"Maybe one day you'll understand why

Everything you touch surely dies"

24 días 13 horas 2 minutos

Minho POV

Key parecía algo afligido y eso hizo que Minho se sintiese algo curioso, no es que fuesen amigos, podría decirse que incluso parecía que se odiaban el uno al otro, pero eso no era cierto, Minho no le odiaba, aunque a veces desease hacerlo, se acercó al rubio mientras le veía sacar algo de ropa de su armario.

-¿Estás bien?- Preguntó Minho intentando no usar un tono de voz que le molestase pero Key parecía tan enfadado que se volvió hacia él como un león que va a atacar a su presa, sin embargo no le dijo ni hizo, nada, simplemente volvió a centrarse en meter la ropa en la maleta que estaba sobre su cama.

-¡Ni siquiera es culpa mía! ¡No se da cuenta de que la he estado protegiendo! ¡ No es que yo quisiera esto!- Las exclamaciones de Key podían haberse escuchado por toda la zona residencial, pero Minho no entendía ni una sola palabra de ellas- Voy a pasar la noche fuera, probablemente vaya a mi casa y allí pensaré una forma de solucionar todo esto...

-De acuerdo- Aceptó Minho sintiendose algo confuso dandole la razón como lo haría con alguien que no estuviese del todo cuerdo- ¿Quieres que te acompañe?

-¿Qué?-  Key lo miró inmediatamente sin duda no se esperaba eso de él.

-Si puedo ayudarte en algo, si no quieres hacer lo que tengas que hacer solo... Solamente tienes que decirmelo.

-Gracias, Mr. Nobody, pero si sigues haciendo esos alades de sensiblería voy a pensar que estás enamorado de mi- Minho soltó algo de aire molesto por su comentario y volvió hacia su cama para irse a dormir, no tenía ganas de que su día continuase empeorando, no veía a Sulli desde el día anterior pero aún así las palabras que le había dicho seguían dando vueltas por su cabeza. Key terminó de guardar sus cosas y se dirigió hacia la puerta- Gracias de todas formas, Minho.

Su nombre, dijo su nombre, Minho se dio la vuelta para mirarle pero él ya no estaba allí, aún así no pudo evitar sonreir. Pasó un rato hasta que comenzó a sentir sueño, acababa de apagar la luz cuando de pronto alguien llamó a la puerta, Minho miró el reloj y se percató de que eran las 2 de la mañana ¿Quién podría ser a esas horas? Se levantó pensando que a lo mejor Key no había conseguido llegar a su casa aunque no se le ocurría cual podría ser la razón de eso, cuando abrió la puerta se dio cuenta de que no era Key, una Sulli realmente asustada estaba de pie delante de él, tenía el pelo algo alborotado y claros signos de estar llorando, su pijama estaba lleno de tierra, como si se hubiese caido al suelo. El corazón del chico se aceleró hasta el punto de hacerle casi daño ante la incertidumbre de que habría pasado. La chica se lanzó contra él y le abrazó con fuerza, la forma en la que lloraba hizo que Minho sintiese ganas de abrazarla con fuerza y eso fue lo que hizo.

-¿Que ha pasado? ¿Sulli? - Preguntó sintiedo que si no comprendía pronto lo que estaba pasando se iba a volver loco, la apretó un poco más y sintió algo húmedo en su mano, cuando la separó pudo ver que era de color rojizo, era sangre- ¡Sulli!- Minho la separó de él totalmente aterrado, repasando su cuerpo con sus ojos para averiguar de donde provenía la sangre y se dio cuenta de que era de un corte en el brazo, nada serio, pero que casi lo había matado del susto. Cerró la puerta mientras ella volvía a aferrarse a él con fuerza y él la dejó hacer hasta que se calmara, acarició su pelo despacio hasta que ella pareció relajarse y se separó de él, disculpandose- No tienes que disculparte... ¿Qué ha pasado Sulli? ¿Cómo te has hecho esto?

-¿Podrías encender la luz?- Lo pidió de una forma casi tan suplicante que Minho lo hizo casi de inmediato, la guió hasta su cama para que se sentara y pudiese hablar más tranquila- Lo siento...- Se disculpó de nuevo. Minho se arrodillo ante ella para ponerse a su altura y la miró con ternura, cosa que nunca antes había hecho.

-Cuentame que ha pasado.

-Amber... Se ha marchado-  Su voz sonaba temblorosa pero mucho más calmada- Me dejó una nota diciendome que volvería mañana... Supongo que ella no se esperaba que yo me despertase antes de amaneciera... Pero... Cuando me desperté todo estaba oscuro y... Yo...

-Tienes miedo a la oscuridad- Comprendió él mientras acariciaba su mejilla, ella asintió y parecía totalmente avergonzada por ello.

-Tuve una especie de trauma de pequeña así que...- Se interrumpió y su cuerpo tembló cuando la recorrió un escalofrío, no era el momento de hablar sobre eso y los dos lo sabían- Me asusté cuando no estaba, sabe que no puedo dormir sola, soy estúpida e infantil pero no puedo evitarlo... Salí a buscarla pero al salir a la calle solamente conseguí que me entrara aún más el pánico, corrí hacia el único sitio en donde podría sentirme segura, el único sitio en donde alguna vez pude dormir sin Amber.- Minho asintió, aunque no entendía muy bien a que se refería con eso.

-¿Y la herida? ¿Cómo te la hiciste?

-No lo sé... Me caí varias veces mientras venía y...

-No me mientas- Sulli por fin le miró cuando lo escuchó decir eso, Minho la miraba totalmente serio- No lo hagas, Sulli.

-Había gente fuera, estaban haciendo una de sus fiestas privadas universitarias de fin de semana y que yo apareciera corriendo como una idiota por los alrededores en pijama no es que me ayudase a pasar desapercibida.

-¿Te golpearon?- Minho se puso en pie, no iba a dejar pasar eso, si le habían puesto una sola mano encima él se encargaría de partirles todas las extremidades.

-No.

-Sulli...

-No te miento, de verdad que no, corrí demasiado rápido pero como empezaron a seguirme tomé un desvío y me golpeé en el brazo con una de los arbustos y me corté, es la verdad, Minho..- Él asintió y se separó un poco de ella para abrir uno de sus cajones, sacó una de sus camisetas largas y un pantalón de chandal para acercarselos a ella.

-Cambiate, estás hecha un desastre- Sulli asintió y se levantó para ir al baño- Espera- Minho la llamó para guiarla al baño y la hizo sentarse allí de nuevo para curarle el arañazo del brazo subiendo su manga- Vaya... Si que eres torpe ¿Cómo un corte tan superficial puede sangrar tanto?- Sulli no dijo nada, pero tampoco le impidió ayudarla, una vez terminó Minho salió fuera para dejarla cambiarse. Mientras esperaba puso su mano sobre su corazón y notó que este aún latía con rapidez, se maldijo por todas las cosas horrobles que se le habían pasado por la mente cuando la vio, la preocupación y el dolor que le había supuesto imaginarse aquellas cosas le hizo pensar que a lo mejor Sulli ya no le era tan indiferente, no era de extrañar, era una chica hermosa, interesante y dulce, pero eso no quería decir que necesariamente ella fuese a comenzar a importarle. Ni mucho menos cualquiera de esas tonterías de las que hablaba Key acerca del amor.

El amor era un invento demasiado bien vendido, muchos podían decir que lo habían sentido pero era una enorme mentira, nadie podía sentir algo como eso, era imposible, ningún ser racional sentiría la clase de emociones que dicen que se sienten al estar enamorado, las peliculas, las series, las novelas romanticas, te venden simplemente un número de emociones humanas idealizadas y estúpidas. Cuando Sulli salió del baño Minho sintió que su corazón volvía a desvocarse ¿PORQUÉ DEMONIOS NO LLEVABA PUESTOS LOS PANTALONES QUE LE DIO? Esa camiseta apenas le llegaba a las rodillas, era un joven de 20 años, por amor de los dioses ¿Qué clase de prueba era esa? 

-Los pantalones me quedan demasiado largos y no he encontrado nada para atarlos.. De todas formas hace demasiado calor- Exacto, calor, mucho calor ¿Es que de verdad ella era tan inocente como para no darse cuenta del efecto que tenía en los demás?- Minho... Sé que es mucho pedir pero... ¿Puedo quedarme aquí? 

Desde que había entrado en su habitación no era la misma, parecía tan asustada que apenas quedaba una pizca de orgullo en su rostro o en sus palabras, ahora solamente parecía una chica asustada y débil, ni rastro de esa chica que hace artes marciales si le tocas un hombro, estaba claro que si alguien le hacía daño era porque ella se dejaba, y a MInho le intrigaba el saber la razón, pero ahora no era el momento, ahora mismo parecía que simplemente con unas palabras graseras podría hacerla derrumbarse. Minho asintió mientras se acostaba en su cama intentado no pensar en la situación y todo el color de su cara desapareció cuando sintió que Sulli se tumbaba con rapidez a su lado tapandose completamente con las sábanas.  "¿Y ahora se mete en mi cama? No, esto es demasiado para mi, ni hablar" pensó mientras se daba la vuelta para decirle que usase la cama de Key,  pero las palabras nunca salieron de su boca.

Sulli parecía realmente frágil, como si fuese a romperse si la tocaba, realmente sentía verdadero pánico a la oscuridad y Minho no pudo evitar preguntarse que clase de trauma pudo sufrir para que le de tanto miedo, comprendió que después del susto que se había llevado necesitaba sentir a alguien a su lado y el color de sus mejillas le indicaba que realmente si que era consciente de lo que estaba pasando, parecía como si una parte de ella tuviese miedo de que Minho pensase mal de ella e intentase sobrepasarse, pero Minho no lo hizo, nunca le haría algo como eso, no era su estilo, se quedó observandola hasta que el cansancio logró que se quedara dormida. Minho se quedó mirandola algo más de rato, se acercó un poco más a su rostro para intentar memorizar sus rasgos, su rostro tranquilo mientras dormía, realmente le parecía hermosa, aunque eso no era una excusa para que sus labios hubiesen acortado la poca distancia que los separaba de los de Sulli, el contacto fue calido, dulce, todo su cuerpo explotó antes de que pudiese mover sus labios contra los de ella separandose de nuevo. Un terrible error, aunque lo hubiese hecho de forma insconsciente ya era tarde, nunca podría calmarse para lograr dormirse antes de que amaneciera.