Nuevo comienzo.

Algo más que amistad.

Un nuevo comienzo, eso es lo que significa para muchos mudarse de un lugar a otro pero, para cierta jovencita en especial, significaba más que eso, tener que lidiar con las presentaciones, adaptarse y esperar a que esta vez se estén más de unos cuantos meses. Ya estaba acostumbrada, era su cuarta mudanza en un año, sin mencionar todas las anteriores. Esto se debía al trabajo de sus padres, él es un reconocido arqueólogo mientras que su madre es una artista y fotógrafa, quién le ayuda a su cónyuge con las fotografías de sus investigaciones y descubrimientos.

Al principio fue fascinante poder conocer nuevas culturas, ver tantos hermosos paisajes, ya que todo supinía una nueva aventura; pero con el pasar del tiempo se convirtió en una frustrante rutina para la menor de sus hijos, la cual era la única que los acompañaba. No tenía opción, era menor de edad, con sus diecisiete años no podría ser de otro modo.

Sus hermanos tenían suerte, o tal vez ya pasaron lo que ella y al fin se habían librado. El hijo mayor ya tenía su vida hecha, su esposa y sus dos hijos eran su felicidad. La hija de enmedio se encontraba estudiando su último año en la universidad.

No es que fuera una niña caprichosa, por el contrario, no se quejaba, ni expresaba que le estaba cansando tener que cambiar de ambiente cada cierto tiempo, tenía sus ventajas, sí,pero las desventajas de viajar mucho podían más que las mencionadas anteriormente.

Un claro ejemplo: los amigos, no se trataba de no poder hacerlos, era una chica de fácil trato, pero la eventual despedida es la que lo hacía doloroso, ella lo sabía perfectamente, ya había tenido que pasar por eso varias ocasiones hasta que decidió que no tenía sentido hacerlo más.

La persona radiante que solía ser antes, ahora sólo lo aparentaba por el bien de sus padres.

—Ya falta poco para llegar. Es un lugar maravilloso, seguro te encantará. —le dijo un hombre alto, de buen físico, cabello obscuro y ojos color miel en los cuales se notaban las ojeras debajo. Su esposa, sentada en el lugar del copiloto de la camioneta, se encontraba dormida. No era para menos, once horas de vuelo, una en el aeropuerto y otras cinco en carretera, el cansancio se notaba en cada uno de ellos, más en el hombre que conducía, pero no se podía evitar.

—Seguro que sí. —se limitó a responder su hija, fingiendo una sonrisa.

—Sé que esto no es fácil para ti pero te prometo que esta vez... —antes de poder terminar su oración, lo interrumpió.

—No te preocupes, papá. Yo entiendo. —o al menos eso intentaba.

Su padre pudo ver por el espejo retrovisor la cara de su querida hija, su mirada estaba perdida en el camino que recorrían.

Se sentía culpable por no darle una vida estable como a cualquier otra chica de su edad, pero tampoco lo hacía con el propósito de lastimarla, no tenía otra opción. En verdad quería que esta vez fuera diferente, mas sin embargo, sabía que eso no podía ser así, mientras siguiera ejerciendo su profesión siempre tendría que pedirle a su hija que sacrificara un poco de ella.

Una vez que entraron en el territorio de la ciudad decidieron hacer una parada en el supermercado para surtir los alimentos de la semana, eran cerca de las cinco de la tarde, el ocaso no tardaba en ponerse.

—Si quieres esperar aquí, no tardaremos mucho. —dijo la madre. Una mujer de estatura media, cabellos castaños y unos bellos ojos café. 

—Te tomaré la palabra. —contestó.

Se quedó durante varios minutos en la camioneta, luego pensó que sería bueno mirar los alrededores para hacer tiempo.

Al bajar de la camioneta sopló una brisa fresca moviendo suavemente sus cabellos de una manera espléndida.

Click, se escuchó el sonido obturador de una cámara no muy lejos de ahí, miró hacia los lados tratando de encontrar de donde había provenido dicho sonido. Al final se rindió y caminó por el lugar.

Era un sitio agradable y tranquilo, debía admitirlo, le gustaba, en especial por la naturaleza que rodeaba el lugar.

Antes de darse cuenta sus padres ya estaban subiendo las bolsas a la parte trasera de la camioneta.

Hicieron un trayecto de 10 minutos y llegaron al que sería su nuevo hogar.

—Ha sido un viaje largo, escoge la habitación que más te guste y descansa. Tu padre y yo haremos la cena.

—Está bien. —asintió sin más decir. 

Entró a la casa, era bastante grande para sólo ellos tres, recorrió todas las habitaciones, en total eran cinco sin contar la sala y el comedor.

Sabía que el espacio no sobraría, una habitación sería de ella, otra de sus padres, otras dos servirán de estudio, una para el de arte de su madre y otra para el de su padre, el cual terminaba repleto de artículos antiguos y libros. Quedaba una sin asignar pero tarde o temprano le encontrarían uso, eso si no se mudaban antes, claro.

A pesar de que todas y cada una de las habitaciones eran espaciosas, había una que le había gustado por la gran ventana y el balcón el cual tenía una vista perfecta, bien se podría sentar ahí afuera y vería perfectamente la puesta de sol.

Sería agradable poder quedarnos aquí. pensó. 

Luego de una hora de espera la llamaron para la cena, a pesar de todo eran una familia unida.

—¿Qué tal tu habitación? Si lo deseas podemos cambiar la decoración y el tapiz. —comentó el padre.

—No creo que sea necesario, está perfecta tal como está. Solo me gustaría un sillón o algo para el balcón.

—Veremos que se puede hacer. —le guiñó el ojo y sonrió.

Siguieron la conversación, hablaron sobre la reciente investigación del señor de la casa, sobre arte, y por supuesto la escuela.

—Hablé con la directora, es una persona muy agradable. Dijo que te tomaras el tiempo necesario para adaptarte.

—Seguro no le tomará mucho, ¿no es así cariño? —intervino su madre, a lo que ella respondió con una ligera sonrisa.

Con eso dieron por terminada la cena sin percance alguno.

Se retiraron a sus respectivas habitaciones. La joven estaba a punto de conciliar el sueño cuando su madre entra para darle las buenas noches.

—Duerme bien, que tengas dulces sueños. Mañana será un nuevo día.

Depositó un tierno beso en la frente de la chica y se retiró.

Mañana será un nuevo día ¿eh? se repitió para sí misma antes de quedarse dormida.

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Comments

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Rosy_KimHwang #1
Chapter 4: Actualiza porfaaa
DubuKawaii
#2
Actualiza ;v
Park-Taeyeon #3
Chapter 4: Cuando actualizaras? Esta genial
Me gusta tu historia lei los capitulos y se que sera interesante todo lo que pasara en adelante con ellas ??? ????
DamarisJung
#4
Chapter 4: Yo... yo necesito más de esta historia, me ha encantado.
-SBRPG
#5
cool