Capitulo XXXVII
InstintoTeddy pasó corriendo por nuestro lado y fue directamente al embarcadero donde seguían Chaerin y Bom. Yo no podía dejar de murmurar el nombre de mi prima, como si con ello pudiera ayudarla. Bom estaba ensangrentada e inmóvil en brazos de Chaerin.
—Llévala adentro —le dijo Teddy a ésta.
Chaerin echó a correr hacia la casa acunando a Bom entre sus brazos como si fuera un bebé. Teddy se situó entre nosotras, tapándome la visión en la medida de lo posible. Cuando pasaron por nuestro lado, me removí en vano contra Leslie para liberarme, les grité algo, ni siquiera sé lo que les dije.
—Se pondrá bien, cariño —dijo Leslie, intentando consolarme, pero le temblaba la voz—. Seguro que Teddy sabe qué tiene que hacer.
Miré impotente a través de las puertas de cristal. Con un rápido movimiento de brazo, Teddy despejó la isla de la cocina y Chaerin depositó a Bom sobre la encimera. Chaerin se hizo a un lado mientras Teddy examinaba a mi prima. No podía oírlos, pero su expresión no auguraba nada bueno. Al final, Teddy hizo un mohín y movió la cabeza de un lado a otro.
—¡No! —exclamé, y Leslie me soltó.
Irrumpí en la casa. Extendí la mano para tocar a Bom y Chaerin me sujetó entre sus brazos. Tenía la piel empapada de agua del lago y de sangre de Bom, pegajosa y rasposa. La golpeé con fuerza en el pecho e intenté liberarme de su abrazo.
—¡Suéltame! —grité—. ¡Es mi prima! ¡Y tú la has matado!
—No está muerta —dijo Teddy, y sus palabras me sorprendieron de tal modo que dejé de tratar de escabullirme de Chaerin.
—Y entonces ¿qué le pasa? —Chaerin aflojó la presión al ver que dejaba de pelear, pero no me soltó—. ¿No puedes solucionarlo? ¿No deberíamos llamar al teléfono de emergencias?
—No creo que puedan hacer nada por ella —dijo Teddy.
—Pero ¡eso no lo sabes! —Me quedé mirando a Bom. De no ser por la sangre, era como si estuviera dormida—. ¡Basta con llamar! ¿Dónde está mi móvil?
—Dara —dijo Teddy al ver que hacía un ademán para ir a buscar mi teléfono. Chaerin no me soltó —. Dara.
—¡¿Por qué no haces nada?! —le grité—. ¡Tenemos que hacer algo!
—Lo estamos intentando —insistió Teddy—. Bom se ha partido el cuello y tiene una fisura en el cráneo. Aun en el caso de que sobreviva, lo más probable es que haya sufrido una lesión cerebral y quede paralítica.
—¿Y piensas dejarla morir? —pregunté con incredulidad.
—No creo que nadie esté insinuando eso —dijo Leslie. Me volví hacia ella, tratando de comprender su expresión contradictoria.
—Podemos llevarla a un hospital —dijo Teddy, observando el lento movimiento de respiración de Bom —. O... podemos efectuar un cambio.
—¿Convertirla en vampiro? —Tragué saliva. Chaerin me soltó por fin y retrocedí un paso.
Cuando conseguí apartar la mirada de Bom, vi que Chaerin tenía los ojos llenos de lágrimas.
—Lo siento mucho, Dara —dijo Chaerin disculpándose, con voz aguda y desesperada.
—El corazón va cada vez más lento. —Teddy me miró sin alterarse—. Vas a tener que tomar una decisión, Dara. Y en seguida.
—Si cambia, vivirá, ¿no es eso? —pregunté, sorprendida de que fuera capaz de hablar. Incluso respirar se me hacía difícil.
—Si lo hacemos a tiempo —dijo Teddy, dubitativo—. Pero no es seguro. Si está muy débil, es posible que el cambio sea demasiado tarde.
—¿Te refieres a que en lugar de salvarla podría matarla? —La estancia empezó a darme vueltas y Chaerin, que se dio cuenta de mi vértigo, me rodeó con cautela con el brazo.
—Lo siento —dijo T
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