-Lo siento, no fue mi intención- mis palabras salieron rápidamente como si aquella acción me permitiera irme lo más pronto de ese lugar.

-¿Por qué estás aquí?- me dijo secamente ignorando mis disculpas, en realidad este chico comenzaba a irritarme.

-Me gusta sentarme en las raíces de este árbol a descansar, y lo seguiría haciendo si  no hubieras aparecido- Solté, en realidad no me apetecía tratarlo bien en estos momentos.

-Así que come libros y solitaria, ¿podrías ser más extraña?- Balbuceo, gracias a que me encontraba cerca logre escucharlo, esto es el colmo, no le basta con el estúpido experimento ahora me insulta.

- ¿Problemas con tu Padre?- dije sarcásticamente, sabía que ese tema lo pondría de mal humor.

-No es algo que te importe-  Su expresión tranquila se fue por completo, podría jurar que sus ojos reflejaban odio, creo que me pase de la raya este debe ser un tema delicado.

-Yo…en realidad lo siento, no sabía que hablar sobre tu Padre era tan molesto para ti.

-Mejor me voy-  dijo pasando por mi lado, no debí haber mencionado a su familia- Ah, otra cosa…- gire mi rostro sorprendida de que aún se encontrara allí- … me gusta la gente extraña.

Gracias a sus palabras no logre concentrarme en todo el día, que habrá querido decir con eso,  que yo le gusto, no eso es imposible y si así fuera no pasaría nada ya que su sola presencia me exaspera.

El timbre que indica la salida me devolvió a la realidad, así que tome mis pertenencias y me dirigí a la salida, después de caminar unas dos cuadras sentí como alguien apoyaba su mano en mi hombro.

-Caminas muy rápido para ser tan pequeña.

-y tu ¿Qué haces aquí?- Dije mirándolo mientras alzaba una de mis cejas, lo que se debió ver fatal ya que nunca logre hacerlo de manera decente.

-Sabes que lo de la ceja te sale pésimo, pero te ves tierna intentándolo, hoy no tenía actividades en el club y por eso te acompañare a casa ¿no te parece estupendo? –Me dijo mostrándome su más deslumbrante sonrisa.

-Claro me siento tan afortunada  de que el caballero Jong In me escolte hasta mi casa- Dije dándole un poco de dramatismo al asunto, pero al mirarnos a los ojos los dos estallamos en una risa descontrolada por mi pésima actuación.

El camino a casa fue realmente divertido, ya que Jong In es el único capaz de sacarle el lado gracioso a cada una de las cosas que ve, por un momento logre olvidarme de ese estúpido chico de cabello rojizo que me sacaba de mis casillas pero a la vez me parecía ridículamente y.

-Oye estas extraña hoy ¿algo ha pasado?- Me dijo Jong In al momento en que me disponía a entrar en mi casa.

- No nada importante- No sabía si era buena idea  hablar acerca de Kyungsoo con él, ya que algunas veces mi amigo me ha insinuado que siente cierta atracción hacia mí, lo cual al final siempre  intenta convertir en broma pero yo lo tomo muy en serio.

-¿Desde cuándo no me cuentas tus cosas? Pensé que me querías- dijo poniendo un pequeño puchero, lo encontraba realmente adorable cuando hacia este tipo de cosas.

-En serio no me pasa nada y obvio que te quiero tonto- Dije esto dándole un pequeño abrazo, al alzar mi rostro vi sus labios peligrosamente cerca por lo que preferí despedirme y entrar en mi casa.

Luego de darme una ducha y cambiar mi ropa me sentía con ánimos de preparar algo delicioso para la cena, pero  mi celular comenzó a sonar interrumpiendo mis planes.

-Hola.

-Hola hija, ¿estás en casa?- me decía mi madre en la línea.

- Si, ¿Por qué, necesitas algo?

- Ve hasta mi habitación y abre el segundo cajón de mi mesa de trabajo- Hice lo que me pidió.

-¿Qué debo buscar?- pregunte ojeando un poco los documentos que se encontraban allí.

-Un estado de cuenta, está en un sobre oscuro.

-Ya lo encontré, ¿Qué quieres que haga con él?

-Podrías traérmelo, es realmente importante ya que lo debo entregar hoy.

-Claro, en 20 minutos llego- En realidad no me agradaba la idea de salir pero no podía negarme ya que mi madre trabajaba llevando la contabilidad de varias empresas importantes.

Tome  uno de mis abrigos y solté mi cabello intentando peinarlo con mis dedos, camine hacia la parada del autobús, como siempre no se demoró en llegar y el recorrido no me tomo más de 10 minutos por lo que llegue al trabajo de mi madre más rápido de lo que pensé.

-¿Esta todo lo que necesitabas?- le pregunte mientras ella revisaba el contenido del sobre.

-Si esta todo, perdona la molestia.

-Para nada mama, no es molestia no me encontraba haciendo nada importante- dije dándole una pequeña sonrisa, hace días no lograba verla, note el cansancio en sus ojos, sentí un poco de pena al notar su estado.

-¿Quieres que te traiga un poco de café?- me ofrecí ya que quedaba cerca  y sé que aquel liquido podría reconfortarla un poco, ella asintió con entusiasmo ante  la idea, deje mi abrigo a su cuidado ya que comenzaba a hacer un poco de calor, salí del gran edificio intentando  caminar rápidamente entre la multitud de gente que se encontraba en las calles a esta hora.

-Me darías un americano por favor- Le dije a la chica de la caja registradora, ella tomo mi dinero y se demoró  un par de minutos en traer mi pedido.

Regrese a las atestadas calles, haciendo un intento sobrehumano para que nadie tirara mi café, cuando logre ver el edificio a unas pocas cuadras sentí un gran alivio.

Un golpe en mi costado derecho hace que mi cuerpo pierda el equilibrio y suelte el agarre que mantenía en el vaso de café, logrando que todo el líquido caliente impacte contra mi hombro izquierdo y parte de la clavícula, un dolor punzante empieza a surgir en aquel lugar por lo que doblo mi cuerpo intentando apaciguar el dolor.

-Kim ¿estás bien?- siento como alguien me toma del brazo haciendo que me incorpore de nuevo.

-No, me queme- dije intentando acomodar las palabras, ya que el dolor no me dejaba pensar con claridad.

-Ven, déjame revisarte- sentí como Kyungsoo me tomo de la mano alejándome de la multitud hacia unas bancas que se encontraban cerca, me ayuda a sentarme y se aproxima a mi cuello revisando la quemadura en mi piel, siento como su aliento rebota en mi cuello logrando que algunos escalofríos me recorran.

-No es grave pero iré por una botella de agua fría  para aliviar el dolor en la herida ¿está bien?, espérame aquí- Me dijo esto mientras se levantaba, logre ver que iba vestido muy formalmente por lo que me imagine que la reunión con su padre fue en algún lugar cercano.

Regreso rápidamente y se acomodó a mi lado empapando un pequeño pañuelo con el agua de la botella, lo acerco a la herida y sentí como el ardor se calmaba un poco.

-¿Te sientes mejor?- me pregunto después de haber tratado la herida con el agua.

- Si, muchas gracias- le dije inclinando un poco mi cabeza.

-¿Si quieres puedo acompañarte a casa?- me dijo como si temiera que algo me pasara.

-¿Estás seguro?- le dije, a lo que él asintió.

-Está bien, pero debo ir por otro café ya que se lo estaba llevando a mi madre.

-Ok, yo te acompaño- dijo esto mientras tomaba mi mano y comenzaba a caminar en dirección al café, llegamos al lugar y se quedó a mi lado mientras pedía otro vaso de café, luego como lo habia dicho me acompaño hasta el edificio donde mi madre trabaja, insisti en que entrara conmigo pero prefirió esperarme en la entrada por lo que intente no demorarme, al entrar en la oficina mi madre se alarmo por el estado de mi ropa, pero la tranquilice diciéndole que no era nada grave por lo que me dejo ir rápidamente.

-Perdón por hacerte esperar- le dije en el momento en que salía por la puerta del edificio.

-No hay problema- me dijo dedicándome una sonrisa, demasiado sincera a mi parecer, ahora conocía otro lado de él, uno protector y amable.

Me ofreció su mano y no me negué en tomarla, me sentía protegida a su lado, preferimos caminar ya que con su atuendo sería un poco extraño si tomábamos el autobús,  quise preguntarle acerca de la reunión con su padre pero sabia que era mejor no tocar ese tema por lo que mejor disfrute del silencio ameno que había entre los dos, sentí como dio un par de miradas furtivas en mi dirección  pero preferí ignorarlas ya que si les prestaba atención me pondría demasiado nerviosa.

-Esta es mi casa, si quieres puedes pasar un momento- dije mientras introducía las llaves en la cerradura.

-Está bien- me respondió con algo de duda en su voz.

Solo quería pasar un poco de tiempo más a su lado, así que la única manera que se me ocurrió de retenerlo era invitándolo a pasar, pero al entrar en la casa note la estupidez que había hecho, puede que él me malinterpretara ya que la casa se encontraba sola.

-Así que aquí viven tu mamá, tu…- dejo la frase en el aire.

-Solo mi madre y yo, pero por el trabajo de ella la mayor parte del tiempo me encuentro sola.

-Oh entiendo.

-¿Quieres un poco de té?- le ofrecí ya que no me agradaba la idea de acercarme al café por algún tiempo.

-Claro estaría bien- me dirigí a la cocina y mientras buscaba las bolsitas de té sentí como Kyungsoo me abrazaba desde atrás colocando sus manos alrededor de mi cintura, mi corazón comenzó a bombear a un ritmo desenfrenado, claro como no pensé en esto ahora que haría no puedo seguir con esto, no sé si el me gusta como para llegar a tanto, me removí un poco intentando soltarme de su agarre.

-No te muevas, déjame quedarme así por un rato por favor, hoy no fue un día agradable- Me dijo en un tono de súplica, pensé que se derrumbaría si no hacia lo que me pedía por lo que asentí, él apoyo su cabeza en mi hombro y su respiración  choco contra mi cuello, después de un par de minutos  no reprimí mi necesidad de abrazarlo, no entendía por qué pero eso es lo único que quería hacer en estos momentos, por lo que gire y rodee su cuerpo con mis manos  atrayéndolo más hacia mí, intentando que este gesto le diera alguna clase de apoyo.

-Gracias- alce mi rostro ante sus palabras, y me encontré con su rostro demasiado cerca, pero esta vez no considere apartarme me sentía a gusto con la cercanía, sus labios se encontraban entreabiertos y a pocos centímetros de los míos, por lo que ahora fue mi cuerpo el que no se negó a sus instintos y acorto el espacio entre los dos, al principio solo me anime a rozar un poco nuestros labios, pero sentir sus labios tan suaves me incito a tirar levemente de su labio inferior, el beso fue muy gratificante ya que era dulce, pausado y en algunas ocasiones nos miramos por unos segundos a los ojos lo cual hacía sentir el beso más profundo, luego de unos momentos así él se separó y logre escuchar como escapaba un suspiro de sus labios.

-El que escuchara ese suspiro, diría que en realidad te gusto- no logre contener esas palabras, pero no hubo respuesta de su parte, solo se dedicó a mirarme fijamente.

-¿Puede ser que yo te guste?- dije un poco nerviosa.

-Ya te dije que me gustan las personas extrañas ¿no?- Contesto, mientras acercaba de nuevo su rostro hacia el mío.

*Se que me demore en actualizar es que tenia un pequeño bloqueo mental pero ya lo supere, asi que por aca les dejo el nuevo capitulo, espero sus comentarios y gracias a los que siguen el fic*