Capitulo 4

Habitación 72

 

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[Tiffany]

La semana entera había sido un caos. Miles de operaciones, consultas y un montón de papeles por llenar. Todo había pasado lento, tanto así que miraba el reloj y cuando creía que habían pasado veinte minutos en realidad pasaban dos.

Era la una y media de la tarde y estaba desesperada por llegar a aquella última consulta. Tras despedir al último paciente, abrí la puerta y me topé con aquella rubia que había estado esperando toda la mañana. Taeyeon llevaba su chaqueta en la mano y vestía con una playera blanca.

-Pasa. –Le hice un gesto con la cabeza, entrando junto a ella. Se sentó en la camilla sin que yo le dijese nada.

-No me acostumbraré nunca a verte así vestida. Es… –Se quedó en silencio mientras yo sonreía cogiendo la caja de guantes de látex y lo necesario para curar.

-¿Es? –Pregunté para que terminase la frase, quitándole la venda de la mano lentamente.

-Eres y. –Respondió ella y aunque me moría de ganas por responderle que ella lo era aún más, estábamos en una consulta y ella era mi paciente.

-No sé qué sentido tendrás de la palabra atractiva, pero obviamente piensas mal. –Espeté sentándome en la silla, cogiendo un algodón y mojándolo en agua oxigenada.

-Me da igual lo que tú pienses sobre eso. Me parece rematadamente y cuando haces tu trabajo. –La miré a los ojos pasando el algodón por encima de los puntos, bajando de nuevo la mirada a su mano.

-Tu herida va bien. Aún está muy blanda la cicatriz así que lo dejaremos una semana más. –Cogí un poco de aquél líquido naranja y lo esparcí sintiendo cómo su mirada se clavaba en mí. Taeyeon se quedó en silencio mientras yo vendaba su mano con otra limpia, apretándola de forma firme para que no se deshilachase o se soltara.

Cuando me puse de pie, sus ojos miraban los míos de una forma que me hizo sentir cosas que no debería en una consulta. Taeyeon se levantó de la camilla pero siguió apoyada en ella con las piernas un poco abiertas por lo que yo había quedado entre ellas.

-Yo siempre tengo el control, Tiffany. –Susurró con la voz más ronca que podía tener. –Tengo el control de lo que como, tengo el control de lo que hago a cada minuto del día, puedo controlarlo todo... Menos a ti. –Susurró escuchando cómo sus manos apretaban el acolchado de la camilla. –Y eso me frustra, me hace pensar en cuándo volveré a besarte.

Me quedé en silencio un momento acercándome a su rostro de tal forma que no sabía si nuestros labios iban a rozarse cuando empezara a hablar. Mi mano rozó su mejilla suavemente.

-Te he roto los esquemas. –Susurré con una sonrisa dándole un suave beso en la comisura de los labios.

-Ven a comer a mi casa. –Ofreció ella y sonreí.

-Aceptaré siempre que no haya cáterin o platos de alta cocina. –Respondí ladeando la cabeza mientras ella sonreía de forma leve.

-Lo prometo. –Asintió y me separé dejando que ella se incorporase y cogiese su chaqueta.

-Para esa herida lo mejor es quitártela unas horas al día, y si te duele tómate un ibuprofeno. –Dije sentándome en la mesa un momento y levantándome para dárselo.

Taeyeon se quedó mirando el papel y soltó una suave risa.

-Es verdad eso de la letra de médico. No puedo esperar a ver qué más sabes hacer con esos dedos. –Entrecerré los ojos y Taeyeon se inclinó para besarme pero la aparté con las manos y una sonrisa.

-Te veo luego impaciente.

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No sabía qué ponerme realmente, así que me puse un vestido blanco de los que utilizaba para ir a comidas informales, era fresco pero también adorable.

Llamé al timbre de la mansión de Taeyeon esperando a que abriese. Unos segundos después la puerta se abrió y apareció ella allí. Llevaba una playera bajo una camisa de cuadros rojos remangada por los brazos y unos vaqueros.

Taeyeon me observó de arriba abajo, lo que significaba que había elegido bien.

-¿Taeyeon? –Pregunté con una sonrisa poniéndome de puntillas para besar su mejilla.

-Lo siento, es que... –Abrió la puerta y pasé dentro, estaba segura de que  me estaba mirando el culo en aquél momento. –No importa. -Carraspeó y se puso a mi lado en la casa llevándome hasta la cocina.

-¿Tienes hambre? –Me preguntó con una sonrisa, a lo que asentí. Me tendió una copa de vino blanco y puso una mano en mi baja espalda. –Acompáñame.

Su mano me guio hasta el jardín, mostrándome una enorme piscina con el suelo de madera oscuro y unas hamacas balinesas. Subimos por una escalera hasta llegar a la terraza, una especie de solárium que tenía algunas tumbonas y una mesa con dos sillas. En ella, una copa de vino blanco y sushi.

-Espero que te guste la comida japonesa, Tiffany.

-Me encanta. –Sonreí asintiendo quedándonos de pie frente a la vista que teníamos delante. El mar tranquilo y azul y una agradable brisa que hacía más suave aquellas temperaturas en Seúl. -¿Subes aquí a menudo? –Pregunté cogiendo un trozo de sushi a la vez que Taeyeon, llevándomelo a la boca para darle un pequeño mordisco, estaba realmente bueno.

-Sí. Es precioso sirve para... Desconectar de todo. –Dice encogiéndose de hombros, bebiendo un poco de su copa a la vez que yo. –Y siento el sushi, no sé cocinar. –Se disculpó con una sonrisa.

Seguimos comiendo, conversando, bebiendo y disfrutando del sushi. Reíamos, nos quedábamos en silencio algunos segundos observándonos hasta que una de las dos apartaba la mirada y empezaba otra conversación diferente.

-¿Qué? –Pregunté con una sonrisa algo tímida porque Taeyeon se había quedado mirándome con los labios entreabiertos.

-Eres una persona totalmente distinta cuando estás fuera del hospital. La "doctora Hwang", es y hasta decir basta. Pero Tiffany... Tiffany es incluso mejor. –Comentó, provocando que me enrojeciese y agachase la cabeza. Era cierto. Cuando estaba dentro del hospital era una persona totalmente diferente. Lo tenía todo controlado, era seria y profesional, adoraba mi trabajo, pero fuera... Fuera era Tiffany. No tenía una personalidad compleja, o algo así. Aquí era simplemente una chica de veintisiete años recién cumplidos.

-Taeyeon es mejor que la ejecutiva en su despacho, ¿sabes? –Sonreí y me puse de puntillas aunque ella se inclinó al notar mi mano en la nuca y comenzamos a besarnos lentamente.

Sus labios atrapaban mi labio inferior y un beso seguía a otro, y a otro. Su boca buscaba la mía hasta que su lengua la encontró. Y no pude hacer nada más que seguir el juego de su lengua contra la mía porque no era capaz de tomar el control en aquella situación. Sus manos bajaron por mi espalda hasta mi trasero y solté una risa sobre su boca.

-¿De qué te ríes? –Preguntó sonriendo y negué.

-Porque me coges el culo en la segunda cita. –Taeyeon alzó las cejas y parpadeó un poco retirando las manos. Al ver el gesto, las cogí y las volví a poner donde estaban. –No dije que no me gustase. –Y Taeyeon dio un apretó con las dos manos en mi trasero al volverme a besar provocando que soltase un suave jadeo contra su boca, cosa que la hizo sonreír.

-Este vestido que llevas es demasiado corto... –Sus manos apretaron más mi trasero mientras, en mitad de los besos nuestras lenguas se dejaban ver, bajó sus labios por mi cuello dejándolo totalmente húmedo.

-¿Cómo llevas lo de Krystal...? –Pregunté y Taeyeon levantó la cabeza frunciendo el ceño con una risa.

-¿Me hablas de mi ex mientras nos liamos...? –Preguntó y suspiré con una suave risa, sacudiendo la cabeza.

-Perdón, es que no quiero que estés mal mientras estás conmigo. –Le expliqué con una suave mueca.

-Tiffany, tengo las manos en tu culo y la boca en tu cuello, y si no fuese porque no me dejarías ahora mismo te f... –Se quedó en silencio.

-¿Me qué? –Alcé la mirada esperando a que terminase la frase.

-Te follaría. –Me dijo en un perfecto inglés. Fruncí el ceño ladeando la cabeza, no quería que me enterase de aquello, pero ella no sabía que yo también lo hablaba.

-Creía que ibas a hacerme el amor. –Fruncí el ceño, respondiendo en el mismo idioma.

-Es que ahora mismo me pones demasiado como para hacértelo, lo siento. –Se quedó mirándome un momento, y esbozó una sonrisa.

Le pedí a Taeyeon que me llevase a la playa, y lo hizo. Me quité las sandalias con cuidado y las dejamos junto a la puerta que daba a su casa comenzando a caminar hacia la orilla, me quedé observando cómo rompían las olas y escuchando el sonido del mar. Nunca me paraba a escuchar u observar aquellas cosas pero... Aquello era precioso.

Noté la mano de Taeyeon en mi cintura y su voz tenue al oído.

-¿Puedo abrazarte? –Preguntó y asentí.

-Por supuesto que puedes. –Respondí, sintiendo sus brazos rodear mi cintura por la espalda para pegarme a ella. Sus brazos rodearon mi cuerpo, me sentía querida aunque era aún pronto para hacerlo.

-Me encantaría salir contigo, ¿sabes? –Susurró contra mi oído y me hizo reír. Me mordí el labio pero agaché la cabeza.

-¿Estás segura? –La miré girando la cabeza, viendo cómo sus labios se relamían mirando los míos.

-Demasiado segura.

-No sé si deberías… –Dije frunciendo el ceño, notando cómo Taeyeon se apartaba de mí y me daba la vuelta.

-¿Por qué dices eso? –Parecía algo confusa y yo hice una pequeña mueca, mirándola.

-Quiero casarme Taeyeon, y quiero tener hijos. No sé si tú también o... -Me encogí de hombros. –Tengo 27 años y todo ha pasado rápido. Tampoco sé si eres la persona correcta, o...

-Eh. –Puso las manos en mis brazos, provocando que la volviese a mirar a los ojos. –El matrimonio es  solo un trámite. Y no sé, no hay que pensar en eso ahora. Nos estamos conociendo, Tiffany. Si todo sale mal, en unos meses serás libre de buscar a otra persona. Si sale bien, lo veremos. Quién sabe, ahora sólo quiero salir contigo, hacerte el amor todos los días, viajar, ir a Hawái, si sabes cocinar que me hagas algo de comida caliente, no sé.. Ese tipo de cosas. –Suspiró Taeyeon y tomé su cara entre mis manos para darle un beso lento y ella se separó un poco. -¿Qué significa eso?

-Significa que me gustas, que da igual si salimos o no. No quiero irme a casa esta noche, te cocinaré lo que quieras. Y sí, podrás besarme cuando quieras también.

Y nos besamos, no sé durante cuánto tiempo. No era simplemente una chica a la que había conocido, había contactado con ella durante dos semanas enteras. Le había contado mi vida, la había ayudado a que no se fuera de aquí. Sentía algo por ella, no muy fuerte, no sabía cómo describirlo. Lo único que sabía es que desde entonces, desde aquellas dos semanas en enero las cosas habían cambiado. No podía estar más de dos días lejos de Taeyeon, no podía siquiera no hablarle porque no estaba en mis planes.

Cuando nos separamos, había anochecido y era precioso. El cielo se había teñido de un color rosa anaranjado, y ya lo veíamos desde el interior de la casa.

-No sé cómo sales de casa teniendo esta auténtica mansión con estas vistas. –Murmuré observándola sentada en el sofá del salón que daba a un ventanal enorme.

-Porque tengo que pagar esta casa. –Taeyeon se rio y me levanté. Estaba abriendo una botella de agua y sonó el timbre.

Taeyeon soltó la botella frunciendo el ceño acercándose a la entrada. Al abrir, una exuberante chica estaba allí. Krystal, creía.

-Hey. –Dijo la chica mientras yo estaba en mitad del salón sin saber muy bien qué hacer.

-Qué quieres. –Taeyeon sonó seca y la chica me miró.

-Vaya, te ha faltado poco para tener nueva novia. –Dijo la modelo mirándome con algo de asco y volviendo a mirar a Taeyeon.

-Espero que sea mi novia. –Respondió la rubia y yo no sabía dónde meterme porque mis mejillas estaban completamente rosadas y no podía hacer más que agachar la cabeza. -¿Qué quieres?

-Te quiero. –Dijo la chica y me sentí totalmente fuera de lugar.

-Mmh.. ¿Gracias? -Taeyeon se encogió de hombros sin saber qué decirle.

-Esa no es la respuesta que esperaba...

-¿Muchas gracias? –Volvió a decir Taeyeon, negando. –No sentía nada por ti ni tú por mí. Así que vuelve con él porque no tengo nada más que hablar contigo.

Y  cerró la puerta. Se giró hacia mí y cogió mis manos para darle un beso en los nudillos, terminando por coger mi cara entre sus manos y darme un lento beso, provocando que me pegase un poco más a ella mientras le respondía lentamente, hasta que se separó.

-¿Te responde eso a la pregunta de antes? –Dice con media sonrisa, mientras yo intentaba despejarme de aquél beso. La pregunta sobre Krystal. Asentí con una sonrisa.

Tras aquello, cenamos algo del sushi que había sobrado aquella noche porque Taeyeon no tenía nada en su nevera, pero no me importaba.

Estaba sentada en su regazo, mientras ella me daba trozos de sushi y yo no podía aguantar la risa. Movía las piernas para que yo saltase encima de ella y es que no podía tragar. Tenía las mejillas llenas de sushi y Taeyeon disfrutaba haciéndome aquello.

-¿Vas a comer o no? –Paró las piernas y me tragué por fin el último trozo girando la cabeza hacia ella.

-Idiota. –Negué bebiendo un poco de la copa que tenía encima de la mesa apoyando mi espalda contra el pecho de Taeyeon.

-¿Sabes que tenía un crush con tu voz? Y lo tengo, claro. –Confesó ella, levantándose conmigo y recogiendo los platos sucios.

-¿Un crush con mi voz? ¿Cómo es eso? –Me reí viendo cómo Taeyeon venía hacia mí, señalando las escaleras.

-¿Alguna vez te ha puesto la voz de alguien? –Susurró sujetándome de la cintura mientras caminábamos hacia su habitación.

-Sí. La tuya. –Respondí simplemente. Su voz era linda, suave, pero a la vez profunda y no había manera de quitármela de la cabeza cuando Taeyeon se iba. Una sonrisa se formó en su cara hasta que llegamos a las habitaciones.

-Bueno Tiffany, ¿quieres dormir conmigo o prefieres dormir en la habitación de invitados? –Abrió las dos puertas. –El baño está aquí, tienes una muda de rop.. –Negué cogiendo su cara entre mis manos para darle otro beso y callarla tirando de su camiseta hasta la habitación.

-No tienes que hablarme como si me quisieras vender la habitación de uno de tus hoteles. –Le dije negando, dándome la vuelta para que me quitase el vestido. Una vez lo hizo, me giré hacia ella que no paraba de mirarme los pechos y el cuerpo.

-¿Me prestas una camiseta? –Pregunté y ella asintió. Me la puse y me tumbé en la cama con Taeyeon, que en principio se quedó tumbada a mi lado, aunque me hizo bastante gracia porque me miraba de reojo. –Cielo, puedes abrazarme. –Le dije riendo, sintiendo el cuerpo de Taeyeon pegarse contra el mío casi instantáneamente, rodeándome con los brazos y apoyando la cabeza sobre mi hombro.

-Hueles bien. –Susurró en mi oído poniendo las manos sobre mi abdomen. –Vale, eso ha sonado muy raro, pero es verdad. –Solté una risa negando pasando la mano por su brazo suavemente para tranquilizarla.

-Es la primera vez que me lo dicen, pero es agradable. –Me giré hacia ella y puse una pierna por encima de las suyas, mirándola a los ojos.

-¿Sabes que no puedo dormir? –Me dijo ella metiendo un mechón de pelo tras mi oreja y observando cada rasgo de mi rostro.

-¿Por qué? –La miré algo asustada. –Deberías habérmelo dicho en la consulta. –Fruncí el ceño incorporándome.

-No es eso, Tiffany. –Hizo que me tumbase en la cama de nuevo.

-Tengo miedo de no despertarme, de que esto sea algo que estoy soñando mientras estoy en coma. Si duermo, sueño una y otra vez con el accidente. –Cerró los ojos y la abracé contra mi pecho, acariciándole la espalda.

-Estoy aquí, Tae.

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Comments

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Skyth06
#1
Chapter 4: Ya es 2018
_MAX_KWON_JUNG_
#2
Chapter 4: CUANDO ACTUALIZARA DE NUEVO ESTA HISTORIA
welovetae #3
Chapter 4: Me he leido los 4 capitulos y debo decir que me encanta, continuala
taeyeon_es_mi_macho #4
Chapter 4: vamos, actualiza
liketaeyeon #5
Chapter 4: Taeyeon es una ertida jajaja
liketaeyeon #6
Chapter 4: Taeyeon es una ertida jajaja
lola_lola #7
Chapter 4: Cuando actualizas? esta super no demores
taeyeon_es_mi_macho #8
Chapter 4: Me encanta, continua por fa
ailyn2111 #9
Chapter 4: Taeyeon es tan divertida y ertida sigueeee
kimtaeyeon159 #10
Chapter 4: Oh, esta hermoso, me gusta cuando Taeyeon es toda ertida con Tiffany. Actualiza pronto