Baro se sentó en la silla de su impresionante estudio. Una gran pila de papeles incompletos estaba frente a él, pero el empresario no podía poner la atención para encargarse de ellos en este momento. Lo único que ocupaba su mente era como un chico que se llamaba Lee Sandeul estaba poco a poco conduciéndolo al borde de la locura.

Había sido una semana y media desde que Baro había llevado al chico de vuelta a su mansión, después de encontrarlo merodeando frente a la iglesia, y ya el hombre más pequeño había logrado dar vuelta a toda la casa patas arriba.

Primero Baro había tratado de ser hospitalario (por consejo de Hyukjae) y le había dado a Sandeul la habitación más opulenta que tenía, sólo para encontrar simples horas después, al más joven tumbado en el suelo, llorando y gimiendo en voz alta, -¡Todo en este cuarto es de oro! ¡Oro real! Es repugnante. ¿Cómo puedes vivir contigo mismo gastando dinero en un cuarto de oro macizo?

Al día siguiente, Baro había vuelto a casa para encontrar a una doncella sonriente que con entusiasmo le dijo que -¡El adorable joven amo Sandeul se hizo cargo de la cocina y horneo para todo el personal! -Diez minutos después, el empresario entró en la oficina de su casa para ver un plato con galletas, todas con mensajes de aliento y pequeñas caras tontas dibujadas en ellas de colores llamativos.

Y luego estaban las baratijas... Baro no podía ir a ninguna parte de la mansión sin ver algún tipo de manualidad que Sandeul hubiera hecho. El mayor sabía que nunca podría superar el shock de entrar en el comedor y ver que Sandeul había descompuesto su mesita de caoba de W5 000 000 con el fin de hacer una serie de ángeles sonrientes de madera, que el joven había elegido colgar sobre la lámpara de araña.

-Ese chico me está volviendo loco -se quejó Baro, masajeando sus sienes doloridas.

-Hey, Baro-ssi. ¿Hay alguna razón por la que hay espeluznantes ángeles de madera en todas las lámparas del pasillo?

Baro contuvo un gemido cuando JinYoung entró en la oficina. Parecía que Sandeul estaba en ello otra vez...

-Este es realmente muy lindo -continuó JinYoung, sosteniendo en alto una figura de ángel que tenía una gran sonrisa, con las manos lindamente bajo su barbilla, y el trasero de un pato por el que cualquier hombre o mujer mataría.

-¿Hay una razón por la qué estás aquí, JinYoung-ssi? -Baro le preguntó, haciendo caso omiso de las observaciones del hombre. Le recordaba al otro día cuando Hyukjae había llegado a su oficina, alardeando sobre la figura de pescado que Sandeul le había hecho. Realmente necesito comprarle a ese chico su propio taller de carpintería para que deje de arruinar todas las mesas...

-Oh, he venido a recordarte sobre el evento benéfico de esta noche -JinYoung dijo, -Choi Jang Sul va a estar ahí y sabes que todavía estamos tratando de que firme el contrato de fusión, por lo que sería lo mejor para ti que vayas y le hagas un poco la barba

-Yo no le hago la barba a la gente -dijo Baro con una mueca leve.

-Sí, lo sé -dijo JinYoung con un pequeño suspiro, -pero aún así, sería mejor que fueras al evento. Es para beneficencia después de todo, alguna fundación histórica. Puedes conseguir algunas buenas relaciones públicas en caso de que la situación con Sandeul-ssi termine siendo complicada. Mejor aún, lleva al chico contigo

-Espera... ¿qué? -Baro preguntó, alzando las cejas. JinYoung notó ligeramente divertido, que Baro  había perdido su tono aburrido en la voz, tan pronto como Sandeul se mencionó.

-Piensa en ello, Baro-ssi. Llevas a Sandeul-ssi al evento benéfico contigo y lo presentas a todos tus inversionistas como tu amigo. De esta manera, en un futuro próximo, si el chico decide demandarte y decir que lo atropellaste, acabara luciendo como alguien que traiciono a un amigo por estar detrás de su dinero

Baro reflexionó sobre la idea por un momento. JinYoung tenía un punto muy válido. Además, Baro decidió que si iba a verse obligado a ir a un aburrido espectáculo histórico, el chico que lo había estado volviendo loco durante la semana pasada también debía ser sometido a la tortura...

-Bien -dijo Baro, su tono de voz una vez más caía a su monótona normalidad -Sandeul puede venir conmigo

-Hablando de Sandeul-ssi, ¿ha recuperado su salud lo suficiente para que podamos discutir los términos de su pago? -JinYoung le preguntó: -Sé que no te gusta tenerlo a tu alrededor, así que supongo que entre más rápido se pueda negociar con él, más rápido puedes dejarlo ir

-No creo que él esté totalmente recuperado del todo todavía -dijo Baero suspirando, -físicamente está mucho mejor, pero creo que el chico podría tener algún tipo de trauma en la cabeza. Posiblemente una leve amnesia. Tal vez incluso demencia

-¿Amnesia? ¿Demencia? -JinYoung preguntó, enarcando las cejas.

-Hace tres días Sandeul se quemó con agua caliente, ya que no sabía cómo funcionaba la ducha. Ayer lo encontré caminando por ahí, con una de mis viejas corbatas atada alrededor de su cabeza, riéndose y diciendo que era su aureola. Además, él todavía se niega a usar ropa de verdad. Sólo va todo el tiempo llevando esas camisas viejas de vestir que dejaste para él -explicó Baro. JinYoung había reprimido una carcajada. Lee Sandeul parecía todo un personaje. Un poco demasiado inocente para ser un chico de 19 años...

-Tal vez sólo está teniendo un tiempo difícil de ajuste -JinYoung dijo, -él dijo que ésta era la primera vez que estaba en Seúl

-Posiblemente -Baro dijo, -pero como sea. Yo voy a ir a buscar a Sandeul y decirle que me acompañe esta noche -agregó el hombre de pronto de pie, haciendo a su silla girar con fuerza.

-Está bien entonces. Oh, y yo también quería hablar de... -las palabras de JinYoung se apagaron cuando se dio cuenta de que Baro ya había dejado la oficina, ni siquiera se molesto en escuchar cualquier otra cosa que su abogado quería decirle.

-Bueno, maldita sea -JinYoung susurró, apoyando la espalda contra la pared de la oficina. ¿Estaba Baro realmente tan apurado por encontrar a Sandeul? Parecía que la alegría constante de Sandeul estaba teniendo algún tipo de efecto sobre su jefe de corazón frío.... y JinYoung no podía decir que era algo malo en absoluto.

-Bueno, supongo que sólo tú y yo quedamos, mi pequeño amigo de trasero de pato -JinYoung le dijo al lindo ángel de madera que tenía en su mano.

~~~

Lee Sandeul se quedó mirando a la gran escalera con ferviente emoción. Era como todo lo demás en la mansión, chapada en oro y demasiada opulenta para el bien de cualquiera. Sin embargo, en la mente de Sandeul, la escalera tenía una cualidad redentora, la cual era la longitud de sus pasamanos brillantes. Desde la primera vez que el ángel había visto los pasamanos, había sido golpeado de inmediato con un insistente pensamiento.

Tengo que deslizarme por los pasamanos.

Obviamente no había escaleras en el cielo, pero Sandeul había observado los suficientes niños humanos resbalándose por los pasamanos y siempre había querido intentarlo él mismo. Y ahora la gran longitud de oro reluciente era demasiado para que el joven la resistiera. Su mente estaba llena de visiones de bajadas por los pasamanos, ganando velocidad suficiente para ir tan rápido como el coche de Baro. Sólo el pensamiento de tal hazaña, había hecho a Sandeul temblar de la emoción.

-Bueno, no hay moros en la costa -el chico susurró para sí mismo, girando la cabeza para asegurarse de que nadie se acercara por el pasillo. No estaba muy acostumbrado a las normas de la casa de B aúnaro, pero estaba seguro de que deslizarse por el barandal de la escalera principal de la mansión, lo más probable es que fuera contra las reglas. No es que las reglas hubieran detenido a Sandeul alguna vez antes...

Una vez que volvió a checar que no hubiera nadie alrededor, Sandeul rápidamente se dirigió hacia las escaleras, elevo su pequeño cuerpo sobre uno de los pasamanos. Una vez que él estaba sentado de forma segura, el chico echó un vistazo hacia abajo, una vez más se sorprendido por lo larga que la escalera era.

-Omo, si recuerdo correctamente las medidas humanas, esta escalera debe tener más de 8 metros de largo -Sandeul susurró para sí mismo, la excitación creció aún más. Tomando una respiración profunda, Sandeul estabilizó su posición antes de dar a sí mismo un gran empuje, que lo impulso por el pasamanos.

Sandeul se deslizó por la superficie lisa, ganando más y más velocidad a cada segundo. La fuerza de su propulsión bajando, causo que su pelo castaño azotara su espalda y la palidez de su rostro se estirara hacia atrás, dándole la ilusión de llevar una gran sonrisa, casi demencial.

Esto es increíble, Sandeul pensó mientras continuaba bajando, casi como si estuviera volando. Y en los pocos segundos antes de que llegara a la parte inferior, Sandeul juró que se sentía como si tuviera alas de nuevo.

Sin embargo, cuando Sandeul llegaba a la parte inferior de la escalera, su júbilo fue sustituido por temor. El final del pasamanos se acercaba y él todavía iba a velocidad supersónica. Si continuaba al ritmo que iba ahora, sin duda, volaría en línea recta fuera del pasamanos y se estrellaría contra la pared al otro lado de la escalera.

Apretó sus ojos cerrándolos, Sandeul se preparó para la caída, ya que llegó a la parte inferior de la escalera. El delgado cuerpo del joven fue arrojado fuera del barandal tal como había esperado, pero en vez de golpear la dura pared, se encontró siendo arrojado en algo muy grande y suave. Hubo un ruido sordo y cuando Sandeul finalmente abrió sus ojos de venado, se encontró en el suelo, con un muy enojado Cha Baro debajo de él.

~~~

Sandeul había salido de su oficina, con su mente trabajando rápido como de costumbre. Si iba a llevar a Sandeul con él al evento de beneficencia esta noche, había muchos detalles que debían ser atendidos. El chico necesitaba un poco de ropa y, probablemente, un corte de pelo (el largo, hacia al más pequeño tener un aspecto demasiado parecido al de una mujer para el gusto de Baro).

Sacando su teléfono, Baro marco a la tienda del diseñador donde siempre ordenaba su propia ropa, solicitando que se apresuran a entregarle trajes formales para Sandeul (-En cualquiera talla de adolescentes, que usan... los adolescentes más jóvenes. Este chico es muy pequeño -Baro le dijo al estilista con brusquedad).

Ahora, dónde puedo encontrar un peluquero, Baro se preguntó mientras daba vuelta en la esquina. Baro decidió llamar a su secretaria (la misma mujer que arreglaba todas sus citas con el peluquero) y ver si podía agendar una cita para Sandeul más tarde para ese día.

Baro acababa de dar vuelta en la segunda esquina y llevó su teléfono a su oreja cuando un destello blanco repentinamente se estrelló contra él con una fuerza tremenda. El empresario golpeo inmediatamente el suelo, la cosa misteriosa que se estrelló en él cayó en su pecho.

Qué diablos está pasando, el hombre pensó enojado una vez que se sobrepuso del impacto. La parte posterior de su cabeza estaba palpitando desde donde había hecho contacto con el suelo de mármol. Levantó un poco la cabeza, frunciendo el ceño profundamente, sólo para encontrar un gran par de bonitos ojos chocolate devolviéndole la mirada.

-Lee Sandeul -gruñó Baro quedito, haciendo que el chico inmediatamente se precipitara fuera de la forma larga del empresario.

-Lo siento, lo siento, lo siento -Sandeul murmuró una y otra vez, con sus mejillas enrojecidas con una sombra oscura de color carmesí y su pelo parado en todo tipo de ángulos locos alrededor de su rostro delicado.

-¿Qué diablos estabas haciendo? -Baro dijo, tratando de gritar, pero en cambio gimiendo en voz alta, mientras trató de mover su palpitante cabeza.

-Yo... el pasamanos se veía tan genial... y yo siempre quise deslizarme en uno... ¡oh, fue tan divertido, Baro! ¡Fue como volar! Pero luego me caí cuando llegué a la parte inferior y pensé que iba a chocar contra la pared y morir, y yo estaba taaaan asustado porque no quería morir, ya que si lo hiciera no podría ir al cielo ya que aún no he hecho mi milagro, y entonces yo nunca sería capaz de ver a GongChan ó a DongWoo de nuevo. ¡Así que me salvaste de morir, Baro! -Sandeul soltó, hablando tan rápido que Baro no tuvo absolutamente ningún momento para comprender la mayor parte de lo que el más joven le decía. Todo lo que el empresario había entendido fue la palabra -pasamanos -, -deslizarme -y -chocar contra la pared y morir

Los ojos de Baro fueron a la gran escalera en frente de ellos y luego regresaron al más pequeño, quien seguía balbuceando acerca de esto y el otro.

-¿Te deslizaste por el pasamanos de la escalera? -Baro le preguntó al chico, con un tono de un ligero shock.

-¡Sí! -Sandeul dijo felizmente, -¡Tienes que intentarlo alguna vez, también! ¡Es tan divertido!

-¿Estás loco? –Baro preguntó con las cejas juntas, -tienes suerte de que no me quebrara nada cuando te estrellaste contra mí

-Oh -Sandeul susurró, dándose cuenta del porque Baro estaba molesto todavía, -¡Lo siento mucho! ¿Te duele alguna parte?

-Por supuesto que duele, imbécil -gruñó Baro, incorporándose con dificultad -¡Me golpee en un suelo de mármol, después de todo! ¿Qué edad crees que tienes, deslizándote por las escaleras de esa manera?

-Tengo diecinueve -gimió Sandeul dócilmente, ampliando sus ojos y mirando al empresario con su famosa mirada de cachorro, -¡A ver, déjame echar un vistazo de dónde estás herido!

El chico se levantó sólo para caer de nuevo al suelo, haciendo una mueca de dolor.

-¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhhh! -Sandeul exclamó, apretando las rodillas contra su pecho y rodando por el suelo como un pequeño de cinco años. Baro miro al chico con cautela.

-¿Qué diablos es lo que te pasa ahora? -el mayor le preguntó. Sandeul dejó de moverse y miró a Baro, sus grandes ojos brillaban con lágrimas.

-¡Mis piernas! -Sandeul se quejaba débilmente, -¡duelen mucho! -Baro suspiró y lentamente se dirigió hacia el chico, jalando los brazos del más joven fuera de sus rodillas con el fin de inspeccionar las dichosas piernas heridas.

-Tienes marcas de quemaduras en los muslos -se quejó Baro, echando un rápido vistazo a la parte inferior de color rojo brillante en los muslos de Sandeul. El empresario podía incluso ver que parte de la piel se había desprendido, por lo que el chico sangraba ligeramente.

-¿Quemaduras? -Sandeul preguntó totalmente confundido, -¿cómo me quemé? Yo no estaba cerca del fuego o agua caliente

-Te quemaste debido a que decidiste deslizarte por mi larga escalera, llevando nada más que un boxer y una de las viejas camisas de vestir de JinYoung -dijo Baro, rodando los ojos mientras se puso de pie (cuidadosamente ignorando el dolor de cabeza)

-¿Me puedo quemar con eso? -Sandeul preguntó, con los ojos muy abiertos.

-Fricción -Baro respondió brevemente, -ahora vuelve a tu habitación. Voy a traer al médico para que te atienda las heridas

-Pero no puedo caminar -Sandeul hizo un puchero, -¡Me duele mucho!

-Y eso no es mi problema -Baro respondió cortamente, dando la vuelta para ir a buscar al médico (por suerte Baro era lo bastante rico para pagar un médico a tiempo completo en casa)

Sandeul se puso de pie lentamente, caminando medio paso antes de desplomarse en el suelo una vez más. Sus muslos dolían mucho, y cada vez daba un paso, se rozaban entre sí, por lo que era insoportable el dolor al caminar. Cautelosamente, el chico decidió que tal vez podía arrastrarse a su habitación, avanzó su camino hacia la escalera, con la parte superior de su cuerpo tirando de sus piernas inútiles. Él ya estaba sin aliento cuando llegó a la mitad del camino a la escalera.

No hay manera de que suba todos esos escalones, Sandeul pensó, ¡al menos no hoy!

De repente Sandeul sintió ser levantado sin esfuerzo y ser apretado contra un pecho duro y cálido. El chico miró rápidamente y vio la fuerte línea de la mandíbula blanquesina de Baro por encima de él.

-Luces patético arrastrándose así -Baro dijo con dureza mientras llevaba rápidamente al más pequeño arriba de las escaleras, -yo no tengo todo el día para esperar a que arrastres tu loco trasero de regreso a tu habitación. Tenemos lugares a los que ir más tarde

-¿Lugares a los que ir? -Sandeul preguntó con entusiasmo, -¿Quieres decir que vas a dejar realmente que salga de la casa otra vez? -Tras el último intento de Sandeul en huir, Baro nunca dejo al hombre aventurarse a cualquier lugar fuera de la mansión.

-Hay un evento de beneficencia esta noche -Baro dijo simplemente, -JinYoung me rogo que te llevara, así que acepté

-¿Un evento de beneficencia? -Sandeul preguntó con los ojos muy abiertos -¿como un espectáculo que hacen para la caridad?

-Sí -Baro respondió, un poco sorprendido por la cara de alegría que Sandeul mostró después de escuchar la palabra ‘caridad', -no hay nada por lo cual emocionarse, de verdad. Sólo será cierta obra histórica montada por mujeres de mediana edad en hanboks

-¡Pero aún así, es para caridad! -Sandeul dijo, mirando como si la Navidad hubiera llegado antes, -Y ya que vas a este espectáculo, significa que te gusta la caridad también, ¿cierto Baro? Tal vez te gusta tanto que quieres entregar tu corazón de manera incondicional con el fin de ayudar más a la caridad

Baro sólo miró al chico como si se hubiera vuelto loco. ¿Sandeul se golpeo la cabeza cuando se cayó?, Baro se preguntó.

-Solo voy porque mis inversionistas estarán allí -Baro dijo cuando finalmente llegó al cuarto de Sandeul, -Yo realmente no me preocupo por la caridad

La cara de Sandeul inmediatamente cayó, pero Baro no se fijo en eso por mucho tiempo. Depositó al chico en la cama y rápidamente se dirigió hacia la puerta.

-Te enviare al doctor -dijo el empresario muy seriamente -y también te traeré algunas ropas. Vístete, alístate, y baja a las siete en punto

~~~

Una vez que las piernas de Sandeul fueron atendidas y vendadas, el chico encontraba mucho más fácil moverse. Claro, él seguía caminando un poco lento, pero ahora con el acolchado adicional, sus muslos se rozaban mucho menos.

Recuerda usar pantalones la próxima vez que lo intentes, Sandeul se señaló a sí mismo, caminando hacia el montón de ropa que acababa de ser depositada en su armario. Parecía que Baro no sólo había ordenado trajes formales, sino también ropa para todos los días. Sandeul sonrió feliz al ver la colección de marca de nuevas camisas largas de vestir, exactamente igual a las del tipo que JinYoung le había dado.

Mirando hacia la ropa formal que Baro había ordenado para él, una pequeña mueca se coloco en la frente del chico. Todo parecía ser negro o azul oscuro, exactamente del estilo que Baro llevaba tan a menudo, sólo que en tamaño más pequeño. A Sandeul no le habían gustado nunca los colores oscuros, le hacía sentirse incómodo y fuera de lugar.

Con un suspiro, se volvió a mirar al rincón más alejado de su armario lleno y vio una larga bolsa de tela. Por curiosidad abrió la bolsa, la boca del chico cayo por lo que había dentro. Estaba protegido en la bolsa de tela un traje de un ligero color crema bajito. Sandeul inmediatamente sacó el traje del armario y lo colocó sobre la cama, pasando los dedos sobre la tela suave y lisa.

-Se siente como alas de ángel -soltó Sandeul, sonriendo ampliamente. Cuanto más miraba el traje crema bajito, más cómodo y en casa el chico se sentía. Estos eran los colores del cielo, lo crema del exterior del traje, el blanco brillante de la camisa, y el azul pastel y plateado de la corbata que iba con el traje.

Rápidamente, Sandeul se despojó de su gran camisa de vestir y se puso el traje, sonriendo al darse cuenta de que le quedaba como un guante. A pesar de que el chico tendía normalmente a gustarle poca ropa (después de todo, él había estado usando túnicas la mayoría de su existencia), él disfrutó de la suavidad que la tela ejercía contra su piel.

Sandeul se miró en el espejo del armario, sonriendo ampliamente al darse cuenta de que el traje lucía tan adorable en él cómo lo hacía en la bolsa. El chico nunca se había considerado a sí mismo muy atractivo. No tenía la sonrisa brillante de GongChan o la elegante altura de DongWoo. De hecho, Sandeul siempre pensó que su piel era algo demasiado pálida, sus ojos algo demasiado grandes, y su nariz algo demasiado estrecha, para ser considerado guapo. Sin embargo, ahora mirándose a sí mismo vistiendo el hermoso traje de color crema, Sandeul pensó que se veía mejor que nunca.

-Tal vez convertirse en mortal me hace ver un poco mejor -Sandeul se imagino, mirando al espejo. Un suave golpe en la puerta sacó a Sandeul lejos del espejo. Rápidamente el chico se acercó a la puerta y la abrió, revelando a un muy sorprendido Hyukjae.

-Oh, wow -el chofer susurró quedito al ver la visión que Sandeul era en un traje elegante. Hyukjae siempre había pensado que el chico era bonito (el chofer, quien conocía de primera mano la frustración de ser llamado ‘bonito' y ‘hermoso' incluso se compadeció por Sandeul en un primer momento), pero el hombre tenía que admitir que vestido y radiante, Sandeul era absolutamente hermoso.

-¡Hola Hyukjae! -Sandeul dijo felizmente cuando vio quien era el intruso, -¿es hora de irnos ya?

-Um, sí, Baro-ssi está esperando abajo. Um... tenemos que irnos... uh... ahora -dijo el conductor, frotando la parte posterior de su cuello con torpeza.

-¡Está bien! -el más joven dijo emocionado mientras salía corriendo de la habitación, cerrando la puerta detrás de él ruidosamente. Sandeul corrió hacia las escaleras (evitando el tentador pasamanos, sus muslos no estaban en condiciones de repetir eso de nuevo). El chico estaba muy entusiasmado con la perspectiva de poder volver a salir. Después de una semana de estar atrapado en la casa chapada en oro de Baro, Sandeul necesitaba un descanso.

~~~

Baro estaba parado en la parte inferior de la escalera, perezosamente mirando su reloj. 06:59. Ese mocoso tiene un minuto para llegar hasta aquí, el empresario pensó con el ceño fruncido mientras acomodaba el saco de su traje. Como era habitual,  estaba vestido con un traje de color negro azabache que abrazaba a su cuerpo alto y tonificado. La única cosa que era muy diferente de su ropa formal era la corbata de color rosa y plateado que había elegido para ir junto con el traje. Normalmente, Baro tendía a permanecer lejos de los colores claros, pero por alguna razón la corbata lo había atraído ese día.

Repentinamente un ruido bullicioso de pasos sonaron por la escalera, el ruido alto alerto a Baro de la presencia de Sandeul.

Ni siquiera lo he visto todavía y ya está haciendo que me duela la cabeza, el hombre mayor hizo una mueca. Su cabeza estaba ligeramente punzando desde temprano ese día, y el oír el escándalo de Sandeul quien apuradamente bajaba la escalera, no hacía nada para hacerle sentir mejor.

-¡Yah! ¡Mocoso! No bajes las escaleras como si fueras un maldito elefan.... -el resto de la frase de Baro quedo atrapada en su garganta al ver a Sandeul de pie en un escalón, mirándolo con una sonrisa tímida. Sandeul estaba vestido con un traje de color crema que acentuaba el castaño profundo de su pelo y su piel pálida lucia mucho más suave. El chico también tenía un brillo emocionado en sus ojos, por lo que los grandes globos de café claro brillaban y ondulaban felicidad.

A pesar de que Sandeul sacaba de quicio a Baro demasiadas veces, el empresario tenía que admitir que el más joven era muy angelical.

-¡Lo siento, Baro! -Sandeul dijo rápidamente, bajando los últimos escalones tan suavemente como pudo. El mayor sacudió la cabeza y frunció el ceño un poco.

-¡Omo! ¡Baro, mira nuestras corbatas! -Sandeul gritó mientras permanecía de pie frente al hombre más alto. Baro miró hacia abajo para ver que Sandeul tenía su misma corbata, sólo que azul en lugar de rosa.

-Es casi como corbatas de pareja -Sandeul dijo con una sonrisa mientras hacía su camino fuera de la casa en donde Hyukjae tenía el coche estacionado -¡Así que supongo que eso me convierte en el hombre y a ti en la chica!

Baro sólo se quedó mirando al chico, sin saber si estaba estupefacto por el hecho de que Sandeuñ le había dicho que traían corbatas de pareja o el hecho de que acababa de ser llamado mujer... era probablemente una mezcla de ambos...

-¡Oh, Baro, casi se me olvida! -Sandeul dijo corriendo hacia el hombre mayor. El joven tomó una bolsita del bolsillo de su abrigo y la puso en las manos de Baro. El mayor miró a la bolsa para ver que estaba llena de lo que parecían ser ‘galletas'

-Yo las horneé hace un rato -Sandeul dijo con una tímida sonrisa, -tienen canela, limón y extracto de manzana en ellas. Realmente no sé mucho de medicina, pero sé que esas tres cosas se supone que ayudan a disminuir el dolor de cabeza

Baro miró la bolsa de galletas recién horneadas y al chico angelical frente a él, sintiéndose un poco extraño. Nunca antes alguien se había esforzado en hacer algo específicamente para Baro...

-¿Baro-ssi. Sandeul-ssi? ¿Vienen? -Hyukjae llamó.

-¡Vamos, Baro, vamos! -Sandeul dijo felizmente, girando y caminando afuera una vez más. Baro colocó la bolsa de galletas en su bolsillo mientras observaba la espalda de Sandeul retirarse.

Iba a ser muy interesante la noche.

~~~

Después de tres horas en el evento de beneficencia, Baro decidió que nunca iba a volver a traer a Sandeul a otra función. No era que el chico provocara una conmoción (de hecho, Sandeul parecía estar un poco asustado por la mayoría de las personas que estaban en el evento), pero Baro descubrió que el más joven era demasiado malditamente peligroso de tener alrededor. Muchas veces Baro se encontró a sí mismo haciendo caso omiso de con quien se suponía que debía estar hablando, por estar sólo mirando las acciones distrayentes de Sandeul...

Como cuando Baro había totalmente ignorado lo que él siempre tan importante Sr. Choi estaba hablando con él, porque él estaba demasiado ocupado tratando de no reírse por la cara de absoluta repugnancia que Sandeul había hecho después de haber probado un sorbo del champán de la copa de Baro.

O cuando Baro había ignorado por completo los avances de la voraz Sra. Bae, porque tenía que jalar al demasiado inocente Sandeul lejos de la mirada lasciva de todas las mujeres solteras (y, para sorpresa y ligera consternación de Baro, de todos los ahjussis rabo verdes que también estaban dándole a Sandeul lascivas miradas).

Y eso por no mencionar el propio espectáculo. A Baro le fue imposible concentrarse en la obra histórica (no es que en realidad hubiera querido de todos modos) ya que Sandeul estaba sentado a su lado, susurrando observaciones divertidas sobre las actrices y el público, cada minuto más o menos.

-¡Mira, Baro! ¿Esa persona no se parece mucho a Hyukjae? -Sandeul susurró, señalando al actor que acababa de salir llevando un traje de mono.

-Qué, sí se parece -Baro respondió mordiéndose el labio inferior con el fin de prevenir la formación de una sonrisa. Para un hombre que se había limitado a sonreír alrededor de una docena de veces en toda su vida, Baro fue a encontrar que era muy difícil dejar de sonreír alrededor del más joven.

Sí, Sandeul era demasiado, demasiado peligroso de tener alrededor...

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