III
RESACA

Resaca.- Situación o estado que sigue
a un acontecimiento importante.

๑๑๑๑๑

El cuerpo humano responde a estímulos, quizás incluso cuando parece que no estamos prestando atención. Por ejemplo, despertamos cuando amanece porque la luz nos hace reaccionar, o tal vez despertamos simplemente porque no podemos seguir durmiendo, porque cubrimos el tope de horas de sueño, lo que nos obliga a abrir finalmente los ojos y entrar en la realidad.

Taeyeon hubiese deseado que nada de eso pasara. Ella estaba bastante tranquila hasta que despertó y medio mundo se le vino encima. Su cuerpo recostado sobre el lado izquierdo estaba enfrentando la ventana semi-abierta, cubierta con una delgada cortina que volaba suavemente con el aire.

Dios.

Parpadeó confundida.

Estaba segura de que apestaba a alcohol y su aliento cargado llamaba a las náuseas con gritos de guerra. Sintió su estómago corriendo y trató de no moverse para no terminar expulsando el contenido a un lado de su cama. Definitivamente no tenía ganas de levantarse y mucho menos de limpiar vómito.

Presionó los ojos preguntándose por qué rayos se había dado la licencia para ingerir tantos vasos de alcohol la noche anterior y se prometió en silencio que nunca más permitiría que Sunny haga reuniones en su casa. Buscó su celular sobre la mesa de noche y vio la hora.

11:03 a.m.

Hacía frío.

Era verano y sentía frío.

El silencio sepulcral del pequeño departamento le reveló que finalmente estaba sola y se permitió bostezar antes de estirar sus brazos y girar sobre su espalda para observar el techo como cualquier individuo buscando una ocupación interesante para evitar levantarse.

Pero en ese momento se quedaría congelada, asustada, mirando la ventana, con el celular en la mano y aún echada sobre su lado izquierdo. Escuchó un gemido suave tras ella lo que destrozaba su premisa de soledad absoluta. Había un ser humano a su lado y recién caía en cuenta que quizás el frío que se calaba bajo las sábanas era porque estaba desnuda.

¿Cómo carajos no podía darse cuenta que estaba desnuda desde un principio? No lo sabe y prefiere echarle la culpa al alcohol aún presente en su organismo. Justo ahora lo comprobaba asustada, mirando bajo el cobertor y encontrando su piel erizada. Mierda. Estuvo demasiado ebria como para pensar que despertar desnuda con alguien al lado era una posibilidad.

Quizás si volvía a dormir…

Quizás todo era un sueño. Un mal sueño. O tal vez no, pero si dormía había la probabilidad de que la otra persona salga de su casa recogiendo su ropa y dignidad en el camino antes de que ella vuelva a despertar.

Respiró.

Las náuseas ahora eran el menor de sus problemas… ¿Desde cuándo ella de acostaba con cualquiera? Esperen, corrijamos eso y cambiemos por: 'con cualquier amiga de Sunny'… O… Abrió los ojos ampliamente rogando que no haya sido alguna amiga de Jessica, porque entonces se quedaría sin ojos. Y sin dedos. Y sin bulbo raquídeo.

“Oh, Sooyeon va a matarme.” Murmuró. Movió hacia atrás el brazo derecho para calcular la distancia entre los cuerpos, pero no recorrió demasiado hasta toparse con la otra piel que tal parece, y por la presencia de cabellos, era la que cubría la espalda de su misteriosa acompañante.

Joder.

No podía dormir.

No así.

No mientras pensaba en cuál de todas era la que estaba en su cama. De trece chicas, ¿Quién? Recordó que Hyoyeon le había dicho que una de ellas la había estado observando toda la noche… ¿Cuál era su nombre?

Un suspiro adormitado la desconcentró. Pasó saliva sin moverse. Esperó hasta asegurarse que la misteriosa chica volviera a dormir. Regresó su brazo y abrió la cámara del celular, la cambió hacia la frontal y levantó un poco el aparato. Podía ver mitad de pantalla con su cabeza y la otra mitad con la espalda desnuda y los cabellos, y la sábana cubriendo recién su cintura, y debía aceptar que la curvatura del cuerpo se veía bastante y.

Sonrió.

Un recuerdo vergonzoso golpeó su cabeza, escuchando su propia voz diciendo: 'Ha sido el mejor o que he tenido en mi vida…’. Casi se sintió vibrando con la imagen de ambos cuerpos húmedos, uno al lado del otro mientras miraban el techo la noche anterior. Las imágenes iban y venían borrosas, igual que ese rostro anónimo, acabándose como una cinta corta de video; pero el olor del cuerpo persistía y casi se le hacía conocido, así que quizás la misteriosa chica era alguna de las recurrentes amigas de Sunny, porque a las de Jessica recién la conoció anoche. Eso resta tres de trece.

Quitando a Jessica, Sunny, Hyoyeon, Yuri y Tiffany, con quienes por razones de amor fraternal y falta de atracción obviamente jamás tendría o, ni ebria ni sobria, ni bromeando. No. Nunca. No. Quedaban solo cinco candidatas. Y fervientemente esperaba no haberse acostado con Joohyun, porque parecía una buena chica y sentiría que cometió pedofilia y ahora mismo se entregaría a las autoridades y moriría en la cárcel por corromperla.

Se había autroproclamado monstruo. No. Santo cielo.

Preferiría pensar que el círculo se cerraba en cuatro.

El cuerpo se movió y ella inmediatamente bajó el celular y se petrificó evitando siquiera respirar. La expresión de tortura se maximizó por obvias razones y trató de mantenerse en posición fetal mientras bajaba todo el volumen del celular e intentaba textear a su mejor amiga, la mejor de las mejores amigas, la única que, como siempre, había estado con ella toda la noche y que era casi seguro se haya quedado hasta el final, siendo testigo de la identidad de la amante misteriosa antes de irse. Pasó el dedo por el abecedario entre contactos y buscó.

'S'

'Soo--'

'Sun--'

'T'

<< Fany-ah, pali, wake up. >>

Enviar.

Pop.

El sonido corto, muy discreto, del timbre de un celular sonó y ella se dio cuenta que las amigas de la chica estarían buscándola también. No pasaría mucho tiempo hasta que despierte. Se mordió el labio calmando su ansiedad.

<< Estoy en un problema, creo que me lié con una de las amigas de Sunny y no recuerdo nada. No sé qué hacer. >>

Enviar.

Pop.

Taeyeon arqueó una ceja dándole la espalda a la fuente opaca de sonido.

<< YAH. S.O.S. >>

Pop.

<< PANIAAAAH >>

Pop.

<< Mierda >>

Pop.

<< Creo que su celular está sonando >>

Pop.

<< ¿Qué hago? No recuerdo nada… >>

Pop.

<< Pani >>

<< Pani >>

<< Pani >>

Pop.

Pop.

Pop.

Arqueó una ceja, atenta al ritmo del sonido.

<< Tiffany >>

Pop.

Taeyeon se detuvo y empezó a sudar frío con cada sonido de las notificaciones extrañamente retroalimentativas a sus envíos. No sabía si era demasiada coincidencia o ella y su amante desconocida estaban muy sincronizadas. En ese momento rogó para que todo sea cuestión de haber conocido al amor de su vida, que mágicamente vivía en constante armonía con ella, tanto que incluso cuando enviaban y recibían mensajes debía ser al mismo tiempo.

Por favor.

Por favor que solo sea el encuentro con su amor verdadero.

Por favor que sea eso.

Así que salió de la aplicación de mensajería instantánea y corrió el dedo por sus llamadas más recientes. Obviamente la última tendría que ser o de su madre o de Tiffany, así que no tuvo que buscar demasiado, pero antes de presionar el acceso a la llamada se detuvo para rogar que si sonara el teléfono receptor dentro de la habitación, sea porque Tiffany lo haya olvidado, así como habría pasado tres veces antes. O mejor aún, que no sonara en absoluto.

Y si sonaba, que por favor, no sea con el ringtone de ‘Chandelier’ de Sia.

Porque eso solo significaría una cosa.

Y no podía ser.

Tomó aire y trató de esconder su rostro bajo las sábanas, mirando a escondidas el celular que tenía en la mano, con uno de sus contactos favoritos en la pantalla.

Ok.

Llamar.

En medio del permanente silencio, escuchó desde su auricular la llamada entrando y el primer timbre del tono de espera. Sonrió cuando no escuchó al otro aparato anunciando la llamada entrante. Todo hasta que el segundo tono de espera timbró.

Y nunca antes Sia le había causado náuseas. Nunca como ahora.

Party girls don't get hurt

Can't feel anything, when will I learn

I push it down, push it down

Una mano salió disparada hacia la mesa de noche opuesta y tomó el celular torpemente para contestar, pero su cerebro estaba aún dormido y solo consiguió acomodarlo cerca para leer el nombre del contacto.

I'm the one "for a good time call"

Phone's blowin' up, they're ringin' my doorbell

I feel the love, feel the–

La chica adormitada se quejó por la luz de la pantalla y porque no estaba lista para contestar con tan pocas timbradas de por medio.

Taeyeon, a penas pudo reaccionar, colgó envuelta en lava, obviamente. Lava que no se detenía en el recorrido de cada terminación arterial desde sus manos hacia su cara. Tenía que ser un error, todo era una pesadilla, Tiffany no estaba desnuda a su lado y si estaba tendría que haber una excelente explicación totalmente lógica para ello.

Se negaba a pensar lo obvio.

No.

Ella no había tenido o con su mejor amiga.

No era concebible, no.

No podía volver a dormir. No podía acomodarse. No podía pararse a verificar la misteriosa identidad y no podía simplemente despertarla, porque entonces tendrían que enfrentar la realidad. Después de doce años de amistad, lo habían arruinado todo teniendo o.

Escuchó las teclas del otro celular sonando bajo los dedos rápidos de su acompañante.

Su celular recibió en silencio una notificación de kakkao.

Tiffany – 11:19 a.m.

<< Tengo una resaca asquerosa >>

“¡¿HUH?!”

Taeyeon, envuelta como un bulto bajo las sábanas, escuchó el bloqueo del celular tras ella y las piernas tibias moviéndose sobre el colchón con furia. Tiffany estaba moviéndose rápido, como reaccionando al contexto, sentándose de golpe y haciendo sonar un jadeo asustado. Jaló el cobertor para cubrir su desnudez y volteó con miedo hacia el pequeño fardo a su lado.

En el poco espacio que tenía, bajo su protección de tela, Taeyeon decidió hacer una segunda llamada.

Chandelier volvió a sonar.

Tiffany tragó en seco.

Contestó.

“¿Hola?” Susurró asustada, despertando por completo, alejando el teléfono de su rostro, viendo los segundos pasar en la pantalla y a la persona bajo las sábanas respirando rápido. Deseando todo lo que Taeyeon había deseado hace algunos minutos…

“Hey.” Escuchó a su lado.

Ninguna necesitó seguir hablando.

๑๑๑๑๑

Los recuerdos de esa noche permanecieron borrosos en general, porque Taeyeon desde el principio aseguró que no recordaba y Tiffany no se atrevió a esclarecerlos sola. Tampoco quisieron hablarse o verse las caras luego de que Tiffany recogiese en silencio su ropa y saliera del departamento, mientras Taeyeon solo observaba sentada, cubriendo su desnudez.

Ninguna entendía cómo podría haber ocurrido todo esto en primer lugar, pero tampoco querían ahondar más en el asunto. Silenciosamente habían acordado que había sido un gran error producto de un nivel alto de alcohol en la sangre. Eso y probablemente por tensión no resuelta a tiempo.

Tensión que se había encargado de pasar desapercibida hasta ese día.

O quizás no.

Quizás todas esas señales que ahora recién interpretaba eran parte de la naturaleza de su relación, la pregunta era ¿Cuál era la naturaleza de su relación ahora? Tiffany estaba dispuesta a dar un paso más en la dirección acordada ese sábado en la madrugada. Creía que valdría la pena porque si ya no podían volver a ser amigas, entonces esa sería la mejor solución para estar cerca.

Y porque no recordaba desde qué punto se había sentido tan atraída por Taeyeon. Justo ahora se preguntaba si realmente estaba segura de no poder recuperar su amistad o si solo buscaba excusas para tener algo más con ella.

Algo más.

Como en… ¿Una relación?

“DIANTRES.” Dijo y se lanzó de cara a su cama. Habían pasado ya siete días sin que una sepa de la otra. Ni siquiera sabía si alguna de sus amigas ya se había enterado. Por ahora lo único que podía hacer era esperar y pensar en otra cosa para evitar que la ola de recuerdos lleguen hacia ella empapándola… Ahogándola de seguro.

Hasta ahora tenía algunas imágenes que su cerebro había enfocado sin autorización y otras que prefería mantener borrosas.

Como ese momento en el que Taeyeon estaba...

“Oh mierda, Taeyeon, ¡sigue!”

“¡AAAAARRGH! ¡NO!” Se cubrió toda la cara con ambas manos y gritó intentando cubrir el sonido jadeante de su propia voz retumbando en su cráneo, “¡Basta! ¡Basta! ¡BASTA!” No era justo que Taeyeon lo haya olvidado y ella no. No solo porque era Tiffany quien se llevaba la carga de evitar tener una larga conversación con su memoria, sino porque le dolía que Taeyeon no tenga registro de algo que parecía importante.

El timbre sonó oportunamente, haciéndole recordar que había ordenado comida hace media hora y que el estreno de 'Mindhunter' esperaba por ella en Netflix. Buscó su billetera y arrastró los pies hacia la puerta; abrió dispuesta a recibir el paquete y rellenar su bolsa digestiva.

“Oh mierda, Taeyeon.” Dijo sorprendida. Y ahora congelada de miedo.

La pelinegra estaba parada frente a ella, mirando el suelo con una mano frotando la piel tras su oreja, apoyando su peso en el pie izquierdo y llevando la punta del derecho hacia atrás. Toda su expresión corporal denotaba incomodidad, temor, vergüenza.

Levantó la mano que dejaba colgada y le mostró la palma a modo de saludo, sin mirarla a los ojos. “Hey.” Murmuró.

“Hey.” Respondió Tiffany, abrazándose a sí misma, acariciando su codo con la mano izquierda y el brazo con la derecha, de pronto Taeyeon había traído consigo una ventisca helada que le erizó la piel.

Taeyeon estaba haciendo muecas con la boca y fruncía el ceño, parecía estar pensando en algo específico, o quizás trataba de decir algo, Tiffany no estaba segura, así que empezó a balancear su peso de una pierna a otra.

Taeyeon carraspeó.

Abrió la boca.

No dijo nada.

“¿Necesitas al—”

“Tiffany estoy tratando de ordenar mis ideas.” Murmulló Taeyeon entre dientes. Tiffany aguantó la hostilidad porque sintió el nerviosismo de su mejor amiga. “Estoy…” Se detuvo sin terminar la idea. Tomó aire. Cerró los ojos tratando de concentrarse, pero se rindió varios segundos después. “Trato de decirte algo.”

“Puedo notarlo.”

“No quiero perderte.” Trató de verla al rostro pero no pudo. “Eres mi mejor amiga, no quiero perderte.” Sus ojos estaban aguados, pero se contuvo. “Estoy avergonzada y me siento culpable. Yo hice esta... Cosa.” Amasó el aire con los dedos.

“No es cierto.”

“Claro que sí.”

“No, no es cierto.” Tiffany soltó sus brazos, rindiéndose ante la situación. Taeyeon no podía pensar que tenía la culpa de todo, no era justo y, aunque tampoco era justo para Tiffany el cargar con todo, ya no tenía más que perder. Así que fue honesta. “Yo empecé, Taeyeon. Yo.” Dijo desanimada, casi molesta porque su mejor amiga tenía la memoria vacía. Ahora tenía ganas de tirarle la puerta en la cara y largarse a dormir. Al diablo con el delivery. “Fui yo la que te besó, ¿Bueno?”

“Pero fui yo la que te llevó a la cama.” Dijo asustada, aún sin poder mirarla. Tiffany sintió una punzada en la garganta. “Yo estuve…” Se detuvo y frunció el ceño. La imagen fresca donde besaba a Tiffany y la guiaba de espaldas hacia su habitación estaba fresca, lo había estado después de que la resaca finalmente cedió ante la cantidad de agua y aspirinas que tomó ese fin de semana. El resto de la película no estaba tan clara, pero en la semana que corría, inconscientemente pudo desbloquear cuadros por momentos, con escenas que provocaban se retorciera de ansiedad a medida que avanzaba la proyección de la historia del último sábado por la madrugada en su cabeza. “Lo siento tanto… Ahrrrg.” Se sentía más que frustrada.

“¿Lo sientes?” Murmuró Tiffany sin pensarlo y se arrepintió al instante.

“Claro que sí.”

“¿Te arrepientes?”

“Arruinamos doce años de amistad.” Era evidente y era algo que Tiffany no quería escuchar. Los segundos corrían aumentando la tensión entre ambas y Taeyeon no podía creer que todo lo que la persona que tenía en frente le ofrecía era silencio. Nada más que silencio plano. “¿Es que no hay nada que pueda hacer para solucionar esto? ¿Olvidarlo y ya?”

El malestar que le generó la actitud de Taeyeon provocó que su sangre combustione y escape por todos sus hoyos faciales en forma de humo negro. Estaba molesta. Más que molesta, furiosa.

Definitivamente estaban yendo en direcciones opuestas y Tiffany no iba a quedarse a verlo. No. Quería a Taeyeon como a nadie, pero después de todo lo que pasó no estaba segura de poderla tener sólo como una amiga. Tenía que zanjar el tema de una vez por todas y dejarla ir, así pareciera que arrancara con ella un pedazo de epidermis.

No iba a ser hipócrita.

No iba a ocultarlo.

Si tenía que alejarse, lo haría y punto. No podía pretender que nada había ocurrido y seguir viviendo bajo un tapete, escondiendo sus sentimientos con ella.

“No.” Dijo con el rostro colorado.

“¿Qué?”

“No hay nada que puedas hacer.” Aseguró. “No voy a actuar como si nada hubiese pasado... ¿Quieres olvidar? Olvídalo tú.” Ordenó Tiffany. Taeyeon, con las pupilas totalmente retraídas y el rostro desencajado, finalmente pudo verla a los ojos. Trató de formular una respuesta, pero no hubo tiempo. “Cuídate.”

“¡¿No me vas a hablar?!” Dijo durante el recorrido de la puerta desde abierta a cerrada, justo frente a su rostro… ¿Qué acababa de pasar? ¿Qu-qué era todo esto? ¿Por qué todo había resultado tan mal? Y más importante, ¿Por qué Tiffany prefería dejar ir su amistad que un solo momento? Doce años…

Doce.

Como agua entre dedos.

Por qué.

No quería irse.

Por qué.

No estaba lista para dejarla.

Recordó la sensación de calor que sintió cuando abrazó el cuerpo desnudo de Tiffany, que en estado post orgásmico serpenteó sus brazos entre los de Taeyeon y la tomó de la nuca y de la espalda baja para mantenerla cerca. La voz de su mejor amiga aún rebotaba contra su médula, estremeciéndole la espina dorsal. “Házmelo una vez más Taeyeon…”

Sus gemidos adictivos, su sabor.

Taeyeon frunció el ceño mirando la puerta.

Sintió un dedo tocándola por el hombro.

“¿Disculpe?”

Taeyeon volteó.

๑๑๑๑๑

Tiffany estaba otra vez tirada boca abajo sobre su cama, tenía todas las luces apagadas y estaba desesperada por quedarse dormida, aunque solo hayan pasado unos minutos desde que cerró la puerta principal en la cara de Taeyeon.

El timbre sonó y maldijo abriendo solo un ojo –el otro estaba aplastado por su cabeza sobre el colchón- y arrugando la nariz con rabia.

“¡MIERDA!”

Tomó el dinero otra vez.

Estampó sus pies contra el piso en cada paso, como un gigante furioso.

Llegó a la puerta y abrió para recibir su comida.

Cogió la caja y miró a Taeyeon sosteniéndola del otro extremo.

No había nadie más en el pasillo.

“¿Ahora qué?”

Taeyeon la calló besándola con pasión, acercando medio cuerpo al de Tiffany, cuidando de no aplastar la caja de pizza que tenían entre ellas. La pelinegra abrió un ojo sin romper el beso y cuando notó que su mejor amiga tenía ambos ojos abiertos, se separó unos centímetros para tomar aire.

Luego la volvió a besar.

Tiffany cerró los ojos.

Taeyeon soltó la caja.

Tiffany retrocedió rompiendo el beso sin querer.

Taeyeon se quedó en el aire.

Tiffany la tomó del cuello de la camiseta y la jaló hacia dentro.

Taeyeon cerró la puerta tras ella.

Tiffany dejó la pizza a un lado.

Taeyeon la sostuvo del rostro.

Tiffany gimió en su boca.

Taeyeon le quitó la ropa.

Tiffany también a ella.

Taeyeon le volvió a hacer el amor.

Tiffany también a ella.

Así terminó una hermosa amistad.

Así nació un nuevo amor.

๑๑๑๑๑

N. del A.

Yo no sé de dónde saqué esto :v
Para los que siguen mis otras historias:
Espero que el jueves pueda completar Atropa Belladonna.
Nuevo capi en La Isla.
 

PinkDork.