I – Brasilia: When two players collide

Postales futboleras (con algo de Kpop)

I – Brasilia: When two players collide

(Cristiano Ronaldo x Kwon Yuri)

 

 

Saben que son tremendos. Y que la pista, que es tremenda, no podría igualar su “tremendosidad”.

 

Saben que el 99,9% de los presentes los miran de manera deseosa; que son sirenas que pueden atraer a piratas y a cautivas por igual. ¡Se pueden quedar con toda una flota si lo quisieran!

 

Saben que las envidias los acechan, pero no por eso su posibilidad de conquistar se reduce a cero porque siempre cae algún camarón en la red. Pero Brasilia está llena de camarones y hoy quieren cenar langosta.

 

El objetivo que ambos tienen hoy es muy difícil, es como Moby de grande. Porque cuando dos players se encuentran, se identifican al instante y por eso, es obvio que en ese boliche, arderá Troya.

 

Ya él logra captar a un rubio que baila cerca del parlante, le guiña un ojo y el tipo le sonríe. ¿Ya cayó? No, error garrafal, porque Yuri hace un movimiento aún mejor (o sea, ese de las caderas que nunca le falla) y ya lo tiene bailando abrazado a ella.

La coreana no es tonta, tiene un abanico de trucos que Cristiano no conoce. Sin embargo, Cristiano es mayor, y por ende, tiene una galera aún más grande de donde sacar palomas; si es un mago en el estadio, en el boliche es Harry Potter.

 

Cuando parece que la diversión de Yuri acaba, porque el rubio ya le toca más de la cuenta y eso ya no le divierte, divisa a una joven morena. Sin embargo, el mismísimo CR7 le regala al “objetivo” un martini y ya lo tiene siguiéndolo hacia el VIP.

 

Empatado en uno está el partido.

 

Ella es sagitariana, no tolera las “injusticias”, y por eso tiene en la manga su mejor as: desabotonarse lentamente la camisa, arriba del parlante, donde se convierte en una marquesina que todos quieren mirar. O sea, gol de Kwon a las dos de la mañana. La morena suelta a Ronaldo y ya la tiene a sus pies, como a muchos otros que quieren tocar con las manos y no sólo con los ojos.

 

Dos a uno va perdiendo el portugués, pero esto no se queda así, no, no, no. Esa novata va a aprender del mejor.

 

Esto no es un concurso de striptease ni nada de eso, que el portugués se haya quitado la camisa es un recurso de último minuto. Y que luego haya una pelea de gatas por ver quien lo toca primero, es el objetivo que tanto quería obtener. Pero sobre todas las cosas, que todos se olvidaran de la marquesina del parlante, que dicho sea de paso, está mejor que todas las locas hormonales que ahora ya le empiezan a molestar.

 

¿Otra vez empate? No, para nada. Ya ganó él por goleada, como siempre.

 

-Can we play a friendly match? – le pregunta Cristiano de manera muy sugestiva mientras es la locomotora de un trencito de gente más largo que la espera en la vida.

 

Eso sonó a la langosta que tanto quería para cenar, Yuri está segura de eso. Es que Cristiano, a simple vista, es una comida muy fina, y qué bueno, porque tenía unas ganas tremendas de comer bien en una buena cama y no pescar bagres en este lugarejo.

 

-C’mon, let’s go. – le contesta mientras que tomándolo del cuello de la camisa lo aparta del trencito festivo, descarrilado al perder a su locomotora.

 

Bueno, parece que cuando dos jugadores se encuentran, puede arder Troya; pero nada dijeron de cuando dos jugadores se cazan el uno al otro, de seguro que arderá Troya, Numancia y Guernica al mismo tiempo.

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