Ogre, Witch and Nymph: Part 1 (Primero beso)

The Guardian: heart sigh (Suspiro de corazón)


Yuri se encontraba durmiendo en una cama, ninguna de las tres chicas se había percatado de aquella gran tormenta que invadió en la madrugada el bosque encantado; al contrario, al parecer en el palacio nada de eso había ocurrido. Una nívea mano recorría parte de su mejilla, la morena sólo gesticuló una vaga reacción ensueño, aún dormía plácidamente, ya que la noche anterior había sido un gran dilema.

Tiffany había alcanzado a las chicas la noche anterior, aunque por respeto no se había involucrado en su conversación; a su percepción, estaban discutiendo y vaya que lo estaban haciendo. Yuri había tenido un arranque de celos, celos que Jessica amaba provocar, la rubia amaba tener la atención de la morena, pero claro, aquellas palabras no se las podía decir.

Tiffany fue la primera en entrar, algunos cocineros aún estaban limpiando algunas hoyas de la cena, por lo que con sutileza y sin querer ser castigada, entró con rapidez. No se preocupó de las demás ¿Debería? Ah, sí, debería, se trataba de la princesa y su hermana después de todo, aunque a Tiffany eso no le importaba, sabía los sentimientos de Yuri hacia la princesa por lo mismo que prefería dejarlas a solas. Subió las escaleras en forma de caracol, el viento de la noche sacudía ligeramente, una brisa fresca invadía el palacio y eso se notaba en el cabello de Tiffany, revoloteando en cada salto hacia su habitación. Lucía como una princesa, pero ese no era su destino. La madrastra de Jessica se había encargado a la perfección de la morena, le inculcó todos los ‘poderes’ y sabiduría que ella poseía para así tener a la mejor médico (curandera) de las tierras Jung. Su habitación se distinguía por la gama de libros que había en la parte superior de un estante, algunos eran de medicina, otros de herbología y una que otra historia de amor. La luna que se veía desde su ventana, iluminaba gran parte de su habitación por lo que la necesidad de velas era casi nula por las noches, la iluminación daba directamente a su escritorio ¿Por qué era tan importante entonces la posición? Según decían las malas lenguas, cada vez que la luna estuviera en un ciclo diferente, las pociones y medicinas salían completamente diferente, y era ahí donde Tiffany era crítica. En el orden. Su orden.
 


Soltó un suspiro pesado, agotado, como si el bosque le hubiese robado toda su alma, su energía; no obstante, no estaba tan errado ese pensamiento. Se desplomó en la cama como un saco de escombro y miró hacia la luz. Sus pensamientos iban y venían ‘’¿Cómo se llamará? ¿La volveré a ver? ¿Y si no fui de su agrado? Tengo que verla de nuevo’’ cada uno más insistente que el anterior, poco a poco el sueño la consumía y no pasó mucho tiempo hasta que morfeo se la llevó a otro mundo.

 

En cambio las chicas aún seguían discutiendo, Yuri trataba de silenciar a la princesa quien a altas horas de la noche elevaba su voz como si fuera la misma realeza (y lo era). Con una voz bastante caprichosa y un ceño fruncido, soltó de mala gana en la entrada trasera del palacio.

—Si te vas a estar acobardando siempre, es mejor que no vengas hoy a mi alcoba.— fue lo único que comentó la rubia, una fría mirada devoró a la morena y entró al palacio.

Yuri simplemente se quedó sin habla, no es que fuera la primera vez que Jessica le ofreciera su habitación, al contrario, sólo que la forma fue distinta. La rubia entró con paso firme, no le importaba los sirvientes, sus brazos cruzados demostraban un gran bloqueo hacia el personal, hacia la realeza, hasta hacia las normas de su padre. La morena siguió con lentitud sus pasos, suponía que la princesa ya estaría en la alcoba, y realmente no tenía cabeza para pensar en esas actitudes, había sido una noche larga. Entró con desdén, los ayudantes en la cocina la miraron por el rabillo con una desaprobación, como si hubiesen escuchado todo desde adentro, no obstante, a la morena no le importó. Elevó su mentón y con el cierto orgullo que le quedaba, los miró de frente, con un semblante ahora más frío; tenía que actuar como la guardiana que era.

—Buenas noches, apaguen todo cuando terminen. No quiero velas encendidas de nuevo.— Bufó de mala gana mientras se retiraba y adentraba aún más.

Los sirvientes asintieron de forma unánime mientras que los pasos de Yuri se desvanecían a lo lejos. Buscó con la mirada a la rubia, creyendo vagamente que podría estar esperándola, porque ese era el sueño de Yuri, que algún día Jessica la buscara. Con una ligera decepción, subió hasta su alcoba, puesto que era el guardián principal, tenía dos habitaciones: una cerca del Rey Jung y otra, al lado de Jessica. Si iba a la primera lo más probable es que el Rey pidiera explicaciones por el horario, así que caminó hasta la segunda, con la mirada vacía y reflexiva notó que allí estaba la rubia. En su puerta, esperándola. Estaba confundida ¿Cómo era posible? Quizá simplemente se le perdió algo.

—¿Qué pasa, princesa? ¿Todo está bien?— preguntó con cierta preocupación y asimetría en sus palabras, le gustaba mantener la distancia a la morena, no obstante, Jessica ni se inmutó en responder.

Sin siquiera prevenir lo que se avecinaba, Jessica tomó la mano de la morena y la guió hasta el interior de aquella alcoba. La rubia frunció ligeramente su nariz ante el desorden que tenía, aunque le causaba gracia, no podía lucir con esa debilidad.

—¿Qué clase de persona eres, hm? ¿Cómo puedes tener tu alcoba así mientras invitas a la princesa? Vaya que estás en problemas, Kwon.— vociferó Jessica mientras rompía el contacto de ambas manos y se adentraba para mirar el lugar con más perfección.

—Princesa… P-pero… Yo no la he invitado.— repuso la morena, aunque luego se arrepintió. Cerró la puerta y se acercó a la ajena con cierto temor. —Quiero decir… Te meterás en problemas—

 

Jessica sólo pudo fruncir aún más el ceño por tanta falta de respeto; tenía sentimientos encontrados, cómo podía ser tan bruta y a la vez tan servicial ¿Acaso no lo notaba? Llevó su cuerpo y lo sentó sobre la cama mientras se bajaba la cremallera de su vestido; intentó relajarse, después de todo la provocación era uno de sus mayores poderes.

—Eres mi guardián. Mi sirviente, debes protegerme. Dormiré aquí y tú te sentarás mirando hacia la ventana por si viene aquella chica que vimos en el bosque.— comentó la rubia. Sabía bien cómo provocar a la morena, era su especialidad, y sabía bien lo que le causaba celos. —O… ¿Acaso quieres que venga por mi?— comentó con un ligero tono de travesura e inocencia, el vestido caía por su cuerpo mientras se levantaba, exponiendo delicada figura cubierto por un vestido aún más corto y delgado; lucía como un pijama de tela suave, cálido.

 

Yuri estaba embobada, no sabía si en un momento salivó tanto que la misma recorría sus cerezos hasta caer. Balbuceó mientras su ceño estaba fruncido, y accedió por completo. El solo hecho de tener a esa ‘enana’ nuevamente al lado de Jessica le ponía los pelos de punta. Soltó un suspiro pesado mientras tomaba una de las sillas y la llevaba cerca de la ventana.

—Está bien, lo haré. Pero si te pilla el Rey tendrás que echarte toda la culpa, Jung.— comentó mientras se sentaba. Por lo menos la fresca brisa la mantendría despierta… o eso creía. Jessica sólo rió con maldad, era una niña después de todo.

 

Las horas habían pasado, Yuri no sabía cómo pero sentía una cálida mano recorrer su mejilla. Estaba en una cama ¿Cómo había llegado ahí si estaba hace unas horas atrás en la silla? No estaba consciente pero Jessica sabía aprovechar bien esos momentos donde Yuri era manipulada por Morfeo. La rubia tomó su propio cabello y lo envolvió amarró con el propio, su diestra no dejaba de acariciar la mejilla de Yuri. ‘’¿Cómo podía lucir tan indefensa y adorable?’’ En su rostro se notaba una ligera sonrisa, una que casualmente fue contagia a la morena, Jessica sabía que ésta no estaba consciente, sabía de igual forma que en unas horas más tendría que cambiar su actitud nuevamente por lo que aprovechó el momento y sin dejar de realizar ese tímido contactó, juntó sus labios con los adversos. Sus ojos se cerraron como si fuera un beso de un cuento de hadas, como si fuera el primer beso de una princesa; y lo era. Duró unos segundos, podía sentir cómo las típicas mariposas que los cuentos de hadas estaban en su estómago, entonces se dio cuenta de que era verdad, de que el amor existía y no era una creación ficticia, entonces… creyó por primera vez que era feliz.
Abrió con lentitud sus ojos, sin querer arruinar el momento, dedicó otros segundos más a contemplar a ese ser que tenía enfrente para luego volver a sonreír. Todo hubiese sido perfecto, si tan sólo Yuri no durmiera y roncara a la misma vez, sin duda la sonrisa que hace unos segundos había predominado desapareció por completo.

 

—Aish… A veces te odio, quiero que lo sepas, Yulk— la intensidad y serenidad con que lo dijo la rubia fue tanto que hasta daba miedo. Sólo el hecho de mirar su rostro decía todo lo que sentía, para su suerte, Yuri dormía plácidamente como un bebé.

Sin dudas le saldrían arrugas a la rubia, y ante los miles de pensamiento de odio que tenía, tomó un almohadón y lo dejó caer en el pecho de la morena. Se levantó de la cama y se fue de aquella alcoba dejando un gran sonido del cierre de la puerta, para su mala suerte, Yuri con suerte arrugó su nariz y se volvió a acomodar, aunque claro, Jessica eso ni lo sabía. Entró a su habitación bastante molesta, el sol ya estaba alumbrando como siempre, hasta pensó en bajar al comedor para así saludar a su padre pero no, la vergüenza que tenía en ese momento le impedía todo. Se acostó boca abajo sobre la cama y hundió su rostro en su almohadón ‘’¿Cómo puede ser tan tonta?’’ pensó mientras un ligero calor se apoderaba de sus mejillas. Fue su primer beso, y lo peor de todo es que fue con un sirviente.
Intentó apaciguar aquel fuego interior, aquello que no sabía lo que era más con un toque de vergüenza, el rubí se impregnaba en su piel y ante tanto escándalo mental (y por no dormir nada tratando de llevar a Yuri a la cama), se quedó dormida.

La casa de TaeYeon estaba en completo silencio ¿Qué hora eran? ¿12:30 de la tarde?
Los ojos de Tae se abrieron de golpe como si se hubiese quedado dormida; aunque no tenía nada que hacer, no le gustaba hacerlas de vaga mientras su padre trabajaba. Somnolienta, salió de su habitación mientras intentaba recordar lo que había pasado la noche anterior, tenía ciertas lagunas mentales que no lograba recordar, no sabía si fue un sueño o realidad. No sabía nada prácticamente. Se sentó en las escaleras que estaban en la entrada de la casa mientras veía a su padre cortar leña; era típico de Scar preparar la comida en hora de almuerzo, luego se dividían las tareas de la tarde para mantener el orden. A veces Taeyeon se quedaba en casa cuidando, y otras veces acompañaba a Scar a cuidar el bosque.

 

Se produjo un silencio, no era incómodo pero a veces lo mejor que podían hacer era escuchar los secretos del bosque, una brisa susurró algo, y TaeYeon simplemente frunció el ceño ante tal calamidad.

—¿Dónde andabas anoche? ¿Habían intrusos por aquí, Yeon?— comentó Scar sin siquiera mirarla. ¿Qué se supone que debía decirlo? Lo más probable es que la regañaría con las dos excusas que tenía en mente.

—Amigas. No te lo comenté pero… venían a felicitarme por mi cumpleaños.— mintió TaeYeon, aunque era el comienzo, el enjambre de mentiras estaba recién empezando.

—¿Amigas?...— reprochó de cierta forma, no quería tocar el tema de que su hija prácticamente no tuviese amiga. Ni siquiera quiso preguntar cómo las había conocido. —Pero era demasiado tarde ¿Por qué no las traes a casa, mh? Así les puedo preparar algo ¿Albóndigas de espinaca con sabor a clavo? ¿Les gustará? ¿Y dime… cuántos dedos tienen?—Scar lucía ligeramente interesado e intrigado, para él las amigas de su hija no eran más que simples gnomos, o ninfas; criaturas que siempre estuvieron con ella.

TaeYeon simplemente tragó saliva, mordió su labio inferior y con cierto nerviosismo, asintió. Lo peor que había pesado estaba pasando, aquello de la noche anterior no fue un sueño, entonces sí conoció a Tiffany… ¿Sería mala idea que invitara a esas chicas nuevamente? Quizá hasta podría hacer una fiesta de disfraces para ella, y así su padre no sospecharía nada. Una podría ser bruja, otro elfo, y una ogra; sin duda era la mejor idea que tenía en su mente.

—Claro papá, las invitaré, lo siento por no enseñarte a mis amigos.— comentó mientras se acercaba a él con cierta sonrisa inocente, una sonrisa de una completa mentirosa, no obstante, necesitaba desviar el tema. —Por cierto… ¿Sabes por qué ayer… hubo aquella tormenta?— inquirió con cautela, aunque la reacción de su padre no fue la que esperaba.

Se produjo un silencio, Scar dejó de cortar madera y se quedó observando el suelo, como si éste le diera los secretos de la vida, pero no, elevó su mirada, cambió aquel semblante frío a uno más paternal y negó.

—No tengo la menor idea de lo que hablas ¿Cómo es eso de que hubo una tormenta? ¿Ya tomaste alguna hierba para ese resfriado? ¿A qué hora llegaste anoche, eh?— comenzó a dar vuelta nuevamente la situación, de tal palo tal astilla.

Ambos rieron de forma cómplice, Scar tomó la madera y entró nuevamente a su casa con TaeYeon, sin duda era la mejor dupla de guardianes.

—TaeYeon… creo que deberías hacerte de más amigos, te hará bien, además los seres de aquí no suelen ser muy amistosos así que conserva aquellas tres chicas que son…¿Qué dijiste que eran?— comentó a la ligera su padre.

TaeYeon no sabía qué responder, tenía que idear un plan rápido y aún más; convencer a aquellas chicas de que volvieran a esas tierras.

—C-claro… No te lo he dicho, una es un ogro gigante, es bastante fea pero no te preocupes, siempre anda cuidando de las otras dos chicas. Luego viene una bruja rubia, también deja bastante que desear, padre; pero se nota que es simpática y luego ya viene la menor, creo… es como una ninfa, es agradable.— murmuró mientras evitaba tener contacto con su padre.

—Vaya, para ser tan disparejas suenan bastante unidas ¿Por qué no las traes estos días? Muero por conocerlas, además, quiero ver qué tan feas son... — vociferó Scar con cierto humor.

Ambos rieron, su humor era así, sin duda alguna TaeYeon era su hija, ahora el problema radicaba en encontrar nuevamente a las chicas y que tuvieran la disposición de querer ayudarle. El rostro de Tae lo decía todo; estaba en aprietos.

 

 

 

Heeeeeeeeeeeeeeeeeeey, sé que no es mucho pero debo aprenderme los pares craneales aún. <|3 Se viene la fiesta de disfraces. 

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Comments

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taesica33
#1
Actualiza!!!!!
apsunbyung #2
Chapter 3: toser...sangre?? en serio?!? \= hemoptisis o que tiene?
actualiza pronto ^^
loveable11 #3
Chapter 3: tiffany ... espero que no le pase algo peor en la historia :c y me intriga saber que es lo que tiene ?? :o
pia_msachgon #4
Chapter 3: Esta buenisima llz actualiza pero que le paso a fany u.u espero este biem me encanta jessi espero actualicez pronto kaamsamnida ^-^/
mayryy #5
Chapter 3: Mágico y encantador, eres increíble!!! Adoro tu historia es hermosa y divertida, vaya después de todo ese estres de mi querida enana las cosas salieron mas que bien, solo de imaginármelas disfrazadas a esa tres loquilla y comiendo pastel de barro con frijoles acaramelados a sido fantástico, ame esa conexion de Taeny es que son perfectas juntas, solo espero que no le pase nada mala a mi Fanny, no le vaya a hacer nada malo!!! Continua por favor y no tardes mucho: Cuídate bye =)
Skyth06
#6
Contiiii contiii
Mao1999 #7
Chapter 2: ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡
-Yiime- #8
Chapter 2: oh quede enganchada con la historia xD
actualiza pronto *Q*
MrsYulSick
#9
Chapter 2: Ayer me leí el primer capítulo y sencillamente me enamoró, y al leer el segundo aún estoy más feliz de leer tal magnífica historia...Jessica es tan adorable, adoro su personalidad, y que ame a Yuri hace que mi corazón haga tokidoki más deprisa, pero las adoro a todas, y a Scar <3

Esperaré con ansias el próximo capítulo^^
mayryy #10
Chapter 2: Hola que puedo decirte, tu historia es encantadora, me gusta, me gusta, mucho la interacción entre la princesa y su tonta guardiana es simplemente adorable, y eso que apenas empieza, Taetae y Fanny, amor a primera vista? me parece que si... muero por saber como va la enanita a invitar a sus tres nuevas amigas, el feo ogro, al bruja y la ninfa porque ahora su amistada solo fue un encuentro casual, vaya si se metió en un gran problema. Espero impaciente esa fiesta de disfraces, no tardes y cuidate mucho =)