Hoy es viernes.
Amo los viernes. Y no solo porque son viernes y todos aman los viernes. Sino porque es nuestro día, mí día con Hyomin. Ella no va a la universidad los viernes, así que cuando llego a casa pasamos el día juntas, haciendo lo usual: mirando películas, programas musicales, incluso bailando. Ambas compartimos esa pasión, la de bailar. Y, de hecho, con el tiempo, Hyomin también me transmitió el gusto por cantar.

"Unnie, llegué". Entré en la casa con una gran sonrisa en mi rostro, dejando mi bolso a un lado. Llamé a Hyomin, pero en lugar de una respuesta, oí risitas viniendo de la sala. Suspiré, esperando que no fuera lo que estaba pensando.
Caminé con tranquilidad hasta la sala de estar y ahí encontré, en el sofá, a mi hermana acurrucándose con el tipo a quien llama "su novio". Permanecí allí, parada, esperando que ellos se percataran de mi presencia por su cuenta, pues mi orgullo era enorme cuando se trataba de él. 
Los observaba. Sus manos en la cadera de mi hermana, las de ella en su nuca, jugando con los cortos cabellos del chico, mientras los labios de éste recorrían la suave piel de su mejilla con el obvio objetivo de llegar a los rosados y acentuados labios de ella. Sus sonrientes labios.
Estaba sonriendo. Y su sonrisa lo era todo para mí. Lo único que podría hacerme feliz en los días más tristes. Pero en ese momento, hacía a mi corazón retorcerse.

Tosí. Tos falsa.

"Oh, Ji, no te oí entrar". Dijo mi hermana al tiempo que ambos se volteaban a verme. Las manos de Hyomin se movieron discretamente del cuello del chico hasta los costados de su cuerpo.
"Lo sé". No quería sonar agresiva, como lo hice.
Él alzó su mano, saludándome con una especie de sonrisa incómoda. Porque claro, yo había hecho incómoda la situación.
"Preparé el almuerzo, está en el refrigerador". Dijo ella, claramente luego de observar la tensión que yo había creado. Respondí con un 'gracias' y de inmediato emprendí mi camino hacia la cocina. 
"Puedes venir a comer aquí". Me avisó desde su lugar. Sus intenciones, de alguna manera, me consolaron, pero aquello solo iba a hacerme vomitar.
No emití palabra al pasar por la sala para subir las escaleras e ir a mi habitación. En un instante me desplomé sobre el colchón y me coloqué mis auriculares. Me sentí otra vez como una adolescente resignada y eso me irritaba aún más.

No recuerdo haberme quedado dormida. Solo me di cuenta de esto cuando sentí sus delicados dedos acariciando mi cabello. Mis ojos aún estaban cerrados pero podía sentir que estaba sentada junto a mí sobre mi cama. Sentía su calidez, la suavidad de su piel cuando sus dedos accidentalmente rozaban mi mejilla mientras jugueteaban con mis cabellos. 
Creí que estaba soñando. Me sentía tan serena, tan segura, me sentía completa. No quería despertar.
Pero solo me tomó unos segundos darme de cuenta que Hyomin de hecho estaba allí, que realmente estaba a mi lado. Consolándome. Como so supiera lo que había sentido.

"¿Qué hay?" Me susurró cuando abrí mis ojos para mirar los suyos. 
Sonrió.
Yo suspiré. Me quedé mirándola. 
Tan solo mirándola.

¿Qué podía haber de raro en eso?

Ella es mi hermana.

Pero yo, realmente, entonces no quería hacer nada más que eso. Mirarla.

Me sentía tan segura. Pero, al mismo tiempo, tan vulnerable.
Tan vulnerable al estar acostada así frente a ella, rindiéndome completamente ante su tacto, ante su presencia.

Así que llevé mi mano a mi boca, bostecé y me forcé a sentarme.
"¿Qué hay?" Dije.
"Yo pregunté primero". Y como usualmente, Hyomin era más rápida que yo.
"Nada". Respondí simplemente. "Tenía sueño".

Ella suspiró.

"¿Por qué no te agrada Woohyun?" Soltó de repente, tomándome desprevenida. Sin embargo, yo podía ser astuta también.
"¿Qué te hace pensar que no me agrada?". Jugué a la desentendida.
Alzó el ceño.
"Vamos, Jiyeon".

Lo dudé.

Miré abajo.

"Lo siento, ¿está bien?" Probablemente me vi como una niña siendo derrotada en una discusión.
"Oh, Ji, por favor. Él es un gran chico, dale una oportunidad". Me miró prácticamente suplicante.
"¿Por qué te importa tanto lo que yo opine de él?" Pregunté en un impulso. Ella respondió al instante, como si hubiera preguntado la cosa más obvia del mundo.
"Porque eres mi hermanita, es importante para mí. Y sé que tal vez no sea el mejor momento, lamento haberme perdido nuestro viernes, pero Woohyun y yo apenas hemos tenido tiempo para vernos". Habló sin largas pausas, como si conociera con exactitud cada uno de mis pensamientos. Y, de hecho, lo hacía. En su mayoría.
"No me tienes que explicar".
"¿En serio? Porque te ves bastante molesta". Dijo con ironía.
Suspiré una vez más. Quizás solo debí haber sido honesta con ella.

"Estaba celosa, ¿bien?"

Sonrió.

"Oh, Ji..."
Y me atrajo hacia su cuerpo, abrazándome, permitiéndome descansar mi cabeza sobre su hombro.
"No tienes nada de qué estar celosa". Dijo con firmeza antes de posar sus labios sobre mi mejilla izquierda. "Lo prometo".

Y ella tenía razón. Yo no tenía por qué estar celosa.

Yo era su hermana.

Él era su novio.

Y el problema era que no me decidía cuál de los dos yo prefería ser.

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A/N: En primer lugar creo que debo unas disculpas por este fic abandonado... aunque no tan abandonado porque acá está de nuevuo(? Ah. En segundo lugar, comentarles que, más que nada, la razón por la que no he actualizado es porque no logro representar adecuadamente las ideas que tengo para esta historia, supongo que en parte debe ser porque no estoy acostumbrada a desarrollar las tramas con un ritmo lento. A lo que voy es que, probando y adaptando algunas cosas, no estoy segura si incluiré a todos los personajes que habían sido mencionados en un principio y, a su vez, podrían llegar a aparecer otros (o no). Espero al menos disfruten del capítulo, aunque no sea muy bueno, lol.