POV Minzy

Me despedí de Chunji prometiendo que regresaría pronto. Abordé el avión. Llegué por la tarde a Nueva York. En el aeropuerto me recibía el secretario Santana, quien me asistiría durante la reunión con los empresarios de Beauty Company. Estaba un poco nerviosa, era mi primera acción como director general de la empresa, de mi decisión no solo dependía mi futuro sino el de los trabajadores de la compañía.

-¿Cómo estuvo su viaje Sra.? - El secretario Santana era muy amable
-Estuvo bien, gracias - Contesté

Me llevó al lujoso hotel donde me hospedaría durante el par de días en que estaba programada la firma del contrato. El secretario me informaba sobre mi itinerario, después de todo, este era el lado no tan divertido de los negocios. Después de acordar mi agenda, el secretario me dejo en mi habitación. Me arroje sobre la cama y enseguida envié un e-mail a Chunji para hacerle saber que ya había llegado a Nueva York.

[Minzy]
Esposito.
Ya llegué a Nueva York, la habitación está tan vacía. Los extraño mucho. Dale mucho amor a nuestra pequeña Sun Hee

Te amo.

[Chunji]
¿Esposito? Eso es gracioso y lindo. Yo también te extraño mucho, ambos te extrañamos. Cuídate mucho, de acuerdo. Quiero que llegues en una sola pieza a Seúl.

Te amo mi pequeño panda

Después de un par de tiernos mensajes más me quedaba completamente dormida con el celular sobre la mano. Por la mañana el secretario llegaba para despertarme, debía asistir al desayuno para presentarme ante Beauty Company. Con mi cabeza aún adormilada entré a la ducha, me puse un atuendo bastante formal y salí de la habitación para unirme con el secretario y las personas de BC. Al presentarme ante ellos se sorprendían al ver que era bastante joven para manejar la compañía.

-¿Qué edad tienes? - Preguntó una mujer de mediana edad
-Tengo 19 años - Contesté con seguridad
-Vaya, tienes menos de la mitad de años que la mayoría de nosotros - Respondía la mujer
-No se preocupen por mi edad, estoy segura que la mayoría empezó en los negocios a mi edad, así que no se fijen mucho en eso
-La gente joven empieza a apoderarse de los negocios - Comentaba un hombre junto a la señora de hace un momento

Entendía su comentario, de acuerdo a lo que había investigado, el presidente de Beauty Company era hombre joven, alrededor de los 25. Había heredado la empresa y la habilidad en los negocios de su padre fallecido hace algunos años. Edward Moore, quien no había podido asistir al desayuna debido a que se encontraba en un viaje de negocios. Me encontraría con él hasta mañana en la firma del contrato.
Lograba comprender la mayor parte de la conversación que se llevaba a cabo en la mesa del desayuno gracias a mis clases de Economía y Política que tenía en la universidad, además de que el secretario Santana me auxiliaba con algunas cosas.
El desayuno era un éxito, después de acordar las condiciones del contrato me retiré de la mesa.
Fui a mi habitación y cambié mi atuendo para salir un rato a caminar por la ciudad. La primera vez que visitaba esta ciudad yo aún estaba en pañales, quizás tenía como 3 años, realmente no lo recuerdo. Pasé por un par de tiendas antes de detenerme en una enorme tienda de música, entré y merodee por el área. Después de recorrer casi la mitad de la tienda un escaparate llamó mi atención, reconocí inmediatamente el logotipo en la portada del disco. “Teen Top No.1” Sonreí para mis adentros y los tomé con confianza. No sabía que su popularidad llegará hasta el otro lado del mundo. Sin pensarlo más tiempo, compré el disco. Al término de mis compras regrese al lujoso hotel para descansar. Me refrescaba mientras sacaba de entre todas las bolsas el disco rojo. Tomé algunas fotografías con poses lindas junto al disco. Envíe una de ellas a Chunji.

[Minzy]
Paseando por Nueva York me encontré con esto. Espero obtener un autógrafo del y chico de cabello morado… ¿podré?

Adjunté una de las fotos.

[Chunji]
No sabía que nuestros discos se vendieran tan bien.
¿Un autógrafo, ah? Es bastante difícil obtener la firma de esa persona, pero puedo conseguirla. El precio será alto ¿Quieres intentarlo?

[Minzy]
Yah, ¿Por qué es tan difícil obtener su firma, ah?

[Chunji]
Wah, estar tanto tiempo lejos de mi te afecta ¿cierto? Te entiendo, me sucede lo mismo cuando no te tengo a mi lado.
De acuerdo, firmaré lo que quieras si estás de acuerdo en terminar lo que quedo pendiente en Jeju Island

Al terminar de leer el mensaje mi mente se transportó hasta la maravillosa noche de bodas que pasábamos en Jeju, inmediatamente entendí a que se refería. Aquella noche nuestros apasionados deseos habían sido postergados.
Sonreí sintiendo un ligero rubor apoderándose de mis mejillas al recordar esa noche.
Contesté de forma pícara a su mensaje. Platicamos toda la noche a través de mensajes hasta que me quedaba dormida.
A la mañana siguiente me levantaba por mi cuenta, a pesar de que me había desvelado la noche anterior conversando con Chunji, me sentía muy enérgica, esta tarde se llevaría a cabo la firma del contrato y después de eso podría regresar a Seúl.
Después de mi ducha matutina me arreglé bastante casual para ir a desayunar al lujoso restaurant italiano cerca del hotel. Estaba disfrutando de mi exquisita comida cuando otro cliente se sentó junto a mi mesa. Era un hombre, probablemente entre los 25 años, su cabello era castaño muy claro y liso, y sus ojos azul zafiro miraban fijamente la carta. No parecía ser un personaje normal, su atuendo de diseñador, costoso reloj de marca reconocida y fina joyería sobre sus dedos lo deja entrever. Su rostro me resultaba sumamente familiar, lo miré detenidamente hasta que se dio cuenta de que lo estaba observando. Evité sus ojos azules regresando a mi desayuno, aparentemente el continuó y ordenó su comida. Haciendo un recuento mental recordé la identidad de la persona. Él era Edward Moore, el presidente de Beauty Company. Volví a mirar hacia donde se encontraba, el joven empresario estaba degustando un fino vino. Nuestras miradas volvían a encontrarse, sonreí tímidamente y me levanté de mi mesa acercándome a la de él.

-Buenos días Sr. Moore - Dije amablemente

Él me miró con asombro, quizás por mi atrevido acercamiento. Asintió ligeramente mientras regresaba la copa de vino a la mesa.

-Soy Montserrat Ontiveros, Gerente General de Natural Beauty
-¿Natural Beauty? - Dijo en un silencioso tono. Se levantó de su mesa ofreciéndome el asiento frente a él - Creí que la reunión para la firma del contrato se llevaría a cabo esta tarde
-Así será - Contesté

Me invitó una copa de vino y continuamos con la conversación.

-He escuchado mucho de ti, ¿no crees que eres muy joven para los negocios? - Comentó
-Lo mismo te preguntaría - Contesté con una calmada sonrisa - Le prometí a mi abuelo cuidar de la empresa de mi madre,

Tuvimos una larga charla, a pesar de su corta edad, Edward era una persona seria y agradable. A nuestra mesa llegó una hermosa señorita de largo cabello rubio y ojos color miel. El chico se puso de pie para recibir a la chica.

-Minzy - Le pedía que me llamara así - Ella es mi novia, Mía, Mía Evans

La rubia sonrió amablemente, sus mejillas se llenaron de un hermoso tono que la hacía ver aún más linda. Edward ofreció el asiento a su lado a su novia.

-Mucho gusto - Dije amablemente - Soy Montserrat Ontiveros, llámame Minzy

La chica, aún sonrojada asintió con una tímida sonrisa.

-Veo que tienes una sortija ¿Estás comprometida? - Comentaba Edward al señalar mi mano

Sonreí alegremente ante la pregunta.

-De hecho, me casé hace algunos meses con un adorable hombre coreano, tenemos una pequeña niña

Miró con asombro mi respuesta.

-Vaya - Decían aún sorprendido - Me sorprendes cada vez más

Continuamos conversando amenamente por un rato más, después me despedí. Ellos eran muy adorables, me recordaban a mí y a Chunji. Extrañaba mucho a ese hombre que tanto me hacía feliz. Ansiaba tomar sus manos, acariciar su rostro, besar sus dulces labios y ser cobijada por sus cálidos brazos.

Por la tarde se llevó a cabo la junta para la firma del contrato que duró algunas horas, al final de dicha reunión, el presidente de BC estrechó amistosamente mi mano.

-Es tu última noche en la ciudad ¿cierto? - Preguntaba Edward
-Sí, mañana regresaré a Seúl
-¿Por qué no nos acompañas a Mía y a mí a Vermont? Su hermana se presenta en la filarmónica. Sería una relajante manera de celebrar nuestro reciente y exitoso convenio
-¿Vermont? ¿Eso no está como a 300 millas de aquí? - Dije un poco sorprendida
-Más o menos - Comentó en un tono tranquilizador - No te preocupes, iremos en el jet privado de la compañía

El elegante chico sonrió, sin pensarlo mucho acepté la invitación. Regresé al hotel para cambiar mi atuendo, afortunadamente cargaba con un elegante vestido gris en mi maleta, maquillé sutilmente mi rostro y peiné mi cabello. Justo cuando terminaba de arreglarme una persona llegó a mi puerta, el hombre me guio hasta un auto afuera del hotel y emprendimos el viaje hasta el aeropuerto de la compañía al norte de la ciudad. En el lugar ya se encontraba Edward y su adorable novia vestidos para la ocasión. 
Subimos al jet, y aunque al principio me sentía un poco tímida a lo largo del viaje comencé a sentirme más cómoda.

-Entonces, ¿tu esposo también se dedica a los negocios? - Preguntó curioso
-De hecho no, él trabaja en la industria musical - Sonreí ampliamente mientras contestaba - Pertenece a un famoso grupo coreano
-Wow - Dijo con evidente asombro - Sin duda tu vida está llena de sorpresas

Reí tímidamente y seguí hablando sobre mi maravilloso hombre. Perdía la noción del tiempo en nuestra agradable charla, ya habíamos aterrizado en Vermont y nos dirigíamos hacia el distinguido teatro donde se presentaría la hermana de Mía. Disfruté de la velada hasta nuestro regreso al aeropuerto. Una azafata nos recordaba nuevamente algunas de las indicaciones. Para el viaje de regreso me aparté un poco de la feliz pareja para darles un poco de privacidad. Me senté en uno de los cómodos asientos de piel mientras se me escapaba un largo suspiro pensando en Chunji, mi cuerpo estaba agotado así pronto logre quedarme dormida.
Desperté fácilmente debido a los bruscos movimientos que estaba teniendo sobre mi asiento.

-¿Qué está ocurriendo Tina? - Edward preguntaba en un tono alarmante a la azafata
-Tranquilícese Sr. Moore, todo está bajo control - Decía la mujer en un intento de mantenernos calmados

En todas mis experiencias de vuelo nunca me había sucedido algo similar. Un espantoso escalofrío recorrió mi cuerpo y erizó mi piel al máximo al pensar que algo podría ocurrir. Respiré profundo y también trataba de tranquilizarme, mis manos temblorosas y frías se entrelazaron.
Y fue en ese momento cuando vi toda mi vida pasar frente a mis ojos, parecía una escena de la más tormentosa y obscura película, la parte frontal del jet empezó a deshacerse delante de nosotros, mi corazón dejó de latir por un instante y un par de lágrimas bajaron a través de mis mejillas. Escuché los gritos, alarmas y las luces rojas encendiendo. No había salida, mi fin se aproximaba, en mi mente solo estaba mi hermosa Sun Hee y Chunji, mi padre, hermana y amigos. Enseguida sentí mi cuerpo ser golpeado salvajemente y a mi alrededor se obscureció, perdiendo contacto con el mundo exterior.

“¿Siguen sin saber la identidad de la chica?”
Escuchaba a un par de mujeres hablar a mi lado. Lentamente mi cuerpo recobraba sensibilidad y con dificultad lograba mover mi dedo índice. Enseguida mis parpados tuvieron la fuerza suficiente para abrirse, por un momento me cegó la luz, cuando mi vista se acostumbró a ella, miré alrededor. Estaba en una habitación blanca y azul, mi muñeca se encontraba conectada a un aparato, y el “bip” del aparato contiguo al anterior llenaba el silencio de la habitación. Reuní energía en mis piernas para poder levantarme, me maree un poco pero lograba sentarme en la cama.
No sabía qué lugar era este, ni como había llegado aquí. No podía recordar nada. Intenté buscar en mi mente información pero en ella todo era borroso y confuso. Me estremecí por completo, en mi cabeza no había ningún recuerdo, ninguna memoria, absolutamente nada. Liberé mi muñeca de la aguja y puse mis pies sobre el frío suelo. Con mi torpe caminar llegué hasta la puerta y salí de la habitación, las luces del pasillo eran tenues y algo sombrías. Caminé con lentitud hasta que me detuve por un momento, sobre la superficie de vidrio se encontraba mi reflejo. Una de mis manos rosó la imagen sobre el frío vidrio, la otra mano tocó mi mejilla. De mis ojos corrieron rápidamente algunas lágrimas. El reflejo frente a mí ni siquiera podía reconocerlo. No podía reconocer incluso mi propia imagen.