A veces, a tiffany le gustaba observar a taeyeon. Le gustaba verla ensimismada con sus cosas, concentrada, viendo como ponía todo su empeño, su corazón, su alma en las cosas que amaba. Había momentos en los que, cuando estaban juntas y taeyeon estaba encima de ella, tiffany se perdía en sus ojos chocolate brillante.

No sabía cómo explicar cómo habían llegado a esto, pero tanto taeyeon como ella se habían deshecho de sus capas de ropa y estaban enredadas entre las sábanas, como la última vez que estuvieron en Coral Gables.
Las manos de taeyeon se habían detenido en su cintura y hundía sus dedos en su piel, dejándole ligeras marcas, mientras los labios de tiffany capturaban su mandíbula en un pequeño mordisco juguetón. Bajó sus manos por su espalda, cubriendo su trasero y apretándolo ligeramente mientras movía sus caderas al compás de las de taeyeon.

-Dijiste que teníamos tiempo... y ninguna de las dos quiere dormir -susurró taeyeon, besando sus labios repetidas veces-. El tiempo es oro, y no quiero desperdiciarlo.
Tiffany levantó las cejas y miró hacia abajo viéndose desnudas, justo después la miró a ella.
-Mhm, no creo que lo estemos perdiendo...

Taeyeon ladeó la cabeza, riéndose contagiosamente mientras miraba a tiffany, manteniendo esa sonrisa en sus labios. Se inclinó hacia ella y rozó su nariz con la suya, exhalando un suspiro contra sus labios antes de capturarlos en un beso más largo, notando como ambos cuerpos se ponían en tensión. Taeyeon cogió las piernas de tiffany y las colocó alrededor de su cintura mientras ella apretó sus caderas contra las suyas. Bajó sus manos poco a poco hasta llegar al centro húmedo de tiffany y frotarlo con cautela con sus manos.

-Te quiero -le susurró taeyeon, y los ojos de tiffany se iluminaron casi al instante. Notó como su piel se erizaba y arqueaba la espalda cuando comenzaba a mover su mano, acariciándole con mimo.
-Y... y yo -titubeó, cerrando los ojos y mordiendo su labio inferior mientras notaba el tacto de taeyeon, haciendo que le enviasen pequeñas descargas de placer alrededor del cuerpo-. Mucho -jadeó justo después.
-Lo sé -besó su cuello cálidamente antes de lamerlo con la punta de su lengua, mordiéndolo cariñosamente después mientras sus movimientos se aceleraron.
-taeyeon -levantó sus caderas-, Haz -gimió al notar sus cabellos rozando sus mejillas y sus dientes dejándole delicadas marcas en su piel.
-¿Sí? -Le susurró en la oreja, mordiéndole el lóbulo justo después, uno de los puntos débiles de tiffany.
-Quiero saber qué se siente -suspiró otra vez, mirándole a los ojos-. Quiero que me hagas el amor, taeyeon. Más que nunca.
Taeyeon abrió los ojos y se quedó quieta, mirándola.
-¿Estás segura de que quieres eso?
tiffany asintió con la cabeza.
-Lo quiero de verdad, te quiero. Lo digo de verdad. Y quiero demostrártelo... hoy mismo. Es el momento perfecto.
Taeyeon no podía negarle a tiffany nada de lo que le pidiese. Se iría a la otra parte del mundo sólo para hacerle feliz.
-No he hecho esto nunca, no sé si seré buena -murmuró taeyeon-. Pero lo haré.

Taeyeon notaba como tiffany depositaba pequeños besos por su cuello, acariciándole la nuca con la yema de sus dedos. Rio armoniosamente, sintiendo como le hacía cosquillas y sentía un escalofrío recorriendo toda su espina dorsal.

Se humedeció los dedos y justo después tocó el lugar más íntimo de tiffany. Ella se tensó un poco, lo cual era normal, pero taeyeon trató de tranquilizarle con un dulce beso sobre sus labios mientras le acariciaba.
Tiffany sabía que lo mejor era dejarse llevar, y era imposible no hacerlo cuando notaba el tacto de taeyeon sobre su piel, sus suaves besos alrededor de su clavícula y sus dedos poseyéndole, haciendo de su cuerpo una obra de arte cada vez que taeyeon le tocaba.

Arqueó la espalda cuando notó como un dedo acariciaba su hendidura completa, y cerró los ojos, gimiendo mientras movía sus caderas, acercándolas más a taeyeon.

-¿Te gusta? ¿Lo estoy haciendo bien?
-Sí –tiffany asintió, mordiéndose el labio-. Dios, sí, me siento... rara, pero me siento tan bien...
-¿Te gusta esto? -Con dos dedos seguía estimulando pacientemente a tiffany, deslizándolos suavemente y curvándolos un poco mientras se inclinaba para morderle la barbilla.

Tiffany notaba sus pulsaciones en cada rincón de su piel, y sentía como su piel se erizaba con cada uno de los movimientos de taeyeon, algo torpes, pero suficientes para ella. Taeyeon no dejaba de regalarle caricias y besos sobre su piel, besos que tiffany deseaba poder conservar para siempre, y que sabía que sólo una parte de ellos podría llevarse al muelle al entreno. Eran los besos de una colegiala enamorada, cariñosos pero salvajes cuando se daba la ocasión, y eso encendía a tiffany como al que más.

Llevó una de sus manos hasta el centro de taeyeon y comenzó a frotarlo, moviendo más rápido su mano suavemente mientras le miraba a los ojos.
Taeyeon murmuraba cosas que tiffany, o bien no podía entender, o simplemente era incapaz de concentrarse en lo que le estaba diciendo, por muy bien que sonase. Perdió el control completamente cuando taeyeon decidió ser una niña grande e intrépida.

-Voy a hacerlo -le avisó taeyeon, sintiéndose algo asustado-. ¿Vale? ¿Estás... cómoda?
tiffany rio armoniosamente.
-Eres increíble, ¿lo sabías? Y hablas demasiado.
-No te quejes... lo hago lo mejor que puedo.
-Lo sé. Y me encanta. Me encantas.
Tiffany volvió a ver los ojos chocolate de taeyeon, brillantes como dos soles, con las pupilas ligeramente dilatadas una vez notó como se adentraba dentro de ella con cautela. Lauren gimió con fuerza, cerrando los ojos.

Le gustaba la sensación de notar a taeyeon dentro de ella, y notar sus manos alrededor de su cuerpo, protegiéndole.

Taeyeon devoró sus labios con ansia y fiereza mientras sus caderas se movían contra las suyas, moviéndose dentro de ella suavemente mientras una de sus manos se adueñaba de tiffany, complaciéndole aún más.
Todo a su alrededor parecía dar vueltas y lo único que podía ver a la perfección eran los cabellos de taeyeon cayendo al vacío mientras le miraba desde arriba, con una sonrisa enorme, escuchando como se le escapaban los suspiros y las palabras incoherentes de su boca. Tiffany le rogaba que no parase, que continuase, y le robaba un beso, ahogando un gemido en su boca.

Las manos de tiffany fueron a parar a su espalda, hundiendo sus dedos en su piel y dejando ligeras marcas cada vez que taeyeon decidía adentrarse en ella con más fuerza. Sus piernas, las cuales continuaban enredadas alrededor del cuerpo de taeyeon, temblaban cuando taeyeon dominaba su cuerpo.

Tiffany se sentía toda una principiante - que en parte, lo era. Taeyeon sabía disimular bien su poca experiencia, tratando de entregarse a sí misma lo mejor que podía. Ella esperaba que tiffany supiese lo mucho que le quería y que todo eso se vería reflejado en cada uno de sus gestos, miradas, besos robados y no robados.

Esa mañana, tiffany y taeyeon eran una sola otra vez.

Taeyeon alcanzó su o mientras aún estaba dentro de tiffany, arqueando su espalda y empujando hasta en fondo mientras cerraba los ojos y utilizaba su último suspiro en mencionar a tiffany. Tan sólo unos minutos más tarde, fue el turno de tiffany de hacer exactamente lo mismo.
Tiffany era consciente de que su vida había dado un giro de trescientos sesenta grados el momento en el que se fijó en taeyeon, y se sentía agradecida por eso.

El mundo se había detenido por completo, los planetas se habían alineado, todo era sencillamente perfecto por una sola vez. ¿Qué tenía de mágico Coral Gables, que siempre les encerraba en ese apartamento mientras la vida fuera seguía?

Taeyeon se dejó caer sobre el cuerpo de tiffany cuando un rayo de sol golpeaba su piel desde la ventana de la habitación. Cerró los ojos, escuchando las pulsaciones agitadas de tiffany y su respiración entrecortada.

-Te quiero -susurró contra sus mechones de cabello, besándolos y cerrando los ojos mientras exhalaba un suspiro, tratando de recuperar el aliento.