Capitulo 2

Habitación 72

 

 

 

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[Taeyeon]

El cielo se había pintado de un tono anaranjado a la vez que este mismo se escondía lentamente. El día anterior había sido bastante raro y la verdad no quería pensar en aquello. Tenía una casa frente a la playa, una  piscina iluminada desde el interior, algunas hamacas balinesas de color blanco, el suelo de madera y una escalera que llevaba hasta una segunda planta.

Yoona se me acercó y esta no podía ir más provocativa.

-Dios Yoona que soy lesbiana. —Le dije mirándole los pechos y luego a su cara. Llevaba un vestido ajustado en el que sus pechos se marcaban perfectamente, no sabía de dónde las había sacado.

-Calma tu instinto depredador. —Me dijo alzando el dedo para callarme. —Los invitados están empezando a llegar, deberías recibirlos. —Me señaló la puerta y solté un gruñido, odiaba esas cosas de las fiestas.

Me puse en la puerta y fui recibiéndolos uno a uno con una sonrisa mientras Yoona revisaba su móvil por si tenía algunos mensajes. Yoona era mi asistente, que no secretaría. Me aconsejaba sobre qué hacer y cómo hacerlo, aunque yo también tenía una que otra idea. Era una relación tipo amiga-secretaria, lo que se resume en asistente personal.

Llevaba más de dos horas recibiendo gente y ya había llegado todo el mundo pero no Tiffany. La estaba esperando a ella, ¿dónde cojones estaba? La puerta sonó cuando ya la había cerrado y me levanté a abrir. Allí estaba ella. Con el pelo liso cayendo por sus hombros, los labios carnosos que vi ayer humedeciéndose bajo mi mirada, llevaba un vestido negro bastante ajustado con el que me olvidé que tenía novia.

-¿Taeyeon? —Preguntó Tiffany sacándome rápido de mis pensamientos.

-Tiffany. —Sonreí, abriendo un poco más la puerta y cerrándola a nuestras espaldas. — Sígueme. —Le hice un gesto con la cabeza para que fuese conmigo y ella asintió.

Me colé por distintos sitios de la casa hasta llegar a la cocina donde estaba el cáterin. Cogí una bandeja de canapés, una botella de vino y dos copas llegando hasta uno de los sitios donde llegaba la música pero nadie podía ver.

-No hacía falta esto tampoco... —Ella sonrió levemente y me encogí de hombros.

Estábamos prácticamente en una mesa frente a la playa y comencé a echar vino en nuestras copas. 

-Te mereces esto, créeme. —Dije bebiendo mientras la miraba. —Sé que es un poco raro para ti esto pero... Siento que te conozco más que la simple comida de ayer. Estuviste a mi lado día y noche dos semanas, hablándome de tu vida y siendo tan amable conmigo.

-Sí… Es algo raro. —Respondió ella humedeciéndose los labios en vino dejándolo en la mesa. Me quedé mirándolos un momento, apreciándolos porque simplemente no había visto unos iguales. —Pero está bien, es muy bonito esto y tu casa es impresionante.

Ella intentaba ser amable pero la verdad es que se veía muy incómoda. Cogí un canapé de salmón y se lo tendí esbozando media sonrisa.

-Deberías probarlo, está muy bueno. —Asentí. Sus manos rozaron mis dedos al cogerlo y se lo llevó a la boca. Comía despacio y yo no paraba de analizar cada gesto que hacía. Tomé un bocado del mismo que ella y bebí un poco más de vino, escudriñando con la mirada cada centímetro de la piel de Tiffany.

-Lo está. —Respondió ella.

-¿Le ha parecido bien a tu novia que estés aquí? —Pregunté llevándome la copa a la boca mirando de soslayo a Tiffany. Esta se quedó pensativa un momento y comencé a ponerme nerviosa.

Quería tenerlo todo bajo control y una no-respuesta de la americana me estaba devorando los nervios.

-No tengo novia. —Respondió finalmente. Tomé aire y me quité una presión de encima. Yo sí que tenía. El móvil empezó a sonar en mi bolsillo y lo saqué, la cara de mi novia estaba grabada en él.

-Perdóname un momento. ¿Sí? —Contesté al teléfono mirando al frente.

-¿Qué estás haciendo cielo? —La voz de Krystal sonaba a través del teléfono y yo sólo podía pensar en Tiffany.

-En la fiesta para los diseñadores de moda Krys. —Respondí. Mi tono era seco, sólo quería hablar con Tiffany y me estaba molestando su llamada. ¿Eso era normal? Ella era mi novia, pero no. Era más interesante hablar con Tiffany.

-Hoy he ido a la sesión de fotos para la revista Ceci, ¿sabes? Me han regalado un par de bolsos para que los pruebe, nada fuera de lo normal y entonces…-

-Oye cariño, tengo que hablar con Heechul. Luego te llamo. —Colgué soltando un pesado, largo y profundo suspiro. Me giré hacia Tiffany que me miraba como si no quisiese meterse en mi vida.

-Era mi novia, Krystal. Es... Es modelo, por eso la fiesta para los diseñadores y eso. —Esbocé una sonrisa muy forzada y ella lo hizo también.

-No me sorprende. —Dijo con una sonrisa pegada al borde de la copa de vino. Sus piernas estaban cruzadas y no sabía cómo responder a eso.

-¿Por qué dices eso?

-Mírate. Eres y, guapa, rica. ¿Qué menos que una modelo? — Ella soltó una suave risa y cogió otro canapé, esta vez de caviar y se lo llevó a la boca. Tras el primer bocado, volvió a mirarme. —Aunque no lo queramos esto está jerarquizado, Taeyeon. Tú sales con una modelo de fama mundial y si rompes con ella saldrás con una actriz o cantante famosa porque te mereces eso.

-Esto no se rige por el dinero, ¿sabes? —Tiffany terminó de comerse el canapé de un bocado y se giró hacia mí, degustándolo lentamente. Ella sonrió, no me creía, pero yo no iba a replicar más. —Por ejemplo, tú eres más guapa que mi novia.

-Eso no es verdad. —Respondió frunciendo el ceño. — Tú vas a fiestas, conoces gente. La gente como yo se conoce en bares, discotecas, cafeterías. Tus bares son restaurantes de lujo que sólo se pueden permitir las estrellas más exclusivas, haces fiestas y más de lo mismo.

-¿Y qué si esa persona tiene un accidente y conoce a alguien en un hospital? ¿Qué es eso entonces? —Fruncí el ceño esperando una respuesta por su parte pero me gané un suspiro.

-Poco probable. —Respondió pasándose las manos por la tela del vestido levantando la cabeza para mirarme luego. —No pretendía discutir contigo.

-Odio que todo el mundo me dé siempre la razón. —Sonreí y ella me devolvió aquella sonrisa, quedándonos mirando durante un momento.

-Adoro esta canción. —Lost in Love  comenzó a sonar de fondo y la verdad es que adoraba aquella canción. Me levanté y cogí las manos de Tiffany levantándola del asiento para que bailase conmigo.

—No sé bailar, soy muy torpe. —Las dos reímos mientras ella negaba.

-Vamos, todo el mundo sabe bailar.

-Perdón si te piso. —Reí.

Cogí una de sus manos y la otra la puse en su cintura mientras que Tiffany puso la mano en mi hombro izquierdo y cogió la otra mano comenzando a bailar lentamente. Miré a los ojos de Tiffany que estaban vidriosos.

-¿Qué pasa? —Pregunté en voz baja, apretando la mano que tenía en su cintura.

-Intimidas. —Respondió volviéndome a mirar mordiéndose el labio. Era realmente preciosa. No podía ni siquiera procesar nada en aquél momento porque estaba mirando su boca como si no hubiese nada más en aquél momento.

-Me lo dicen mucho. —Apreté un poco la mano con la que tenía sujeta la de Tiffany y sus ojos oscilaron entre los míos un par de segundos hasta que al final los apartó.

Mis manos se colocaron sobre las caderas de Tiffany y sus manos rodearon mi cuello, quedando así pegada a mí.

No podía resistirme, no podía ni siquiera separarme de ella en aquél momento aunque quisiera porque me sentía totalmente atraída por la morena. Incliné mi cabeza un poco para juntar sus labios con los míos...

Pero Tiffany se separó.

-Taeyeon… Tienes novia... —Dijo ella mirándome algo tímida. —Podemos ser amigas.

-Claro, claro... —Carraspeé. Acababa de hacer una idiotez delante de Tiffany, acababa de quedar en ridículo.

-La quieres y no quiero que le hagas daño por un beso tonto. —Sonrió y le respondí con otra sonrisa observando cómo cogía el bolso de la silla. —Ha sido un placer venir aquí, estar contigo. Es... Eres genial. —Ella sonrió y no pude más que devolverle aquella sonrisa. —Si necesitas hablar o necesitas algo llámame. Me gusta verte... Aunque tengas novia. —Me dio una caricia en la mejilla y desapareció entre el bullicio y sombras de la fiesta.

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Al otro día cuando me desperte estuve mirando el mar por un par de minutos. Me había dado de golpe en la cara y no estaba de muy buen humor. Froté mi rostro con las manos y bostecé levantándome de la cama. Llevaba puesto un pantalón de pijama y una playera porque de noche hacía bastante calor. La habitación con un ropero color gris combinaba perfectamente con la cama de diseño y un mueble bajo negro que sostenía la tele. El ventanal que daba a una pequeña terraza particular hacía que me sintiese un poco mejor.

Bajé las escaleras y escuché un ruido en el baño. Abrí la puerta y vi a Yoona agachada en el suelo vomitando.

-Joder, Yoona, ¿qué bebiste ayer? —Negó levantándose y se recogió el pelo en una coleta.

-¿Tú dónde estabas? —Su voz estaba totalmente apagada y estaba más... Más blanca que de costumbre, por decirlo de alguna manera.

-Yo.. Yo estaba.. Mmh..

-Da igual, no quiero saberlo. —Hizo un gesto con la mano y me miró con un suspiro. —Oye, esto es serio, casi me caigo por las escaleras.

-¿Quieres ir a un hospital? —Pregunté saliendo con ella del baño sujetando su cintura para bajar hasta la cocina del salón. La luz del sol entraba por los ventanales e iluminaba la cocina y el salón que estaba decorado con muebles grises . La senté en el sofá y ella negó habiéndoselo pensado bastante.

-No, pero necesito que me vea alguien. Tengo el número aquí de…

-¡No! —Dije poniendo una mano sobre la suya para que no cogiese el móvil. —Ya me encargo yo.

Mientras le preparaba una taza de té o algo, cogí el móvil y marqué el número de Tiffany.

Su voz sonó tras el teléfono.

-¿Sí? —Sonreí al instante.

-Hey.. Tiffany, soy Taeyeon. Ya sabes, mmh..

-Sí, creo que te recuerdo. —Dijo con una risa al final.

-Sí, emh, mi amiga Yoona está aquí con mareos y vómitos, necesita que la veas.

-Oh, claro, en diez minutos estoy allí.

-Bien, gracias. —Y colgamos.

Me acerqué con la taza de té en las manos y Yoona me apartó de un manotazo.

-¿Qué coño te has echado? ¿Perfume o un barril de vinagre? —Me quedé mirándola con los labios entreabiertos porque la única persona que consentía que me hablase así era ella. Ni siquiera Krystal lo hacía.

-Dios, estoy intentando ayudarte. —Me recogí el pelo con una gomilla bastante frustrada porque mi amiga no paraba de quejarse. Me miró con los ojos de un pequeño cachorro y suspiré, frotándome la cara.

A los diez minutos llamaron a la puerta. Casi me caigo por el pasillo al ir a abrir y allí estaba Tiffany. Llevaba unos jeans, una camiseta blanca ajustada y un maletín en la mano.

-Siento venir así pero me has pillado recién despierta. —Se disculpó. Era adorable con esa camiseta y y a la vez. Estaba teniendo los pensamientos con quien no debía y realmente me estaba torturando.

-No importa. Ven conmigo. —Dije cerrando la puerta. Caminé con ella al lado mirándola de reojo sin que se diera cuenta hasta llegar al salón.

Allí estaba Yoona con la cabeza apoyada en la mano frunciendo el ceño cuando nos vio entrar.

-Yoona, esta es Tiffany. La doctora que me trató cuando estaba en el hospital. — Yoona sonrió vagamente y cerró los ojos.

-¿Cómo te encuentras? —Preguntó Tiffany sentándose a su lado en el sofá.

-Mal. Muy mal. Tengo ganas de vomitar, mareos y frío. —No levantaba la cabeza pero miraba a Tiffany.

-¿Qué comiste ayer? —Sacó un pequeño formulario y Yoona comenzó a hablar mientras yo miraba desde la cocina bebiéndome un vaso de zumo.

-Uh.. Un par de canapés, una copa de vino, tarta de atún, no sé, lo que había en la fiesta, nada raro. —Tiffany miró a Yoona y se levantó haciéndole un gesto para que se sentase con ella en la mesa del salón.

-Está bien, en principio no parece que te haya sentado nada mal. Voy a tomarte la tensión y hacerte unos análisis, ¿de acuerdo? —Yoona asintió.

Tiffany le colocó un pequeño brazalete en la muñeca y apretó un botón.

-No te muevas ni hables, es importante. —Advirtió la morena tomando notas en su carpeta. Cuando pasaron unos segundos miró la pequeña pantalla del aparato y siguió apuntando en su lista.

-¿Te dan miedo las agujas? —Preguntó Tiffany sacando del maletín una goma verde para luego mirar a Yoona.

-Mucho. —Respondió con cara de pánico al ver a Tiffany.

-Está bien, a veces las personas aunque crezcamos tenemos miedo a cosas que teníamos cuando éramos pequeños, ¿sabes? —Se rio y ella también lo hizo. -¿En qué trabajas por cierto? —Con cuidado cogió su brazo y lo colocó sobre la mesa atándole la goma en la parte superior de este.

-Soy asistente de Taeyeon. —Respondió. Tiffany se ponía los guantes de látex con cuidado y se giró con una sonrisa hacia mí.

-¿Le pagas bien? —Entreabrí los labios al escuchar su pregunta y terminé por reír.

-No sé, que te lo diga ella. —Respondí, dándole un sorbo al vaso mientras observaba.

Tiffany palpaba la zona del brazo donde estaban las venas de Yoona sin dejar de hablar con ella.

-Yo cobro unos 2,000 dolares al mes, así que no creo que sea menos que eso. — Yoona negó mientras reía y Tiffany cogió un algodón mojándolo en alcohol y lo pasó por la zona donde había tocado a Yoona.

-No, es bastante más que eso.

-Vale, necesito que cierres el puño con fuerza. —Ella asintió y apretó el puño, Tiffany volvió a buscar su vena y asintió. —Suelta levemente… Entonces lleváis una vida genial, ¿no?

Preguntó Tiffany. Yoona asintió con una sonrisa mordisqueándose el labio.

-Sí, o según como la veas.

-¿Según como la veas? —Tiffany empezó a sacar sangre del brazo de Yoona y esta estaba mirándome a mí por lo que no se dio ni cuenta de que Tiffany estaba haciendo aquello. Metía unos tubitos de sangre en una jeringuilla que tenía una abertura por arriba. No hacía succión como las demás, a esta simplemente le metía los tubitos y estos se llenaban solos. Tiffany terminó de poner dos tubos en un vasito en la mesa y quitó la jeringuilla.

Le mantuve la mirada a Yoona como si estuviese hablando con ella pero en realidad simplemente la entretenía.

-¿Crees que no sé lo que haces? Me entretienes con ese viejo truco de "no darme cuenta", pero nunca funciona, así que —Yoona apartó a Tiffany que estaba desinfectando la herida con el algodón- deja de desinfectar eso y acaba con la agonía.

Tiffany presionó el algodón e hizo que doblase el brazo mirando a Yoona.

-Mantén el brazo diez minutos así, cielo. —Le respondió de forma dulce con una sonrisa, mostrándole el brazo con los dos tubos de sangre. —Y vuelvo en eso de dos horas.

No podía ser que aquella chica fuese tan y en sus labores de doctora. Era imposible. La forma de hablar, de tratar al paciente, simplemente era genial. No podía dejar de mirarla.

Tiffany lo guardó todo en el maletín y se giró hacia mí, acompañándola a la puerta.

-Eh, disculpa a Yoona, tiene cambios de humor así. —Sacudí la cabeza y ella rio.

-No importa, se ve buena chica.

Y se fue.

Pasaron dos horas en las que Yoona se había quedado dormida. ¿Cómo era eso posible? Tenía hambre pero no podía descuidarla.

Por fin, la puerta sonó y abrí dejando que entrase en el salón con el maletín.

-¿Qué tal fue todo? ¿Estoy bien? —Yoona preguntó, ladeando la cabeza.

-Sí, está todo perfecto. Además tus niveles de colesterol, triglicéridos, glucosa en sangre, todo está perfecto. No hay problema. —Sonrió mirando los informes y yo me quedé mirándola. —Y... Felicidades, estás embarazada.

Me quedé de piedra pero a Yoona se le puso una sonrisa en la cara y empezó a llorar de la emoción.

-¿Es en serio? ¿¡De verdad!? —Se levantó del sofá limpiándose las lágrimas. Estaba sonriendo hacía un segundo, joder, cómo no lo había pensado antes.

-De verdad, hay un bebé en tu tripa Yoona. —Rio Tiffany dejando los papeles en la mesa.

-¡No me dijiste que Seung Gi y tú estabais buscando un hijo! —Me quedé helada de nuevo. Yoona había empezado a salir con Lee Seung Gi cuando apenas tenía 22 años. Hace cuatro años que se casaron y ahora van a tener un bebé. La abrace fuertemente, el imaginarme a Yoona con una panza se me hacía demasiado adorable.

-Supongo que Seung Gi es tu marido. —Tiffany sonrió y yo asentí.

-Sí, el cantante. —Reí pasando las manos por la espalda de Yoona. -¡Me vas a hacer tía! He de ir comprando ya entradas para Disney y malcriarlo mucho.

-Tengo que irme y contárselo… aunque no sé cómo decírselo. ¡Adiós! —Cogió su bolso y salió volando.

Miré a Tiffany y escuché mi estómago rugir.

-No he comido desde que cenamos ayer y son casi las once. —Me encogí de hombros y ella negó.

-No importa, yo estoy igual de hambrienta a decir verdad. —Su risa era preciosa, ni muy alta ni muy absurda. Era una risa preciosa.

-Voy a hacer tortitas, bacon y huevo, ya sabes. Me gustaría que te quedases.

-Claro. —Aceptó.

En un rato, los huevos revueltos y el bacon estaban encima de la mesa y las tortitas salían una a una. Tiffany andaba por el salón y cogió uno de los marcos.

-¿Esta es tu novia? —Preguntó pasando los dedos por el borde. Asentí y eché un poco de zumo en el vaso.

-Sí, se llama Krystal. —Dije sentándome en la mesa, Tiffany hizo lo mismo.

-Es preciosa. —Cogió un tenedor y tomó un mordisco de bacon y revuelto de huevos

-Ya sabes lo que pienso sobre eso. —Le recordé que ella era aún más preciosa que mi propia novia, sabiendo que estaba sobrepasando los límites de esa amistad. Bebí un poco del zumo observando y analizando cada movimiento de la morena.

Apreté la mandíbula escuchando el suspiro de Tiffany.

-Eres una mujer estupenda Taeyeon. —Dijo Tiffany dejando el tenedor en el plato. — Y sería mentira decirte que no me atraes o que anoche no quise besarte.

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Comments

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Skyth06
#1
Chapter 4: Ya es 2018
_MAX_KWON_JUNG_
#2
Chapter 4: CUANDO ACTUALIZARA DE NUEVO ESTA HISTORIA
welovetae #3
Chapter 4: Me he leido los 4 capitulos y debo decir que me encanta, continuala
taeyeon_es_mi_macho #4
Chapter 4: vamos, actualiza
liketaeyeon #5
Chapter 4: Taeyeon es una ertida jajaja
liketaeyeon #6
Chapter 4: Taeyeon es una ertida jajaja
lola_lola #7
Chapter 4: Cuando actualizas? esta super no demores
taeyeon_es_mi_macho #8
Chapter 4: Me encanta, continua por fa
ailyn2111 #9
Chapter 4: Taeyeon es tan divertida y ertida sigueeee
kimtaeyeon159 #10
Chapter 4: Oh, esta hermoso, me gusta cuando Taeyeon es toda ertida con Tiffany. Actualiza pronto