POV Taeyeon

Me encontraba relajada en la comodidad de mi sala, esperando se llegara la hora en la cual había quedado de verme con Jessica cuando una muy feliz  Tiffany entro en mi casa, con esa sonrisa que enamoraba a más de uno.

Al verla note que en sus manos traía bolsas del mandado junto con un par de globos.

-hola!- me saludo con gran entusiasmo parándose en la marco que separaba el pasillo de la sala.

-hola- le contesto con una sonrisa al verla tan feliz

-que haces aquí- le pregunto amenamente parándome de mi lugar para ayudarla con las bolsas.

-yo solo quería verte…- dice con cierta pena –¿tenías planes?- pregunta dudando si debió haber venido o no, mientras caminamos hasta la cocina

-por el momento no… está bien- hablo colocando las bolsas del súper en la barra, para al final recargarme en esta.

“debiste haberle dicho que tienes planes con Jessica!” gritaba una parte de mi al oir mi respuesta, pero a la misma ves no soportaría decirle la verdad, no cuando esta ella aquí, con este gesto hacia mi, viéndose tan feliz, yo no podría hacerle eso.

Ella se acerca a las bolsas sacando el contenido de estas acomodando los víveres en su respectivo lugar, dejando a su alcance dotaciones que usaría después, quise ayudarla pero la imagen de ella ocupándose de mi me absorbió e hizo sonreír.

-y a que se debe tu visita, ya sé que soy irresistible de ver… pero- digo en tono de broma haciéndola reír.

Ella camina hasta el fregadero para lavar algunas verduras.

-tonta!, la verdad es que quería pasar un momento a solas contigo, hace tiempo que no te veía y… te extrañaba- dice sonrojándose  y de vez en cuanto volteando a verme.

-tu… me extrañaste- pregunta desviando la vista de su tarea hacia mi, haciéndome perder en sus bellos ojos.

-mmm, tu sabes que si- le digo caminando hasta ella depositándole un beso en su mejilla, sonriéndole al final.

-qué estás haciendo- pregunto al verla sacar algunos sartenes.

 -quiero cocinar para ti- dice con alegría, más lo primero que llega a mi mente es “tiffany no cocina”.

-como te dije quiero pasar un tiempo contigo, hablar, hace tiempo que no lo hacemos- dice colocándose un mandil y sosteniendo su cabello en una coleta.

-sabes que no es necesario que cocines, podemos pedir algo y hablar mientras llega- le digo esbozándole una sonrisa al escuchar sus planes.

-pero yo quiero hacerte de comer- dice con un tierno puchero –hare tu comida favorita- dice tratando de convencerme.

-haha ok.. dime en que te ayudo- digo dándome por vencida, abriendo la llave del lavabo dispuesta a lavarme las manos cuando siento un fuerte golpe en mis manos

-auch! Porque fue eso- exclamo sobando mis manos adoloridas

-perdón- dice llevando mis manos a sus labios depositando un beso en ellas –pero es que no quiero que me ayudes- dice brindándome esa sonrisa que nunca falla en hacerme sentir mejor.

-tú te quedas aquí, yo te aviso cuando la comida este lista- dice guiándome hasta la sala, dándome un beso en mi nariz, sonriéndome mientras acaricia mis mejillas, sus ojos clavados en los mios.

-te amo- me confiesa para después reclamar mis labios, en ese rose tan puro, suave, lleno de amor haciéndome sonreír entre el beso.

No podía responderle que también la amaba, en ese momento mi corazón está confundido y dividido entre dos mujeres que cualquiera seria afortunado con solo estar frente a ellas.

Nunca imagine poder sentir amor por dos personas al mismo tiempo, jamás creí eso fuera posible, pero es que era imposible no enamorarse de ellas, cada una de ellas tan única pero al mismo tiempo tan diferentes la una de la otra, ambas se distinguían por su belleza, tanto físicamente como en su interior, más con personalidades apuestas, haciéndolas las mujeres perfectas ante cualquier ser humano que las viera.

Realmente era una persona afortunada al tener a dos seres tan maravillosos en mi vida. Y al pensar eso no pude evitar sentirme culpable por dañarlas con mi indecisión y confusión en este asunto que estamos viviendo.

“ellas no se merecen esto” que juegue c