Capítulo Dos.

Balancín de sentimientos || Yoonmin.

Una pequeña sonrisa que fue grabado en un recuerdo que lo llevará consigo siempre, a pesar de saber la noticia del pálido.

El camino a su hogar era lento, porque simplemente las ganas de volver al lugar donde creció y donde aún vivía era un infierno, pero aquello solo le daba un motivo para poder salir adelante y eso era su madre, quien soportaba los maltratos de su progenitor, sabe que su madre era débil solo que ante él se comportaba de una manera fuerte, pero a quien quería engañar si la veía lastimada y eso para él era sufrir lentamente, no le importaba las veces que aquel hombre venía y lo maltrataba psicológica y físicamente, solo se aseguraba de que no volviera a tocar a su madre, pero no podía hacer mucho.

Al abrir la puerta se percata de las cosas de la sala principal en el piso, una botella de licor en pedazos y aquel cuadro donde estaba él y su madre estaba manchada de sangre junto al suelo y su miedo volvió nuevamente, aquel hombre que le dio la vida era un completo extraño para él y había vuelto a ingresar a casa a maltratar a su madre.

— Mamá, Mamá..— Se adentra a la cocina buscandola desesperadamente y ahí la ve sentada a un rincón mientras tenía los brazos en su rostro mientras se escuchaba los notables sollozos y eso era romperle el corazón a Jimin quien no tardó en acercarse y abrazar a su madre quien tenía los nudillos de la mano con heridas.

— Mamá, ¿porqué lo dejaste entrar?.— Esta vez sus lágrimas no tardan en resbalar por sus mejillas mientras la tenía abrazada.—¿Por qué?.— Susurro aún con la voz quebrada.

Su madre aún no podía formular palabras solo solloza sin control aún sin levantar su rostro, no quería hacerlo.

— Mírame mamá.— Pero simplemente se negaba hacerlo.

— Te golpeo de nuevo, por eso no pretendes enseñarme tu rostro verdad.

Aquello había sonado mucho para su madre, Jimin no duda en agarrarla de los brazos y dejar que le mostrara su rostro, mientras ella lo alzaba lentamente llegando a vizualizar su tan marcados golpes y dos cortadas en su mejillas haciendo que Jimin se quebrace en llanto y se lance a los brazos de la mujer que le dio la vida y a la cual ama, su madre no tarda en encerrarlo en su brazos mientras sollozaban juntos.

— Juro que me las pagará por hacerte esto mamá, no me importa las consecuencias que tenga que pasar....

— Mi niño no ensucies tu vida en ese hombre, solo quiero que dejes de sufrir y seas feliz, no quiero que pases la miseria de vida que yo he llevado, porque lo único hermoso que tengo en mi vida es tener a un hijo maravilloso.— su madre limpiaba el rostro de Jimin mientras ambos lloraban Juntos.

Estaban viviendo un infierno desde que Jimin cumplió los nueve años, su padre había ganado la costumbre de vivir una vida en alcohol y apuestas, pero sobre todo tener una amante con la cual restregaba a su madre lo poca mujer que era, ahí entendió que el hombre que creía su héroe no era más que un villano vestido de un gran hombre en ese entonces.

Aún así de haber regresado a Busan para después volver a Seúl, pensó que aquel hombre que se había ganado su odio desde que era un niño, no iba a encontrarlos y podían comenzar una nueva vida con su madre, pero se equivocó cuando su padre la dejó golpeada después de que él regresara de la universidad y verla tirada en la sala principal, ahi fue cuando entendió que donde quieran que vayan él los encontrará y atormentará.

Las horas pasaban lentas, el frío ya se había hecho presente, aquella dos tazas de chocolate sobre la mesa después de haber hecho una limpieza toda la casa, algo caliente que ingerir les venía bien y ahí se da cuenta de lo mal que veía a su madre.

— ¿Cómo estuvo el hospital?.— le dedica una pequeña sonrisa mientras veía como su hijo no dejaba de verla.

— Bien, se que están saludables y es suficiente.— acota mientras toma un pequeño sorbo de su chocolate mientras su madre no dejaba de verlo y Jimin se da cuenta de eso.— ¿Pasa algo mamá?.

— ¿Tienes miedo?.

Aquello solo lo hace acercarse a su madre y agarrarle de la mano mientras le limpiaba la lágrima, pero que pasa con aquella pregunta, ¿Qué si la tenía? Claro que la tenía pero no por él sino por ella.

— No temo por mi, sino por ti mamá, tengo el maldito miedo de llegar a casa y no encontrarte, tengo el corazón hecho pedazos cada vez que te veo llorar y no poder decirte "mamá estaremos bien " porque se que eso seria mentirte, no puedo darte una estabilidad cuando ese hombre seguirá atormentándonos, me preguntas si tengo miedo, claro que la tengo, eres lo único que tengo y que amo mamá, si algo te llegara a pasar yo me volvería loco porque no soportaría perderte.

— Jimin, hijo....— Sin dejarla terminar de hablar se lanza nuevamente a los brazos de su madre para sentir su cálido abrazo y el perfume que siempre le gustó que llevara puesto.

...

La mañana era la misma de siempre, la misma rutina, la noche anterior después de que terminaron de tomar el chocolate caliente se dedicó a volver a curar los golpes de su madre y poner una que otra curita en el rostro de ella por las dos heridas que tenía en su mejilla.

Esta vez su madre se había llevado los golpes que a él se le estaba haciendo costumbre recibir cada vez que su padre buscaba la manera de entrar a aquella casa que Jimin y su madre compartieron por diez años con él, aún no sé le borraba por completo el golpe que tenía de hace tres días atrás, golpe causado por su padre por no dejar que golpeara a su madre.

Aun con la gorra puesta Jimin se dirige a la pequeña cafetería donde trabajaba a medio tiempo, después de su voluntariado en el hospital central de Seúl.

— Oh Jimin.— Hoseok un gran chico que se volvió muy cercano a él sabiendo las veces que el menor era víctima de los maltratos de su progenitor, pero Hoseok se alegraba de verlo siempre era como el hermano menor que perdió hace cuatro años atrás en un accidente automovilístico, además Jimin era quien daba alegría al ambiente con sus ocurrencias a pesar de estar roto por dentro.

— Buenos días.— Saluda mientras le sonreia a Hoseok, pero ve que la puerta de los vestidores es abierta dando paso al mayor de ellos junto a la joven dueña quienes salían conversando sobre el marketing de la cafetería, hasta que logran ver a Jimin.

— Jimin, ¿recién llegas?.— Jin ve el reloj que tenía en la muñeca y muestra confusión.— ¿No es muy temprano?.

Aquello sacó las risas de los tres presentes, de Hoseok, de Suni y de Jimin, quien veían el rostro de sorpresa del mayor.

— Prefiero venir temprano para ayudar a preparar todo Jin.— Jimin responde mientras ponía su abrigo en la silla.

— Personales así se necesita en el trabajo.— Suni dirige su vista hasta Hoseok quien la esquiva de inmediato.

—Bueno me iré a cambiar para poder abrir cuando esté todo listo.— Hace una pequeña reverencia para después entrar a los vestidores.

Los clientes entraban y salian satisfechos con el buen servicio que les brindaba ambos jóvenes incluyendo a la adolescente de dieciocho años quien era moza del lugar también y quien tenía un gusto por Jimin pero aquello no era tan notorio al menos para él no, pero para Hoseok quién se dio cuenta en la forma en la que Seulgi lo miraba y hablaba de él, pero Hoseok sabía que Jimin estaba interesado en alguien desde hace mucho tiempo pero aún no quería acercarse a él, no tenía el valor suficiente y solo se conformaba de verlo desde lejos.

— ¿Hoy irás al hospital?— Hoseok le comenta a Jimin con una sonrisa de por medio, mientras él deja su bebida de lado para responderle.

— Si.— Jimin sabia a lo que se refería Hoseok.— Dare él primer paso quizás.

Se ponía a recordar en las veces que lo veía sonriendo o cuando entraba hospitalizado de urgencias por un fallo en su corazón, incluso las veces que acompañaba a la pequeña Sook Min a desvelarse para cuidarlo sin que él pálido lo supiera, teniendo un secreto con la pequeña, sabia de su estado aún así no se atrevía a hablarle, él podría ser muy gracioso, incluso las veces que reia eran suficientes para que no viera y se términara de caer, pero de ahí a poder entablar una conversación con aquel pálido simplemente le daba timidez.

— Deja tu timidez a un lado y da el primer paso de hablarle, tu mismo me comentaste que la chica que lo iba a visitar no va desde hace un buen tiempo, así que yo creo que esta suelto en plaza.—Aquello soltó la carcajada de Jimin quien terminó por darle un golpe a Hoseok.

— Déjame pensarlo, quizás hoy vuelva a verlo.— Su mirada va directo a su bebida mientras jugaba con el sorbete.

—¿Quizás?.—Hoseok pregunta mientras veía el comportamiento de Jimin.

— Él va a visitar a Sook Min...

Aquello sorprendió a Hoseok.

— ¿A la hija de Jungkook?.— Jimin asiente mientras voltea a mirarlo .—¿por qué?.

— No lose, Jungkook no me comentó que lo conocía, pero quisiera decir que él solo va por los niños que están ahí, peros seria mentir el solo va por Sook Min, de hecho desde el fallecimiento se Jungkook él a estado al lado de la pequeña.

— ¿Pero Kook no te dijo nada de él?.

Jimin solo niega.—Solo me pidió que cuidara de su hija y eso hago desde que la vi en brazos de la enfermera con dos golpes en su rostro cuando aún tenía dos años, le prometí a Jungkook y a Eun Hye que cuidaría de su hija.

— Pero aún sigo sin entender el porqué él solo va a ver a Sook, es totalmente raro, Jungkook nunca nos mencionó su amistad con él.

— Buenas tardes, dos capuchinos para llevar por favor.— Aquel señor había interrumpido la charla de ambos pero con eso llegaron culminar la conversación y volver al trabajo antes de ir al hospital y verlo nuevamente abriendo una pregunta para Jimin ¿Por qué iba solo por Sook Min?.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet