Vuelta a empezar

Victoria llamó a Tiffany, desesperada por la nueva actitud de su hijo. D e nuevo se había encerrado en su cuarto, había bajado todas las persianas de la casa y llevaba dos semanas sin comer.

Tiffany no entendía por qué volvían a llamarla, y porqué la llamaba siempre con cosas de Taeyeon. Se negaba a volver al piso de él.

Jessica y Yuri le contaron lo de la boda fallida y estaba realmente feliz por ello, pero no quería volver a ver a Taeyeon, aún estaba demasiado dolida por el modo en que la había tratado y el modo en que se había ido sin decir nada.

― Tiffany necesito que vengas, aunque solo sea una vez, ―rogó Victoria.

― Pero yo prefiero no ir, de verdad.

― Quieres a mi hijo, ¿no es así?

Tiffany sabía que si, aunque se hubiera propuesto negarlo con su vida si hacía falta.

― Victoria, lo siento pero prefiero no ir.

― Por favor ―le dijo antes de empezar a llorar.

Tiffany no soportaba hacer llorar a nadie de manera que aceptó de forma obligada.

― No me voy a quedar, solo iré un rato ―advirtió.

Pasadas dos horas Tiffany llegó al apartamento de Taeyeon. Estaba realmente asustada, los nervios se habían instalado en su estómago provocándole calambres dolorosos. Subió las escaleras más despacio que nunca, haciendo tiempo para entrar de nuevo en aquel apartamento.

No sabía si Bora habría decorado aquel piso dejando en él su dolorosa huella.

Cuando al fin llegó al ático nadie abrió la puerta, tocó y tocó sabiendo que Taeyeon estaba dentro.

― Oh Tiffany querida estás aquí ―dijo Victoria saliendo del ascensor―tienes mala cara, ¿te encuentras mal?

― No, es solo que me siento rara al venir de nuevo después de tanto…

― Sólo hace 4 meses, tampoco es tanto tiempo… ― afirmó la madre,―adelante, pasa, todo está como se quedó cuando te fuiste.

Tiffany no respondió, accedió al piso tras la invitación y observó gratamente como en efecto Bora no había tocado nada.

Todas las persianas habían sido bajadas, todas las ventanas cerradas y cubiertas con las cortinas, sobre la isla de la cocina una bandeja con la comida sin tocar que Victoria había retirado del dormitorio de su hijo. Tiffany se quedó de pie, al lado de la puerta de la entrada sin adentrarse demasiado en el piso.

― ¡Madre te dije que no quería verla! ―gritó Taeyeon al fondo del pasillo en el interior de su dormitorio, a Tiffany se le hizo un nudo en la garganta que le impedía respirar con normalidad, ella si quería verlo, aunque solo fuera una vez y esa vez fuera dolorosa.

― Tae, eres ciego, no la vas a ver ―gritó Victoria.

Esa era la primera vez que había oído a la señora Kim elevar el tono de voz y hablarle con tanta dureza.

De pronto se dio la vuelta para marcharse, se detuvo en la puerta con el pomo a punto de abrirle paso cuando Victoria apareció tras ella asustándola.

― A delante, puedes pasar.

― No, yo.. mejor me marcho… ―dijo al abrir la puerta.

― No, no vas a ninguna parte ―le dijo Victoria cerrando la puerta de un golpe, ―tu eres la única que puede ayudar a mi hijo y aunque tratéis de ocultarlo sé lo que sentís el uno por el otro.

― ¿Cómo? ―respondió ella atónita ante esa agresividad y esa respuesta.

― Si querida, hace mucho que lo sé.