo días devanándome los sesos con esto, sintiéndome mal, no sé qué hacer...

-Está bien, te aclararé tu misterio, para que puedas dejar de sentirte así, porque eso no fue culpa tuya. -Kris respiró hondo y comenzó. -Tienes razón, Youngmi no es totalmente humana, sangre mágica corre por sus venas. Su madre es, o más bien era, una sirena, hasta que se enamoró de su padre y renunció a todo para estar con él, incluso a su cola y la magia inherente a su especie. Su hermano me contó todo esto porque le preocupaba Youngmi; resulta que a las hijas de las sirenas, pero no a los hijos, esto también les afecta de alguna forma.

>>Cuando estas chicas alcanzan cierta edad deben enamorarse, encontrar a un chico humano que las ame, para poder quedarse en tierra, sino el hechizo se revertirá y la hija volverá a ser una sirena, volverá al mar. Pero, por otra parte, las sirenas solo se enamoran una única vez en su vida, lo cual es peligroso porque, si se enamoran de un humano y éste la rechazara o la abandonara al tiempo, la sirena muere, se convierte en espuma de mar.

>>Eso significa que, cuando su padre muera, su madre lo hará, pero tam

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Comments

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Kte_Giraldo
#1
Chapter 4: Espero que actualices pronto me ha gustado demasiado.
littlekawaiiai #2
Chapter 1: ¡Por fin encuentro algo en español! De momento me he quedado con la intriga de qué pasará en el siguiente capítulo, espero que actualices pronto. De verdad, la historia me ha enamorado. Mucha suerte con ella~^^