Capítulo II
~A bittersweet flavor~(español)************************************
II
LIKE CATS AND DOGS
LIKE DEERS AND LIONS
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*y aquí la traducción al inglés*
Minseok y Luhan, a pesar de portarse como perros y gatos. Preferían a los felinos.
Luhan entró en la tienda de mascotas, usando una gorra y su tapabocas negro. Dio un par de vueltas dentro del lugar. Rodeando las vitrinas con pequeños y adorables animales. Evitaba los hámster, los conejos, los perros. Incluso los colores le evocaban algo; evitaba los anaranjados, castaños, los blancos, moteados, negros...Todos ellos exigirían y requerirían de un cuidado que no estaba seguro que pudiera brindarles. Era un chico muy ocupado.
Entonces; al levantar la mirada. En una vitrina en lo alto. A la altura de su cabeza, se topó con un pelaje libre de esos colores brillantes: Gris claro.
Se veía suave al tacto.
Unos ojos ovalados lo miraban fijamente. Parecía como si lo juzgasen. Como si le recriminaran algo. Era la mirada de quien no necesitaba ser sobreprotegido. No exigiría un cariño que no podría darle.
Luhan se quedó admirándolo unos momentos.
Volvió a casa con el pequeño gato en brazos. Se aseguró de que el pequeño animal tuviera lo necesario; Agua, alimento, arenero, juguetes y comida. Aun si no mostraba interés alguno.
Tan pronto como el gato entró al departamento, recorrió la casa poco a poco, escudriñando. Luego se posó sobre el sillón y miró fijamente a Luhan, quien se encontraba sentado en el escritorio de su estudio.
Al principio el nuevo inquilino sólo se acercaba a su dueño cuando le servía comida.
Los días en los que Luhan no estaba, el gato trepaba hasta su cama, dormía allí hasta que su amo llegaba.
Una noche, Luhan llegó de madrugada. Con la cara hecha una mezcla de lágrimas, alcohol, saliva y sudor. Se desplomó sobre el suelo, apoyando la espalda sobre la pared justo al cerrar la puerta.
El felino se asomó desde el umbral de la habitación. Se acercó sigiloso a su amo. Lamió un par de dedos de éste. Los dedos de Luhan se sacudieron un poco ante el contacto con la rasposa lengua.
─Sólo eres amable conmigo cuando me vez sufrir ¿eh?...justo cómo él. ─Dijo acariciando la pequeña y suave cabecita.
El susurro del suave ronroneo acallaba los sollozos de su amo, mientras éste acariciaba el pequeño lomo.
La vendedora de la tienda había intentado convencerlo de que se llevara un gato más joven, tierno y juguetón. Pero Luhan se negó. Él quería a ese gato.
Ese que había pasado demasiado tiempo detrás del vidrio. Observando cómo todos los humanos se llevaban a casa los cachorros coloridos, adorables, torpes y más pequeños.
Luhan quería al gato viejo, huraño e independiente. Que no jugaba ni daba o pedía mimos. Que no era ruidoso.
Al que no le pedía atención ni juegos. Que no exigía amor desmedido. Un amor que temía no poder ser capaz de dar de nuevo a un ser vivo.
Simplemente le dejaba acariciarlo. Al que lo reconfortaba ronroneando cuando sentía su cálida mano sobre su pelaje. Justo después de que Luhan estiraba sus cansados músculos luego de una tarde escribiendo y experimentando con su laptop y su micrófono. Creando música. Su propia música, al fin.
Al que pasaría el tiempo en su cama cuando lo extrañase. Sólo para poder olerlo y arrullarse con su aroma. Y cuando Luhan volviera, haría como si no hubiera llenado su cama de pelos y volvería a su propia camita. Al rincón de la sala.
Luhan quería a ese gato de ojos almendrados, actitud caprichosa y a veces descarada que le recordaban a alguien. Alguien muy especial.
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Por supuesto que Luhan fue testigo de todo lo que hizo Minseok.
Esas fotos en instagram alegando que se pondría en forma. Luhan siempre bromeaba con él, diciéndole lo y que era. Que no debería dejar que lo vieran los demás. A Minseok le gustaba provocarlo diciendo que entonces, si tanto le molestaba, algún día correría desnudo por el escenario. Luhan reía imaginando la escena, retándolo y luego retractándose al final. Pues sabía a la perfección que no debía retarlo. Ambos se dejaban llevar demasiado. Por los retos. Dos signos de fuego. Implacables. Agresivos. Atrevidos. Siempre dejando que sus emociones los guiaran.
Finalmente el día llegó y Luhan estuvo al tanto del "Hot topic" que fue Minseok al quitarse al camisa y correr por el escenario en ese concierto.
También supo del primer papel protagónico y canción en solitario de Minseok. Estuvo orgulloso de él. Realmente feliz por él.
Luhan adoraba la dulce voz de Minseok y miles de veces había presentado quejas ante la empresa, pidiendo que les dieran más líneas a todos. Quejas que jamás fueron escuchadas. Al menos sabía que no todo estaba perdido. No quería pensarlo, sin embargo una parte de él sabía que el que los demás miembros de EXO-M tuvieran cada vez más trabajos, tenía relación con su partida y la de otros miembros chinos que también habían decidido irse.
Luhan había visto todo lo que había hecho Minseok. Aún cuando los celos lo volvían loco, como siempre. Entonces;
¿Por qué dejarlo en otro país si sabía que lo iba a extrañar y anhelar tanto?
Originalmente, el dejarlo no era parte del plan.
Nadie planea estas cosas. Simplemente pasan. Los seres humanos tienen un límite y este es muy fácil de romper.
Todo comenzó desde hace mucho tiempo. Pero todos aguantaron. No importaba si nadie los conocía. No importaba si debían de ir a programas donde nadie sabía de ellos, a responder las mismas preguntas, decir las mismas cosas y bailar una y otra vez las mismas canciones. No importaba si no podían ir a trabajar en su país, no importaba si debían pasar años sin tener contacto con sus familias ni amigos, no importaba que les hubiera llevado años de trabajo exhaustivo, no importaba si les daban menos trabajo y les pagaban menos. Podían aguantarlo...o eso creían.
Cuando Luhan se desplomó en el escenario, fue la gota que derramó el vaso.
Estaba conmocionado. Hasta ese día, se había creído casi invencible. Se sentía tan presionado, con tanto miedo de cometer errores de decepcionar al grupo, a los fans, de hacerlos ver mal. Debido a la presión, el dolor, el cansancio y el estrés, estalló en llanto frente a las fans luego de caerse. Los demás miembros le ayudaron a levantarse, intentaron hacerlo reír, le dieron una silla para que se sentara, limpiaron su sudor y le dieron agua. Le pidieron que bajara del escenario para descansar. Pero Luhan era terco como una cabra. El show debía continuar. Entre lágrimas, disculpas y dolor aun debían cantar, bailar y brillar. Cómo siempre.
No era la primera, ni la única enfermedad. Pero si sería la última que presenciarían las fans, de parte suya sobre el escenario.
A lo largo de los años, su condición había empeorado hasta alcanzar ese punto. A la empresa para la cual había trabajado durante años, no pudo haberle importado menos su situación.
Un grupo tan numeroso que generaba tantas ganancias para la empresa debía seguir bailando, brillando y ganando. Incluso sobre los cadáveres de los caídos si era necesario.
Luhan sabía que no era el único que sufría, no era el único con enfermedades y lesiones que podían volverse incurables. No lo era. Todos estaban en el mismo barco. Habían sido doce almas heridas y manipuladas que se balanceaban en la cima del éxito. Doce almas encerradas en jaula de otro y cadenas de hierro.
A pesar de que el doctor le había ordenado "descansar", la empresa lo obligó a subir al escenario de nuevo para terminar los conciertos en China. Uno de los miembros más populares en su país no podía faltar por nada del mundo. Ni si quiera si su vida dependía de ello. No cuando ya se les había "escapado" unos meses antes, el primero. Uno de los lideres; Kris.
Una orden de demanda y una cancelación de un vuelo para no regresar a Corea fueron suficientes para lograr su libertad. No era que éste hubiese buscado su propia salvación. Luhan y Kris habían perseguido a los ejecutivos de la empresa incontables veces, buscando justicia. Recibiendo mentiras y promesas vacías a cambio. Aun con la salud delicada debido a una condición cardíaca por parte del líder chino.
Ante la respuesta inexistente de una empresa que recibía dinero manchado con sangre de sus idols, sólo existían las medidas desesperadas.
Así que antes de hacerlo, Luhan habló con los integrantes de su sub unidad; Lay, Tao, Chen y por supuesto Minseok. No cometería el mismo error que Kris; Yéndose sin decir nada.Despues de todo, los únicos que podían enternder sus decisiones eran ellos mismos.
Ya les había comentado sus deseos con anterioridad. La decisión era lo único distinguible en su demacrada faz antes del concierto.
Ese día, las fans presenciaron uno de los estados más débiles y deplorables de la salud del joven. Visiblemente ojeroso y cansado.
Sin embargo, también fueron testigos de diversos actos de apego hacia el joven; Varios abrazos de los integrantes que, cada que pasaban a su lado, se aferraban a él. Sin querer soltarlo. Un pequeño y rápido beso en sus labios de parte de Minseok, durante una presentación donde se suponía que debían de fingirlo. Aun cuando el líder, Suho, se aseguró de que no se dieran cuenta las fans. Lo hicieron. Ellas estaban felices. Y ellos también.
Lágrimas inexplicables al final de ese concierto fueron compartidas silenciosamente en ese que fue su último escenario juntos.
El 21 de septiembre del 2014. Luhan se prometió que no lloraría. Hizo su mejor esfuerzo aun cuando sus ojos se inundaron y brillaron más que ninguna otra noche, derramando lágrimas casi sin ser notado. Admirando el océano plateado de luces provenientes de los light sticks de las miles de fans frente a él.
Después del concierto, habló con el resto de los miembros. No lo había hecho antes porque no quería arruinarles los ánimos.
Luhan se encontraba muy débil en ese entonces. Había pasado sólo un día antes, vomitando analgésicos en el hospital. Se soltó entre lagrimas y miles de disculpas ante los muchachos. Ellos entendieron, a pesar de que no todos estaban de acuerdo con su decisión. Debían aceptarla.
Antes de partir. Luhan volvió a hablar con Minseok a solas.
Luhan le había pedido a Minseok que se fuera con él. Minseok se negó, pues, era algo imposible. Según Minseok, aun cuando desde el punto de vista de todos, "imposible" era lo que Luhan estaba tratando de hacer. Dejar la compañía de la noche a la mañana al mismo tiempo que lanzaba una demanda y tomaba el primer vuelo a China.
Algunos miembros creían que no sería posible. Que no lo lograría sin que la empresa se diera cuenta. Más cuando les tenían un ojo puesto a todos al haberse ido el primer miembro. Aun cuando ninguno tenía intenciones de delatarlo.
Luhan y Minseok discutieron hasta el punto en el que dijeron cosas...
─Por favor Minseok-ah, si vienes conmigo...
─¿Qué? ¿Crees que en tu país me aceptarán con los brazos abiertos? ¿Por cuánto tiempo podría estar allí hasta que me deportaran?
No puedo hacer algo como pedir asilo político o algo así. Toda Corea me vería como un traidor. Yo no he preparado ninguna demanda ni tengo pruebas del abuso que he sufrido, como tú.
¡Sin mencionar que al irme contigo nos estaríamos delatando! Nadie nos daría trabajo luego de saber sobre nosotros. No debemos. No podemos.
─Lo sé pero...
─¡¿Por qué?! ¡¿Por qué hiciste todo esto!? ─Gritó Minseok.─ De haber sabido que todo sería así...tan...doloroso.
─Por amarte, valía la pena el dolor. El amor no es cosa de uno. No fui el único culpable. ─ resopló Luhan
─Ojalá nunca me hubiera enamorado de ti. ─Escupió Minseok. ─¡Vete! ¡Vete y regresa a tu país! ¡No te necesitamos, ni EXO, ni las fans, ni yo! Pudimos arreglárnos bien sin uno de ustedes. Qué mas da otro más.
Cuando los sentimientos son tan fuertes, tanto que no puedes aguantarlos, tanto que es demasiado abrumador. Viene el arrepentimiento.
Es porque te hacen sentir débil, inseguro, desprotegido. Sientes que es injusto, estar así de expuesto y ser el único que sufre. Quieres volver a cuando creías que esos sentimientos y emociones no existían.
Cuando has sido herido por sentir, quieres detenerlo todo. Pero es imposible, llegado a ese punto no se puede simplemente "dejar de sentir".
Como cuando una ola besa la arena de la playa. Deja una huella. La deja blanda y maleable. Como el alma luego de un beso donde se entrega todo.
Sientes.
Eres herido.
Crees que a lo otra persona no le importa lo que sientes.
Te duele.
Te enfureces.
Haces como que no te importa. Te cierras. Pero es precisamente porque te importa, que duele.
Entra un miedo a dejar entrar una vez más, a ceder otra vez, a ser lastimado de nuevo.
Y es así como entras en un círculo vicioso. Donde no quieres dejar entrar por la misma razón que no puedes dejar ir.
Duele, es adictivo, venenoso y placentero.
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La despedida sabe a café, sabe amarga.
Una despedida libre del azúcar de las cientos de copas endulzadas que ya no vendrán.
Luhan se llevó su ropa y joyas, pero no toda. Todo fue muy repentino. Debía irse antes de que el resto de la compañía se enterara.
Ya no era EXO vs uno. Y hacía tiempo que EXO no "era uno" de todas formas. Tal vez nunca lo fue.
Luhan tomó un avión China. El volar le producía ansiedad debido a su miedo a las alturas. Odiaba volar porque siempre sentía nauseas, empezaba a temblar y no podía dormir. Había perdido la cuenta de las veces en las que había tenido que subir a miles de aviones por órdenes de la empresa.
Se subió por última vez al vuelo que lo llevaría su libertad.
Y por primera vez en cuatro años. Saludó a su familia.
Estaba en casa. Se lo hizo saber a las fans a través de su cuenta en páginas como weibo e instagram. Un par de miembros mostraron su apoyo en internet y los demás sólo se mantuvieron en silencio.
Luhan pasó unos días con su familia y fue al hospital. Pero el descanso no duró mucho. China estaba hambrienta del chico del momento y las ofertas de trabajo le llovieron. Empezó a trabajar de nuevo al poco tiempo.
Un par de meses después, Luhan se encontró con Kirs. Charlaron, comieron juntos y salieron de compras como antes.
La compañía que ambos habían demandado y de la cual habían huido, se las arregló para evitar que ambos trabajaran juntos incluso en China. Pues cancelaron la presentación que ambos tenían preparada en una televisora en china. Ambos hombres,al ser identidades con problemas legales que muy probablemente desencaderían más escándalos, la televisora decidió no contar con ellos. Kris no dijo nada públicamente. Se mantuvo callado. Como siempre había hecho ante las injusticias durante los últimos años. Pero Luhan expresó su frustración y descontento desde su página en weibo. Disculpándose con los fans, prometiendo que no dejaría que nada lo hiciera sentir mal ni lo detuviera. Siempre tan apasionado y explosivo.
Esa noche Kris y Luhan cenaron. Luhan llegó borracho a su casa. Donde luego su gato lo recibiría como cada vez que lo necesitaba.
Luhan decidió empezar de nuevo. Trabajó mucho y muy duro.
Actuó en varias películas y sacó numerosas canciones en mini albums y singles en internet. Consiguió un equipo de trabajo maravilloso.
Aún conservaba sus miles de fans y el apoyo de China. Todo era casi perfecto.
Casi. Pues no importaba cuanto lo intentaba. El vacío no desaparecía.
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