V- One heart.

- A prueba de balas [TaoRis]

—Tao... ¿Puedes abrir la puerta?

La voz de YiFan salió susurrando de entre sus labios. Hizo acopio de toda su comprensión para tomar la situación tranquilo.

—¿Abrirte? ¡Ésta, hijo de la gran...!

Claro, iba a ser difícil por el simple hecho de que Tao había despertado una parte de sí que dudaba llegar a conocer. Alguien que se protegía del dolor: se valoraba.

El mayor entendió que nunca le hizo un bien a Tao en el pasado al tenerle a su lado. Era un ser indiferente hasta con su panda, aún recuerda la ocasión en que estaba triste y furico por no poder pasar el año nuevo con su familia. Le gritó, pidiendo que le dejará sólo. El menor se había hecho pequeño frente a él, siendo empujado fuera de su habitación después de tanto insistir de manera indulgente.

De la misma manera en la que ahora el trataba sin éxito, dejando que aquella frase que sentenciaba su amor y que le hizo abrir los ojos, resonara en su cabeza. Se sentía furioso de un momento a otro. Comenzó a golpear la puerta con más insistencia y fuerza, apretando sus labios pidiéndole a Tao que saliera, moderando el enojo en su voz. Pero seguía recibiendo negativas, insultos y más palabras que le sacaban de quicio.

—Maldita sea, abre la jodida puerta si no quieres que la derribe —gruño Kris.

—Atrévete y verás de lo que soy capaz —se pegó a la pared más lejana de la puerta, asustado, más sin embargo el panda no dejó que su voz lo delatara — no me retes YiFan.

Kris estaba realmente a punto de tirar la puerta abajo, inhalar y exhalar para tratar de relajarse no servía de ninguna mierda.

—Tao, volveré a pedírtelo... —dijo, lo más calmado que pudo.

—Eh pensado en éste tiempo YiFan... ahora puedo decir que no te reconozco.

Eso confundió un poco al mayor ¿acaso era así? ¿había cambiado? pudo haberse hecho más cuestiones de ese tipo, pero Tao continuó, respondiendo como si adivinara sus pensamientos.

—Y no es porque tu hayas cambiado, sinceramente sigues siendo el mismo... —rió sin ganas, mientras abrazaba sus piernas — pero yo, creo que abrí éste par de cansados ojos al fin me doy cuenta. Estás mal tanto como yo lo estuve, y quiero terminarlo porque ahora me dolerá más. Ya no podré engañarme como lo hacía antes. El peso de la situación me mata mientras tú sólo... pretendes.

Se removió en su lugar, llorando sin hacer ningún ruido. Esos momentos fueron silenciosos, y Tao pensó que Kris al fin se cansó de toda su perorata sentimental como siempre sucedía en el pasado.

—Ya no quiero que me duela... Kris, ya no quiero sentirme así —sollozo en voz alta, para luego escuchar el "click" de la puerta.

Se abrió suavemente. Una tarjeta cayó en el suelo.

YiFan había encontrado la forma de entrar con una "american express". Se acercó hacía el encogido cuerpo del menor para abrigarlo contra el suyo ahí en el suelo.

Tao levantó su mirada, para así encontrarse con esos ojos tan profundos. Y el encontró un poco de consuelo en ellos.

Lloró en aquellos brazos, que lo estrecharon tan fuerte que creyó nunca lo dejarían caer de nuevo.
 

¿Podremos resolver esto?
No lo sé, pero eh llegado a una conclusión: nosotros siempre tendremos un solo corazón.

Así que ¡YiFan! :

"Vamos a jugar éste juego, en tanto juegues conmigo.

En tanto te quedes conmigo."

-Z.Tao

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