Capítulo 5

¡Era una total ertida!

Miro el ejercicio que tengo en mi libreta, pero eso carece de importancia. Mi mente está en la escena que ocurrió unas horas atrás y sólo puedo sentir rabia ante la osadía de aquella chica en tocarme uno de mis pechos. La peor parte es que, pese a todo, mi cuerpo reaccionó ante ese intimo tacto y ahora mi estúpida mente trae de vuelta la electrizante sensación una y otra vez.

Aprieto el lápiz con fuerza, no puedo permitir que esa ertida mujer tenga el control de mis pensamientos, quizá el día anterior estaba intrigada y totalmente aturdida por su belleza y su enigmática mirada, ¡pero ahora la detesto!

—Tiff, ¿estás bien?

Parpadeo un par de veces antes de levantar la cabeza, Joon me mira con el ceño fruncido y con un brillo curioso en estos.

—Si —contesto irguiéndome en la silla—, ¿por qué lo preguntas?

Él alza una ceja y señala mi libreta.

—Creo que debes preguntarle a tu libreta. Tienes escrito la palabra ertida en casi toda la hoja.

Bajo la mirada y siento mis mejillas arder al ver lo que he hecho; el espacio alrededor del ejercicio que había explicado el profesor de física estaba adornado con la palabra “ertida” y numerosos trazos ilegibles.

—Oh Dios…

Joon suelta una leve risa y toma la silla de junto para sentarse frente a mí.

—¿Debo preguntar qué sucede?

Mis ojos viajan por inercia hacia Yoona, aún puedo recordar la disculpa que me dio en el tramo del estacionamiento hasta el salón y la asesina mirada que les dirigió a las dos chicas antes de irnos.

—Bueno... —regreso la mirada a Joon—, ocurrió algo en el camino a la escuela.

Él asiente incitándome a continuar.

—Me topé con Yoona de camino y ella se ofreció a traerme en el auto de una de sus amigas…

—Dime, por favor, que tú y Joohyun no se subieron —suplica Joon con preocupación—, Yoona siempre viene con Kwon a la escuela y esa chica es… —se detiene y hace una mueca de desagrado—. Ella es problemática y rara.

Sus palabras me hacen sentir un nudo en el estómago, aquella expresión en su rostro me hace recordar a las chicas que me miraban raro cuando se enteraban de mi preferencia ual. La chica de hoy no era de mi agrado total, no la conocía, pero se había comportado bien con Irene y conmigo pese a su aura atemorizante, así que el comentario de Joon me molestaba de cierta forma.

—¿A qué te refieres con eso?

Él me mira fijamente.

—Me refiero a que es peligrosa, siempre se mete en problemas junto a Taeyeon y su grupo de matones —explica con claros signos de molestia—. Todos los evitan por eso.

—¿Esa chica Taeyeon es peligrosa? —cuestiono con miedo.

Gracias a Yoona supe que aquella ertida se llama Kim Taeyeon. Su risa aún resuena en mis oídos, el miedo que sentí en aquel momento vuelve a mi provocando un escalofrío que recorre mi columna. La ira se esfuma y sólo siento terror ante la mirada amenazante que me lanzó al llegar al colegio.

—Es más que peligrosa, incluso Jung le teme.

Joon señala a Jessica que duerme profundamente en su lugar, niego ante sus palabras, no imagino a Jessica mostrando temor ante Taeyeon, es más que obvio que ambas chicas son peligrosas y que están hechas de la misma madera. Sólo tiene que ver como medio mundo huye de Jung o como calla a los demás con su fría mirada.

—Dudo que Jessica le tema.

Mi amigo niega.

—Existe una jerarquía en esta escuela, Tiff —toma mi libreta y empieza a dibujar una pirámide—. Abajo están los cerebritos, en el siguiente piso estamos todos los alumnos promedio, los siguientes son los atletas y las chicas oxigenadas como Hyuna —rio al escuchar aquello, Joon sonríe divertido un momento antes de que su rostro vuelva a tornarse serio—. Pero en la punta se encuentran ellos, los problemáticos, y en este mismo grupo hay una jerarquía.

—Eso quiere decir que ellos…

—Sí, ellos mandan en la escuela —su voz suena fría—, pero ellos se rigen a lo que Taeyeon diga. Debajo de ella están Yoona, Yuri, Jackson y Hani, los otros son personas sin importancia que esos cinco utilizan a su conveniencia.

Me quedo en silencio, su explicación me ha dejado anonadada, además de asustada por el nivel de poder que esa chica tiene.

—¿Y Jung dónde queda?

—Bueno, ella…

—Yo quedo en la cima —la fría y áspera voz me deja sin aire, giro la cabeza y me quedó aterrada ante la mirada asesina que la malhumorada chica me está dando—. Si van hablar de una persona asegúrense que no esté a su lado para oír todas sus estupideces.

Hace la silla hacia atrás provocando un chirrido que llama la atención de todos, se pone de pie y sus despectivos ojos se posan en mí con aparente irritación.

—Aún tienes cosas que aprender, niña, así que intenta no meterte en problemas en lo que queda de clases —me dice con frialdad, sus ojos se desvían de mí y se posan en Hyuna—. Kim, mantén tus garras lejos de Hwang.

La delegada aprieta los dientes con ira y desvía la mirada indignada por la amenaza que le ha dado mi gruñona cuidadora, con una última mirada por parte de esta todos vuelven a lo que estaban haciendo.

—Quedas advertida, Hwang.

Coge su mochila y sale del salón, sin embargo, me percato de la mirada de desprecio que comparte con Joon antes de salir.

—¿Qué fue eso? —cuestiono con voz baja.

Joon parece recuperar la tranquilidad, pero sus ojos aún tienen esa aura de molestia.

—Nunca nos hemos caído bien que digamos —dice cruzando los brazos—, pero a ella nadie le cae bien, así que es algo normal.

Asiento dudosa, pero no insisto más. El profesor que nos había dado un módulo libre regresa y la clase continua, mis ojos viajan hacia el lugar vacío y suelto un suspiro antes de volver la vista a la pizarra. Hay algo raro entre Jung y Joon, sólo espero que ese problema no afecte más el odio que Jessica me tiene, lo menos que necesito ahora son problemas —considerando el actual que tengo por mi estupidez de aceptar el aventón de Yoona—.

Las clases terminan y salgo junto a Joon en busca de Irene, tenemos planeado ir a los bolos, después de todo ambos se han mostrado emocionados por darme lecciones para hacer buenas chuzas.

—¿Será que puedas adelantarte con Joohyun? —digo con una sonrisa de súplica—, necesito ir al baño.

Él sonríe divertido y asiente.

—Claro, ve rápido antes de que… —mueve las cejas sugestivamente y le doy un pequeño golpe en el hombro—. ¡Auch! Que agresiva.

—Te lo mereces.

Le muestro la lengua y me doy media vuelta para ir a los sanitarios. Camino rápidamente y sonrío en cuanto veo la puerta, sin embargo, alguien se interpone en mi camino a unos cuantos pasos de llegar.

—Tiffany, había estado buscándote —mi cuerpo se tensa al ver a Yoona junto a la chica azabache de piel bronceada—, creí que ya te habías ido.

Me obligo a sonreír.

—Ya casi me voy, solo vine al baño…

—Entonces no te quito mucho tiempo —la sonrisa deslumbrante de Yoona ilumina su rostro—. Quiero invitarte a una fiesta que habrá el viernes…

—¡Yoona! —la chica bronceada grita y doy un respingo asustada—, ¿qué estás diciendo?

Los ojos de la afable castaña se transforman en unos ojos fríos y oscuros que me provocan temor, mira a la chica bronceada con odio.

—Como decía —su mirada vuelve a mí de forma cálida—, ya que mis amigas te causaron un mal momento me gustaría recompensarte, a ti y a tu hermana, invitándolas a una fiesta que habrá el viernes por la noche —dice con una sonrisa—. Toda la escuela vendrá, así que no puedes faltar.

Miro a la chica a su lado que parece estar a punto de asesinarla con la mirada, era más que obvio que no deseaba mi presencia en esa fiesta.

—Gracias por la invitación, Yoona, pero no creo que…

—Insisto, Tiff, Taeyeon se disculpará contigo por lo que hizo en el auto —la bronceada abre los ojos con sorpresa—. Me lo ha prometido.

Puedo ver como el rostro de la ruda chica pasa de la sorpresa a la incredulidad, era obvio que no se esperaba eso, siendo sincera yo tampoco lo esperaba, no después de oír las advertencias de Joon.

—Oh… bueno, pero aun así...

—Jessica también irá —continuo Yoona con insistencia—, incluso Joon estará ahí y sé que tu hermanita querrá ir. Esta es una fiesta importante en la escuela, puedes preguntarle al director, él te dirá que es una tradición.

—Supongo que si el director dice que vaya…

—¡Perfecto! —Yoona me corta y me abraza efusivamente—, entonces te veré ahí.

Me suelta y me sonríe, me da unas palmaditas en el hombro y se aleja como si nada. Me quedo en mi lugar anonadada por su actitud, observo a la chica ruda que parece perdida en sus pensamientos, me mira por un instante y niega.

—Será mejor que no faltes a esa fiesta, se va a desilusionar si no vas —me dice con voz fría—, aunque dudo que sea buena idea que vayas.

Mete sus manos a los bolsillos de su chaqueta y se aleja de mí. Parpadeo un tanto consternada por lo que acaba de suceder, no entiendo bien lo que está pasando, pero parece que los problemas vienen a mí por más que los evito.

Esa fiesta se oye como un gran problema.