En las calles de Seúl una chica de mirada seria y tranquila disfrutaba de una caminata y de sus constantes recuerdos de su infancia, su tiempo viviendo con su familia, sus clases de ballet, el camino a casa por la vereda de cerezos que cada primavera se coloreaba de rosa, pero el día de hoy las cosas eran diferentes, su familia vivía en Japón y ella en Corea del Sur, con su mejor amiga Sana y sus nuevas amigas Nayeon y Jihyo.

 

-¿En qué piensas?-

-En nada eonnie.-

-No lo parece, así que dime.-

-Extraño vivir en Japón.-

-Es normal, pero trata de no ponerte así.-

-Soo eonnie, quiero regresar.- Aquella frase sorprendió de sobre manera a la mayor, ya que era la primera vez que Mina decía algo así en un tono tan seguro y con algo diferente. –Creo que lo mejor es que termine mis estudios en Japón y viva con mis padres.-

-¿Estas segura de regresar?-

-Sí, aunque sé que aquí también tengo familia y unas increíbles amigas, creo que lo mejor para mi es regresar a Japón.-

-Entiendo pero me gustaría que lo pensaras mejor y si tu decisión no ha cambio, te ayudare con todo lo que necesites para regresar.-

-Gracias Soo eonnie.-

-De nada pequeña pingüino, ahora hay que apresurarnos.-

 

Ambas chicas siguieron su camino, dejando a la mayor con el deseo de que la menor cambie de opinión, en cuanto a Mina su mente seguía tratando de entender que opción era la mejor, aunque amaba vivir en Corea, sus sentimientos eran muy confusos y sus deseos de volver eran muy fuertes; aun así decidió que el tiempo diría que es lo mejor.

 

El destino es algo que siempre hemos deseado saber pero para poder conocerlo debes de tomar decisiones que aunque parezcan difíciles, incluso incorrectas aun así nuestro destino será borroso. Solo cuando llegues ahí sabrás que todo lo que hiciste valió la pena pero las decisiones que tomes serán…

 

-Bien, llegamos.- Dice Soo al entrar a un restaurante cerca del Rio Han.

-Creí que iríamos a otro lugar.-

-Te dije que saldríamos a comer por tu cumpleaños.-

-Eso lo sé eonnie, pero imagine que sería en otro lugar.-

-Vamos Mina es uno de los mejores restaurantes del país…-

-Lo sé y lo agradezco…-

-Hey Soo.- Se escucha decir a una mujer de gran parecido a Soo. –Traer a Mina al restaurante familiar era mala idea…-

-No quise decir eso.-

-Vamos Mina, no tienes por qué preocuparte, dime ¿quieres ir a otro lugar?- Cuestiona Soo Jin. – ¿Qué sucede? ¿Todo bien?-

-Todo bien eonnie.-

-Mina siéntate y ve pidiendo, hablare con Soo un momento.- La menor solo asienta y con la tranquilidad y caminar que la caracteriza fue directamente a una de las mesas cerca del gran ventanal con vista al Rio Han. – ¿Qué le sucede a Mina?-

-Quiere regresar a Japón, creo que no cambiara de opinión. Extraña a sus padres.-

-Entiendo ¿le dijiste algo?-

-Le pedí que lo pensara, si no cambiaba de opinión le ayudaré a regresar.-

-¿Crees que tenga que ver con su madre?-

-¿Con la tía Min?-

-No Soo, su madre biológica.-

-Quizás, pero no podemos decidir por ella, si Mina quiere regresar a Japón, entonces la apoyaré, en todo.-

 

Ambas mujeres sabían que la situación con respecto a la madre biológica de Mina era una de las razones de por qué la menor siempre parecía distante, aunque saben que su forma de ser es tranquila y seria, las cosas se intensificaron debido a lo ocurrido con su madre.

 

Mientras que las hermanas Choi disfrutaban de una cena con la festejada, en una casa de gran belleza dos chicas se encontraba como cada día discutiendo por el control remoto.

 

-Vamos Wendy eonnie, hoy me toca a mí decidir que ver.-

-Claro que no enana, me toca a mí.-

 

Dicha discusión era algo típico, no solo con ellas sino en cualquier familia con dos adolescentes viviendo juntas, con dos hermanas que aunque la mayor parte del tiempo disfrutan de su compañía, este tipo de situaciones se dan.

 

-¿Cuánto tiempo seguirán peleando por eso?-

-Mamá, hoy me toca…- dicen ambas.

-No me interesa.- Dice quitándoles el aparato. –Primero que nada, Wendy eres la mayor así que deja de comportarte de esa forma, segundo Chaeyoung no puedes ponerte a gritar.-

-Lo siento.- Se escucha decir a unísono.

-Irene llamo que te espera en su casa.-

-Rayos mi teléfono.- Toma su teléfono que dejo en el sillón debido a la pelea con su hermana. –Tengo varias llamadas perdidas.-

-Si vas a ir no llegues tarde y si te quedaras avisa.-

-Sí mamá, nos vemos Chaeng.-

-Adiós Wendy eonnie.-

-¿Tú qué vas a hacer?- Antes de que su hija menor pudiera responder, está recibe una llamada.

-¿Si? Eonnie ¿qué sucede?-

-Chaeng ¿quieres ir a una fiesta?-

-¿Dónde?-

-En el departamento de mi novia.-

-¿Tú qué?-

-De Sana, mi novia. Es el cumpleaños de su amiga, Mina-ssi y le harán una fiesta.-

-Claro, ¿cuándo es?-

-En una hora.-

-¿Qué? ¿En una hora? ¿Por qué no me dijiste antes?-

-Porque no lo sabía, Sana me acaba de decir, ¿vendrás?-

-No sé dónde es…-

-Tranquila estoy cerca de tu casa, paso por ti y nos vamos.-

-¿Cerca de donde?-

 

La pregunta no recibió respuesta ya que el timbre acompaño al sonido de llamada terminada, para después escucharse la voz de Dahyun.

 

-Entonces ¿iras?-

-¿Qué rayos? ¿También tú, Tzuyu?-

-Así es, paso por mí.-

-¡Hey vamos! Es una fiesta, ¿iras o no?-

-Eonnie, Chaeyoung irá, ¿cierto?- Dice Tzu en un tono lleno de malicia y un significado oculto que provoco sonrojo en la chica de baja estatura.

-¿Por qué te pones roja?-

-Por nada, iré a cambiarme.-

 

Pasados treinta minutos, las tres salían de casa de los Son con dirección al departamento de Sana, aunque el trayecto fue tranquilo, ninguna de las tres sintió el camino largo y tedioso. Al llegar al edificio, Dahyun fue directamente con el guardia de seguridad que sin problema le entrego una copia de la llave del departamento.

 

-¿Por qué te dio la llave?-

-Tranquila, Sana, Jihyo eonnie y Nayeon eonnie salieron un momento y dejaron la llave en caso de que llegara antes.-

-¿A dónde fueron?-

-Por Mina eonnie, al parecer es una fiesta sorpresa y todos los amigos de las cuatro vendrán, y Sana me pidió llegar un poco antes para poder abrir el departamento.-

-Eonnie, tu novia confía mucho en ti.-

-Así es Tzuyu, aunque realmente solo lo hace con las personas que quiere mucho. Lo cual me pone muy nerviosa.-

 

Ambas menores entendieron los motivos de aquel nerviosismo que sentía Dahyun, ya que a pesar de ser muy expresiva, aun existían sentimientos y palabras que no estaba acostumbrada a decir. Ya dentro del departamento las chicas se encontraron con muchos adornos y globos por todo el departamento.

 

-Me gusta como se ve pero ¿por qué hay tantos pingüinos?-

-Chaeng a Mina eonnie le dice pingüino, así que Nayeon eonnie y Sana decidieron ponerlos de decoración.-

 

Durante una hora las chicas solo se dedicaron a esperar, aunque no solas ya que cada cierto tiempo llegaban amigos de las cuatro dueñas del departamento, algunas conocían a Dahyun debido a su relación con Sana, pero esta no sabía de ellos. La situación para Tzuyu y Chaeyoung fue diferente ya que sentían algo de incomodidad por estar ahí sin conocer a alguna, aun así ninguna de las dos dejo a su amiga.

 

-¡Hey todos! Sana acaba de decirme que ya van subiendo así que todos listos.- Decía Dahyun, apagando la luz.

 

 

La fiesta sorpresa parecía ser lo que la chica japonesa necesitaba para distraer su mente de aquella decisión que debía tomar. Sus amigos e incluso sus primos aparecieron ahí, todos disfrutando de un momento para festejarla, aunque su personalidad es tranquila, en esa fiesta no dejaba de reír, gritar, bailar y lo más importante disfrutar. En cuanto a la chica de estatura baja seguía debatiéndose en si ir o no a hablar con la festejada.

 

-Solo ve, no pasara nada.-

-Pero ella…-

-Ve con ella a hablar ya, que ya me quiero ir y prometiste acompañarme.-

-Lo sé pero…-

-Solo deséale feliz cumpleaños.-

-Es buena idea, excepto por la parte de que no le traje nada de regalo.-

-Ten.- Dice Tzuyu mientras le entrega un par de boletos para un parque de diversiones. –Me los dio Seohyun eonnie pero no tengo tiempo, además son para mañana, llévala como regalo de cumpleaños.-

-Sería como una cita.-

-Ese es el punto, que sea una cita.-

-Pero ¿y si dice que no?-

-Inténtalo, si dice que no dáselos a Dahyun eonnie para que lleve a Sana eonnie.-

-Está bien lo hare.-

 

Con gran nerviosismo se fue acercado a la chica japonesa de lunares hermosos. Tomo aire y después de soltarlo fue directamente con ella.

 

-Felicidades, espero que la estés pasado bien.- Después de mucho pensar Chaeng decidió ir con Mina.

-Gracias, realmente me estoy divirtiendo.-

-Me alegro.- Dijo sin saber que más decir y los nervios comenzaban a aparecer. –Yo… Eh… No te traje nada pero quería saber si quieres salir mañana.-

-¿Me estas invitando a salir?-

-Bueno algo así, podemos ir a donde tú quieras, eh… será mi regalo por tu cumpleaños.-

-Claro Chaeyoung-ssi, me gustaría.-

-Genial, paso por ti a las 11.-

-Está bien.-

-Bueno me voy.-

-¿No te quedaras más tiempo?-

-No lo creo, es que Tzuyu ya se quiere ir así que la acompañaré.-

-Ya veo, bueno nos vemos mañana.-

 

La menor fue directamente con su amiga mostrando un rostro lleno de nervios y un sonrojo bastante notable, cosa que no pasó desapercibido por Tzuyu.

 

-¿Qué te dijo?-

-Que sí, pasare por ella a las 11.-

-Que bien, felicidades.-

-¿Por qué la felicitas?- Cuestiona una Dahyun que recién se reúne con sus amigas.

-Por nada, eonnie ¿te quedaras?-

-Sí, dormiré aquí, mañana saldré con Sana a una cita…-

-¿Dormirán juntas?- pregunta Tzuyu.

-¡NO!- grita mientras su rostro se pone rojo. –Dormiré en la habitación de Nayeon eonnie y Mina eonnie.-

-Está bien eonnie pero no había necesidad de gritar.- Dice con un tono de picardía característico de ella. –Bueno nosotras nos vamos.-

-Tengan cuidado.-