-¿Puedes venir?
- ¡Porsupesto que sí! ... Llego en 5 minutos ...

Colgué el teléfono lentamente, no quiero dejar de escuchar su voz...Necesitaba oírla.

La lluvia parecía aumentar fuertemente tras cada minuto que esperaba por su llegada.

No soy una persona nada impaciente, pero si me siento atrapada necesito con urgencia recurrir a ésta para poder escapar de allí.

Ya han transcurrido 20 minutos desde que colgué la llamada...Y para colmo mi peor pesadilla se aproximaba...Y ella aún no estaba aquí.

¿Qué haría si no llegaba?, ¿En dónde me escondería para que no me atraparan?

Miraba desesperadamente mi teléfono a cada instante con la ilusión de que en cualquier momento entrara por la puerta para salvarme.

Como no llegaba, decidí correr hasta el baño y encerrarme en él con llave, "allí estaba a salvo" o al menos por un tiempo...

¡Craaack!
...Oh no...Ya había comenzado...
Había llegado la hora...
Los truenos se hacían presentes... 

Su intensidad era cada vez con más brusquedad, decidí tapar mis oídos con mis temblorosas manos y trasladarme hacía la esquina vacía del baño.

¡Solo quería que se acabara! ... ¡Solo quería ser libre otra vez! ... ¿Por qué tenían que aparecer para atormentarme?

Inconscientemente empezaba a llorar en silencio...Odio tener que mostrarme tan vulnerable ante este fenómeno tan común.

El sonido de la cerradura de la puerta principal inundó toda la casa. Mis manos temblaban con mayor intensidad y mi garganta se volvía horrorosamente seca. Sentía como unos pasos se acercaban con gran rapidez hacia donde me encontraba, empuñe mis manos con fuerza y me levante con agilidad, me armé de valor y me posicione enfrente de la puerta del baño, el intruso también se posicionó en la puerta, pero del lado opuesto.

- ¿Dami, Estas aquí?, Soy Handong, déjame entrar...

Tras escuchar la voz del otro lado de la puerta mi cuerpo dejó de estar tenso y un suspiro aliviador se escapó de mis labios, sin embargo abrí la puerta con un poco de desconfianza. Al abrirla en su totalidad la figura de Handong se hizo presente, ésta sonrió ampliamente y corrió a abrazarme.

- Creí que algo malo te había pasado...Me alegra ver que estés bien -La aparté de mi cuerpo y la miré con seriedad, ella se sorprendió por mi repentina reacción.

- No te necesito, ya no...Ha pasado casi una maldita hora desde que llamé por tu ayuda y no te dignaste a aparecer.

- Dami...No es lo que crees, yo...
- ¡Vete Handong!, Ya me las arreglaré yo sola... - Bajé hasta el primer piso y fuí hasta la puerta principal, Handong me siguió hasta donde me dirigía para comprobar cual era la intención frente a mis palabras.

- Dami, de verdad he hecho todo lo posible por llegar lo