Dentro de unos minutos, la Luna empezaría a cubrir al Sol, y se abriría el portal entre todos los planetas. Al mirar para Baekhyun, Lay y Chen, sus caras inexpresivas mostraban expectación ante lo que iba a pasar, casi miedo al no saber muy bien qué o cómo iba a pasar. Sin embargo, sus ojos decían algo diferente. En sus ojos podía ver lo mucho que querían ver a sus hermanos, a volver a estar juntos los 12.

-Chicos…-dijo Baekhyun.- Tenemos que irnos.

-¿Eh? ¿A dónde?-dije confundida.

-Sí, debemos marchar ya.-dijo Lay apartando la vista del eclipse.

-¿Ir? ¿Pero a dónde?

-Si empezamos a caminar ahora, llegaremos a tiempo.-dijo Chen, que junto con sus hermanos había empezado a caminar hacia la puerta.

-¡Esperad!-dije cogiendo mi ropa y a Nieve.

Los chicos parecían haber entrado en trance. Por más que les hablaba, no me hacían caso. Era como si una fuerza extraña a ellos los estuviera llamando, porque parecían muy seguros de saber por dónde iba, y sin embargo yo sólo veía árboles, tierra y piedras. Incluso Nieve, siempre tan alegre ella, iba con las orejas gachas y la cola entre las piernas. Las dos íbamos siguiéndolos un par de pasos por detrás, mirándonos cada cierto tiempo con inseguridad y preocupación.

Y parece ser que la fuerza misteriosa que los llamó no se acordó de que los humanos no tenemos tanta resistencia como ellos. El camino se estaba haciendo bastante monótono, ya que incluso Baekhyun, que ni debajo del agua se calla, ahora estaba mudo. Lo único que se oía eran nuestras pisadas y nuestras respiraciones. Ellos parecían no perder energía, y sin embargo tanto Nieve como yo a medida que avanzábamos estábamos más y más cansadas.

-Pero esto es muy raro, ¿no? Llevamos horas caminando, y sin embargo el Sol y la Luna apenas han empezado a tocarse. ¿Qué le está pasando al tiempo?

Nada, silencio. Oigan, pues gracias por contestar.

Juraría que pasó medio día entero. El Sol no se movía del cielo, pero yo tenía tanta hambre que de repente la idea de Obélix de comerme un jabalí entero no parecía tan alocada. Y Nieve tenía la misma cara que yo. Al poco tiempo, noté cómo los primeros signos de fatiga empezaban a hacer estragos en mí. Ya no andaba, sino que arrastraba las piernas de manera que no me dieran calambres. Los ojos se me estaban cerrando, y a este paso capaz y todo que ellos seguían y me dejaban aquí.

-Baekhyun… Ya… Ya no puedo más…-dije acercándome a él, poniendo mi cabeza sobre su hombro para llamar su atención.

Pero claro, sin respuesta.

-Baekhyun… Por favor…-dije ya susurrando, sin fuerzas ni siquiera para hablar.

Cerré los ojos un momento para intentar coger fuerzas y volver a abrirlos, cuando de repente noté cómo desaparecía el suelo bajo mis pies, mientras dos brazos fuertes me cogían y me apoyaban contra su espalda. Al abrir los ojos lo único que pude distinguir fue la parte de detrás de la cabeza de Baekhyun, ya que estaba demasiado cansada como para enfocar mis alrededores.

No llegué a dormirme profundamente (y fue una pena, de verdad que me hacía ilusión llegar a la fase REM del sueño), porque aunque estuviera MUY cansada, algo no me permitía hacerlo. Supongo que esa sensación de que en cualquier momento podía aparecer Muerte o alguna de sus hermanas tendría algo que ver.

Sin embargo, cuando volví a abrir los ojos, no nos encontrábamos en el mismo sitio. El paisaje casi desértico había cambiado por...  ¿Eso era piedra? ¿Y a dónde se ha ido la luz?

¡Guau! ¡Guau!

Una bola de pelo blanca se abalanzó contra mí, sin dejar de ladrar y muy asustada.

-¿Qué pasa, Nieve?

De repente, una luz que provenía de algún lugar en frente de nosotras nos cegó, obligándonos a cerrar los ojos. Intenté abrirlos un poco para poder ver de dónde venía, pero era imposible. Incluso con mis ojos cerrados y las manos cubriéndomelos, la luz me hacía daño. Cuando por fin se atenuó y me atreví a mirar lo que tenía delante de mí, casi no quepo en mí de asombro.

Era el templo coreano. Pero muy, muy diferente.

Para que os hagáis una idea: la otra vez que vinimos, este sitio era un lugar viejo, sombrío y daba muy mal rollo. Ahora está impecable, con un suelo y paredes tan limpias que casi me puedo ver en ellas. ¡Y ESTÁ HECHO DE PIEDRA! Segundo, ahora ya no está tan sombrío. Las columnas donde estaban los símbolos que vi la vez pasada ahora brillaban. Una luz proveniente de su interior, lo cual no alcanzo a entender ya que estamos en medio de una montaña, se cuela entre sus rendijas e ilumina toda la sala. Y tercero... Si antes daba mal rollo, ahora lo da mucho más.

Con cuidado, porque tenía miedo de que al moverme me cargara algo, me levanté sin apartar los ojos de las columnas. Nieve parecía entender que algo raro estaba pasando, porque tenía las orejas gachas y el rabo entre las patas.

Cuando me fijé mejor en las columnas, me di cuenta de que había tres símbolos encendidos, por decirlo de alguna manera: uno parecía un unicornio, otro un copo de nieve creo—no, mentira, parece más bien un sol así que supongo que será la luz, y otro que... No estoy muy segura, parece una personita con un vestido. ¿Y si lo miro al revés...? Mm... Parece un rayo, pero no sé yo...

Empecé a caminar lentamente, dando vueltas alrededor de todo aquello. Mala idea, casi me da un patatús.

Patidifusa, aturdida, desconcertada, anonadada, atónita, incluso asustada diría yo... No existe una palabra para expresar la mezcla de horror, confusión y miedo que sentí. El corazón me latía a mil por hora, mientras que mis piernas me gritaban “¡corre, sal de ahí!”. Sin embargo, mi cabeza me decía que no debía irme.

Ante mí, y delante de las columnas con los símbolos se encontraban Baekhyun, Lay y Chen. O lo que parecía ser ellos. Porque yo no los recordaba así.

Aunque tenían los ojos abiertos, no había ni pupila ni iris. La misma luz que salía por las columnas salía por sus ojos. Y a pesar de que no soplaba nada de viento, sus pelos se movían de tal forma que parecía que estábamos debajo del agua. Y encima, para hacerlo todo más bonito, cada uno tenía algo alrededor.

 Baekhyun era el que más brillaba de los tres, y a su alrededor unas lucecitas titilaban cuales luciérnagas, como las del ascensor la primera vez que me enseñó sus poderes. A Chen, por otro lado, unos rayos saltaban peligrosamente desde su cuerpo a la tierra y viceversa, dándole un aspecto a su pelo algo electrizante. Y a Lay le envolvía una neblina blanca que me recordaba a lo que sale en las películas de miedo.

Quería tocarles y asegurarme de que estaban bien, pero no me atrevía. No me atrevía ni siquiera a acercarme a ellos. A Lay y a Chen lo conocía simplemente desde hacía un par de días, pero con Baekhyun había pasado más tiempo. Y me dolía mucho verle así. Tenía pinta de estar sufriendo.

Esto no puede estar pasando... De repente, sentí cómo todo al lado mío se movía. Un momento, era yo la que me estaba moviendo.  ¿Estaba corriendo? Eso parecía, ya que oía mis pisadas sobre la piedra del suelo y mi respiración jadeante, a pesar de que a mí no me daba tiempo de procesar nada.

Al salir del templo, me encontré con algo muy raro. Todo estaba muy tranquilo, demasiado. No soplaba nada de viento, y no había insectos en el aire. Es más, ni siquiera podía oír algo. Lo cual es todavía más raro, porque siempre que estás en la naturaleza oyes la brisa mover las hojas de los árboles, el sonido de los pueblos y ciudades a la distancia, o un simple murmureo de... No sé, algo. Sin embargo, me siento como en un decorado de cine.

Todo muy real, pero a la vez muy irreal. Espera un momento...

Al fijar la vista en un punto delante de mí a unos tres metros me acabo de dar cuenta de algo. Hay una hoja suspendida en el aire. Y no se mueve.

Lentamente me acerco y miro la hoja más de cerca. Mm... Es real... ¿Estaré soñando? Deja pellizcarme a ver si así... ¡¡AY!! No, no estoy soñando. ¿Entonces? Parece como...

Como si el tiempo se hubiera detenido...

Con cuidado muevo la mano y cambio de posición la hoja. ¿Eh? ¿¡Se queda en el sitio!? ¿¡Qué clase de brujería es ésta!?

En lo más alto de cielo un anillo de fuego colorea el suelo. La Luna está delante del Sol, a saber desde hace cuánto tiempo. Y por raro que parezca, puedo mirarla perfectamente sin quemarme los ojos. Lo que todavía me da peor rollo.

¿Entonces qué puedo hacer? Estoy demasiado asustada como para volver a entrar, pero tampoco es que me pueda ir. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Durante cuánto tiempo hemos estado caminando? ¿Qué va a pasar? Llevo demasiado tiempo sin ver a ninguna de las hijas de Maldad y me estoy preocupando...

Tras coger aire, me armé de valor y con paso decidido y a la vez indeciso me adentré otra vez en la cueva, procurando no mirar la escena que estaba teniendo lugar en el templo. Debo ser fuerte. No puedo abandonar a los chicos aquí...

Así que me acurruqué en un lado del templo, dando la espalda a las columnas y a las luces. Nieve vino corriendo hacia mí y se puso en un costado, cerrando los ojos e intentando descansar un poco. Bueno, pues habrá que esperar...

Tras un buen tiempo, lo que para mí se hizo una eternidad, las luces de las columnas volvieron a aumentar su intensidad, cegándome otra vez. Cuando por fin pude ver, el número de personas que había en la sala había aumentado. Concretamente en seis personas más.

Dentro de mí tenía un enredo de emociones que ni yo misma entendía. Por un lado, me sentí aliviada al ver a Chanyeol, Sehun, D.O, Suho y dos chicos más que no conozco (aunque a juzgar por las descripciones que me han hecho, lo más probable es que sean Kris, la torre humana, y Luhan, la versión físicamente más femenina de Sehun). Sin embargo, ahora tenía nueve personas por las que preocuparme por el estado en el que están. Aparte de los pelos flotantes, los ojos brillantes y las venas excesivamente hinchadas, Kris y Luhan tienen la misma pinta que Chen y Lay cuando llegaron.

¿Oh? Esto es raro... Algunas columnas no tienen símbolo. Veo un... dragón... supongo... en la de Kris, un... ¿fénix, supongo?—en la de Chanyeol y... y ya. Sehun, Luhan, Suho y D.O no tienen símbolo.

Y ahora que lo pienso... Aquí faltan tres personas. ¿Por qué faltan tres personas? Deberían ser 12, no 9... ¿Dónde se han metido los que faltan?

Uno a uno, diferentes pensamientos vienen a mi cabeza. ¿Y si no han podido pasar? ¿Y si les han atacado? ¿Y si es demasiado tarde? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué puedo hacer yo desde aquí?

Cuando estaba a punto de arrancarme los pelos por los nervios y la frustración, mi bola de pelo personal empezó a jugar a mis pies, pidiendo que le acariciara la barriga.

-¿Quieres jugar, en este sitio? Nunca pensé que te fueran las cosas macabras...-dije acariciándola.

Después de recorrerme el templo tropecientas mil veces y haberme memorizado donde se encuentran cada una de las piedras que lo componen,  decidí salir para fuera y coger aire. Necesitaba relajarme, y ese lugar no es el más idóneo.

Al salir del templo, el color de la luz me sorprendió. No era blanca, como la última vez que salí. El círculo de fuego había desaparecido del cielo, y en su lugar la puesta de sol daba pinceladas naranjas y rosas a las nubes. ¿El eclipse se había acabado?

Un momento... Si no están los 12... ¿Significa que los que pudieron pasar a esta Tierra están condenados a quedarse así? ¡NO, NO, NO! ¡ME NIEGO A CREERLO!

Pero es que todo ha vuelto a la normalidad. ¿Entonces cuándo se despertarán los chicos?

Tengo hambre. No hay ningún sitio cerca para comer. Tengo frío. El sol se ha terminado de poner, así que tampoco puedo ver mucho. Por suerte esta noche hay Luna llena, así que tengo algo de luz. Pero no es suficiente.

¿Debería probar a tocarlos? A lo mejor así que rompe el enlace que tengan o lo que sea... Pero si lo hago los otros tres no podrán volver... Pero el eclipse ya ha pasado, así que ni siquiera sé si pueden volver...

¡Sarang, contrólate! ¡Así no conseguirás nada!

A ver. ¿Qué hago? ¿Intento romper el enlace?

Con paso lento, vuelvo a entrar en el templo. Al ver a los chicos en ese estado se me forma un nudo en la garganta y me cuesta respirar, pero debo ser fuerte. Con los ojos cerrados acerco mi mano a uno de ellos, temiendo lo que pueda pasar en cuanto le toque.

¡¡GUAU!! ¡¡GUAU!!

¡Qué susto! Nieve no para de dar vueltas alrededor mío, ladrando como una loca e indicándome que salga para fuera. ¿Qué pasará...?

Vuelvo a salir. Yo no veo nada diferente.

¡¡GUAU, GUAU!!, ladra Nieve señalando el cielo con su hocico.

¿Por qué? ¿Qué pasa? No hay nada diferente, tan sólo la Luna—Oh. Vale. Eso era.

Cuando salí antes, la Luna estaba llena. Seguro. Ahora está en cuarto creciente. Eso sólo significa una cosa.

Eclipse. Eclipse de Luna.

Un momento... Si hay otro eclipse...

No tuve que pensarlo. Cuando quise ir al interior del templo, mis pies ya me habían llevado hasta allí. Y estaba pasando algo muy raro.

Primero: las luces de las columnas estaban volviendo a aumentar su intensidad, por lo que supongo que vendrán más personas. Y no sé, algo me dice que esta vez vienen todos.

En las columnas se han encendido los doce símbolos. Ahora hay cosas como copos de nieve, un reloj de arena, un símbolo raro parecido al del wi-fi... Todos y cada uno de ellos brillando fuerte, como si estuvieran orgullosos de mostrar el poder al que representan.

Una vez más, la luz de la sala se hizo tan fuerte como la del sol, haciéndome cerrar los ojos. Y esta vez no se apaga, sino que sigue encendida durante minutos.  El no saber qué está pasando me pone todavía más nerviosa, al punto de que mi corazón late tan fuerte que oigo los latidos en mi cabeza. 

Cuando por fin abro los ojos de nuevo, casi se me saltan las lágrimas.

Los doce. Los doce están aquí.

Y esta vez puedo mirarles tranquilamente. Ya no parece que estén sufriendo, sino que están relajados, yo diría incluso que dormidos. Están flotando todos juntos en medio de la sala. Sus pelos están siendo ondeados por una fuerza exterior a ellos, al igual que sus ropas. Parece como si estuvieran debajo del agua.

De repente, la columna con el símbolo del unicornio empieza a brillar con más intensidad que las otras, y como si de un espectáculo de magia se tratara, todas las heridas de la mitad china empiezan a curarse por sí solas.

Y no sólo las de ellos. Los rasguños que me hice cuando caí a la caverna, el pelo sucio que lleva sin lavarse a saber cuánto tiempo, así como mi ropa... Todo limpio e impecable. Me siento como una magical girl... ¡Oh! ¡Ya no tengo hambre!

¡Guau, guay!

Parece ser que Nieve tampoco. Esto es alucinante.

Oh, otra columna se está encendiendo. Esta vez es la del fénix. ¡Oh! ¡Ya no tengo frío!

Me resulta raro. Antes, este sitio tenía un aura de “no te me acerques”. Ahora, sin embargo... No sé, me gustaría vivir aquí... Qué estoy diciendo...

La columna con el reloj de arena también está brillando más que las otras. Quizás eso explica esa sensación que tengo de que el tiempo no está pasando. Podría quedarme aquí mirando a los chicos y no pasaría nada. No siento que llegue tarde a ningún sitio. Estoy en un segundo que dura una eternidad.

Pues ya que tengo todo el tiempo del mundo, literalmente, ¿por qué no pararme a admirar lo que tengo delante de mí?

Es majestuoso. Ahora es cuando me doy cuenta de que estos chicos no pueden ser de la Tierra. Es imposible. Son demasiado perfectos. Parecen dioses griegos.

¿Y si me acerco más? Con torpeza, doy un par de pasos haciendo que me tropiece y me quede justo debajo de ellos. Y por raro que suene lo que voy a decir, dejé de sentir el suelo bajo mis pies. ¿Porque son tan guapos que me hacen sentir como si no hubiera gravedad? No. Es porque realmente no hay gravedad. Al igual que ellos, nada más ponerme a su lado empecé a flotar. Me siento como una sirena, veo pelo mío por todos lados...

Nieve, al verme despegándome del suelo se asustó y se acercó a mí corriendo y ladrando, mordiendo mi zapato para que no siguiera ascendiendo. Lo que resultó en que ella también tuviera una experiencia de ingravidez. La pobre perra al verse sin suelo bajo sus patas empezó a moverse de forma alocada.

-Tranquila, no te apures...-dije acercándome a ella y acariciándola entre risas.

De repente, sentí cómo mi espalda chocaba contra algo. Al darme la vuelta me encontré con Baekhyun, con sus ojos cerrados y lo que parecía ser un profundo sueño. Pobre... Ha pasado por tanto... ¿Cuánto hará que no descansa? Y según lo que me han contado, tampoco han vivido tanto, sino que tendrá un par de años más que yo...

¿Qué pasaría si la Tierra dejara de ser habitable? ¿Qué haría yo? ¿Qué haríamos nosotros, los humanos? ¿Podríamos ponernos de acuerdo y evacuarla? Imposible, somos siete mil millones de personas... Si a una simple comunidad de vecinos le cuesta ponerse de acuerdo, ¿cómo llevaríamos los humanos la tragedia que le ha pasado a EXO?

Aunque ahora que lo pienso... Nunca dijeron que fuera inhabitable, sino que tuvieron que huir precipitadamente. Me pregunto... Ahora que están todos juntos y que Maldad sabe que están aquí, ¿querrán irse otra vez para EXO? Es su planeta, es normal que quieran ir a lo que consideran hogar.

Ya están los doce juntos de nuevo. Eso era lo que querían desde el principio. Es más, incluso si se quedaran en la Tierra, creo que ya saben lo suficiente como para vivir solos. ¿Pensarán que son una molestia para mí? Espero que no. No quiero que se vayan. No quiero quedarme sola otra vez.

Nadie te necesitas. Pasarás el resto de tus días sola...

Esa voz. Fue la que sonó en mi sueño.

-¡Sal de mi cabeza! ¡¡DÉJAME EN PAZ!!-grito con todas mis fuerzas. Cállate, cállate... Déjame... Déjame a mí, a los chicos de EXO... Déjanos a todos...

Si tú eres la que más sabe lo que va a pasar. Te abandonarán, como lo han hecho todos. ¡Mira a tu alrededor! ¡Todos te han abandonado! Tus amigos, tu familia, tus padres...

-¡¡CÁLLATE!!

¡¡¡GUAU GUAU!!!

Oh. Con los ladridos de Nieve la voz se ha callado. Menos mal.

-¿Por qué estás llorando?-dice una voz detrás de mí.

Asustada, me doy la vuelta bruscamente. Ha sido Baekhyun el que ha hablado. Tiene los ojos abiertos. Llenos de preocupación, pero abiertos. Está despierto.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?

¿Llorar? ¿Quién, yo?

Baekhyun pasa su mano por mi mejilla, limpiándome la cara. Hay agua en su mano. ¿Son mis lágrimas?

Pero a lo mejor esto es un sueño. Parece un sueño. Estamos flotando. Hasta juraría que la piel de Baekhyun está brillando.

-Sarang... ¿Qué ha pasado?-me pregunta poniéndome las manos en los hombros.

-Yo... No sé... Una voz me decía que me iba a quedar sola...

De pronto, sentí cómo unos brazos me abrazaban, y con bastante dificultad he de añadir, ya que yo estaba sosteniendo a Nieve en mis brazos.

-¿Cómo te íbamos a dejar sola? Nos has ayudado tanto... No le temas a la soledad. Con doce personas en tu casa va a ser difícil que te sientas sola.

Oh, algo raro está pasando. El símbolo del rayo de luz, el de Baekhyun, se está apagando, así como las luces de las columnas. Y el resto de los símbolos también.

-Bae-baekhyun... Creo que...

-¿Mm? ¿Qué pasa?

Una a una se van apagando. La del fuego, y ya vuelvo a sentir frío. Pero cuando se apaga la del hielo dejo de sentir frío también. La del tiempo y la del... ¿viento? Supongo, porque siento una ráfaga de aire pasando por delante de mi cara. El tiempo se ha vuelto a poner en movimiento, hay corriente.

Baekhyun también se ha dado cuenta de que se están apagando. Cuando la última de ellas se apaga, la del símbolo parecido al wi-fi, los trece (catorce si contamos a Nieve) dejamos de flotar y nos precipitamos contra el suelo, formando una montaña que despierta a cada uno de ellos.

Se oyen quejidos y voces protestando y gimoteando...

-¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

-¡Hyung, quita de encima!

-¡Ay, me estás clavando el pie!

Yo he caído en la parte más alta, así que no tengo a nadie encima aparte de Nieve. Bueno, algo es algo. A ver, cronómetremos... Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... veinte, veintiuno, veintidós... cuarenta—

-¡AAAAAAAHH!

Tardaron en darse cuenta.

-¡Baozi-hyung!

-¡D.O-ya!

-¡Tao!

-¡Kamjong!

-¡¿A quién llamas kamjong?!

Todo se volvió a un alboroto. Suho, Tao y Lay empezaron a llorar cuando se dieron cuenta de que sus otros hermanos estaban aquí. Y los demás intentando consolarlos no pudieron evitar echarse a llorar también. Yo... Yo me siento fuera de lugar. Estoy a un lado, mirando la escena con los ojos llenos de lágrimas.

-Oh, ¡noona!-grita Sehun.

-¡Noona!-dice Kai corriendo hacia mí. O intentándolo, porque Sehun  le agarra para que no se acerque.

-¡Mi noona!

-¿Así que esta es la famosa Sarang?-dice Luhan.

-¿Famosa?-digo inocentemente.- Al salir del templo entonces habrá que tener cuidado con los paparazzi...

Los chicos que han vivido conmigo se ríen junto a mí, pero el resto mira sin tener idea de lo que estoy hablando.

-Luhan, tienes mucho en lo que ponerte al día.-dijo Sehun poniéndole una mano en el hombro a su hermano.

-¿Dónde quedó el hyung?

-¡¿Te llamó hyung?!-dijo el resto de EXO mirando a Luhan con incredulidad.

-Bueno, bueno... Estábamos hablando de Sarang... No de mí...

-Chicos... Tengo... Eh... Fr... Ehm...

Tao (supongo, los chicos me dijeron que parecía un panda) a falta de vocabulario hizo el gesto de tener frío.

-Kai, ¿puedes teletransportarnos?-le pregunté.

-¿Teletransporte? ¡Tío, que guay! ¡Yo quiero ese poder!-empezó el resto de EXO.

-Poder cogido. Ahora, si no os importa,  cogeos de mano o abrazaros o lo que queráis. ¡Xiumin-hyung, Luhan-hyung, no iba en serio! Necesito que haya contacto físico para teletrasportaros a vosotros. ¡Sólo contacto físico!

-Por cierto, ¿qué ese animal?-dijo Kris señalando para Nieve.

-Es una noona que nos ha salvado.-dijo Baekhyun.

-No, si yo me refería al animal blanco y peludo, no a Sarang... Sé que Sarang os salvó cuando llegasteis...

-Y yo me refería al animal blanco y peludo... Si no es por ella, Sarang y yo estaríamos perdidos...

-Chicos, volvamos...

-Venga, Tao tiene razón. Dejad de hablar, que no os calláis ni debajo del agua.

-¡Oh! ¿Tú sabes mi nombre?

¡Puf-puf! Creo que el eco de las palabras de Tao se quedaron en el templo. Ahora estamos en frente de mi casa, ante la mirada atónita de Kris, Luhan, Tao y... eh... cómo era su nombre...

-Xiumin-hyung, cierra la boca, que se te va a caer al suelo.

Eso. Xiumin.

-Esto me recuerda tanto al primer día...-dije acercándome a la puerta, dispuesta a abrirla. Aunque me acordé de algo.

-Mi mochila...

-Nah, eso tiene fácil solución...-dijo Kai desapareciendo en el aire. Segundos después, la puerta se abrió con un sonriente Kai al otro lado.

-¿Debería tener miedo? ¡Tengo alguien que puede entrar en mi casa sin necesitad de llave!

-Si quiere comer, entonces no tienes nada que temer...-dijo D.O entrando en la casa seguido del resto de sus hermanos.

-D.O, no seas así...

Nos pasamos toda la noche hablando de todo lo que habíamos vivido en los últimos días. No teníamos sueño, después de la sesión de curación del poder de Lay teníamos tanta energía como para montar una fiesta y seguir por días. Y hablando de poderes...

-Me han dicho que vosotros también tenéis poderes, y ya he podido ver un poco con Kai.-dijo Luhan.

No hace falta pedirlo. Chanyeol hizo aparecer una llama en sus manos cual mago, Kris empezó a levitar, a Chen le recorrían rayos por su mano y Baekhyun llenó el salón de pequeñas lucecitas.

-Wow...

-Fantastic Baby...-dije bajito, sin que nadie me oyera.

-¡Ah! ¡Una cosa! ¡Conseguí abrir el libro!-dijo Chanyeol sacando el libro, ahora con el candado abierto.- Explica cada uno de nuestros poderes y como sacarles más provecho.

-¿Qué poder me tocará a mí?

-Yo también quiero saber el mío...

-Están cogidos luz, teletransporte, fuego, vuelo...-dijo Chanyeol.

-Rayos y curación.-terminé yo.

-¿Curación? Eso explica que las heridas se hayan ido...-dijo Xi... Ay, ¿cómo era el nombre...? Xim... ¡Xiumin! ¡Eso! Y... ¿se está levantando la camisa? Oye...

-A ver...-dije aclarándome la voz.- Necesito diferenciar a los que conozco de los que no. Así que igual que los templos, seréis EXO-K y EXO-M.

-¿Templos...?

-Ya los veréis. Ahora, contad. ¿Qué habéis hecho estos días? Nosotros aparte de escapar de Muerte, nada importante.

-Nah, nosotros tampoco. Simplemente estuvo Ira persiguiéndonos.-dijo Chanyeol.- Aunque por otro lado, estuvo muy guay. Hice una carrera con Kris-hyung. Yo montado en Cenizas y Kris en su dragón.

-¿Cenizas?

-Mi fénix.

-¡¿El fénix volvió a aparecer?!-dijimos a la vez EXO-K y yo.

-Sí, pero una vez nada más. Luego se volvió a ir...

-Kris-hyung, ¿tienes a un dragón?

-Que sólo apareció una vez y fue.

-Nosotros tuvimos un viaje tranquilo en caravana.-dijo Luhan.

-Conduciendo quién...

-Obviamente yo.-dijo Sehun.

-¡Jovencito, muy mal! ¡Usted todavía no tiene carnet!-dije riéndome.

-La próxima vez que estemos buscando un eclipse me aseguraré de tener carnet.

-Nosotros estuvimos huyendo todo el rato. La habilidad de teletransporte de Kai no es ninguna broma.-dijo Xiumin.

-¿Huyendo?

-De unos tipos vestidos de negro.

-¿Con gafas de sol y pinganillo?-dije yo.

-Sí... ¿Os persiguieron también?

-No, es que los tipos de negro siempre llevan gafas de sol y pinganillo.

-Nosotros descubrimos que pasó en EXO. Uno, está destruido, no se puede volver. Ni siquiera tiene estrella.

-Se partió en dos...-dijo Baekhyun, recordando la letra de History.

-Y nosotros somos el bien.

-Suho-hyung, explica bien eso, que no tiene ni patas ni cabeza.

-Hay dos fuerzas,-dijo D.O- el bien y el mal. Una parte del bien está en la reina Vida y la otra parte estaba en un árbol.

-¡¡El árbol de la vida!!-dijo EXO-K a la vez.

-Pero no acaba ahí. Nosotros somos el árbol de la vida. Al parecer el mal intentó atacar al árbol, así que vida lo dividió en dos.

-EXO-K y EXO-M...-dije yo.

-Exacto.

-Por eso quieren nuestros poderes...

Tao parecía decir algo, pero era imposible entenderle.

-¿De verdad?-dijo Xiumin.

-¿De verdad qué? ¿Cómo lo entiendes?

-Dice Tao que tendrán problemas ahora, porque destruyó su... ¿“rastreador de poderes”?

Tao asintió.

-Pues entonces estaremos tranquilos durante un buen tiempo...

Estuvimos hablando durante toda la noche, e incluso durante el día. No nos dimos cuenta de cuando llegó.

Al día siguiente, alguien tocó la puerta. Al abrirla, me sorprendí al encontrarme a Mike al otro lado, con mi mochila en sus manos.

-Mi...

-Estaba haciendo senderismo cuando la encontré. En la cartera hay fotos tuyas, así que supuse que la habrías perdido o algo...

Estaba tan contenta que me tiré a sus brazos a abrazarlo. MI MOVIL. MI LIBRETA.

-¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!! ¡¡NO SÉ COMO AGRADECERTELO!!

-¿Qué tal invitándome a cenar?-dijo dándome la mochila.

Eso me cogió desprevenida. He estado sola durante tanto tiempo, ¿y ahora de golpe tengo a doce chicos en mi casa, y encima otro chico guapísimo quiere una cita conmigo? ¡No estoy preparada!

-Sí, claro, cuando tú quieras.-dije calmándome.

-¿Me dejas tu móvil?

Tras hacerse una llamada perdida, los dos teníamos los números del otro.

-Te llamaré un día de estos.

-Estaré esperando.-dije despidiéndome y cerrando la puerta.

Miré dentro de la mochila una vez más. Mm... Hay tanto por poner... Ha pasado tanto...

Aún así, no puedo estar más contenta. Esto no es más que el comienzo de nuestra aventura.

Fin.

No. Como acabo de decir, es sólo el comienzo.

¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Cuanto tiempo...

Siento no haber escrito... Tenía un bloqueo mental del que no conseguía salir.

Pero bueno... Aquí quedo el capítulo. ¿Qué tal? ¿Os asustó lo de fin?

Tranquil@s... Literalmente, es sólo el principio. Así que queda mucha historia por delante. Más EXO, más poderes, más BaekhyunxSarang, ¡¡¡más todo!!

Por cierto, pronto colgaré lo que serán capítulos bonus. Me explico: no serán capítulos de la historia, sino entrevistas con los personajes, tomas falsas y bla bla bla... Es que al verlo tanto en los doramas pensé que debía hacer uno para el fanfic.

¿Qué os parece?

Un chu <3