13 años atrás

Una pequeña niña lloraba sentada bajo un árbol, la noche había caído sobre el parque en el que la pequeña se encontraba y solo unas cuantas farolas iluminaban la escena logrando crear formas fantasmagóricas que a cualquier niño asustarían; pero para esta pequeña el problema no eran las formas, a pesar de su corta edad, podría haber llegado a darle una explicación lógica a todas esas figuras "Los fantasmas no existen" era lo que le había dicho su padre cuando tenía seis años, se lo había dicho de una forma tan seria y tomándola de los brazos como siempre lo hacía cuando quería que dejara de actuar como una niñita, que ella lo creyó al instante como otras tantas veces, el problema era la oscuridad, desde que lo recordaba siempre había tenido miedo a la oscuridad.

"¿Miedo a la oscuridad? Eso no es bueno Yongsun…tendré que darte una lección"

"Santa no existe"

"Se más educada Yongsun"

"Nunca muestres debilidad…así que no permitas que nadie te vea llorar"

"No confió en la zorra de tu madre"

"Ese niño te veía mucho Yongsun…te pareces tanto a tu madre"

Sacudiendo la cabeza se limpió rápidamente las lágrimas como si de un momento a otro su padre apareciera y con una sonrisa de lastima, esa que ponía cuando ella se portaba "mal", meneara la cabeza negativamente y se enojara con ella.

"Has sido una niña mala Yongsun…"

"Quiero irme con mi mamá" susurro mientras intentaba por todos los medios no llorar, mirando hacia su vestido, estaba sucio, su papá se molestaría con ella y mamá no podría defenderla porque estaba en un viaje de trabajo "Mamá no sabe que papá es malo…no debe saberlo"

Encogiéndose todo lo que podía como si intentara desaparecer, enterró su cabeza entre sus brazos, mordiéndose fuertemente los labios para no llorar; su papá la castigaba cuando lloraba y no podía decirle a su mamá.

"Entonces tendré que castigarte"

"Me gustaría poder ayudarte" una dulce voz la saco de sus pensamientos y mirando hacia arriba, se encontró con una chica, vestía unos jeans negros rotos de las rodillas y una camisa blanca un par de tallas más grande, completaba el cuadro unos tennis que parecían a punto de romperse, pero lo que más llamó la atención de Yongsun fue su cabello… ¿Naranja? Estaba segura de que, si su padre la viera, empezaría a despotricar acerca de cómo la juventud cada día se iba más al demonio; Yongsun sacudió la cabeza rápidamente no queriendo seguir pensando en su padre. La chica no parecía darse cuenta de su pelea interna, esta solo miraba hacia la lejanía, por un momento Yongsun se preguntó si realmente hablaba con ella "Espero que alguno de tus padres venga pronto por ti"

"¡Yo no quiero que venga!" exclamó Yongsun levantándose rápidamente y mirando a la chica que ahora la miraba con una clara expresión de sorpresa "Si papá viene…se molestara…no he sido buena"

"Puedes verme" susurro la chica delante de ella, Yongsun solo se limitó a asentir lentamente, la chica dándole una pequeña sonrisa se agacho un poco y le limpio las lágrimas "Dime ¿Por qué lloras?"

“Mis compañeros son unos tontos” murmuro la niña haciendo un puchero,

“¿Te molestan?” la pregunta fue recibida por un asentimiento de Yongsun “Ya veo, había olvidado que los niños pueden ser extremadamente crueles”.

“Son unos tontos, ellos se burlan de mi”

“Pero si eres una niña muy linda” dijo la chica revolviéndole el cabello a Yongsun a lo que esta le quito la mano de un manotazo “Y agresiva también”

“¡Mentirosa! ¡No soy linda!” exclamo Yongsun “¡Soy fea! ¡Soy gorda! ¡Me lo dicen todo el tiempo! ¡Odio mis mejillas!”

En cuanto Yongsun termino de gritar, la chica frente a ella no tardo un minuto en pellizcar las mejillas de la niña con una gran sonrisa en el rostro.

“Iwioa dewame” Yongsun intento hablar en vano hasta que la chica la soltó “Tú también te burlas de mi”

“Nunca” dijo honestamente la chica “Eres adorable, estoy segura de que cuando crezcas serás una chica hermosa”

“Mentirosa”

“Yo nunca miento” Yongsun miro a la chica por unos segundos como si intentara descubrir la mentira tras sus palabras.

“Confiare en ti zanahoria unnie”

“¿Zana…que?”

“Tu cabello” señalo Yongsun y la chica se pasó sus dedos por su cabello “¿Tus papás no te regañan?”

“No…” murmuro la chica sonriendo levemente “Mas importante ahora…te acompañare a tu casa”

"¿Enserio?"

"Si, te llevare a tu casa" la chica le ofreció su mano a lo que Yongsun la miro dudosa, dando unos pasos hacia atrás "¿Sucede algo?"

"Mamá dice que no confié en gente extraña y papá…" Yongsun volvió a sacudir la cabeza como si intentara desaparecer un recuerdo desagradable a lo que la chica volvió a sonreír; para Yongsun, la sonrisa de la chica era dulce, quizá un poco presumida, aun así, sentía algo cálido en su interior, pero las reglas eran las reglas, para ser un buen miembro de una sociedad tienes que seguir las reglas, si las desobedeces solo serás escoria…eso era lo que decía su padre, Yongsun no estaba segura de lo significaba escoria o zorra pero si sabía que era algo malo.

"Mi nombre es Moon Byulyi"-dijo la chica delante de ella tomando la mano de Yongsun y empezando a caminar hacia la salida del parque "Ahora ya no somos extrañas ¿cierto?"

"No lo somos…Kim Yongsun, así me llamo"

"¿Yongsun? ¡Es lindo!" exclamo Byulyi sin dejar de sonreír haciendo que el corazón de Yongsun diera un brinquito, solo su mamá era amable con ella, se sentía extraño que alguien más lo fuera; llevándose lentamente su mano libre a su pecho, dejo escapar un pequeño suspiro "¿Cuántos años tienes Yongsun?"

"10…pero soy más inteligente que alguien de esa edad, soy buena en los deportes, estoy aprendiendo a tocar el piano… ¡Soy la primera de mi clase!" Yongsun no tenía idea de porque estaba presumiendo, pero tenía una extraña necesidad de hacerlo "¿Y tú zanahoria unnie?"

"Tengo 21…" una mirada melancólica se posó en los ojos de Byulyi pero justo al instante se recuperó, volviendo a sonreír "Por cierto llámame Byulyi,