Cartas a un ciego
Una Segunda Oportunidad“Cartas a un ciego”
Taeyeon pasó los días encerrado en su dormitorio, leyendo aquellas cartas que nunca debió leer, Tiffany no las había escrito esperando que él las leyera algún día, las escribió para decirle lo que en verdad no podía decirle, para desahogarse cómo no podía hacerlo, por vergüenza, miedo o inseguridad. Esas cartas habían provocado tantos sentimientos en él que decidió intentar encontrarla de nuevo, pero ésta vez sería de otro modo, ésta vez iba a intentar que fuera ella quién viniese a él. Imprimió todas sus cartas y con paciencia y amor respondió todas y cada una de ellas.
Contactaría con una editorial, una buena manera de llamar su atención era publicando aquel diario. Sentía como si la estuviese traicionando, pero necesitaba encontrarla, a pesar de haber decidido rendirse y no buscar más no podía permitirse perderla, la quería demasiado.
“Mi querida Tiffany:
El día en que entraste por primera vez en mi vida volví a nacer, sin haberlo planeado me arrancaste de la oscuridad en la que estaba completamente sumido.
He de reconocer que al principio no te quería en mi casa, ahí nadie podía juzgarme por estar ciego, nadie podía burlarse de mí, nadie me recordaría con un par de ojos sanos y ahí entraste tú, poniendo patas arriba mi mundo.
No tengo palabras para agradecerte el bien que me has hecho, no tengo palabras para agradecer a mi madre que te haya empujado a mi.
Quizá en su momento no te diera una grata bienvenida, pero te invito a volver, a volver y a quedarte para siempre.”
“Mi amada Tiffany:
También yo creo que el día que fuimos a la playa fue especial, quizás no de la misma manera para ti que para mí.
Aquel día fue el primero en el que me di cuenta de cuánto me gustabas, aquel día sentí celos de Yuri, sentí por el tono de vuestras voces cuanto os queríais, quizás ya no lo amabas de la misma manera, pero era un cariño que quería solo para mí, y no quería compartirlo con ningún otro hombre.
Las presentaciones no eran necesarias aunque he de reconocer que me molestó que ni siquiera les dijeras mi nombre.
Cuando salí de tu cuarto sentí haberte obligado a hablarme de tu pasado, sabiendo cuanto te dolía hablar de ello, pero lo que más sent
Comments