Y al parecer mis muestras de afecto constantes encendieron a Tiffany, pues de un momento a otro tomo mi mano, se excusó con ellas, y me llevo a la habitación más cercana en la que me beso con fervor y yo correspondí, necesitaba deshacerme de esta frustración que ella provoco en mí, me deje llevar por sus besos, sus caricias y su cuerpo…. 

Y por primera vez la hice mía.

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O al menos es era lo que en mi mente quería.

Mis manos recorrieran el lienzo de la piel desnuda que su vestido le permitía mostrar, delineando con mis dedos el contorno de sus brazos yendo de arriba hacia abajo, sintiendo como su piel se erizaba con mi tacto, ambas absortas en aquel necesitado y apasionado momento donde ella devoraba mi labios y yo satisfacía mi hambre con su anatomía.

Y en nuestro beso no había momento para tomar aire, mi lengua buscaba su calor recorriendo cada rincón de su boca, nuestras lenguas encontrándose en medio camino convirtiéndose en una sola para después perderse dentro de la cavidad bocal de la otra, mordiendo de ves en vez nuestros labios perdiéndonos en el sabor de la una por la otra, era un beso algo intenso, profundo pero a la vez eran caricias labiales que trasmitían nuestra necesidad.

Sus manos sujetaban con fuerza mi nuca impidiéndome tomar oxigeno mientras que mis manos tomaban con posesión su cintura pegando nuestros cuerpos, los cuales por el calor y buscando la liberación de nuestras ganas se frotaban en uno con el otro de forma insistente, provocándonos arder de deseo con cada segundo.

Voltee su cuerpo para así tener a mi disposición sus hombros, cuello, y oído, acariciándola suavemente -desde esa posición- sus muslos internos, su abdomen y su pecho cubiertos escuchando varios suspiros en aceptación por su parte.

Baje hasta que mi rostro quedo frente a su espalda descubierta, con mis manos en donde la tela de su vestido tocaba el piso la cual subía lentamente mientras mi boca besaba el espacio libre de su espalda y conforme la prenda subía también lo hacia mi lengua y mis labios, llegue nuevamente a la parte posterior de su cuello con su vestido a la altura de sus caderas, pero antes de que pudiéramos proseguir la puerta empezó a sonar con insistencia -con toques rápidos-  lo que nos obligó a detener nuestros movimientos, los ojos de ella rápidamente se encontraron con los mios y al tenerla nuevamente de frente note como su pecho subía y bajaba con dificultad debido a la excitación.

Ambas nos quedamos viendo fijamente pensando al menos por mi parte que ella atendería la puerta, más hizo lo contrario, enrollando sus brazos alrededor de mi cuello y besándome dulcemente en los labios ella me motiva para que continúe asegurándome que quien fuera la persona pronto se iría “ignórala” repitió sosteniendo mis mejillas dirigiendo mis labios a los de ella al notarme algo insegura  por la situación, ella me miro a los ojos viendo que mi atención se centraba en la puerta y nuevamente sosteniéndome la mirada y mi rostro con sus palmas murmuro ”solo bésame” con esa voz ronca y seductora que no pude hacer nada más que obedecerla, volví a tomar posesión de ellos sintiendo al mismo