Coral Gables nunca le había parecido tan bonito hasta ese día. Tiffany había decidido enseñarle su piso por la tarde.

 

El trayecto en coche fue bastante agradable. Hablaban como amigas, y a veces se dedicaban alguna que otra mirada furtiva. Eran dos colegialas. Taeyeon supuso que hablarían más tarde, pero eso no le importó.

 

La casa de tiffany era preciosa. Era un pequeño apartamento cerca de la zona universitaria. Tenía un enorme salón con un sofá de piel oscura, y algunas librerías repletas de algunos libros, fotos y trofeos.

 

Taeyeon se paseó por el salón tranquilamente, observando el lugar. Miró a su alrededor y, cuando dio media vuelta, se encontró de frente con tiffany. Ella se apartó rápidamente y le enseñó el piano que había. Era de color negro, estaba perfectamente cuidado, y tiffany le ofreció sentarse para tocar un poco.

 

-Hace tiempo que no te escucho –le rogó-. Estoy segura que tienes algo bueno que ofrecerme.
-Voy a tocarte una de mis canciones favoritas, pues –sonrió cariñosamente y se sentó.
-Genial.

 

Taeyeon paseó sus dedos sobre las teclas del piano y exhaló un suspiro. Comenzó a tocar con suavidad las teclas del piano y a cantar con la misma suavidad, como si estuviese cantando una nana.

 

There used to be a graying tower alone on te sea. You became the light on the dark side of me.

 

Tiffany no podía ni explicar lo mucho que le gustaba la voz de taeyeon. Pensó en cómo sería tenerle cerca la mayoría de veces. Si taeyeon viviese en Coral Gables durante la universidad, podrían verse a menudo. Y podrían tocar juntas. Y estar juntas.

 

Love remained a drug that's the high and not the pill. But, did you know, that when it snows, my eyes become large and the light that you shine can be seen?

 

Caminó y se colocó al lado del piano, viendo a taeyeon moverse adelante y atrás, como si sintiese la música correr por sus venas. De hecho, tiffany creía que era así, que realmente sentía la música de ese modo.

 

Taeyeon golpeó las teclas con fuerza.
Baby! I compare you to a kiss from a rose on the gray. The more I get of you, the stranger it feels, yeah.

 

Taeyeon tenía los ojos cerrados, y cantaba como si le fuera la vida en ello. Las venas del cuello se le marcaban constantemente cuando alzaba la voz, y tiffany se quedaba sin aire cuando le escuchaba.

 

 

And now that your rose is in bloom, a light hits the gloom on the gray. There is so much a man can tell you, so much he can say.

 

Taeyeon volvía a estar cantándole sus intenciones a tiffany. Parecía que era una tradición entre ellas. De algún modo, taeyeon se sentía muy cómoda declarándole esa clase de sentimientos de ese modo. Nunca se le había dado muy bien decir las cosas y poder cantarle una de sus canciones favoritas a tiffany, le hacía sentir bien.

 

You remain, my power, my pleasure, my pain, baby. To me, you're like a growling addiction that I can't deny. Won't you tell me is that healthy, baby? But did you know that when it snows, my eyes become large and the light that you shine can be seen?

 

Baby...

 

Taeyeon dejó de tocar y suspiró exhausto.

 

-Creo que es suficiente –rio, observándole y levantándose del taburete. Se colocó en frente de tiffany y sonrió otra vez, viendo como ella le devolvía esa sonrisa y se inclinaba poco a poco sobre ella para besarle la frente.
-He estado pensando.
-Eso no es bueno. ¿Desde cuándo los deportistas piensan?
-Cállate... -le apretó las mejillas y sonrió-. Estaba pensando en ti y en tu vida universitaria, pedazo de idiota. ¿Dónde vas a vivir? ¿Te trasladarás a Coral Gables?
-No había pensado en eso... primero tienen que aceptarme si apruebo –taeyeon frunció el ceño-. ¿Por qué?
-Mi piso... es demasiado grande –murmuró-. Tanto si somos sólo amigas por aquel entonces, como si somos... algo más –taeyeon rio contra su hombro, besándoselo tiernamente-. Taeyeon –esbozó una sonrisa-. Taeyeon, vente a vivir conmigo si te aceptan en Coral Gables.

 

 

Levantó la barbilla y enfrentó la mirada de tiffany. Sus ojos se habían tornado algo oscuros debido a la falta de luz. Estaba atardeciendo, ambas lo sabían, pero no planeaban volver a Miami hasta más adelante.

 

Se limitó a asentir con la cabeza y se colocó de puntillas, depositando un suave beso sobre los labios de tiffany. No se habían besado desde aquella tarde en el barco y ambas estaban deseando que eso ocurriera.
Tiffany, sonriente, le devolvió el beso con cautela. Posó sus manos sobre sus mejillas, y rompió el beso con una pequeña risa. Taeyeon también se rio, y se alejó poco después, pero tiffany no tardó mucho en seguirle. Le tomó de la mano y la atrajo a su pecho, besándola tiernamente la comisura de sus labios sin decir ninguna palabra más.

 

Taeyeon kim. Taeyeon kim. Taeyeon. Tae. tae. Tae.

 

Tiffany estaba sentada en el sofá y volvió a cogerle de la mano. Le estiró, haciendo que taeyeon cayese sobre su cuerpo y ambos riesen. Hubieron cosquillas y bromas, hubieron caricias y susurros de palabras al azar.
Hubo un pequeño camino de besos desde las sienes de taeyeon hasta su mejilla. Tiffany no dejaba de sorprenderle en ese aspecto.

 

Depositó una senda de besos a lo largo de la mandíbula de taeyeon mientras ella se movía y reía como una niña pequeña justo debajo de su cuerpo.

 

Tiffany Hwang. Tiffany Hwang. Tiffany. Tiff. Tiff.

 

Taeyeon deslizaba las manos por los costados de tiffany, y le hacía cosquillas. Le tocaba las costillas como si estuviese tocando una canción en el piano, y la risa de tiffany le llenaba el alma.

 

La nariz de tiffany golpeaba el cuello de taeyeon, que acogía las carcajadas de Lauren. Los brazos de taeyeon rodearon su cuerpo y le atraparon sin ninguna intención de soltarle jamás.

 

Bésame, idiota.

 

Eran como lobos hambrientos, sedientos de ganas de estar juntos. Se dieron un beso, esta vez más largo, más cariñoso, pero a la vez con más sentimiento. El cuerpo de taeyeon se relajó a pesar de tener el peso de tiffany encima. No se sentía mal, todo lo contrario, apenas pensaba en eso.
Navegaron sus finos dedos por los brazos de tiffany hasta rodear su cuello, y arqueó ligeramente la espalda tras notar un escalofrío recorriendo su espina.

 

La lengua de tiffany era ahora una inquilina dentro de la boca de taeyeon. Taeyeon estremeció al sentirla jugando con la suya pero no tardó mucho en continuar con esa clase de juegos.

Taeyeon notó una de las manos de tiffany reposando sobre su pecho, agarrándose a su blusa, mientras que la otra la tenía por detrás de su espalda, aprisionándole contra ella.

 

Arqueó la espalda, acercándose más a ella, y tiffany se alejó de los labios de taeyeon para depositar un beso en la línea de su mandíbula, atreviéndose a morderla con suavidad. Taeyeon no se quejó, y besó justo por debajo de la oreja de tiffany, haciéndole cosquillas con la punta de su nariz.

 

Las caderas de tiffany se presionaban contra las de taeyeon, y de la excitación ambas no dejaban de moverse. Entre ellas, todo parecía un juego, pero tanto taeyeon como tiffany eran novatas en esta clase de cosas, en quererse de esa manera –al menos, con una chica.

 

Tiffany movió sus caderas con lentitud, y le volvió a besar como si le fuera la vida en ello. Taeyeon tenía sus dedos enredados en el cabello revuelto de tiffany y dejaba escapar un pequeño gemido cuando notaba como cada movimiento de tiffany despertaba una sensación nueva en su cuerpo cada vez.

-tiffany –suspiró, cerrando los ojos y estirando el cuello hacia atrás. Reía al notar los labios de tiffany atrapándole la garganta, besándosela y lamiéndosela-. Mhm, tiff –su tono de voz era más grave y volvió a gemir inevitablemente-. Eres demasiado buena en demasiadas cosas...
-Lo intento –tiffany sonrió y le miró, acariciando uno de sus mechones de cabello con lentitud y besándole la punta de la nariz-. Creo que nos hemos dejado llevar demasiado, ¿no? –Tenía las mejillas rojas y la respiración agitada, pero no se movió de su posición hasta que taeyeon se incorporó y le empujó suavemente hasta que su espalda reposó totalmente en el respaldo y taeyeon se sentó justo en su regazo-. ¿Tae?
-Me gusta mucho estar contigo, tiff.

El corazón de tiffany latió con fuerza, y se inclinó para besarle la barbilla con ternura.
-A mí también me gusta estar contigo –susurró-. De verdad. Me encanta ese optimismo que tienes a pesar de todo, taeyeon, y te admiro por ello.

 

Los brazos de taeyeon rodearon el cuello de tiffany y esta vez fue ella quien le besó la punta de la nariz, sonriente.
-Ven aquí.

Se sumergieron en un intenso abrazo y taeyeon le besó el cuello tiernamente. Tiffany suspiró sonriente, feliz, pero ya no se sentía extraño. Creía que las cosas iban bien de este modo, se sentía feliz y llena estando así. Creyó poder hacerlo durante un buen tiempo. Tiffany pensaba que acostumbrarse a la presencia de taeyeon por su piso – si es que ella venía a vivir con ella – sería algo fácil. Verla despertar, verla dormir, verla cocinar, verla cantar, verla tocar, verla reír. No veía ningún inconveniente en esa clase de cosas.

 

Los dedos de taeyeon se pasearon por su mandíbula y le besó con suavidad sobre sus labios repetidamente hasta que tiffany le atrajo hasta su cuerpo y profundizó el beso una vez más. Las caderas de taeyeon se movían rítmicamente sobre el regazo de tiffany, cosa que realmente la enloqueció. Las mejillas de tiffany ardían, se sentía calorada en medio de tanto beso y tanta risotada juvenil que ahora inundaba la casa.

-taeyeon –murmuró tiffany con la voz entrecortada-. No te he enseñado el resto de la casa, nos hemos entretenido aquí...
-Me basta con saber que es grande, puedes dejarte de formalidades.

 

Taeyeon se inclinó hacia ella y tiffany la paró, sujetándole los hombros.

 

-tae –la miró a los ojos y ella frunció el ceño-. ¿Segura que no quieres ver mi habitación?

 

Las dos continuaron mirándose durante un instante que se les antojaba eterno. Tiffany continuaba ruborizada y se mordía el labio inconscientemente, tragando con fuerza. Taeyeon tenía los ojos abiertos como plato, y tiffany podía sentir sus pulsaciones en todos los rincones de su piel.

 

-Me gustaría... ver tu habitación, tiff...