"Staring at the ceiling in the dark
Same old empty feeling in your heart"

23 días 5 horas 48 minutos

Sulli POV

Se sentía demasiado avergonzada como para concentrarse, llevaba varias horas sentada en su escritorio mirando la misma hoja de su libro y seguía sin saber ni siquiera la asignatura que se supone que estaba estudiando. No paraba de recordar que se había despertado en la cama de Minho después de un ridículo ataque de pánico, él sin duda estaría enfadado con ella, porque cuando abrió los ojos lo primero que había visto era  a el chico mirándola con una expresión extraña, le había preguntado si estaba bien y cuando se aseguró de que así era las únicas palabras que le había dicho eran: "Vete, por favor". Era lo más normal del mundo, Sulli aún no entendía como es que le permitió quedarse, debería de haberla echado de su habitación en lugar de ser tan bueno con ella. Minho debería de odiarla, puede que si la recordase la odiaría. 

Una parte de ella deseaba contarselo todo, decirle a Minho quién era ella y quién era él, contarle absolutamente todo, pero no podía, él tenía que recordar las cosas por si mismo porque si ella se lo decía puede que él nunca recupere sus recuerdos, saber que había perdido la memoria y que eso lo torturaba hizo que Sulli se sintiese como una asesina, si el Minho de antes ya no existía ¿No significaba eso que ella lo mató? 

-Sulli...- La voz de Amber la sobresaltó, no la había escuchado entrar pero podía sentir se presencia detrás de ella.

-¿Donde estabas? ¿Estás bien?- Sulli no se dio la vuelta, su voz sonaba indiferente y algo molesta, ni siquiera se dio la vuelta.

-Necesitaba encontrar a alguien.

-¿A Key?

-No... A otra persona... Lo siento ¿Estás muy enfadada?

-No estoy enfadada- Concluyó Sulli fingiendo que volvía a leer el libro que tenía delante- Estaba preocupada y asustada, no enfadada.

-Lo siento... No pensé que te despertarías...

-¿Cómo sabes que me desperté?- Sulli se dio la vuelta para por fin mirar a Amber y el aspecto de esta no parecía mucho mejor que el suyo, parecía que no había sido una buena noche para ninguna de las dos.  Amber hizo una mueca extraña, en sus manos tenía varias hojas de papel arrugadas que parecían arrancadas de alguna parte, Sulli se levantó para tomar una y se dio cuenta de que eran fotos de ella la noche anterior, estaba claro que las personas que la odiaban no podían dejar pasar una oportunidad tan buena. La chica suspiró y su teléfono comenzó a sonar, nada más descolgarlo los gritos de su madre adoptiva se escucharon por toda la habitación.

-¿¡Cómo puede una señorita de tu clase correr por la universidad en camisón y encima permitir que le saquen fotos!? ¿EN QUE DEMONIOS ESTABAS PENSANDO?- Su madre adoptiva no era una mala mujer, pero sus expectativas para Sulli rara vez dejaban de rozar el cielo, quería una hija perfecta como si se hubiese criado en una casa de clase alta durante toda su vida, puede que Sulli hubiese sido prácticamente "entrenada" durante toda su adolescencia para complacer a sus padres, pero jamás era suficiente.

-No fue algo que quisiese hacer a propósito- Dijo ella intentando mantener la calma, no debía enfadarse o llorar, eso empeoraría las cosas.

-Esta noche harémos una cena con tu prometido, vais a casaros en menos de un mes así que creo que es el momento de empezar con las últimas preparaciones.

-No voy a casarme- Repitió Sulli de forma automática, no importaba que hubiese dicho esa frase miles de veces, nadie nunca parecía escucharla.

-Espero que te arregles de forma que tu prometido no reconsidere el acuerdo después del escándalo de esta mañana, si ese matrimonio se cancela por culpa de tus descuidos....

-No voy a casarme- Volvió a decir ella sin elevar la voz y finalizando la llamada, miró a Amber que no había dejado de observarla todo el tiempo, parecía como si no quisiese preguntarlo pero la urgencia en su cara parecía más poderosa que la compasión.

-Sulli... ¿Donde estuviste anoche?

-En el cuarto de Minho, no pude evitarlo, lo hice sin pensar.

-¿Es él? ¿Minho es el niño del orfanato del que me hablaste? - Los ojos de Sulli se abrieron más de lo normal y se quedó algo perpleja ¿Cómo sabía Amber que Minho era aquel niño? Minho llegó al orfanato después de que Amber se marchara, no podía haberlo reconocido.

-¿Cómo sabes eso?

-Tengo algo que contarte....

El móvil comenzó de sonar de nuevo y Sulli lo respondió después de pensarselo durante unos segundos, no apartó la mirada de Amber en ningún momento, esa vez la voz le habló de una forma mucho más suave, Minho quería verla y parecía que también era urgente, sin duda ese día no iba a ser el favorito de Sulli.

Minho no quería admitirlo pero estaba claro que la había ayudado, Key también estaba allí y ambos parecían enfadados por el incidente de las fotos Sulli se sintió conmovida ante ello y no tuvo más remedio que agradecerles que hubiesen recorrido toda la universidad para desaparecer todas las copias de la foto que habían sigo colgadas por todas partes.

-Bueno, debo de irme, Mr. Nobody,  no lleges tarde- Se despidió Key haciendo un gesto con la mano y guiñándole un ojo a Sulli, eso la hizo sonreír, Key siempre andaba siendo coqueto con todo el mundo, pero de una forma divertida y eso hacía gracia a la chica.

-Dije que no quería ir contigo- Se quejó Minho mientras Key se alejaba.

-Dijiste que vendrías conmigo cuando no quisiera hacer algo solo ¿No? Ahora sé un hombre y cumple tu palabra- Canturreó Key hasta que se alejó del todo.

-¿Donde tiene que ir?- Preguntó Sulli una vez Key se marchó. Minho se encogió de hombros y la miró de nuevo, cambiando su expresión a una mucho más seria- ¿Pasa algo?

-Anoche...- Cuando Minho dijo esa frase Sulli sintió como si acabasen de echarle un cubo de agua fría encima.

-Lo siento mucho, no era mi intensión molestarte...- Le interrumpió Sulli de forma nerviosa, no podría soportar una pelea más, no ese día.

-Soy yo el que quería disculparse- Dijo él y eso provocó que la muchacha se quedase paralizada ¿Él? Pero si se había portado increíblemente bien con ella ¿Cómo iba él a...?- Anoche hice algo que no debería, no al menos de esa forma, sin darte opción a golpearme al menos, por ello quería...- La confusión de la muchacha estaba perfectamente dibujada en su cara, pero esta fue reemplazada por la sorpresa cuando Minho pasó su brazo por la cintura de ella para pegarla contra su cuerpo y sin darle tiempo a asimilar ese movimiento su otra mano se posó en la cara de Sulli, acercándola hasta que logró besarla. Pueden haber cientos de idiomas en el mundo, miles de millones de palabras en todo el universo, y jamás, ni una sola, podría expresar lo que ocurrió en el interior de Sulli en aquel momento. El contacto era tan cálido que por un instante se sorprendió de que Minho, quien parecía ser tan frío y solitario, pudiese desprender ese tipo de calidez, Sulli no pudo evitarlo y le correspondió al beso cuando él comenzó a mover los labios contra los de ella, no es que lo hubiese premeditado, su cuerpo reaccionó solo.

Entonces Minho cortó el contacto alejándose lentamente de ella, Sulli se asustó un poco de que hubiese hecho algo mal pero él respiraba de la misma forma que ella, como si sus pulmones no tuviesen el suficiente aire, dejó caer su frente en la de ella, como si hubiese perdido una batalla interna y se sintiese totalmente exahusto.

-Mucho mejor...- Murmuró Minho, finalmente alejándose del todo de ella para poder mirarla mientras introducía sus manos en los bolsillos de su cazadora- Ahora que estás consciente, pueden golpearme por ello.

Ya había oscurecido y Sulli continuaba sintiendo esa extraña presión en sus labios, no había sido más que un beso, Minho estaba jugando y puede que ella también, pero sin duda empezaba a sentir que la primera en perder ese juego iba a ser ella, no importaba lo arreglada que estuviese, si algo la hacía brillar era que no podía dejar de sonreír, su familia estaba feliz de verla de esa forma, pensando que por fin estaba de acuerdo con el matrimonio concertado. Sulli les había prometido ir pero únicamente para cancelar el matrimonio delante de su supuesto prometido y su familia. La espera se le hacía larga, demasiado, sus padres habían insistido en llegar antes al restaurante acordado para asegurarse de que la habitación reservada estuviese correctamente decorada, en algunas ocasiones Sulli pensaba que la única motivación que tuvieron sus padres para adoptarla era el tener a una joven a la que poder comprometer y enlazar su compañía con otras.

Por fin habían llegado y todos se pusieron en pie, Sulli clavó su mirada en la puerta para ver por fin a aquel muchacho y su corazón se detuvo en el mismo instante en que su prometido apareció acompañado de su familia, no podía ser... Por un instante su mirada se clavó en Minho, que parecía casi tan sorprendido como ella, era imposible que...

-Sulli, te presento a tu prometido- La sonrisa de su padre adoptivo parecía ser bastante falsa pero fue suficiente, Sulli miró a su prometido, situado justo al lado de Minho.

-¿Key?

-¿Sulli?- Preguntó el rubio dejando ver el pánico en su cara.