Capitulo 4

El Camino menos transitado
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  Solar deambuló por la casa con Jjing buscando a Byul a la mañana siguiente, con la esperanza de desayunar con ella antes de tener que salir para el aeropuerto. Su avión no iba a despegar hasta dentro de tres horas, por lo que tenían tiempo de sobra para comer y charlar. La música que salía de la habitación que había al otro lado de la cocina la llevó hasta Byul. El perro se quedó en el umbral y agitó una pata para que Solar pasara. Tumbada en un banco acolchado, la tenista estaba haciendo flexiones con peso. Solar admiró la fluidez ensayada de sus movimientos, sorprendida de que hiciera falta tanto esfuerzo para jugar bien. Byul estaba empeñada en mantenerse en la mejor forma posible para evitar lesiones. —Buenos días. —Solar esperó a que el peso estuviera en su sitio antes de hablar. No eran ni las siete de la mañana y Byul ya estaba sudando. Byul levantó la cara de la toalla donde la tenía apoyada y vio a Solar en pijama dentro del gimnasio. —Hola, ¿has dormido bien? —Sí, gracias. Esta casa es fantástica, Byul, se descansa muy bien en ella. ¿Has acabado ya? —Ésa era la última serie que voy a hacer hoy. Deja que me duche y te saco a desayunar. —Byul echó la toalla en la cesta del rincón y luego se bebió el resto del zumo que había estado tomando durante el entrenamiento. —Quiero cocinar para ti, si no te importa que use tu cocina. Considéralo mi forma de darte las gracias por todo lo que has hecho por mí en los dos últimos días. No es mucho, pero me gustaría hacerlo por ti. —¿No te importa? —No me habría ofrecido si no quisiera hacerlo. Ve a ducharte y luego ven a la cocina. —Solar sonrió y le dieron ganas de dar los buenos días a Byul con un abrazo, pero su alta anfitriona no se había acercado a ella al salir por la puerta. Sus pensamientos se detuvieron en seco al oír golpes en la puerta de atrás. Byul se detuvo en la puerta y sonrió, intentando tranquilizar a Solar. A Byul le sorprendía que la idiota de al lado hubiera tardado tanto en venir a montar la bronca por lo que había ocurrido. —¿Qué tal si te sientas a disfrutar de las vistas mientras yo me ocupo de esto? —La pared de ventanas sólo cubría la parte del fondo del gimnasio y daba a la playa. Quien estuviera en la terraza no podía ver dentro. —¿No te importa? —La expresión perdida de Solar tenía tan poco que ver con la mujer segura de sí misma que le había plantado cara en el avión que a Byul le costaba compararlas. —No me habría ofrecido si no quisiera hacerlo. —Solar se echó a reír al oír la repetición de sus propias palabras—. Te olvidas de que soy una experta en materia de voleas. Pero en serio, estoy acostumbrada a tratar con mujeres difíciles, Solar, fíate de mí. Kimi no es más que una mala perdedora que necesita tiempo para calmarse. —Byul estaba intentando hacer reír a Solar, pero el resultado fue el opuesto y los ojos verdes se llenaron de lágrimas. —Lo siento, es que la última vez que hablamos no fue agradable y no estoy preparada para volver a ver a Kimi tan pronto. —Solar se abrazó a sí misma para intentar consolarse y la manga corta de su camiseta se subió lo suficiente para que Byul le viera el bíceps. —¿Qué pasó? —No le gustó la respuesta que le di a un pregunta que me hizo —fue lo único que se le ocurrió decir a Solar. Las lágrimas resbalaron por su cara y se preguntó cómo había terminado en esta situación. —No te hará daño, te lo prometo. —Byul se acercó y abrazó a la asustada mujer, haciendo todo lo posible por conseguir que perdiera el miedo a la que seguía llamando con insistencia. Cuando Solar se relajó apoyada en ella, Byul susurró—: Ahora mismo vuelvo. Parker vio a Kimi por el cristal de la puerta. La corredora de bolsa parecía haber dormido con la ropa puesta y le caía el sudor por la cara. Se cayó hacia delante cuando Byul abrió la puerta de golpe. Byul se la quedó mirando cuando Kimi usó su cuerpo más alto para sostenerse. —¿Sí, qué deseas? —¿Dónde está Solar? —Sin el coche, Kimi sabía que Solar no podía haber ido lejos sin la ayuda de su nueva amiga. La tenista se limitó a cruzarse de brazos y se quedó plantada justo dentro de la puerta mirándola—. Escucha, sólo quiero hablar con ella. Nos hemos peleado un poco y sólo quiero tener una oportunidad para arreglar las cosas. —La próxima vez que la vea, le diré que quieres hablar con ella. Es decisión suya si quiere hacerlo, así que ¿por qué no la dejas en paz un tiempo para que se piense las cosas? O al menos hasta que se le quite la marca del brazo. —Byul esperó a ver si Kimi iba a decir algo más o si se iba a marchar sin dar problemas. A Byul no le preocupaba la seguridad de Solar, sólo cómo se estaba tomando esta visita inesperada: por esa razón había dejado a Jjing en el gimnasio, para que le hiciera compañía. —No me voy a ir sin luchar, Byul, recuérdalo. Solar es mía y lo que ocurra entre nosotras no es asunto tuyo. Byul le cerró la puerta en la cara de golpe. Alguien que sintiera eso hacia las mujeres no se merecía estar con una persona tan especial como Solar.  —Gilipollas —murmuró Byul por lo bajo. Se quedó en la cocina mirando por la ventana para cerciorarse de que Kimi volvía a la casa de al lado. Byul deseaba pasar más tiempo con la piloto antes de que ésta se fuese, pero tener de vecina a la novia a quien acababa de dejar no era la mejor de las situaciones. Volvió a entrar en el gimnasio y se encontró a Solar sentada en el suelo con Jjing. —Kimi quiere hablar contigo. —Solar tenía una cara tan triste que Byul frenó cualquier comentario jocoso que estuviera pensando hacer—. Se ha ido, así que no te preocupes, Solar. Dejaremos a Jjing fuera un rato por si acaso, así que sonríeme. —Tendría que haber puesto fin a esta relación hace mucho tiempo. En realidad es culpa mía, no quería a Kimi como ella esperaba, pero acabó convirtiéndose en algo cómodo. No ha sido justo para ella que me haya quedado tanto tiempo, pero estoy harta de las peleas constantes que tenemos. —Jjing rodó hasta ponerse del otro lado para que Solar pudiera acariciarlo un poco más. La menuda castaña se lo había encontrado esperándola fuera de su dormitorio esa mañana y estaba empezando a gustarle tanto como su dueña. —No me debes ninguna explicación. Lo más importante es que hagas lo que es bueno para ti. ¿Tienes donde alojarte cuando vuelvas a la ciudad? —Si Kimi era capaz de llegar a la violencia, Byul no quería que Solar estuviera cerca de ella en absoluto. —Sí, voy a vivir con una amiga hasta que encuentre casa. Voy a preparar el desayuno y tú ve a darte esa ducha. No, Byul, eso me ayudará a distraerme de todo esto —dijo Solar para acallar la objeción que estaba a punto de hacer Byul—. No tengo muchas vacaciones, así que creo que debería hacer las cosas que me divierten y para mí, una de ellas es cocinar. —Tú mandas, así que adelante. Jjing Jjing, ve fuera, chico. —El perro se tapó los ojos con una pata, como si supiera que lo que le había pedido Byul iba a poner fin a su masaje. Solar y Byul se echaron a reír por las payasadas del comediante y lo obligaron a apartarse de Solar.  Byul se puso un albornoz cuando oyó a Solar llamarla para desayunar después de haberse duchado. Su invitada sabía desenvolverse muy bien en una cocina, según vio Byul al sentarse ante una maravillosa tortilla, tostadas y croquetas de patata y cebolla. Para hacer feliz a Byul, Solar había hecho chocolate caliente en lugar de café, y sonrió al ver que los ojos azules se ponían en blanco de lo bueno que estaba. —¿Qué te pasa a ti con el chocolate caliente? —Solar sujetaba su propia taza de humeante brebaje, mirando a través de la nube que desenfocó el rostro de Byul por un instante. Byul parecía estar reviviendo una pesadilla, y Solar estuvo a punto de decirle que no tenía por qué contestar, pero Byul la sorprendió contándole algo muy personal. —Es el mejor recuerdo de mi padre que tengo de cuando era pequeña. Éramos los primeros en levantarnos y se metía en la cocina y hacía una taza para cada uno. Y nada de cacao en polvo, mi padre cortaba escamas de chocolate de verdad y lo iba removiendo despacio con el azúcar hasta que quedaba perfecto. Con los años acabó siendo nuestro ritual de todas las mañanas, y nos sentábamos a la mesa y hablábamos de todo tipo de cosas. Entonces, cuando yo tenía unos dieciséis o diecisiete años, descubrió que era como New Sin y D.ana y dejó de dirigirme la palabra. Yo lo esperaba hasta que tenía que irme a entrenar, pero él no salía de su habitación hasta que me marchaba. Tal vez fuese lo mejor, porque cuando sí hablábamos, sólo nos gritábamos. Solar alargó la mano hasta el otro lado de la mesa y la puso sobre la de Byul. Le parecía absurdo que las personas tan rígidas y llenas de prejuicios tuvieran hijos. —Siento habértelo preguntado, Byul. —No pasa nada. Todas esas tazas que tomaba de niña hicieron que me enamorara del chocolate. Puede que mis padres no me acepten ahora, pero al beber chocolate caliente me acuerdo de una época en que sí lo hacían. —La gran sonrisa que Solar había visto en televisión un millón de veces al ver jugar a Byul se dirigió a ella desde el otro lado de la mesa. Las cosas le podrían haber ido mejor en la vida, pero Solar agradecía que sus padres hubieran aceptado sus opciones sin problemas. Sólo querían que fuese feliz y encontrara a alguien con quien compartir su vida. —Eres una persona maravillosa, Byul, y con el tiempo tus padres se darán cuenta. Yo sólo te conozco desde hace un par de días, pero al menos eso ya lo sé. Byul volvió la mano y estrechó los dedos de Solar. Se alegraba de haberle ofrecido a la bonita castaña un sitio donde pasar la noche. Solar se marcharía dentro de poco más de una hora y lo más probable era que nunca volviera a verla, pero así y todo, se alegraba de haberlo hecho. Byul metió todo el equipaje de Solar en el maletero del coche después de que Solar se hubiera vestido. Se cuadró ante la piloto al verla salir de la habitación vestida de uniforme y se llevó un manotazo en el brazo. Cuando se marcharon, ninguna de las dos vio a la mujer desaliñada que estaba sentada en una de las dunas que separaban las casas. Todavía no era mediodía, pero Kimi tenía un vaso de whisky en una mano y en la otra el trozo de papel que se había encontrado en la playa el día antes. Sabía que Byul había mentido sobre Solar, y al ver a su novia en el coche, lo confirmó. —No digas que no te he advertido, Moon Byul          Solar estaba en la cola para despegar detrás de otros cinco aviones, de modo que se puso a pensar en los dos últimos día de su vida. Había dejado a Kimi y había conocido a Byul; esto último la hizo sonreír. Byul la había llevado al aeropuerto y se había empeñado en aparcar y acompañarla dentro. Era increíble la cantidad de gente que había reconocido a la estrella del tenis que caminaba a su lado cuando se dirigían a su puerta de embarque. Ya en la puerta, Byul le dio su equipaje de mano y una tarjeta con todos sus números. Antes de despedirse, una mujer se había acercado con su hija pequeña y le había preguntado a Byul si querría hacerse una foto con la niña. Byul le entregó la cámara a Solar y posó con la madre y la hija. Solar estuvo a punto de tomarles el pelo diciéndoles que iba a tener que alejarse para que sus sonrisas cupieran en el encuadre. Como la noche anterior, Byul la besó suavemente en los labios y luego se dio la vuelta y se marchó. Solar volvería a su turno de vuelos y Byul a sus duros entrenamientos para prepararse para Nueva York y el Abierto. La voz de la torre de control le habló en el oído y recibieron autorización para despegar. —Adiós, Byul.  Su copiloto la miró para ver si había dicho algo, pero Solar estaba concentrada en hacer despegar el avión del suelo. Solar estaba segura de que en los próximos dos meses Byul se olvidaría de ella y pasaría a otra persona. Desde tierra, Byul se quedó mirando el avión que despegaba mientras pensaba lo mismo sobre Solar.       —Estás preparada, Boris. Creo que las demás mujeres de este torneo lo van a pasar fatal —dijo Natasha un día después de entrenar. Parker había empleado el mes para trabajar todos sus golpes y mejorar su resistencia mediante ejercicios físicos. Gary había tenido en cuenta el calor más acusado de lo normal que hacía en Nueva York ese verano y le había programado horas extra para correr. —Gracias, Nahyun, me encuentro bien y me apetece jugar. ¿Me prometes que vendrás a entrenar conmigo? —Byul se secó la cara y recogió sus raquetas tras su último entrenamiento en casa. Se iban a tomar libres los dos próximos días para ocuparse de los últimos detalles antes de partir hacia Nueva York. JjingJjing se iba a quedar con Yoong Min durante un par de semanas hasta que su amigo volara a la ciudad para reunirse con Minhyun y con ella. —No me lo perdería por nada del mundo, sobre todo si va a estar D.ana. Si no puedo tenerte a ti, amiga mía, voy a intentar ligarme a esa hermana tuya. —Gracias a una cuidadosa planificación, las hermanas de Byul asistirían a la mayor parte del torneo—. Si tengo suerte, podré comparar su culo con ese anuncio que hiciste hace semanas. —Por favor, no me lo recuerdes. Hablaré bien de ti y te veré
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Comments

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LyndaM #1
Chapter 9: Awww me gusto mucho la historia, y creeme no eres la unica que quiere que byul bese de una vez por todas a solar
KrySulDay17
#2
Chapter 9: woooooww geniaaaaallll... me encantó demasiado :D
merugoo #3
Chapter 8: D: termino? hay epilogo? jaja
sabrina528 #4
Chapter 8: Genial pero cuando llege a leer el fin quede en shock ....fue tan corto.....uff ahora con que nos deleitaras??
LyndaM #5
Chapter 8: Awwww me ha encantado, en verdad aun no estaba lista para el final, y si me.dejo en shock saber quien era el loco, pero bueno, muchas gracias por el fic, ay muy pocos moosun en español ojala puedas hacer otro
merugoo #6
Chapter 7: yay \o/ feliz cumpleaños atrasado, triángulo :) haha y joder, kimi estaba más loca de lo que imagine
merugoo #7
Chapter 4: wow has vuelto jajaja
merugoo #8
Chapter 3: Ah, que bueno llegar del trabajo a comer algo y relajarse leyendo algo aqui <3

che kimi está loca xd
sabrina528 #9
Chapter 3: La kimi ke planea...mmm esto esta bueno... ahora keda la tortura de esperar....
merugoo #10
Chapter 2: Wow, que bien lo que mencionaste al final. Muchas personas le dan toques romanticos a lo que es, sin lugar a duda, abuso. Basta de eso, mujer, eres hermosa y te mereces el sol <3