Chaerin

Comence a caminar rumbo a la escuela, estaba distraida, Jiyong no salia de mi mente, realmente no he hecho más que pensar en él, sueno como toda una desesperada, pero no puedo evitarlo, le había dado mi corazón y él lo había quebrado en millones de pedacitos que ya no podré unir.

Mientras caminaba, sin querer, no me fije al pasar la calle, y un auto casi me atropeya, vi que el conductor se bajó furioso a darme un sermón, pero decidí ignorarlo y seguir mi camino, tenia cosas más importantes por las que preocuparme, como en que diré para justificar el haber faltado mas de un mes a la escuela sin razón aparente, aunque dudo que eso le importe a alguien, al fin y al cabo no conozco a nadie.

Realmente no sé como es que llegué ilesa a la escuela, pues realmente estaba demasiado despistada, es mas, pudieron haberme robado y no me habría dado cuenta, por otro lado, acabo de darme cuenta de que la escuela es enorme y, no tengo la menor idea de en donde queda mi salón, supongo que tendré que preguntarle a alguien, espero en este lugar sean amables.

Oficialmente estoy perdida, no sé que ocurre con los chicos de esta ciudad, traté de preguntarle a varios, pero todos me pasaron de largo, nadie se molesto en ayudarme, algunos ni siquiera me miraron, sabia que era mala para relacionarme con las personas, pero no tanto, ni que decirme donde quedaba el salón 402 fuera tan complicado.

Decidí buscar el salón por mi cuenta, si ninguno de ellos piensa ayudarme yo me las arreglaré sola, aprovecharé que al menos llegué temprano. Después de unos frustrantes 15 minutos de búsqueda en aquel enorme edificio, milagrosamente si con el salón, opte por quedarme en el pasillo a esperar a que sonara el timbre, a fin de cuentas debía ser la ultima en entrar para presentarme, aunque no veo para que molestarme en presentarme ante un grupo de personas que al instante van a olvidar mi nombre, hacer amigos no es mi fuerte, pues Jiyong no era solo mi novio, también era mi mejor y único amigo, es algo patético pero desgraciadamente así eran las cosas... Jiyong, tontuelo... como me haces falta.

Decidí encender mi celular para ver si ya iba a sonar el timbre para no tener que seguir conviviendo con mis pensamientos, que realmente lo único que hacen es deprimirme más; como si el universo conspirara en mi contra encender mi celular solo hizo que me sintiera peor, pues una foto suya era mi fondo de pantalla, sentí una lágrima escurrir por mi mejilla, pero me la sequé rápidamente, ya me prometí dejarlo atrás.

La campana sonó, y el salón comenzó a llenarse, sentí algunas miradas sobre mí, supongo que es obvio el porqué de ello, al fin llego la maestra, ella me miró por un momento y finalmente habló:

_ Supongo que eres Lee Chaerin, así que finalmente te dignaste a venir

_ Si, lo siento, es solo que no me sentía muy bien

_ Eso se te nota, tus ojos están muy rojos

_ ¿Lo están?

_ Sí, como sea, eso no es asunto mio, así que entremos_ dijo mientras atravesaba la puerta.

Me quede un momento fuera del salón, en lo que la profesora les decía que tendrían una nueva compañera, entré cuando ella me lo indico, todos me veían, vi la mirada de decepción en el rostro de varios chicos, supongo esperaban una chica hermosa.

_ Hola a todos, mi nombre es Lee Chaerin y seré su compañera a partir de ahora, espero que nos llevemos bien_ Dije con una sonrisa, en cuanto me callé, todos los ojos sobre mi perdieron el interés, bien, al parecer será un año solitario

_ Bien Chaerin, por favor siéntate en aquel lugar_ Dijo la maestra indicando un asiento en la parte del medio del salón, hasta ella había perdido el interés, yo solo asentí y fui a sentarme.

Las clases pasaron bastante rápido, estuve bastante concentrada, no porque realmente estuviera interesada, pero mi mente necesitaba distraerse para no pensar en él; cuando menos me lo espere ya era hora del primer descanso, ya que no conozco a nadie, decidí quedarme en el salón, estaba jugando en mi celular pero empecé a sentirme bastante incomoda, al levantar mi vista me percaté de una chica castaña que me observaba fijamente, no sabía si era para intimidarme, así que solo aparte la mirada y volví a jugar en mi celular, su mirada siguió sobre mi todo el descanso, sonreía, de algún modo supe que lo hacía.

Las siguientes clases pasaron rápido, nuevamente no noté en que momento llegó el almuerzo, me dirigí a la cafeteria, compré el almuerzo y me senté en una de las mesas del fondo, probablemente si Ji estuviera aquí y aún existiera un nosotros, él estaría haciendo alguna payasada para verme sonreír, como la vez que decoro su rostro con gomitas, o la vez que dibujo un corazón con macarrones, sé que no debería estar pensando en él, pero no puedo evitarlo. Aquella sensación de ser observada regresó, al levantar mi vista me encontre nuevamente con esa chica castaña, sostenía la bandeja con su almuerzo mientras sonreía.

_ ¿Me puedo sentar?_ Habló en un tono cortés

_ Si quieres_ le dije sin darle importancia, ella se sentó y no dijo una sola palabra, solo se me quedó viendo, era un momento bastante incomodo, así que decidí romper el hielo_ bueno emmm ¿Cómo te llamas?_ no sé si dije algo gracioso, porque soltó una pequeña risita

_ Soy Sandara Park, pero tu puedes llamarme Dara, gusto en conocerte Chaerin_ Aquella sonrisa seguía dibujada en su rostro... ¿Había recordado mi nombre?