II
ECLIPSE

Eclipse.- Fenómeno en el que la luz procedente
de un cuerpo celeste es bloqueada por otro.

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Dijeron que después de noventa y nueve años ocurría finalmente algo parecido. Algo espectacular y masivo. Algo que dejaría a la gente sin aliento y totalmente concentrada en un punto sin chistar. Sería algo que les robaría la atención por completo y que probablemente recordarían hasta el fin de sus vidas. Algo que pudiesen contar a sus nietos.

Algo único.

Y sí, para Taeyeon significó todo eso. Y más.

Dijeron que el eclipse del siglo solo podrían verlo durante algunos minutos, pero que valdría la pena. Sooyoung había ordenado en línea las gafas correspondientes desde hace dos semanas y las había recibido hace tres días. Escaba comiendo ansias más que cualquier otra integrante del pequeño grupo de chicas.

Conoció a Yuri, Yoona, Soonkyu, Sooyoung y Hyoyeon por un programa de intercambio entre la Universidad de Mujeres de Ewha y la Universidad de California en San Diego. Ahora no solo se habían convertido en sus amigas más cercanas, sino que compartía el piso con dos de ellas, mientras las otras tres vivían en el piso de arriba.

“¿Están listas?” Sooyoung había entrado, como siempre, sin tocar y sin permiso.

“Vamos, este ni siquiera es tu apartamento, largo de aquí.” Taeyeon, tirada en el mueble más largo de la sala, se cubrió la cabeza con la colcha y refunfuñó volviendo a dormir.

“Levántate, Kim Taeng, arriba ahora.”

“Lista o no, voy a dejarte, lista o no, voy a dejarte…” Repitió Sunny.

“¡Yah! Ni siquiera me ayudaste con los sándwiches…” Respondió Hyoyeon.

“¡Vamos! ¡Es tarde!” Dijo Yuri desde la puerta.

“¿Hay suficiente hielo?”

“Kim Taeng.” Llamó Sooyoung a un lado del mueble. Por la falta de respuesta, decidieron usar el método más drástico: Mandar a Yoona.

“Bien, es hora, andando.” Señaló Sunny jalando a Hyoyeon en el camino. Sooyoung salió tras ellas y tomó a Yuri del brazo. “¿Listas?”

Yoona apareció en el pasillo, bajando las escaleras con el rostro desencajado. “¿Y Taeyeon-unnie?” Preguntó haciendo puchero.

Taeyeon había escuchado el sonido de la puerta cerrándose y agradeció en silencio por el espacio a solas que estaba brindándole la vida. No era como si no quisiera estar con esas chicas. No. Esas cinco chicas eran su vida, pero necesitaba un poco de silencio y horas para recuperar las malas noches.

El verano no hacía más que sumarle aletargamiento a su estado y solo sentía que necesitaba tirarse sobre cualquier superficie cómoda y dormir. Solo cerrar los ojos, lentamente, con el rostro cubierto para evitar cualquier vestigio de luz y dor-

“¡HUH-NNI-IIEE!”

-Mir.

Quitó la colcha de su rostro, con el ceño fruncido y encontró la cara de Yoona sonriendo como un personaje de caricaturas, respirando a veinte centímetros de ella. Usar la voz ‘adorable’ de Yoona era realmente bajo. Muy bajo. Incluso para Sooyoung.

“Yah.”

“Hola unnie.” Continuó con su sonido adorable, martillando en su cabeza.

“¿Qué quieres?”

Y no seguiremos dando vueltas al asunto, porque si Yoona quería algo, simplemente lo lograba y punto. Y ella quería que Taeyeon vaya, así que terminó ahí, en medio de un inmenso parque, con muchas personas rozándole la piel. Parecía un concierto masivo y eso no era algo que a ella le agrade, pero bueno, por Yoona, lo estaba haciendo.

Su expresión, más que neutral e irónica, era mas bien malhumorada e insensible. Estaba petrificada, sentada en el extremo de una banca, con su grupo rodeándola, mientras disfrutaban de cervezas frías y smoothies. IN-MÓ-VIL.

Sooyoung le acomodó los lentes oscuros.

Sunny le colocó una visera.

Hyoyeon le untó bloqueador solar en el rostro y hombros.

Yuri le amoldó una lata cerveza en la mano.

Yoona le puso una pajilla de plástico a la lata.

“Ni siquiera tendrás que llevar la lata a tu mano, unnie, solo tienes que abrir la boca y–”

“SÉ cómo funciona una PAJITA, YOONA.” Respondió aún sin moverse.

“Bien.” Yoona sonrió y besó la cabeza cubierta con la visera.

Todos sabían sobre el humor muerto de Taeyeon cuando no tenía energía. En ese día particularmente la energía se había caído por alguna de sus orejas directamente al suelo y desaparecido por una alcantarilla. Muerta. Así se sentía. Escuchando las risas y comentarios estúpidos de Yuri que, no lo va a negar, sí le estaban empezando a causar gracia.

Justo fue por uno de los chistes de Yuri que volteó a reír con ellas y la vio.

Estaba lejos, pero pudo distinguirla bien.

Esa sonrisa.

La forma en la que su rostro respondía armónicamente a la felicidad.

Sus proporciones correctas.

Exactas.

Esa mujer era todo lo que ella no sabía que necesitaba.

“¿Taeyeon?” Sooyoung topó su nuca para hacerla reaccionar, pero no funcionó. Siguió la línea de visión y descubrió la fuente de interés. Codeó a Sunny, quien inmediatamente ató cabos y cruzó los brazos.

“¡Yah!” Sunny empujó a Taeyeon.

“¿Qué?”

“Ni lo sueñes.”

“¿Qué?”

“Dijimos: NADA DE RELACIONES.”

“Nadie dijo algo sobre relaciones.” Taeyeon no despegó la vista de ella en ningún momento.

“Es bonita.” Murmuró Yoona.

“¡Yoona!” Yuri llamó la atención de la menor. Luego volteó. “Oh, sí, es bonita.”

“Basta. Dejen de meterse en mis asuntos.”

“Deberías ir y hablarle.” Dijo Hyoyeon.

“Claro que no.” Respondió Taeyeon.

“POR SUPUESTO QUE NO.” Aclaró Sunny.

“¿Por qué?” Preguntó la rubia del grupo.

“Sí, ¿por qué?” Sooyoung se recargó en Hyoyeon.

“Pensé que estabas de mi lado.” Dijo Sunny.

“Lo estoy.” Aclaró Sooyoung. “Pero olvidé por qué.”

“Porque estamos tratando de vivir esta etapa juntas y lejos de cualquier problema que pueda suponer un factor externo. Tenemos que concentrarnos en… ¿Están escuchándome?” Sunny observó cómo todas menos Sooyoung estaban alentando a Taeyeon para que se acerque a la hermosa chica.

“Yo estoy escuchándote.”

“Lo sé, solo… Olvídalo.” Rodó los ojos y hundió su humor en una cerveza helada.

“Tiene que acercarse.”

“Claro que no, pensará que está desesperada.”

“¿Y no lo está?” Preguntó Hyoyeon.

“Bueno…”

“OIGAN, PUEDO OÍRLAS.” Dijo Taeyeon. “No estoy desesperada.”

“¿Hace cuánto no te acuestas con alguien?” Intervino Yuri.

“¡Unnie!” Yoona se escandalizó.

“Algunas semanas.”

“Claro que no, llevas tres meses sin o.” Especificó Sooyoung.

“¡Oye!”

“Lo sé porque andas de muy mal humor desde que ese idiota dejó la universidad.”

“Cierto.” Recordó Yoona.

“Es demasiado.” Negó Hyoyeon. “Necesitas acostarte con alguien.”

“Necesitas o.” Aprobó Yuri.

“Y ella es la indicada.” Señaló la rubia.

Sooyoung observó que el dedo de Hyoyeon apuntaba hacia una guapa pelirroja que estaba hacia la derecha del grupo, "No 'ella'." Así que movió el brazo de la rubia hasta que apunte directamente a la simpática chica que le había robado más de un suspiro a su amiga.

“No puedo.” Negó Taeyeon.

“Claro que puedes.”

“Ok, escuchen todas, este es el plan.” Dijo Sooyoung, como siempre, organizando al grupo. “Iremos por ella. Vamos a acercarnos hacia ese árbol, buscando un nuevo punto para acomodarnos y le ofrecerás una cerveza. Necesitan estar cerca para que ella pueda verte y descubrir que eres la mujer de sus sueños. Quizás esperaba a alguien más alto. Pero no importa. Le darás una buena noche de—”

“BASTA.”

“Anímate Taeng.” Yuri juntó todas las cosas y Yoona cargó el cesto de comida. Hyoyeon jaló a la castaña entre la multitud y Sunny caminaba atrás rendida ante la presión grupal. La música había comenzado a sonar, como un pequeño concierto local que animaba el ambiente. El escenario era sencillo y dejaba tocar a una banda de indie que refrescaba a la multitud.

Taeyeon estaba más que perdida y un poco cansada por la presión del grupo. Una vez más, amaba a estas chicas, sí, pero a veces prefería hacer las cosas a su forma. Así sea una forma callada e inmóvil. Suspiró.

Una vez en el nuevo punto de acoplo, voltearon a buscar a la chica.

“¿A dónde fue?” Preguntó Yoona.

“Creo que cerca del escenario.” Señaló Yuri a un grupo de amigos. Definitivamente eran las personas que habían estado acompañando a la joven hasta hace algunos minutos. Maldita suerte, pensaron. Ella estaba siendo cargada por uno de los muchachos, quien la equilibraba en su ancha espalda mientras bebían y cantaban juntos. Probablemente era su novio. Un novio muy musculoso.

Taeyeon rio rindiéndose ante el destino.

“Dejémoslo así.”

Como por obra malvada del destino, el grupo de amigos empezó a bailar y cantar alrededor de la chica, que aún era cargada por el fuerte muchacho, gritando “¡STEPH! ¡STEPH! ¡STEPH!” Mientras ella, animadamente, terminaba de beber toda su cerveza obedeciendo a su público.

“Aún podemos acercarnos allá.” Re-organizó Sooyoung.

“Escucha, solo… Déjalo así.” Taeyeon se sentó en el grass, acomodó su gorra y sorbió la cerveza por la pajita. Escupió el contenido caliente.

Un buen cover de ‘Mountain Sound’ de Of Monsters and Men empezó a sonar. Taeyeon volteó y observó el grupo de amigos perdiéndose entre el resto de gente. Suspiró otra vez. Ella no tenía buena suerte en el amor, en definitiva. Sí, había salido con algunas personas, pero ninguna la había logrado llenar, ninguna le había atraído tanto como ella soñaba, tanto como le atraía esta mujer, aunque no sabía si era real lo que sentía o pensaba, se quería dejar llevar por su instinto.

Sin pensarlo volvió a sorber.

Volvió a escupir.

Dios. Por qué.

“¿No te agrada?” Preguntó Hyoyeon burlándose.

“Está caliente.” Respondió asqueada botando finalmente la lata en una bolsa.

Rodó los ojos.

“Te dije que necesitábamos más hielo.” Empezó Yuri.

“No, yo te dije eso.” Contestó la rubia.

“Unnie trajo hielo en forma de smoothies…” Empezó a reír.

“Tu comida ocupa el espacio que debería ser para las bebidas.”

“Claro que no.”

“Que sí.”

“¡Oh, amo esta canción!” Interrumpió la más alta.

Sooyoung bailaba con Yoona al ritmo del cover de ‘Little talks’ y Yuri saltaba animando a Hyoyeon. Sunny empezó a reír, siguiéndoles la corriente. Miró a Taeyeon y señaló al resto con la cabeza, la castaña solo negó rindiéndose y disfrutando del buen ambiente, recostando su cabeza contra el cooler de Hyoyeon.

La desgastada y desanimada castaña cubrió la luz sobre sus ojos con la mano y se preguntó en silencio si en un día tan despejado como ese realmente habría un eclipse… Porque no había señal alguna de sombra. Pero quién sabría realmente cómo funciona un eclipse, se supone que estaba ahí para descubrirlo, así que se rindió y buscó algo para beber.

Solo cervezas calientes.

Dios.

Realmente tendría que amar mucho a estas chicas para no golpearlas por traer cervezas calientes a un parque en pleno verano.

“¿A dónde vas Taeng?” Preguntó Sunny.

“¡Oh, oh, irá por su chica!” Celebró Yuri acercándose.

“Voy por una cerveza.” Dijo alejando a Yuri con una mano sobre su rostro.

“Ow.” Yuri se equilibró.

“Tráeme una.”

“Y a mí.”

Taeyeon las ignoró y caminó entre la multitud a un lado del escenario, donde vendían bebidas frías. Se había planteado tomar una cerveza helada y luego regresar a casa. La verdad era que el eclipse y cualquier cosa parecida la tenían sin cuidado.

Si podía dormir un par de horas esa tarde sería feliz.

“Permiso. Permiso. Permiso.” Murmuraba mientras miraba el piso. Llegó hasta la cola para comprar bebidas y agradeció que avanzaba bastante rápido. Compró una lata de Heineken helada y sonrió cuando pegó el aluminio frío contra su cuello. “Gracias.” Dijo recibiendo el cambio y frunció el ceño cuando la gente de pronto empezó a contar regresivamente. Volteó cuando sintió a la masa moverse uniformemente y ella solo pensó en quitar su gorra para echarse aire mientras regresaba hacia su grupo.

Alguien tiró su gorra al piso.

“Rayos.” Murmuró agachándose, sin darse cuenta que era bañada por una inmensa sombra desde el cielo. Cuando se levantó, escuchó muchos silbidos y gritos de emoción porque aparentemente algo estaba ocurriendo y claro, había olvidado por completo que estaba aquí para ver un eclipse, no para tomar cerveza.

Hasta que alguien pasó corriendo y tiró esa cerveza al piso.

“OH MIERDA.” Ahora sí que estaba de mal humor.

El eclipse encima, su gorra fuera, los cabellos largos cubriendo mitad de su cara, la gente moviéndose, el calor, la cerveza derramándose cada vez más en el suelo… Y una mirada conectada a ella. La sintió de lejos, como si hubiese sido un toque eléctrico, una unión punzante.

Giró ligeramente la cabeza y ahí estaba ella.

No podía confundirla, era ella. La chica hermosa.

Lo sabía a la perfección, no solo porque reconocía sus bellas facciones, no. Es que todos estaban anonadados mirando el cielo y ellas eran las únicas que se miraban entre sí, sin despegarse. Estaba mirándola. La chica hermosa estaba mirándola y luego le sonrió, ladeando un poco la cabeza.

Taeyeon miró el piso, hacia la cerveza, riéndose de su desgracia.

Cuando subió la vista, ella ya no estaba.

Se sorprendió y rascó su nuca. Exhaló con fuerza y agradeció por ese instante de conexión.

Luego tendría que agradecerle mucho más a la vida porque la chica estaba parada frente a ella, ofreciéndole una cerveza fría recién abierta. Sonriéndole dijo, “botar cerveza podría considerarse de buena suerte.”

“¿Tú crees?” Taeyeon acomodó su cabello tras la oreja.

“No. No en realidad.” Rieron juntas.

“Soy Taeyeon.” Le ofreció una mano.

“Stephanie.” La estrechó.

“Deben estar buscándote.” NO. No quiso decir eso, ¿por qué querría sonar como si quisiera que se aleje? No. Renegó con ella misma mirando el suelo.

“¿Quién? ¿El tonto de mi hermano?” Ambas miraron al fortachón del grupo. “No lo creo.”

Stephanie le estaba ofreciendo una idea tácita mientras arqueaba una ceja de forma provocativa. Taeyeon abrió los labios sin creerlo, sonrió. “Creo que estoy haciendo que te pierdas del eclipse del siglo.” Rio nerviosa.

Ella respondió con voz ronca, “Creo que has hecho que encuentre algo mucho mejor.”

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