Tiffany fue la primera en despertarse. Se acordaba de lo que había pasado la noche anterior y aún no lograba entender el motivo que le empujó a hacer lo que hizo.

Lo que menos entendía era que le hubiese gustado.

 

Estaba nerviosa. No entendía nada. No entendía por qué había llevado ese cariño tan lejos, ¡y con una chica! Porque tiffany no era lesbiana. Tiffany sabía perfectamente que sentía una atracción sideral por los hombres. Sin embargo, ahí estaba, incorporado al lado de taeyeon, justo después de haberle besado por la madrugada.

 

Sería un secreto. Así lo decidió tiffany. Ni tan siquiera pensó en los sentimientos de taeyeon porque asumió que no había tenido tiempo de desarrollar ningún tipo de afección amorosa hacia ella. Era un pensamiento erróneo, pero tiffany no era consciente de ello.

 

-¿tiffany?

 

Taeyeon abrió los ojos y se la encontró incorporada sobre la cama. Tenía miedo de cómo iba a reaccionar. Dentro de ella, esperaba que tiffany se levantase y saliera corriendo y no volviese a hablar con ella en toda su vida. Sin embargo, tiffany le estaba mirando, como si estuviera intentando adivinar que estaba pasando por su mente.

-Buenos días, tae. ¿Has dormido bien?
-Sí, sí –asintió con la cabeza, incorporándose lentamente. Tenía un ligero dolor de cabeza, pero ni de lejos era como el dolor que debía tener tiffany-. ¿Y tú?
-He dormido muy bien, gracias –contestó-. Eh... creo que deberíamos... hablar, ¿no? –Estaba nerviosa, para qué negarlo, pero debía soltarlo ya para poder seguir con su vida.
-Eh..., ¿de qué quieres hablar, tiff?
-De lo que pasó anoche –musitó-. No podemos decírselo a nadie, tae. Estaba borracha, en realidad no debería haberte besado. No es que piense que no seas guapa o atractiva o lo que sea..., es que me gustan los chicos y... tengo novio, y es un error, ¿lo entiendes? –Suspiró-. Siento lo ocurrido, de verdad.

 

Taeyeon se sintió decepcionada, pero trató de disimularlo lo mucho que pudo. Ella asintió con la cabeza, fingiendo que no le importaba, que todo había quedado en una broma. Se lamentó cuando escuchó la disculpa de tiffany, pero era algo que debería haberse esperado.

 

-Está todo bien, tiff. De verdad. Estoy bien, y todo está bien, y no tienes por qué preocuparte –asintió con la cabeza-. Fueron cosas de la noche, del alcohol, y esas cosas. No voy a decir nada y tú puedes seguir con tu vida.
-¿De verdad? ¿No estás molesta conmigo, taeyeon? De verdad que entendería que estuvieras molesta conmigo, si ese es el caso. Creo que me comporté de una manera bastante ruin.
-No –negó con la cabeza-. Estaría molesta si me gustases, o sintiese algo por ti, y no se ha dado el caso. Sencillamente nos besamos. Pero a ti te gustan los chicos y a mí las chicas. Y todo está bien. No hay nada de qué hablar.

 

Pero sí que estaba molesta porque a taeyeon sí que le gustaba tiffany, y aunque nunca hubiera pensado que su primer beso fuera a ser de ese modo, así ocurrió y no pudo haber sido más perfecto. Cada vez que lo recordaba, sentía como su cuerpo fallaba. Era maravilloso, tiffany fue maravillosa, pero tiffany nunca iba a ser suya después de eso.

 

-Gracias, taeyeon. Eres la mejor, de verdad.

 

La abrazó con fuerza y suspiró. Taeyeon tuvo que devolverle el abrazo a duras penas, y sintiéndose como si una apisonadora le hubiera pasado por encima. Tenía que hacer de tripas el corazón y seguir adelante como si nada hubiera pasado aunque cada vez que le viese significaría rememorar aquella noche.

 

Se maldijo por haberle invitado a pasar y por haber dejado que se durmiese, pero a la vez no iba a negar que había sido una desafortunada aventura.

 

-Ayer vi que tiffany se quedó a dormir –dijo chaerin mientras hacía la comida. Taeyeon estaba garabateando en un cuaderno en la mesa de la cocina-. ¿Qué pasó?
-Le toqué una canción en el piano y ella hizo lo mismo –contestó.
-Se han hecho muy amigas. ¿Por qué se quedó a dormir?
-Bebió demasiado y se estaba quedando dormida.

 

Chaerin se dio cuenta de que había algo más. Cuando se encontró a taeyeon durmiendo con tiffany, se las encontró inusualmente cerca. Estaba contenta por su hija si algo entre ellas había pasado, pero también triste si fue por culpa de los efectos del alcohol.

 

 

-Claro.

 

Taeyeon arrancó una hoja de su libreta y la arrugó.

 

-¿Entonces todo bien entre ustedes?
-Mhm –taeyeon asintió mientras volvía a escribir en su libreta-. Sí, la verdad es que todo muy bien.
Si olvidamos el hecho de que tiffany es una chica heteroual que no dudó en ningún momento en meterme la lengua hasta la campanilla y ahora se arrepiente, se dijo taeyeon mentalmente.

 

-¿Algo que deba saber, taeyeon?
-Sabes que soy una chica de pocas palabras.
-No, taeyeon, no lo eres –le dijo su madre con ternura. Se giró un instante para mirarle-. Sabes que puedes contármelo todo. ¿Qué pasó?
Finalmente, cedió.
-Le toqué la canción que escribí. Le expliqué todo, mamá, absolutamente todo lo que pasó en corea porque la última vez ella vio una de las cicatrices –suspiró-. Ella me tocó otra. Me dijo que iba directamente a mí, era preciosa. Hablaba de que cuidaría de mí, y luego me dijo que era eso a lo que se refería, que seríamos amigas siempre y me cuidaría.
-Eso es precioso, cariño –chaerin sonrió-. Tiffany es una gran chica y me alegra que te tenga tanto cariño. Sus padres, además, parecen tenerte mucho cariño también.
-Mamá, anoche me besó.

 

El semblante de chaerin empalideció al segundo. No es que no le gustase la idea, pero era muy raro pensar que eso había ocurrido. Sin embargo, no dudó de la credibilidad de su hija, jamás la pondría en duda, y eso le asustaba un poco más.

 

-¿Cómo? –Enarcó una ceja.
-Yo tampoco lo entiendo, ¿ok? No sé, no lo sé, pero nos besamos, y nos dormimos. Y no entiendo nada, absolutamente nada, pero cuando nos despertamos me dijo que fue un error, que estaba algo bebida, y yo le dije que lo entendía y que todo estaba bien.
-Cariño... -se alejó de la encimera y abrazó a su hija, besándole su cabello-. ¿Estás bien, amor?
-Me gusta tiffany, mamá, pero incluso yo sabía que eso era demasiado bonito para ser verdad.

 

Chaerin no dijo nada, pero sabía que ella tenía razón. Quiso animarle haciéndole su comida favorita, y le propuso pasar la tarde en la ciudad.
taeyeon aceptó.

 

Tiffany, céntrate, se dijo a sí misma mientras se daba una ducha. El agua se deslizaba por las curvas de su cuerpo y su mente no dejaba de pensar en lo mismo.

 

Era plenamente consciente de lo que había dicho y hecho, por mucho que le dijera a taeyeon que estaba borracha.

 

Ha sido una idiotez, se recordó. Pero no dejaba de maltratarse por eso. Tiffany no era lesbiana, ni de lejos. Ella estaba enamorada de su novio, estaba loca por él. Claro, eso es. Eso era lo que tenía que tener en mente.
Pero cuando cerraba los ojos, era la mirada brillante de taeyeon la que aparecía. Y su risa pícara la que resonaba en todos los rincones de su mente. Y su sonrisa de niña pequeña la que no quería desvanecerse.
Tiffany, tú no eres lesbiana, joder.

 

Ser lesbiana no es nada malo, pero lo era en ese momento para tiffany. Ese pensamiento le estaba quemando por dentro. Era imposible que ese fuera el caso porque ella tenía novio.

 

Vamos, tiffany. ¿Serías capaz de acostarte con una chica? ¿De hacer todas las cosas que Leeteuk hace contigo, pero con una chica?

 

Sorpresa, sorpresa.

 

Tiffany bajó la cabeza y gruñó. Su cuerpo, definitivamente, estaba reaccionando de una manera equivocada. Se mordió el labio al sentir como su centro estaba caliente palpitando por atención y vaciló antes de bajar la mano.

 

¿Pero qué rayos te pasa?, era como si su cuerpo quisiera castigarle. Pero no era un castigo, sino todo lo contrario.

Piensa en Leeteuk.

 

Bajo su mano desde sus pechos, bajando por su abdomen hasta llegar a su feminidad y suspiró aliviada. Mantuvo en su cabeza la imagen de su novio, sonriente, en un día soleado. Luego cambió el escenario y se lo imaginó dulce, pero pícaro.

 

Sonrió con los ojos cerrados mientras el agua aún caía por encima del cuerpo de tiffany y suspiró sonoramente cuando comenzaba a acariciarse, introduciendo un dedo dentro de ella.

 

Trató de mantener la mente en blanco, sólo pensando en Leeteuk. Y de momento estaba funcionando.

 

Se mordió el labio mientras sonreía, y jadeaba silenciosamente mientras aceleraba sus movimientos ahora con dos dedos. Sus dedos agiles entraban y salían de ella, y tiffany no dejaba de suspirar de placer.

 

Leeteuk. Leeteuk. Le. TaeTae. taeyeon.

 

En su mente, Leeteuk ya no era leeteuk. Era una chica blanca con la mirada perdida y la voz hermosa. Eran los pechos desnudos de una chica, y eran los suspiros de una mujer.

 

Y estaba debajo de ella.

 

Pero antes de que pudiera cambiar la imagen, ya era demasiado tarde. Tiffany lo había llevado demasiado lejos y se dejó llevar, gimiendo casi sin poder aguantarlo.
-¿Qué estoy haciendo...?

 

Taeyeon y su madre habían cogido un tren y habían decidido ir directos a la ciudad de Coral Gables. Chaerin pensó que podrían ir de compras las dos y pasar una agradable tarde de madre e hija.

 

 

Taeyeon pensó que era muy afortunada de tener una madre que a la vez era una mejor amiga para ella. Ella le conocía bien, y le sabía aconsejar bien, y sabía lo que necesitaba.

 

Durante algunos instantes, taeyeon dejaba de pensar en lo ocurrido. Dejaba de pensar en tiffany y en la noche anterior. Dejaba de pensar en cómo se sintió, en como su piel reaccionó al entrar en contacto con la de tiffany. Se sentía como una colegiala y no le gustaba esa sensación. Volvió a sentirse vulnerable, y con miedo de que tiffany le diera la espalda.

 

 

-¿Cómo fue la cena con taeyeon y su madre?

 

Tiffany estaba en una cafetería del puerto con Leeteuk. Él estaba guapísimo, y tiffany se lo había dicho. Llevaba unas bermudas veraniegas que se compró en Ibiza, y su cabello eran un poco más alborotado.

 

-Fue genial –asintió tiffany-. Estuvo genial. Luego estuvimos tocando el piano en su casa.
-¿En serio? Qué lástima habérmelo perdido –se lamentó Leeteuk-. Por cierto, he oído que nana va a venir a lymington dentro de poco.
-¿Ah sí? ¡Esa desgraciada no me ha dicho nada! –Rio-. ¿Cómo lo sabes?
-Me lo han comentado. Viene aquí para entrenarse para la regata. Un día podríamos quedar todos juntos, como en los viejos tiempos.
-Me parece perfecto. La verdad es que no he estado muy centrada estos días con lo de la regata, será mejor que empiece a entrenar pronto.
-¿Dejarás que vaya a verte entrenar?
-Sólo algunos días –dijo tiffany-. Sé que te aburre mucho estar ahí.-No me aburre, tonta. Me encanta verte entrenar. Estás muy guapa.
Tiffany cogió las manos de Leeteuk y las besó tiernamente.
-Y tú también estás muy guapo cuando salgo del barco y veo que me esperas en el muelle.

 

-Estos batidos son buenísimos –dijo chaerin, sentada en una cafetería dentro del centro comercial. Había muchas bolsas alrededor de su silla.
-¿Estás segura de que podemos permitirnos todo esto? Aún no has encontrado trabajo.

 

Chaerin sonrió.

 

-De eso quería hablarte, cariño. Los Hwang han conseguido que me dejen trabajar como cocinera en el restaurante del club náutico, ¿a qué es fantástico?

 

Club náutico. Hwang. Fantástico.

 

Ninguna de esas palabras parecía combinarse.

 

 

-¿Qué?

 

 

-¡tiffany! ¡Leeteuk! –El padre de tiffany les vio sentados en la terraza de la cafetería-. Qué alegría verlos aquí juntos.
-Hola, Michael –saludó Leeteuk con timidez.
-¿Pasa algo, papá?
-No, no. Estaba buscando a la madre de taeyeon, no están en casa. Supongo que se habrá ido con su hija a celebrar la buena noticia, así que si ves a taeyeon dile que estoy buscando a su madre.
-Espera –le paró-. ¿Qué buena noticia? ¿De qué estás hablando?

 

Michael sonrió ampliamente.

 

-¿No sabes nada? ¿Taeyeon no te ha dicho nada?
-No veo a Taeyeon desde esta mañana –respondió tiffany-. ¿Qué pasa?
-Su madre va a trabajar en el club náutico, en la cocina. Yo he movido algunos hilos para que pueda estar ahí, esa mujer se merece trabajar en el puerto y además está capacitada para hacerlo. Tuve que aportar mi grano de arena. Camila podrá pasearse por el club náutico cuando quiera, también. ¿No es fantástico?

 

Fantástico.

 

Los dioses parecían haberse puesto en contra de tiffany hoy. Chaerin iba a trabajar en el club náutico, taeyeon estaría por ahí, tiffany la vería mientras entrena...

 

¿Qué clase de broma era esa?

 

-Fantástico, papá. Me alegra mucho que hayas podido ayudarles.
-¡Tu padre es genial! Es tan altruista...

 

Sabía que dijo que no le daría la espalda a taeyeon –y no iba a dársela-, pero tenerle cerca, la mayoría de los días, tanto si quisiera como si no, hoy por hoy, iba a ser algo que le pondría muy nerviosa.

 

Maldita la hora en la que decidió besarle.