Hoy se cumplen ya cinco años desde que perdí a lo más importante para mí, y no hay día en el que no me arrepienta de ese error.

Aquello que perdí fué a mi novia Kim Bora, o más bien como la apodé, Sua. Pero...¿Qué ocurrió?. Ella se tuvo que mudar a otro país, ¿Por qué?. Bueno, la razón fue su trabajo, la habían ascendido y por lo tanto esa era la única condición que le pedían para obtener el puesto. Apenas su jefe le dijo sobre esta propuesta, llegó corriendo como nunca antes a nuestra casa, le pedí que se calmara un poco ya que estaba muy agitada y le costaba gesticular las palabras, ya calmada me contó sobre la situación y el que si aceptaba debía irse mañana mismo, yo por mi parte solo me limité a escucharla atentamente durante todo su relato. Ya al terminar de hablar solo me dispuse a hacer un ademan con mi cabeza en señal de afirmación y comprensión, pero lentamente en su miraba se comenzaba a reflejar tristeza y decepción por mí "respuesta", pero...¿Qué más podía hacer? ¿Oponerme a algo que ella tanto quería?. No, eso sería egoísta y yo no soy asi.

-¿No me dirás nada?, ¿Realmente estas deacuerdo en que me vaya? -Dijo posando sus ojos en los míos y con la voz a punto de quebrarse.

-Esta bien - Le dije mientras bajaba mi mirada al decir esto. No podía seguir viendo aquellos hermosos ojos que tanto amaba. Decepción...eso le provocaría nuevamente mi estúpida respuesta, realmente me odio por eso.

-¿E-Estabien?, ¿Es enserio Siyeon?, ¿Solo eso dirás? -Ahí estaba...aquella chica que tanto amaba se derrumbaba por mi culpa. Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas y pequeños sollozos se hicieron audibles en aquella habitación.

-¿Es lo que querías no?, tan solo hazlo, vete - Mí mirada estaba fija en el suelo, simplemente no tenia el valor para mirarla a los ojos.

La habitación se quedó en completo silencio tras mi respuesta. Aquella tranquilidad era inquietante en cierto modo, asi que lentamente fui levantando mi vista del suelo, encontrándome con una escena que me marcaría hasta el dia de hoy. Sua estaba allí, mirándome, totalmente devastada y destrozada y todo por mi culpa. Realmente odiaba verla asi, odia que tuviera que llorar, odiaba que sufriera, odiaba hacerle daño, definitivamente me odiaba a mi misma.

Lentamente se iba acercando hacia mí, iba a hablar, pero un fuerte sonido inundó en toda la habitación; mi mejilla ahora comenzaba a arder horriblemente, esta acción sin duda fue mucho más rápida que mis simples palabras, pero está bien...lo merecía después de todo, ¿No?.

-Mañana me iré, es tu última oportunidad Lee Siyeon, para demostrarme que en verdad me amas, de lo contrario, prometo olvidarme de ti, para siempre...- Ésas fueron sus últimas palabras antes de salir llorando por la puerta principal de nuestra casa.

Se va...¿Por qué no podía reaccionar?

El silencio volvió a invadir la habitación, no sabia en que pensar ni que es lo correcto que debería hacer...Estaba absuelta en la nada.

Mañana se iría, mañana perdería para siempre al amor de mi vida, ¿Estoy realmente bien con eso?. Mis lágrimas comenzaron a salir, el solo hecho de que ya no estuviera junto a mí me mataba por dentro, pero no quería demostrarle cuan débil era sin ella a mi lado, no quería que por mi culpa perdiera esta gran oportunidad que se le presentaba, no quería que luego se arrepintiera de eso. Mis sollozos ahora eran lo único que se escuchaban en esta desolada habitación. Aquella noche no dormí, no podía ni quería hacerlo. El reloj junto a mi cama sonó, anunciando en que ya sería la hora del adiós, 7:30 am, esa hora jamás la olvidaré. Salí de mi cama, me alisté y...¿Qué debía hacer ahora?, no lo pense más y salí corriendo de la casa, ¿Permitiría que se fuera?, ¿La dejaría ir tan fácil?. ¡Claro que no!. Esta era mi última oportunidad para hacer que se quedara junto ami. Mis pasos eran cada vez más acelerados y mi respiración se agitaba cada vez más, nada de eso me importó, debía llegar, a como de lugar, pero debía llegar.

Estaba a solo unos pasos del aeropuerto asi que corrí aún más rápido. Al llegar me detuve un instante y como pude comencé a buscarla con la mirada, era imposible localizarla entre tanta gente alrededor, me había empezado a desesperar...¿Sua, donde estas?, justo en ese momento una mano se poso en mi hombro, exaltada mire hacia atrás con la esperanza de que fuera Sua, lamentablemente no fue asi.

-Lo siento singnie, ya se a ido... -Aquella chica que ahora me miraba con tristeza era mi mejor amiga Jiu.

-No, ¡No puede ser tan tarde! - Mis lágrimas comenzaron a salir, jiu solo se dispuso a abrazarme y a acariciar mi espalda.

-Lo siento -Tras decir esto hizo más fuerte el abrazo, haciendo que mi llanto aumentara, de verdad, nunca me perdoné esto.

Actualmente nadie sabe nada sobre Sua, es como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra, lo cual me hace querer recordarla aún más. En cuanto a mí...después de salir de un tratamiento para mi fuerte depresión, pude finalmente conseguir un buen trabajo, donde gano bastante bien; además conocí a una gran amiga llamada Yoohyeon, ella siempre está tratando de hacerme reír con sus idioteces y eso se lo agradezco bastante; Ésta se convirtió en la novia de jiu, y se nota a kilómetros lo felices que son la una junto a la otra.
También vendí la casa que compartía con Sua, ya que cada ves que estaba en ella me derrumbaba por completo, asi que por el bien de mi salud decidí venderla.

Hoy era la fiesta del aniversario de bodas de mis mejores amiga