Capitulo 4
Ciudades de Papel► TaenyEl asunto con Tiffany Hwang es que realmente todo lo que podía hacer era dejarla hablar, y entonces cuando se detenía, hablarle valientemente para que siguiera, debido a los hechos que: 1. Estaba indiscutiblemente enamorada de ella 2. Era absolutamente sin precedentes en todas las formas, y 3. Realmente nunca me hacía preguntas, así que la única forma de evitar el silencio era mantenerla hablando.
Y entonces en el estacionamiento de Publix dijo:
—Entonces, correcto. Te hice una lista. Si tienes alguna pregunta, solo llama a mi móvil. Escucha, eso me recuerda, me tomé la libertad de poner algunos suplementos en la parte trasera de la camioneta más temprano.
—¿Qué? Como ¿Antes de que hubiera acordado hacer todo esto?
—Bien, sí. Técnicamente sí. De cualquier forma solo llámame si tienes alguna pregunta, pero con la Vaselina, querrás la que es más grande que tu puño. Hay como una vaselina bebé, y hay una vaselina mamá, y entonces está el gran y gordo papá de la vaselina, y ese es el que quieres. Si no tienen ese, entonces lleva, como tres de las mamás. —Me entregó una lista y un billete de cien dólares y dijo—. Eso debería cubrirlo.
Lista de Tiffany :
Tres peces gato, Envueltos por separado
Vaselina
pack de seis, Mountain Dew 2
Una docena de Tulipanes
una Botella De agua
2 Mountain Dew: Refresco cítrico fabricado por la compañía PepsiCo.
Tisúes
una Lata de pintura azul en Spray.
—Interesante uso de mayúsculas —dije.
—Sí. Soy una gran creyente del intercambio de las mayúsculas. Las reglas de ortografía son tan injustas con las palabras del medio.
Ahora, no estoy segura de qué se supone que debes decir a la mujer de los mandados a las doce treinta de la mañana cuando pones casi seis kilos de pez gato, Veet, un tubo de vaselina tamaño papá gordo, un six pack de Mountain Dew, una lata de pintura en spray azul y una docena de tulipanes en la cinta transportadora. Pero aquí está lo que dije:
—Esto no es tan raro como parece.
La mujer se aclaró la garganta pero no levantó la mirada.
—Sin embargo es extraño —murmuró.
—Realmente no quiero meterme en problemas —le dije a Tiffany de regreso en la minivan mientras usaba la botella de agua para limpiar la pintura negra de su rostro con toallitas tisú. Solo necesitó el maquillaje, aparentemente, para salir de casa—. En mi carta de admisión a Duke realmente decía explícitamente que no me admitirían si me arrestaban.
—Eres una persona muy ansiosa, T.
—Solo, por favor, no nos metamos en problemas —dije—. Quiero decir, quiero divertirme y todo, pero no a expensas de, digamos, mi futuro.
Lev
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