En cuanto a mi simple criterio, soy una chica normal. Tengo 21 años, y soy estudiante de Economía en una prestigiosa universidad de Seúl, Corea del Sur. Soy una chica de familia, una en la que somos muy apegados. Vivo con mi papá, mi mamá, mi hermana y mi hermano mayor. Así que, podrán imaginar que soy bastante consentida al ser la menor en la familia, y vale, lo soy. Pero a pesar de eso, considero ser alguien bastante madura e independiente para mi edad —Aunque no voy a negar que me gusta ser mimada—.

"Jiyeon-ah, ¿Necesitas que te lleve a la escuela?" preguntó mi padre, bebiendo una taza de café como todas las mañanas.
"No, gracias, iré caminando." respondí como la mujer independiente que soy, buscando algunas cosas más que necesitaría en mi día.
"Jimin-ah, lleva a tu hermana a la escuela."

Mi hermano alzó la vista para mirar a mi papá, con media tostada en la boca. No hice más que rodar mis ojos.

"¿Por qué no la lleva-?" 
"Ya me voy, se me hace tarde." Interrumpí antes de que acabaran aquel grito para llamar a mi hermana que probablemente aún estaba decidiendo qué usaría en el día. Muy femenina. 
Como sea, me despedí de mis padres dándoles un beso en la mejilla y salí de casa.

La universidad no queda tan lejos, por eso decidí caminar. Además, me gusta hacer actividad física. 
El camino ya lo sé de memoria. Conozco las calles, los comercios, los pasos, las caras. Una vez en la universidad, es lo mismo. Todo lo que ya conozco de memoria.
Me muevo entre los grupos de personas hasta llegar a mi salón indicado y tomo asiento en algún lugar libre sin importar realmente junto a quién o dónde. Aún faltaban cinco minutos para que comenzara la clase.

Rayos. Me digo a mí misma. Otra vez temprano.

Pues, la verdad, el no querer llegar temprano es una buena razón para querer caminar a la universidad.
Solté un suspiro, frustrada, y recosté mi cabeza sobre el escritorio, dejando que mis pensamientos viajaran.
Y por eso no me gusta llegar temprano y no tener nada que hacer. Pienso en cosas que no me llevarán a ningún lado. 

Mi cerebro lo repasa y lo analiza una y otra vez. Llego a las mismas conclusiones una y otra vez.... a ninguna. Divago, imagino, alucino. Miles de "Que pasaría si" cruzan mi mente y no me dejan en paz. Cuestionamientos, dudas... sobre mí misma. Sobre cómo es que las cosas resultaron así. Sobre por qué.
Por qué a mí.

Cerré mis ojos, dejando a mis párpados descansar por un momento, hasta que prácticamente en un santiamén, la lección había comenzado.

Pero... ¿Por qué no a mí?

~TBC~

_______________________________________________________

A/N: más que un primer capítulo parece un adelanto. Lol. Actualizaré pronto<3

¿Qué creen que le ocurre a Jiyeon?