Mi buen amigo Teddy.
Regla de oro13.- Mi buen amigo Teddy
Esa noche ella me acompaño a dejarle las llaves a Teddy, el parecía muy divertido haciendo las típicas bromas con nosotras, una vez más quedamos en vernos el miércoles y me lleve a Dara lo más rápido posible de ahí, estaba muy avergonzada. Llegamos a mi departamento y me avergoncé aún más, había mucha ropa regada en la sala, ¿Por qué en vez de agarrar la manía de quitarme la ropa y dejarla en un cesto con la demás ropa sucia, había agarrado la de dejar la ropa tirada por donde primero viera? Me maldije por ser tan desordenada mientras recogía la ropa ante una risueña Dara. Parece que le divertía mucho mi cara avergonzada. Después de eso nos fuimos directo a la cama.
A la mañana siguiente me levante a la misma hora que lo hacía siempre, me di una ducha y cuando ya estaba vestida tomando una taza de café, desperté a Dara. Era raro verla dormida con ropa, siempre que despertábamos juntas estábamos ambas desnudas.
-Dara, son las ocho treinta, en quince minutos me voy al trabajo.
-Mmhh… entonces despiértame en quince minutos más.
-Si no te levantas ahora, te perderás de una rica taza de café.
Parece que dije unas palabras mágicas, casi de un salto de levantó de la cama.
-¿Dónde está el café?
-En la cocina.
Camine delante de ella hasta la cocina y le ofrecí la taza de café.
-¿Lo tenías listo para mí?
-Aja, prepare el tuyo y el mío juntos.
-Esperare a que se enfrié un poco más.
Yo asentí mientras ella volvía a la habitación para vestirse, no le gustaba el café caliente como a mí, a mí me gustaba casi recién hervido, si no estaba como salido del mismo infierno, lo volvía a calentar. Pasaron unos cinco minutos cuando volvió a aparecer en la cocina ya vestida, tomó la taza de café entre sus manos y la sopló con la esperanza de que se le enfrié un poco más.
-Pareces una abuelita soplando el café así.
-¡Cállate! No soy, ni parezco una abuela.
-Yo solo decía
Encogí mis hombros sonriendo divertida, cuando acabé mi taza de café y el tiempo para llegar a la oficina se me hacía justo, le di un beso en la frente y Salí del departamento.
Eran ya las diez, por como vi a Dara en la mañana, pensé que podría llegar más tarde y con sus gafas de sol para que no se le note la cara de sueño. Pero al verla aparecer fue todo lo contrario, iba en su traje de oficina, un traje clásico que solo a ella se le podía ver tan bien y, como siempre, su tan resplandeciente sonrisa.
Once en punto y me levante para ir a su oficina, le entregue los documentos e hicimos la revisión como era clásico de todos los días, esta vez, terminamos a la hora.
-Me voy a almorzar con los chicos.
-¿No iras conmigo hoy?
-¿Podrás comer? Estuvimos todo un día sin o.
-Hahahaha si es cierto, pero eso no quita que seamos amigas.
-Dara, tienes almuerzo con unos clientes hoy, no lo olvidaste ¿o sí?
-¡Joder! Es cierto, ¿Qué haría yo sin ti?
Me acerque a ella coqueta y me senté en una esquina de su escritorio.
-Te seguirías masturbando a diario.
-No hablo de ese tipo de cosas, aunque tienes razón
Me levante riendo junto con ella y salí de su oficina y por primera vez en mucho tiempo, Salí a comer con mis compañeros, bueno con uno, JiYong.
-¿Te has dado cuenta que la jefa está más simpática desde hace un tiempo? Yo creo que se consiguió un hombre que le dé su parte.
-JAJAJAJAJAJAJA ¿Por qué los hombres siempre piensan que pueden arreglar el ánimo de una mujer con o?
-Porque es cierto.
-Claro que n
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