Bienvenidos a los suscriptores y lectores.

¡Nuevo capìtulo!

*

*

*

 

Jessica ya tenía todo preparado cuando oyó el claxon. Se aseguró de cerrar bien la puerta y salió.

Los nervios podían con ella. Vería a Taeyeon, aunque sabía que no iría con ellas en el coche.

Ella y otra chica, Sunny, creía recordar, llegarían por la tarde. No habían podido salir antes del

trabajo.

—¿Preparada? —Le preguntó Yuri metiendo la bolsa en el maletero.

—Creo que sí —dijo pensando en Taeyeon, más que en otra cosa.

Yuri le presentó a las demás, cuando se metió en el coche.

—Ella es Sooyoung y ella es Yoona. Ella es Jessica mi socia.

 

El viaje resultó de lo más animado. Las amigas de Yuri, resultaron ser unas chicas divertidas y simpáticas. Lo que hizo

que todo resultara más agradable, lo difícil vendría después, la razón por la que ella se encontraba ahora allí. El único

motivo, Taeyeon.

 

—No gracias —dijo rechazando los dulces.

—Jessica no temas engordar, te aseguro que estos días, vas a quemarlo todo.

—Solo de pensarlo, ya me entran agujetas —se echaron a reír.

 

Pararon el coche frente a la cabaña. Bajaron y entraron.

Un salón con chimenea.

 

—Aquí debe nevar bastante —comentó una de ellas.

 

Miraron la parte de abajo, pasando por las distintas habitaciones. Había un dormitorio en esa

planta. Subieron al piso de arriba.

 

—Cuando vengan Taeyeon y Sunny, nos distribuimos para dormir.

A Jessica le puso nerviosa oírla decir eso. Aunque tenía claro que ella dormiría con Yuri, desde luego.

 

Sacaron el equipaje y todo lo que habían comprado para esos días. Prepararon la comida y se fueron a dar un paseo después

por los alrededores.

No dejaba de mirar su reloj, no tardarían en llegar. Habían llamado para decir que en media hora estarían allí. El pulso se le

aceleraba por momentos.

Mientras las esperaban se entretuvieron con juegos de mesa.

Oyeron la moto. A Jessica se le aceleró el corazón, conocía muy bien ese sonido.

 

—Ya han llegado.

Jessica permaneció sentada, le temblaban las piernas. No sabía muy bien qué hacer.

—¡Hola chicas! —Dijo al entrar, Sunny, la chica que había venido con Taeyeon.

—Ella es Jessica —le presentó Yuri—. Bueno a Taeyeon, ya la conoces.

 

Se saludaron como si nada, aunque sus ojos les pudieran traicionar.

 

—Bueno, primer paso dado —suspiró Jessica.

 

Taeyeon estaba algo más seria de lo habitual, y ella se esforzaba, en que no se le notara su inquietud.

Se sentaron alrededor de la mesa en los dos amplios sofás y en los dos sillones.

 

—Creo que lo primero es decidir lo de las habitaciones, para quitar las bolsas de en medio — sugirió Yoona.

Jessica miró de soslayo a Taeyeon, ésta se movió incómoda.

—Yo dormiré con Jessica —dijo Yuri—. Es lo más lógico.

Las dos suspiraron aliviadas.

—Yo con Taeyeon dijo Sunny. ¿Te parece bien? —Le preguntó.

—Claro, pero me gustaría arriba.

—Bien, entonces Sooyoung y Yoona. Bueno pues, todo arreglado.

 

Salieron a dar otro pequeño paseo antes de cenar. Taeyeon mantuvo un trato correcto, pero con la distancia que esperaba que

tuviera con ella. Por su parte se comportó de la misma manera. Apenas cruzaron unas cuantas palabras. Se mantenían

alejadas prudentemente.

Una vez en la casa y después de cenar, se dedicaron a mirar las actividades del día siguiente.

Taeyeon esperó a que todas se sentaran en la mesa, para sentarse apartada de ella. «Ya sabías a lo que

te arriesgabas», pensó Jessica para sí.

 

—¿Qué os parece si mañana para empezar hacemos algo de senderismo? —Propuso Sunny.

—Perfecto, así podemos conocer el lugar. Este itinerario es bastante cómodo, no hay muchas pendientes.

—Bien, pues yo me voy a la cama —dijo Sunny.

—Yo también —siguió Taeyeon, mirando disimuladamente a Jessica.

 

Esta sintió una punzada. No sabía bien de qué, pero dolió, y mucho, al ver como Taeyeon y Sunny subían las escaleras y no

era ella, la que le acompañaba. No hubieran dormido mucho, de eso estaba segura.

Tumbada en la cama Jessica, no conseguía pegar ojo. Miraba el techo. Se imaginaba con Taeyeon

abrazada a ella, resignada se dio la vuelta intentando parar su mente.

Madrugaron y después de un breve desayuno, se pusieron en marcha. A Jessica todavía le duraba el efecto que le había

producido el roce de su mano al pasarle la mermelada.

Al mediodía, se habían alejado bastante. Hicieron una parada para admirar el caudaloso río, se

sentaron en un claro del bosque. Durante todo el camino, no lo hicieron juntas. Taeyeon lo evitó a toda

costa, estuvo amable, pero hasta ahí. Ella lo intentó un par de veces, sin éxito.

A la vuelta Taeyeon iba la última, Yuri se puso a su lado.

 

—¿Qué te pasa con Jessica? ¿No te cae muy bien?

Taeyeon la miró sorprendida.

—Claro que sí, ¿por qué me iba a caer mal?

—No lo sé, pero parece que no te hace mucha gracia, tienes una actitud distinta con ella.

—No la conozco mucho, es solo eso.

—Pues tiene fácil arreglo, intenta hablar más con ella.

 

De repente, Yuri la llamó, Jessica se dio la vuelta.

 

—¡Jessica, ven!

Taeyeon quiso que se le tragara la tierra en ese momento. «¿Pero a qué venía eso?».

—Taeyeon me preguntaba si lo estás pasando bien.

Jessica la miró, y vio el apuro por el que estaba pasando.

—Me alegro de haber venido —dijo mirándola directamente.

Disimuladamente Yuri se adelantó y se puso a hablar con las demás.

 

Anduvieron un trecho sin decir palabra, Taeyeon miraba el suelo. Jessica a ella.

 

—Creo que no podemos ignorarnos de esta manera, se están empezando a dar cuenta.

—Será más difícil entonces.

—¿Te refieres al hecho de hablarme o siquiera estar a mi lado? ¿Tanto esfuerzo te supone el tratarme como a las demás?

Taeyeon suspiró.

—No, si lo fueras, pero no lo eres.

—Eso me da esperanzas.

—¿Quieres tenerlas?

—¿Por qué si no, estoy aquí? No has contestado mis llamadas, ignorándome por completo. Si prefieres que me vaya, solo tienes que decírmelo.

 

Sooyoung y Sunny, se pusieron a su lado y empezaron a charlar. Disimulando otra vez, hicieron un

esfuerzo por meterse en la conversación.

Llegaron a la cabaña bastante cansadas, la marcha había sido larga.

 

—¿Qué buscas? —Preguntó Yuri al ver cómo Jessica sacaba toda su ropa del armario.

—Estaba segura de haber metido una toalla.

—Mira en el armario de arriba, en el pasillo, en el de aquí, creo que no hay ninguna.

—Voy a ver.

 

Subió, abrió el armario, pero no encontró ninguna, justo cuando se dio la vuelta, salía de

ducharse Taeyeon, en ese momento, envuelta en una toalla y con el pelo revuelto y mojado. Jessica se

quedó parada mirándola sin darse cuenta de la manera en que lo hacía, Taeyeon tampoco era

consciente de cómo la miraba.

 

—Buscaba una toalla —dijo con voz temblorosa.

—¿Has encontrado alguna? —Dijo Yuri subiendo las escaleras y haciéndolas volver a la

realidad.

—No —dijo aclarándose la garganta.

—De todas maneras, el baño de abajo está ocupado.

—Puedes hacerlo aquí, este está libre —dijo Taeyeon.

—Gracias.

 

Yuri la miró y le sonrió con satisfacción. Jessica se metió en el baño.

 

—Eso es, así. Estoy segura de que haréis buenas «migas» solo tenéis que conoceros un poquito

más.«¿Más todavía?» pensó riéndose para sus adentros.

—¿Se puede saber por qué me lo dices a mí?

—Ella ha intentado acercarse y tú, ni caso. Con las demás no le pasa eso.

Taeyeon vio el gesto que puso Yuri.

—¿Qué?

—¿Acaso te gusta? ¿Es eso?

—¿Pero te has vuelto loca? Está casada.

—Nosotras sabemos perfectamente que eso no es ningún impedimento.

—No me gusta, no es mi tipo para nada.

—Ya veremos.

—¿Cómo que ya veremos?

 

Yuri empezó a bajar la escalera, se volvió con una sonrisa pícara.

 

—Voy a dejarle mi toalla —dijo Yuri.

—No hace falta yo he traído dos.

—Muy bien —volvió a sonreírle.

Llamó tímidamente. Jessica abrió, asomó la cabeza, estaba desnuda, se tapaba con la puerta.

Taeyeon lo sabía perfectamente, tragó saliva.

—Toma, puedes utilizar ésta, yo tengo otra.

—Gracias —dijo. Se incorporó y totalmente aposta, se puso frente a ella sin puerta de por medio.

 

Taeyeon intentó que sus ojos no se movieran, rápidamente se dio la vuelta entrando en su habitación.

Jessica sonrió maliciosamente, sabía que había conseguido su objetivo.

Inocentemente Yuri estaba convencida de que Taeyeon y Jessica se llevarían bien, además, y la

otra socia, desde no hacía mucho, pero aparte de llevarse bien en el negocio, personalmente, habían

congeniado, desde el primer momento. Y a partir de entonces, sería inevitable quedar en alguna

ocasión, y no quería quedar con las dos aparte, mejor conocerse de antes. Y haría todo lo que

estuviera en sus manos para que fuera así. No sabía exactamente la razón, pero lo sentía así.

Tuvo el detalle de sentarse frente a ella, a la hora de cenar. «Algo es algo», pensó Jessica.

 

—Mañana toca «rafting», ¿quién se apunta?

—Yo ni loca —dijo Sunny—. Me da miedo.

—A mí también —dijo Jessica. Taeyeon la miró—. Me parece peligroso —respondió mirándola.

Las demás no tuvieron ninguna duda en apuntarse. Pensó en Taeyeon, y se inquietó. ¿Y si le pasaba

algo?—

Voy un rato fuera —dijo levantándose.

 

Taeyeon espero un tiempo prudente y también salió. Yuri sonrió con satisfacción. Las demás

intercambiaron una mirada suspicaz.

Jessica estaba sentada en las escaleras de la entrada. Taeyeon lo hizo a su lado.

 

—¿Prefieres estar sola?

—Prefiero estar contigo.

Se miraron. Taeyeon tenía ese gesto de inocencia, que tanto le gustaba.

—Todavía no me creo, que ahora mismo estés aquí conmigo.

—Jessica, me gusta que hayas venido.

—¿En serio?

—Sabes que sí.

—No aguantaba más sin verte, y si tengo que seguirte al fin del mundo, lo haré.

Jessica vio en sus ojos el efecto de sus palabras.

—No es justo.

—¿El qué?

—Ni siquiera puedo besarte.

Jessica se rió.

—¿Por qué te ríes?

—Podemos ir detrás de esos arbustos como si fuéramos colegialas.

—No creo que fuera necesario, esas cotillas de ahí dentro, estarán haciendo mil y una conjeturas

—se rió.

—¿Y si le damos motivos?

 

Jessica se acercó, de improviso, sus labios separados tan solo por unos milímetros. Taeyeon se

quedó inmóvil, no se lo esperaba. Jessica los rozó casi imperceptiblemente, la miró a los ojos por

unos segundos, se levantó y entró. Taeyeon se quedó aturdida. Había sido brutal. ¿Y ahora quién era la

guapa que dormía? ¿Es que no se iba a cansar de provocarla? Cuando se recobró un poco, entró.

Echó un rápido vistazo y no vio a Jessica.

 

—Solo quedamos nosotras —dijo Sunny—, las demás se ha ido a dormir.

 

Miró la puerta de su habitación y suspiró.

 

—¿Una cerveza? —Le ofreció Sooyoung.

 

Al día siguiente temprano fueron al centro de actividades, donde alquilarían la balsa para

descender el río. Jessica aprovechó un momento en que Taeyeon se separó del resto, sentándose para

ajustarse el traje.

 

—Por favor, ten cuidado.

Taeyeon la miró sorprendida.

—Prométeme que lo tendrás.

—Por supuesto, no tengo la menor intención de ahogarme.

—No lo digas ni en broma. Estoy muy asustada.

Taeyeon se apiadó, sabía la angustia que sentía.

—No te preocupes.

Se fundieron en una mirada.

—¡Tenemos que irnos! Taeyeon se levantó, y fue a la orilla del río dónde esperaban las demás.

 

Esperaron a que se subieran a la balsa para esperarlas unos kilómetros más abajo. Sooyoung y Yuri

detrás, y Taeyeon y el instructor delante. Jessica se puso más nerviosa todavía, ahí seguro que era más

peligroso. Le hubiera gustado desahogarse con Sunny, pero tuvo que tragarse el miedo.

 

—Subamos a ése puente, las veremos bajar —dijo Sunny.

Jessica miraba como se metían en la balsa y empezaban a alejarse de la orilla, empezaron a remar

y se metieron en los primeros torbellinos de agua. La balsa se levantó para bajar con todo su peso en

el agua, envolviendo a Taeyeon y al guía por completo.

El corazón empezó a latir por su cuenta.

—Me alegro de no estar ahí —comentó Sunny.

—Yo también —dijo justo cuando la balsa pasaba debajo de ellas.

«Y Taeyeon no debería estar tampoco». Subieron al coche.

Cuando llegaron al lugar dónde finalizaba el recorrido, Jessica le propuso dar un paseo por la

zona, no hubiera podido estar sentada. «No tiene porqué pasar nada».

Cuando regresara hablaría con ella, no tenía muy claro cómo hacerlo, pero ya se las apañaría. No

aguantaba más, no poder tocarla, siquiera.

 

—Deben estar a punto de llegar —dijo Sunny mirando su reloj.

—Sí, vamos.

La balsa llegó a su destino, pero con dos pasajeras menos. Se alarmaron.

—¿Y Taeyeon y Sunny? —Preguntaron las demás.

—Un accidente inoportuno.

—¿Les ha pasado algo? —Jessica no pudo controlar sus nervios.

—Nada grave, Sunny se ha hecho daño en un tobillo y Taeyeon la ha acompañado a que la vean.

 

Hemos parado en un recodo y les ha recogido un coche de emergencias.

Jessica suspiró aliviada. Casi se desmaya.

Cuando llegaron a la cabaña estaban todas esperando impacientes. A Taeyeon no le había pasado

nada, pero Jessica estaba inquieta y descolocada. Era la primera vez que tenía esa sensación. No sabía

muy bien qué era, lo único cierto era que deseaba que llegaran ya, y que Taeyeon estuviera allí con

ella. Eso era, era necesidad. La necesidad de tenerla, su cuerpo y su mente la reclamaba quejándose

al sentir su falta.

Las vieron bajarse del coche. Sunny se apoyaba en el hombro de Taeyeon y cojeando llegaron a

la puerta. Yuri y Sooyoung salieron a ayudarlas.

«Si le hubiera pasado algo», pensaba Jessica con angustia al verlas acercarse.

 

—Te dije que era peligroso —le recriminó Sooyoung.

—Ha sido una tontería, un esguince, nada más —se sentó y apoyó las muletas a su lado.

 

Taeyeon miró a Jessica y ésta parecía contestarle con la mirada.

 

—Lo mejor será que duermas aquí abajo. Te resultará más cómodo —dijo Yuri.

Taeyeon y Jessica la miraron a la vez.

—La verdad es que no creo que pueda subir y bajar las escaleras —dijo mirando a Taeyeon.

—Por mí, no hay problema.

—¿Te importa dormir con ella? —Preguntó de pronto Yuri a Jessica.

Ésta, por un momento, se quedó sin saber qué contestar.

—Si a Taeyeon no le importa.

Taeyeon tenía la misma expresión.

—No, claro, sin problema.

—Lo digo, porque si necesita cualquier cosa, por la noche, no me importa estar pendiente.

—Por mí vale, aunque yo puedo hacerlo también —contestó Taeyeon, aparentado normalidad,

aunque por dentro estuviera de todo menos tranquila. Pero hablaría con Yuri ¿qué demonios

pretendía?

—Bien, entonces voy a bajar tus cosas —le dijo a Sunny.

—Mientras subiré las mías —dijo mirando tímidamente a Taeyeon.

 

Después de cenar, se quedaron charlando tranquilamente, e inevitablemente la charla tomó unos

derroteros más personales.

 

—Pues sí, yo por ejemplo, prefiero que mis parejas no fumen —comentaba Sooyoung.

—¿Y eso porqué? —Preguntó Jessica.

Todas se echaron a reír.

—Dice que no soporta que «después» fumen en la cama, que le quita el buen sabor —comentó

Sunny.

Volvieron a reírse. Siguieron con la conversación, repleta de anécdotas, y le tocó el turno a

Taeyeon, que hasta ahora, no había abierto la boca.

 

—Pero nuestra campeona es Taeyeon —dijo Sooyoung.

—Otra vez, con eso no, por favor. Además no tiene ningún interés.

—Cuenta, por favor —dijo Jessica mirándola fijamente. Vio el gesto de fastidio que puso. Estaba

muy interesada en lo que pudieran contarle.

No habían hablado mucho, entre ellas, de sus relaciones anteriores y Taeyeon mucho menos.

—Fue en una boda.

—Creo que mejor me voy —protestó Taeyeon levantándose.

—De eso nada —Yuri le sujetó por el brazo obligándola a sentarse de nuevo.

—Como decía, fuimos a una boda de unos amigos comunes: Pablo y Wendy. La novia tenía una

hermana, me parece que se llamaba Irene. La familia de la novia invitó a un amigo de toda la vida,

y compañero de carrera de Irene, y también a sus padres. El chico estaba perdidamente enamorado

y ella, pues tonteaba con él.

—Ya vale, todas sabemos lo que pasó esa noche —volvió a protestar Taeyeon.

—Pero yo no —contestó Jessica.

—Eso es cierto, deja que se lo cuente, se va a reír.

«Pues yo creo que no le va hacer ninguna gracia» y resignada dejó que continuara.

—Taeyeon coincidió en la mesa con la tal Irene y su «enamorado», y lo típico, entablaron

conversación y así pasaron animadamente, toda la noche.

—¿Y el chico? —Jessica estaba intrigada.

—Las miraba impotente.

—¿Puedes resumir, por favor? —Volvió a protestar.

—Total que pese a los esfuerzos que durante toda la noche, hicieron todos para que acabaran los

dos juntos por fin, cosa que ya daban por hecha.

—Tenías que haberlo visto, fue algo impresionante —quiso participar también Yuri—. Por más

que querían, más se alejaba ella. Y cuando mirabas, ya estaba al lado de Taeyeon, sin dejar de

insinuarse.

—¿Y tú qué hacías? —Le preguntó Jessica directamente.

—Pues nada, ¿qué voy a hacer?

—¡Qué cara tienes! —Contestaron todas a la vez.

—¿Qué?

—¿Cómo que nada? ¿Acaso no se te declaró?

—Pues sí, ¿y?

—Que la seguiste muy bien el rollo —contestó Yoona con toda la ironía que pudo.

—¿Y qué podía hacer?

—Claro, no ibas a desaprovechar la oportunidad, ¿verdad? —Jessica no se cortó.

—Para empezar, yo no tenía ningún interés y segundo, ella me besó a mí. Y para vuestra

información, fue ella la que.

—¿Qué? —Preguntó Jessica.

—Imagínatelo —contestando Yoona por ella.

Taeyeon se arrepintió, tenía que haber cortado la conversación, pero ya no había remedio.

—Parece que se le dan bien las heteros —siguió Yuri, mirándola descaradamente.

«Sí, tenía que tener una charla con Yuri, desde luego».

—Y las casadas, ni te cuento —apostilló Sooyoung.

—¡Bueno, ya está bien! ¿Podemos hablar de otra cosa, por favor?

Taeyeon no pudo evitar mirar a Jessica, ésta tenía una expresión, no sabría definirla muy bien.

—¿Toda una ligona? —Dijo mirando a sus amigas.

—Desde luego.

—Por favor, basta. ¿No podéis meteros con otra?

—No nos metemos, solo contamos tus batallitas.

—Pues por hoy es suficiente, me voy a dormir.

—Yo también —dijo Sunny—, me dan pinchazos.

—Espera voy contigo —le ayudó Yuri.

—Por cierto ¿quién se apunta mañana a hacer ala delta? —preguntó Mar.

—Yo —contestó rápidamente Yoona.

—Y yo —dijo entusiasmada Taeyeon.

—Bien, entonces a descansar.

 

Si Taeyeon ya estaba nerviosa de por sí, ahora más todavía. Y encima solo había una cama. Se dio

una ducha rápida y cuando entró en la habitación, Jessica ya estaba acostada. Se miraron, y las dos

tuvieron los mismos pensamientos.

Jessica leía un libro, o por lo menos, lo fingía, estaba tan nerviosa como ella. Taeyeon se metió en

la cama, pero asegurándose de poner la distancia que pudo, Jessica se percató del gesto, fue a cerrar el

libro.—

 

Puedes seguir leyendo, no me molesta la luz.

 

—Lo sé —contestó con una mirada significativa.

Volvieron a mirarse. Taeyeon miró para otro lado. Jessica no iba a dejar escapar la oportunidad.

—¿Cómo acabó la historia?

Taeyeon suspiró resignada. Sabía que lo mejor era contárselo de una vez.

—¿Tú qué crees?

—No lo sé. ¿Cómo acaban una mujer casada y una lesbiana?

La estaba picando, pero hizo como si nada.

—Para tu información, la «supuesta» hetero, se llevó a la cama a la lesbiana, ¿sabes?

—Me escandalizas —contestó con ironía—. ¿Cuánto duró?

—¿El qué?

—Lo vuestro.

—Lo que tardó en amanecer. Suele pasar —le dijo mirándola. Jessica bajó la mirada.

 

Taeyeon no había dejado de mirarse la mano, mientras hablaban.

 

—¿Qué te pasa?

—Creo que me he clavado algo, y me duele del roce de la cuerda donde nos sujetábamos.

—A ver, déjame ver.

 

La proximidad tuvo el mismo efecto para las dos. Evitaban mirarse sabían perfectamente lo que

podía pasar.

 

—Espera, voy a por unas pinzas.

Al poco, volvió con ellas.

—Quieta, así no puedo.

Taeyeon volvió a mover la mano. Jessica la miró, vio como sonreía.

—Es que me duele. Casi prefiero la astilla.

—Eres una blandengue, déjame ya casi está.

Jessica no quiso seguirle el juego, tendría que esperar.

—Ya está fuera —le dio un pequeño masaje y le aplicó algo de crema.

Sentir el contacto de sus manos, hizo que Taeyeon la deseara al instante. Como adivinando sus pensamientos, Jessica

levantó la vista y clavó su mirada en ella.

 

—Puedes seguir —le dijo en un susurro.

«Resiste». Jessica se incorporó y se apoyó en la almohada.

—¿Sabes que estoy nerviosa?

—¿Por qué? Jessica sonrió.

—Voy a pasar la noche con una «rompecorazones».

—Jessica, por favor.

—¿Y si intentas algo?

—Ya vale.

Jessica se puso seria y la miró.

—¿Y ahora qué?

—Me he tenido que enterar por tus amigas. Nunca me has hablado de tus cosas, te siento como

una extraña. En cambio tú, lo sabes todo sobre mí.

—No hay nada que tengas que saber, y yo tampoco te he ocultado nada nunca.

—Eso no lo puedo saber.

—Nunca —la miró fijamente, ella esta vez.

—Todavía estoy esperando una respuesta.

—¿Qué respuesta?

—Saber si yo puedo formar parte de tus ilusiones.

—Jessica, las dos sabemos perfectamente, que nosotras no podemos permitirnos siquiera pensarlo.

—¿Por qué, no?

—¿Tú qué crees?

—Nada es imposible.

—Pues lo nuestro, ya lo ves.

 

Jessica la miró, se dio la vuelta, apagó la lamparilla de la mesilla, y se tumbó dándole la espalda.

Taeyeon acarició su pelo.

Había ido hasta allí, por verla, y eso significaba que era algo más que su amante.

Jessica lentamente se dio la vuelta y se quedó mirándola.

 

—Me gusta que estés aquí —se sinceró Taeyeon.

—¿Lo dices de verdad?

—¿Por qué nos hacemos esto?

Jessica le contestó sin necesidad de palabras.

Taeyeon se despertó y miró el reloj.

—Deberíamos levantarnos, podrían sospechar.

—Ni loca —dijo Jessica acurrucándose contra ella.

—Tenías que haberme dejado dormir —bromeó—. No voy a estar al cien por cien para hacer ala delta.

 

Jessica levantó la cabeza.

 

—No quiero que vayas, me da miedo.

Taeyeon sonrió y le acarició la mejilla.

—No va a pasar nada, tranquila.

—¡Prométeme que no lo harás, prométemelo!

Taeyeon se inquietó, no la había visto nunca así.

—Jessica tranquilízate.

—No, hasta que me digas que no lo harás.

Se sentó cruzando las piernas. Taeyeon sabía que no tenía otra opción, y además vio el temor en

sus ojos.

—De acuerdo —su gesto cambió radicalmente—. ¿Mejor así?

Jessica se abrazó a ella, aferrándose dulcemente. Taeyeon la sintió en cada poro de su piel, estaba

completamente descolocada.

 

Bajaron, Taeyeon vio una mirada suspicaz en Yuri, que estaba sentada con las demás

desayunando. Se estaba empezando a hartar, de esa mañana no pasaba.

 

—He cambiado de idea, no me apetece volar hoy —bromeó.

—Entonces las demás podemos alquilar unas bicis, ¿qué os parece chicas?

—Por mí, estupendo —contestó Jessica y bebió de su taza, al tiempo que miraba disimuladamente

a Taeyeon.

Yuri se quedó fregando, Taeyeon vio que ese era el momento.

—¿Se puede saber qué te propones?

—¿Yo?

—Sí, tú. ¿Por qué lo dices?

—Te las arreglas muy bien para que Jessica y yo siempre acabemos juntas.

—Estás desvariando, ¿no será que quieres que pase?

Taeyeon se empezó a desesperar.

—¿Pero, por qué tienes tanto empeño? ¿Se te ha olvidado que está casada? Y lo más importante

que no entiende. Mételo en tu dura cabezota, y yo tampoco quiero nada.

Se secó las manos, sonrió y salió: «Será posible».

Llegaron de su excursión.

—Hemos terminado con algunas reservas, habría que ir a comprar —dijo Sunny.

—Me ofrezco voluntaria —dijo Taeyeon.

—¿Puedo ir contigo? —Dijo Jessica.

—Sí, claro.

—¿Puedo conducir yo? —Dijo con una sonrisa, Taeyeon le dio las llaves. ¿Pero, por qué estaba

tan alegre?

—Yuri no sabe nada, ¿no?

—Por mí, no —contestó Taeyeon—. Aunque si se enterase, se llevaría una gran alegría.

—¿Y eso porqué? —La miró sorprendida.

—Está convencida de que tú y yo tenemos que acabar juntas.

—¿Me tomas el pelo? —Dijo riendo.

—No hace más que achucharme para que intente algo —volvió a reírse.

—Al principio incluso creyó, que me caías mal.

—No la culpo —la miró con reproche. Taeyeon la besó en la mejilla—. Me lo has puesto muy

difícil, ¿sabes?

—De eso se trataba.

—Te has equivocado; las tiendas están más adelante —dijo Taeyeon, al ver que giraban un poco

antes de llegar al pueblo.

—No me he equivocado —le dijo aparcando el coche frente al motel.

Taeyeon la miró.

—Me preguntaba el motivo de tu espontánea alegría. Bien, ¿y ahora qué?

—¿Tú, qué crees?

Bajaron del coche. Entraron en la recepción y cogieron habitación.

—La 15, ésta es.

Pasaron dentro, Jessica se sentó en la cama. Taeyeon se quedó de pie junto a la puerta.

—No lo entiendo, si dormimos juntas.

—Pero, no es lo mismo —se levantó yendo hacia ella.

—¿Cuál es la diferencia?

—¿Tú, qué crees?

Empezó a besarla, mientras se desnudaba.

—Quiero tenerte, sin estar pendiente de nadie más, que de ti.

La desnudó a ella también, y se tumbaron en la cama.

Esos cuatro días, y el estar fuera de lo que para ellas, era su rutina, encuentros escondidos y con

prisa.

 

Fugaces instantes de intimidad. Cuando por la noche, cerraban la puerta de su habitación,

aislándose del resto, y viviendo su complicidad, su relación oculta, entregándose en secreto,

convirtieron esas cuatro paredes, en su oasis particular. Todo eso les hizo ver, que podían cambiar

todo, aunque Taeyeon no quería pararse a pensarlo, lo más prudente sería esperar. Había sido muy

bonito, pero por si acaso, prudencia.

 

CONTINUARA...

 

Para todos los locksmith en el capìtulo 3 ¡Aparicion de Tiffany! \ (•◡•) /

Y para todos los amantes del  Taesica, esta recomendacion les interesa.

Estoy segura que muchas por no decir la mayoria conocen a la autora xcielnoirx.

Su forma de escribir es genial y todas sus historias son muy buenas. (͠≖ ͜ʖ͠≖)👌