"Fase 1"

Una muchacha de no más de 20 años mira la luna con la mirada perdida. Esta pensativa desde hace varios días. El motivo. Un sueño que tuvo donde ella era una especie de princesa y la protegían 12 chicos con poderes, de los cuales uno la había enamorado perdidamente. Suspiró al recordar el sueño. Entro en silencio a la casa para no despertar a su supuesta ‘familia’ y poco después se fue a dormir acompañada de lo único que la podía relajar en esos momentos, la música...

¿Tenéis novedades? - preguntó el chico más alto de los presentes

La misma respuesta que hace dos minutos, Yifan. - Respondió el informático mientras mantenía la mirada en la pantalla de su portátil tecleando deprisa.

A este paso se nos adelantarán y la matarán, sin ni siquiera saber quién es la afortunada... - comentó un tercer chico asomado a la ventana.

Baekhyun no hace falta que te pongas así, al igual que nosotros no sabemos quien es, ellos tampoco. De alguna manera o de otra estamos igualados por el momento con el asunto - un cuarto chico, se acercó a él y lo intentó calmar poniéndole la mano en el hombro.

Pero Jongin si fallamos en esta misión, todo habrá acabado. - Baekhyun estaba todavía más alterado pensando en su familia y en su tierra.

Su misión, al igual que la del resto de guardianes, era encontrar a Eloweinth: lo que sería, La chica del alma de cristal.  O mejor dicho a su reencarnación que según unos informes de Minseok, vivía en Corea del Sud.

No te alteres tanto, todos sabemos la situación si no la encontramos a tiempo y la llevamos a nuestro planeta. Por eso necesitamos que te tranquilices y te concentres lo máximo que puedas. Tú eres el único que puede saber quién es y lo sabes - El líder de la misión, Joonmyun, contesto sin ni siquiera mirarle a la cara, ya que estaba liado remirando una y otra vez los mismos papeles. Un mapa de la zona, una gran lista de nombres y unos informes sobre la vida de cada una de las chicas de la lista, porque lo único que sabían por el momento es que era mujer y que no vivía en una ciudad grande....

Hyelin se despertó sudorosa y con la respiración acelerada. Había tenido el mismo sueño de los últimos días y la idea no le agradaba demasiado. Pensaba que era demasiado real para ser un sueño, como, si en una vida pasada, lo hubiera vivido de verdad.

Voy a tener que contarle a mi padre sobre el sueño si seguimos en este plan... - se dijo a si misma mientras se levantaba de la cama e iba al baño a tomar una buena ducha fría para relajar sus pensamientos y así también, la tensión que había acumulado en el cuerpo.

Eran las 6 de la mañana y tenía que ir a clases, que precisamente, no estaban demasiado cerca de su casa.

Después de terminar de arreglarse, preparó un par dar de cosas, las metió en la mochila, cogió esta ultima junto con el móvil, el MP4 y los auriculares y salió de su cuarto. En la puerta principal le esperaba su chofer, que como cada día la llevaba y la traía del instituto por la gran distancia de ambos edificios.

Buenos días señora - El chofer le saludó junto con una reverencia poco notable a primera vista.

Buenos días KyunSook. - le respondió el saludo. Salió por la puerta y entró en el coche, seguida a pocos pasos de distancia por el chico. Entró detrás de ella y se pusieron rumbo a su destino. Hyelin se colocó sus auriculares, encendió el MP4, le dio a la primera canción que aparecía en el aparato y se perdió en el trayecto mirando por la ventana.

A las dos el punto de la tarde, el timbré sonó y todos los alumnos se levantaron con ganas de irse a casa y relajarse, todos excepto Hyelin.

Miró por la ventana y como cada día, su chofer era demasiado puntual. Justo en la puerta del colegio se encontraba él apoyado en el coche esperándola.

Este hombre siempre igual – suspiró - ¿A caso nunca pilla atascos? – miro hacia el cielo e imploró que esa idea pasara algún día.

Recogió sus cosas y salió de clase, sin mirar a nadie, completamente sola, se recorrió los pasillos del edificio y a los pocos segundos estaba en frente del coche.

Hoy si no te importa, me gustaría que me llevaras al centro. Quiero hacer unas compras – Dijo la castaña metiéndose en el coche.

Está bien, dime a donde quiere ir y la acompañaré – contestó el chico imitándola.

No, no. No hace falta. Es que… me gustaría ir a… rebuscó en su cerebro una buena escusa para que no la acompañara, ya que quería estar sola. – Comprar ropa interior – dijo al fin con la esperanza de que colara…

De acuerdo, entonces la dejo en la tienda y cuando acabe de sus compras me llama y estaré puntual donde me diga usted -  KyunSook ya había arrancado el coche y se dirigían al lugar acordado.

Chicos no queda comida en la nevera – anunció Chanyeol asomado en la puerta del refrigerador, disfrutando en silencio de lo fresco que se estaba ahí, puesto que estaba entrando el verano.

Tendremos que bajar al súper que hay a la vuelta de la esquina. Ese es básicamente uno de los problemas de vivir 12 en una casa – contestó Yifan sin ni siquiera levantar la vista de su móvil. Estaba entretenido el Twitter.

¿A quién le toca ir esta vez? Yo ya fui la semana pasada con Luhan – dijo Sehun sentado en la mesa del comedor tomando un Bubble Tea que acababa de ir a comprarlo, ya que la tienda más cercana estaba a dos pasos de la casa.

Es verdad y, no sabéis la que liamos para traerlo todo. – Luhan, completamente estirado en el sofá continuó hablando – Opto por que vaya Jongin y que se tele-transporte junto con toda la comida, así se ahorra el recorrido – finalizó aprobando sus palabras moviendo la cabeza de arriba abajo.

Sabéis que no es conveniente utilizar los poderes a parte que no sea un caso extremo – dijo Joonmyun cruzándose de brazos.

Ya voy yo- replicó un deprimido Baekhyun mientras resoplaba. Estaba arto de tanta charla tonta en un momento crucial como ese.

Te acompaño – le propuso su mejor amigo pero este se negó.

Prefiero ir solo y despejar la mente – le dijo al fin después de meditar un poco. Kyungsoo le dio el dinero necesario y salió por la puerta. Los demás se quedaron mirando dicha puerta con preocupación por el chico que acababa de salir.

Kyunsook la había dejado hace media hora en la tienda de lencería donde siempre iba a comprar, pero ella en vez de estar allí decidió ir a tomar un café y a dar una vuelta con la calma de la tarde y la brisa fresca antes de entrar en verano. Iba distraída cambiando una canción, cuando justo giró en una esquina y se tropezó con algo o con alguien, cayendo los dos al suelo por la fuerza.

Perdona. – se disculpó ella recogiendo las cosas que se habían salido de la bolsa de la compra.

Ha sido culpa mía que estaba embobado. Discúlpame tú a mí – respondió el completo desconocido también recogiendo las cosas del suelo. En un momento dado ambos giraron al mismo tiempo quedando cara con cara y por primera vez se observaron el uno al otro. Ella, con una melena mediana chocolate oscuro que en la luz del sol se veía cobrizo, unos ojos pardos, tirando a amarillentos, la piel, pálida como la nieve y fina y suave como el terciopelo. Él, un chico aparentemente normal con una mirada llena de tristeza y una sonrisa tan brillante que podría iluminar a quien la viera haciendo que todos los temores y miedos desaparecieran en un momento.

Hyelin parpadea varias veces cuando reacciona. Tímidamente se recoge el flequillo que le ha caído en la cara y se lo coloca detrás de la oreja. El chico por su parte abre los ojos en blanco cuando observa lo que acaba de hacer. Normalmente utilizas el índice y el corazón para recogerte dicho flequillo – por lo menos la mayoría de personas – pero en cambio esa muchacha completamente desconocida lo acababa de hacer con el dedo meñique, únicamente con ese dedo. Lo cual provocó que su memoria le hiciera ver un recuerdo de su infancia: Una pequeña y divertida niña juega con su muñeco favorito, él se acerca tímidamente y se lo pide y ella con el mismo sentimiento se recoge el pelo que le ha caído en la cara, utilizando el meñique…

¿Por qué me ha tenido que venir ella a la mente? – se pregunta el rubio de repente todavía algo confundido.

Ah? – dice ella que ha escuchado como murmuraba algo el chico –

No nada. – niega con la cabeza saliendo de sus pensamientos y vuelve por fin en sí. – Muchas gracias por ayudarme a recoger – coge las bolsas y le tiende la mano a Hyelin para ayudarla a pararse. Ella observa detenidamente al chico y luego clava su mirada en las manos. Piensa que tiene unas manos demasiado bonitas y finas para ser las de un chico y, duda un poco antes de aceptar la ayuda.

Gracias – vocaliza ella como puede ya que al contacto con la piel del chico, ha notado un calambre a la vez que un pequeño siseo en el pecho. Baekhyun la ayuda a colocarse de pié y estos vuelven a retomar sus caminos después de varias reverencias algo torpes, sin saber que el destino ya les había preparado un camino juntos desde el mismo momento en que cruzaron miradas.

O a lo mejor, ya caminaban juntos mucho antes…